Diferencia entre revisiones de «Coprofagia»

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Esta practica esta prohibida en la [[Unión Europea]]
Esta practica esta prohibida en la [[Unión Europea]]

Gonzalo Martinez Linares fue el unico europeo imputado por esta practica tras descubrirse que comia las heces de su compañero de habitacion


== Teorías en perros ==
== Teorías en perros ==

Revisión del 08:19 24 jun 2009

Se entiende por coprofagia a la ingestión de heces, del griego, copros (heces) y phagein (comer). En la naturaleza existen especies animales que practican este acto, otras especies normalmente no lo hacen, excepto bajo condiciones inusuales. Solo en ocasiones bastante raras es practicada por humanos, justificada como un tipo de perversión sexual que consiste en ingerir heces.

La coprofagia en el reino animal

Dos mariposas alimentándose de heces

Los insectos coprófagos consumen y redigieren las heces de grandes animales; estas heces contienen cantidades sustanciosas de alimentos semidigeridos como consecuencia de la poca eficacia del sistema digestivo de los herbívoros. Existen muchas especies que desarrollan estos hábitos, tal vez las más famosa es la de los escarabajos peloteros, sagrados en el antiguo Egipto y las moscas.

Los conejos, los cobayas y otras especies relacionadas, no tienen un sistema digestivo tan sofisticado como el de los rumiantes. Por ello, en vez de comer más hierba, le dan a su alimento un segundo pase por el intestino. Producen los cecotrofos unas deposiciones blandas de comida parcialmente digerida son excretadas y consumidas inmediatamente. Sin embargo, las deposiciones normales no son consumidas.

En algunos mamíferos como el elefante y el koala, se ha observado que las crías comen heces de sus progenitoras obteniendo de esta forma las bacterias necesarias para la digestión de la vegetación que se encuentra en su hábitat. Cuando nacen, sus intestinos no poseen esas bacterias, y sin ellas no podrían obtener los nutrientes de estas plantas.

Los gorilas también ingieren sus propias heces e incluso las de otros gorilas. A otros simios se les ha observado comer deposiciones de caballo debido a su contenido en sal. A los monos también se les ha observado comer deposiciones de elefante.

Los hámsters comen sus propias deposiciones, ya que son una fuente de vitaminas B y K, producidas por las bacterias del tracto intestinal.

Los rumiantes pueden digerir sustancias que los monogastricos no pueden y en algunas explotaciones se utiliza estiercol como suplemento alimentario. Los rumiantes pueden digerir la celulosa y recuperar el fosforo de los fitátos, es una fuente de nitrógeno no proteico, además añade minerales a la dieta. El estiercol también suele contener paja y otros alimento digestibles por los rumiante. Antes de suministraselo a los animales, se puede tratar mediante un compostado, un ensilado, tratado con invetebrados coprofagos o simplemente secado.

Esta practica permite ahorrar en alimentos y producir menos desechos orgánicos, pero aumenta los riesgos de contagio. [1]

Esta practica esta prohibida en la Unión Europea

Teorías en perros

La coprofagia en perros es un comportamiento observado en ocasiones, que provoca sentimientos de digusto entre sus dueños. Hofmeister, Cumming y Dhein (2001) escribieron que este comportamiento en animales no está bien investigado, y prepararon un estudio preliminar. En dicho estudio, publicado en una revista electrónica, escribieron varias teorías que intentan explicar este comportamiento en animales. De acuerdo con estas teorías, las cuales no han sido probadas, los perros tendrían este tipo de comportamiento debido a los siguientes motivos:

  • Para obtener atención de sus dueños.
  • Por ansiedad o estrés.
  • Por aburrimiento.
  • Por intentar mantenerse limpios en condiciones insalubres.
  • Cuando los perros observan a sus amos recogerlas, por lo que imitan su comportamiento. Esta teoría es improbable debido a que este comportamiento también se ha observado en perros cuyos dueños jamás recogen las heces.
  • A causa de que los cachorros lo exploran todo y descubren que las heces son ingeribles y, quizá, sabrosas, especialmente si tienen una dieta rica en grasas.
  • Porque los perros son por naturaleza carroñeros, por lo que es un comportamiento habitual.
  • Para tapar el olor a posibles predadores; esto se ha observado en madres.
  • Debido a que la textura o la temperatura de las heces frescas son aproximadamente iguales a las de la comida regurgitada, que es como las hembras dan de comer alimento sólido a sus cachorros.
  • Debido a que están hambrientos.
  • Por carencia de hierro en su dieta.

Otras teorías proponen que los carnívoros a veces ingieren heces de sus presas para obtener y exudar sus olores, obteniendo así camuflaje.

Humanos

La coprofagia es poco común en humanos. Suele ser el resultado de la parafilia conocida como coprofilia. El consumo de heces humanas conlleva riesgos de enfermedades como la hepatitis, A y B o la neumonía. Consumir las propias heces potencia el riesgo, así como la incorporación de bacterias y huevos de gusanos u otros parásitos intestinales. Riesgos similares se pueden aplicar a ciertas prácticas sexuales tales como el anilingus o la introducción en la boca de objetos que han estado en el ano. La ausencia de higiene debido a la falta de limpieza de las manos después de acudir al baño puede ocasionar infinidad de infecciones en el individuo.

Coprofagia en la cultura pop

La coprofagia es común en comedias como:

La notable película italiana Saló o los 120 días de Sodoma presenta fuertes escenas donde la coprofagia es impuesta como método de tortura y simultáneamente, grotesco placer para el torturador.

Bibliografía

  • Lewin, Ralph A. "More on Merde". Perspectives in Biology and Medicine 44(2001): 594-607
  • Hofmeister, Erik, Melinda Cumming, and Cheryl Dhein.(2001) "Owner Documentation of Coprophagia in the Canine". http://www.vetmed.wsu.edu/pets/_archive/study.htm. Accessed November 17, 2005.
  • Wise, T.N., and R.L. Goldberg. "Escalation of a fetish: coprophagia in a nonpsychotic adult of normal intelligence". J. Sex Marital Ther. 21 (1995): 272-5

Enlaces externos