Diferencia entre revisiones de «Combate del Callao»

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Revisión del 17:30 19 ago 2009

Combate del Callao
Guerra Hispano-Sudamericana
Parte de Guerra hispano-sudamericana

"El Combate del 2 mayo" pintura peruana.
Fecha 2 de mayo de 1866
Lugar Puerto del Callao, Perú
Coordenadas 12°02′52″S 77°09′13″O / -12.047777777778, -77.153611111111
Resultado Indeciso, retirada de la Escuadra Española
Beligerantes
Plantilla:Geodatos Spain (1785-1873 and 1875-1931) Reino de España Plantilla:Geodatos Peru (1825 - 1950) República Peruana
Comandantes
Casto Méndez Núñez Mariano Ignacio Prado
Fuerzas en combate
1 fragata blindada
5 fragatas de hélice
1 goleta de hélice
270 cañones
2 monitores
3 cañoneras
57 cañones (53 en tierra)[1]​ o 69 cañones (56 en tierra) [cita requerida]
Bajas
43 muertos, 83 heridos y 68 contusos[2][3][4] - 83[5]​ - 90 muertos y 260 heridos[6]
- Entre 180 y 200 muertos y heridos[7][8]
- Más de 350 muertos y heridos[9]
- Más de 2000 muertos y heridos[10]
Véase el apartado Bajas

Plantilla:Campaña Guerra Hispano-Sudamericana

El Combate del Callao, también llamado Combate del 2 de Mayo, fue un enfrentamiento ocurrido durante la Guerra Hispano-Sudamericana, conocida en España como Guerra del Pacífico, que tuvo lugar el 2 de mayo de 1866 en las costas del puerto del Callao en el Perú, entre una flota de la Armada Española, a cuyo mando se encontraba el almirante Casto Méndez Núñez, y las defensas del Callao bajo el mando del entonces Jefe Supremo de la República del Perú Mariano Ignacio Prado.

Antecedentes

El origen del conflicto entre el Perú y España, y que luego desencadenaría en una guerra de alcance multinacional, estuvo en la deuda que el gobierno gobierno peruano reconoció en la Capitulación de Ayacucho.

Tras algunos incidentes entre los que resalta la ocupación de las islas Chicha por la escuadra española, el gobierno peruano del presidente Pezet firmó el tratado Vivanco-Pareja, en el que se reconocía la deuda de independencia y se daban algunas otras satisfacciones requeridas por España, dicho tratado fue ampliamente repudiado por la opinión pública peruana que lo consideraba humillante para la nación, iniciandose asi una revolución en la ciudad de Arequipa que culminó con el derrocamiento de Pezet y la proclamación de Mariano Ignacio Prado como jefe supremo del Perú.

Las repúblicas de Bolivia, Chile y Ecuador se sumaron a la causa peruana, el desarrollo de la guerra se centro entonces en las costas chilenas donde la corbeta de ese país "Esmeralda" capturó a la goleta española "Covadonga", lo que provocó el suicidio del almirante Pareja, y donde las escuadras aliadas del Perú y Chile, con una postura defensiva, combatieron contra dos fragatas españolas en Abtao, ante la imposibilidad de encontrar a la flota aliada para hundirla o capturarla el almirante español, en cumplimiento de órdenes dadas por su gobierno, bombardeó el indefenso puerto de Valparaíso, para luego enrumbar hacía el Callao.

Al tener noticias de estos hechos y de la inminente llegada de la flota española el gobierno peruano inició la construcción y reforzamiento de las defensas costeras del puerto contando desde el principio con la entusiasta colaboración del pueblo.

Fuerzas enfrentadas

Escuadra del Pacífico

La Escuadra del Pacífico estaba compuesta, el día del combate, por una fragata blindada (la Numancia), cinco fragatas de hélice (Blanca, Resolución, Berenguela, Villa de Madrid y Almansa), una goleta de hélice (la Vencedora) y siete buques auxiliares (los vapores de transporte Marqués de la Victoria, Paquete del Maule, Uncle Sam y Matías Cousiño y los transportes a vela Mataura, María y Lotta and Mary). La Escuadra contaba en total con 272 cañones: 270 montados en los buques de guerra y en sus embarcaciones menores y 2 en el Marqués de la Victoria.

En el combate participaron únicamente los buques de guerra, quedando el resto como buques auxiliares en tareas de socorro o de alojamiento para los refugiados españoles huidos del Callao. De los 270 cañones de la escuadra, hay que descontar la mayor parte de los cañones de las embarcaciones menores, que no participaron, y los 2 inservibles de la Villa de Madrid, que habían explosionado en el transcurso del combate de Abtao. Así, por parte española participaron 252 cañones, la mayor parte (126 piezas) de 68 lb (20 cm).

A continuación se incluye una tabla en la que se especifica la artillería montada en cada buque, según José Ramón García Martínez en su obra El Combate Del 2 de Mayo de 1866 En El Callao: Resultados y conclusiones:

División Nombre Tipo Desplazamiento Armamento principal Armamento secundario
(No participa en el combate)
I División Numancia Fragata blindada 7.420 Tm 34 cañones de 20 cm 2 cañones de 12 cm
2 cañones de 8 cm
2 obuses de 15 cm
Blanca Fragata de hélice 3.800 Tm 10 cañones bomberos de a 68 lb 2 cañones de 8 cm
14 cañones de a 32 lb (núm. 3)
12 cañones de a 32 lb (núm. 4)
2 obuses de 15 cm
2 cañones de 12 cm
Resolución Fragata de hélice 3.096,440 Tm 14 cañones de a 68 lb
14 cañones de a 32 lb (núm. 2)
12 cañones de a 32 lb (núm. 4)
1 cañón de 12 cm
II División Berenguela Fragata de hélice 3.800 Tm 10 cañones de 20 cm 2 obuses de 15 cm
14 cañones de a 32 lb
12 cañones de 16 cm 2 cañones de 8 cm
Villa de Madrid Fragata de hélice 4.731 Tm 34 cañones de a 68 lb
10 cañones de a 32 lb
6 cañones de a 32 lb (núm. 2)
III División Almansa Fragata de hélice 3.980 Tm 34 cañones de 20 cm 2 obuses de 15 cm
6 cañones de 16 cm (núm. 2)
8 cañones de 16 cm 2 cañones de 8 cm
2 cañones de 12 cm
Vencedora Goleta de hélice 778 Tm 2 cañones bomberos de 20 cm
1 cañón de 12 cm

 Esta plantilla está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias. El cañón bombero es una variedad de obús

 Esta plantilla está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias. Sólo podían disparar 8 ya que 2 explotaron durante el combate de Abtao

Defensas del Callao

Fotografía del BAP Loa convertido en blindado durante la guerra, al fondo a la izquierda se puede observar al monitor Victoria.

Las defensas de El Callao consistían en una serie de baterías que se habían emplazado al norte y sur de la población y en el muelle, la comandancia general de baterías del norte la tenía el coronel José Joaquín Inclán Gonzáles Vigil; en las defensas de este sector sobresalía la Torre Junín, y el fuerte Ayacucho colocado cerca de la estación del ferrocarril; en el sector sur al mando del General Manuel de La Cotera las principales defensas eran el fuerte Santa Rosa, la Torre de La Merced y la batería Zepita, que hacía frente a la Mar Brava y no participó en la acción. Contabilizaban, según partes oficiales peruanos, un total de 53 cañones. De este total, pueden obviarse los 6 cañones de la batería Zepita, pues no participaron en el combate. De estas 53 piezas de artillería cabe destacar los llamados "cañones monstruosos": cuatro "Armstrong" de 300 libras y cinco "Blakely" de 500. También se colocaron una serie de "torpedos fijos" delante de las baterías de la zona sur y seis canoas-torpedo en la zona norte.

La disposición de cañones en tierra, según parte oficial del Jefe de Estado Mayor general Miguel Medina[11]​, era la siguiente:

Denfensas Costeras Nombre Jefe Tipo Armamento
Baterías del Norte Independencia Tnte. Crnl. Mariano Delgado de la Flor Batería de tierra 6 cañones de 32 lb
Junín Sgt. Myr. Tomás Iglesias
Crnl. José Joaquin Inclan
Torre Blindada 2 cañones Armstrong
Pichincha Tnte. Crnl. Melchor Delgado Batería de tierra 5 cañones de 32 lb
Ayacucho Tnte. Crnl. Andrés A. Cáceres Fuerte 2 cañones Blackely
Baterías del Sur del pueblo Cap. Hermilio Cabieses Batería de tierra 1 cañón Blackely
Provisional Cap. José Sanchez Lagomarsino Batería de tierra 5 cañones de 32 lb
Maipú Crnl. Ruperto Delfín Batería de tierra 8 cañones de 32 lb
Chacabuco Tnte. Crnl. Miguel Rodriguez Batería de tierra 7 cañones de 32 lb
Santa Rosa Cap. Guillermo Jhones Fuerte 2 cañón Blackely
La Merced Crnl. Enrique Montes
M.d.G. José Gálvez Egúsquiza
Torre blindada 2 cañón Armstrong
Abtao Tnte. Crnl. Benito del Valle Batería de tierra 7 cañónes de 32 lb
Zepita Crnl. José Antonio Morón Batería de tierra 6 cañónes de 32 lb

Los buques de la Marina de Guerra presentes en el Callao se situaron en el centro de la línea a las órdenes del capitán de navío Lizardo Montero Flores, la escuadra peruana se componía de un monitor, un blindado y tres vapores (dos de estos últimos sin aplicación militar no participaron del combate[12]​) su armamento consistía en 4 cañones[13]​ y un torpedo de botalón sujeto al vapor "Tumbes", atracado en el muelle. Cabe señalar que los dos blindados habían sido expresamente construidos en el Perú por ingenieros nacionales durante la guerra, se realizaron imitando al USS Monitor y al CSS Virginia, acorazados de la Guerra Civil Estadounidense, lo que despertó la admirción de la prensa de ese país y sus marinos presentes; en uno de los artículos publicados por el Washington News se señala que el monitor Victoria a pesar de recibir diez impactos españoles no fue dañado[14]​.

Marina de Guerra del Perú Nombre Jefe Tipo Desplazamiento Armamento
Buques Loa Cap. Camilo N. Carrillo Vapor convertido en blindado 700 Tm 1 cañón de 110 lb
Victoria Cap. Juan Antonio Valdivieso Monitor 300 Tm 1 cañón de 68 lb
Tumbes Cap. Juan José Raygada
Cap. Lizardo Montero Flores(comandante de la escuadra)
Vapor 250 Tm 2 cañones de 32 lb
1 torpedo de botalón
Sachaca Cap. Toribio Raygada Vapor s/d -
Colón Cap. Patricio Iriarte Vapor s/d -

El General Juan Buendía estaba al mando de los batallones de infantería y caballería situados a lo largo de la línea del frente, tras las baterías, que tenían la misión de repeler el ataque en caso de que se produjera un desembarco español lo que sin embargo nunca estuvo en los planes de la escuadra atacante.

Vísperas del Combate

La ciudad de El Callao lucía embanderada, había sido abandonada por todos aquellos que no eran combatientes, a ella se habían desplazado diversas compañías de bomberos y establecido hospitales de sangre para atender a los heridos. En los momentos previos al combate los comandantes de ambas fuerzas dirigieron las siguientes proclamas a sus hombres:[15]

"Peruanos: Hace cuarenta años flameaba en las fortalezas del Callao la bandera española. Nuestros padres la hundieron en los mares después de haberla humillado en los campos de Junín y Ayacucho. Hoy nuestros enemigos la enarbolan de nuevo en esas mismas playas que han contemplado dos veces su derrota y nuestro triunfo. Mañana les probaremos por tercera vez que es invencible el pueblo que combate por su honra y por su libertad. Cincuenta cañones defienden contra trescientos el honor nacional. Ellos tienen la fuerza; nosotros la Justicia...

Peruanos: nuestros mas fervientes votos van a cumplirse. Váis a vengar el ultraje del 14 de abril. La hora de la lucha se acerca. Cada hombre a su puesto! Al fuego de nuestros cañones hagamos sentir, a los incendiarios de Valparaíso, la virilidad de un pueblo que prefiere la honra a la vida.

Soldados y Marinos: nuestra causa es la causa de toda América, Defendemos el honor y la libertad de un continente. ¡Viva el Perú!"
General Mariano Ignacio Prado. Baterías del Callao, 1ro de mayo de 1866
"Marinos y soldados: Después de una larga y cruda campaña, hoy se nos presenta la ocasión de cerrarla dignamente, castigando cual se merece la osadía y perfidia de un enemigo que nada ha dejado de poner en práctica para vilipendiar a nuestra querida España; a España que hoy espera de nosotros que la venguemos dignamente. Un mismo deseo nos anima a todos, y yo no puedo dudar de que con vuestro valor, decisión y entusiasmo, lo veréis satisfecho, volviendo al seno de vuestras familias después de consignar una página de gloria en la historia de la marina moderna, dejando su honra a la altura que nuestra Patria tiene derecho a esperar. ¡Viva la Reina!"
Almirante Casto Méndez Núñez. Cabezo de la isla San Lorenzo, 2 de mayo de 1866.

El combate que se iba a librar tenía para españoles y peruanos una mayor importancia moral que militar, los primeros esperaban cerrar su campaña en el pacífico castigando las ofensas, que consideraban, había realizado el Perú contra las propiades españolas y su negativa a pagar la deuda de independencia, demoliendo su principal puerto.

En el bombardeo de la población no se cesará sino después de ser indudable que la importancia del fuego es tal que la dejara reducida a cenizas.
"Orden de la Escuadra". Mayor General Capitán de Navío Miguel Lobo y Malagamba.[16]

Los peruanos por su parte ansiaban vengar el ultraje que les significaba la ocupación sin previa declaración de guerra del territorio peruano (las islas Chincha) así como también el tratamiento diplomático que había tenido el gobierno español con el del derrocado presidente Pezet, procediendo como si se tratara de una colonia al enviar a un Comisario en lugar de un Plenipotenciario para resolver sus diferencias. Mientras no se unieran a la flota aliada estacionada en costas chilenas los modernos blindados Independencia y Huascar, adquiridos en Inglaterra, las fuerzas peruanas solo podían mantener una postura defensiva, impidiendo con sus baterías costeras que el Callao corriera la misma suerte que el puerto chileno de Valparaiso.

El combate

Cañones Armstrong de la Torre Junín (defensas del norte), el 2 de mayo de 1866.

El 2 de mayo de 1866, a las 10:00 la escuadra española, que se hallaba fondeada en la isla de San Lorenzo, comenzó a levar anclas para marchar en dirección a El Callao. El buque insignia, la "Numancia", encabezaba una formación en V, sirviendo además de protección (por ser el único blindado) para los demás barcos. Desde una perspectiva técnica esta formación no pudo haber sido peor dado que, segun diversos autores[17][18]​, el ataque hubiera sido mas efectivo si tomando a las baterías del sur entre dos fuegos incluyendo por retaguardia se hubiera bombardeado luego la población para finalmente lanzarse sobre las defensas del norte, por una cuestión de honor militar la intención del almirante español era atacar las baterías de frente.

A las 11:30 la "Numancia" largó la señal de zafarrancho de combate. La escuadra se dividió en dos grupos. El primero (I División), compuesto por la "Numancia", la "Blanca" y la "Resolución" se dirigió hacia las defensas de la zona sur. El segundo, compuesto por la "Berenguela" y la "Villa de Madrid" (II División) y por la "Almansa" y la "Vencedora" (III División), se dirigió hacia el norte. La II División debía atacar las defensas de la zona norte y la III debía enfrentarse con la flota peruana y bombardear el muelle y la población.

A las 11:50 la "Numancia" comenzó el bombardeo, siguiéndola a continación la "Blanca" y la "Resolución". Al tercer disparo del buque insignia español, los cañones de la Torre de La Merced respondieron al ataque. Esto es debido a la actitud de José Gálvez, ministro de la Guerra quien no permitió a los artilleros disparar hasta que no lo hicieran los españoles. Al preguntarle el porqué, respondió: «Justifiquemos nuestra causa». A continuación todas las baterías de la zona sur abrieron fuego, mientras el ministro gritaba «Españoles aquí os devolvemos el tratado del 27 de enero». Este hecho hizo perder a las defensas del sur la iniciativa estratégica. Ningún disparo peruano hizo blanco. Por lo que hubo que recalibrar los cañones. Esta pérdida de tiempo (los grandes cañones tenían una cadencia de fuego de entre veinte y veinticuatro minutos) se podría haber evitado si la artillería peruana hubiera comenzado a disparar mientras los buques españoles tomaban posiciones (momento en el que se encontraban prácticamente indefensos). Esto no pasó así en el frente norte, donde las baterías peruanas sí aprovecharon esos momentos críticos para abrir fuego.

Al poco de comenzar el combate el "Cañón del Pueblo", un Blakely de 500 libras, tras realizar su primer disparo descarriló por el retroceso, quedando inservible durante todo el combate.

A las 12:10 el vapor "Tumbes" comenzó a salir del muelle con la intención de hacer volar su torpedo de botalón contra un buque español. Los disparos de la "Numancia" y la "Almansa" le hicieron retroceder y guarecerse de nuevo en el puerto.

A las 12:30 la "Berenguela" llegó a su posición, rompió fuego contra las defensas del norte y fue respondida desde las baterías peruanas.

Algo más tarde de las 12:30 un disparo probablemente procedente del monitor "Loa" fue a parar a la barandilla del puente de la "Numancia", donde se encontraban el Capitán de Navío Juan Bautista Antequera y Bobadilla, Comandante del buque, y Casto Méndez Núñez, Comandante General de la Escuadra. La bala produjo ocho heridas de cierta gravedad a Méndez Núñez, que exclamó: «Me han llevado el brazo». A pesar de las insistencias de los oficiales, el Comandante General se negó a retirarse al hospital de sangre, hasta que finalmente se desplomó por la pérdida de sangre. Antes de que se lo llevaran del puente ordenó que no se arriara su pabellón para no desanimar a las tropas.

Entre las 12:45 y las 13:00, la "Villa de Madrid" llegó a su destino y paró las máquinas para colocarse en posición de combate. Mientras maniobraba, un certero disparo procedente de la Torre "Junín" cayó sobre ella, destrozando su tubo de conducción de vapor, matando a 13 hombres e hiriendo a 22. La bala dejó inmovilizada a la fragata. La "Almansa" comenzó a maniobrar para socorrer a la "Villa de Madrid", pero al ver que la más ágil "Vencedora" ya iba en su ayuda, continuó con el combate. Mientras era remolcada fuera del combate, la fragata llegó a efecuar 200 disparos.

Pasadas las 12:45 la Torre "Junín" cesó de hacer fuego.

A las 13:00 una granada, muy probablemente disparada desde la "Blanca", cayó sobre los saquetes de pólvora de uno de los cañones de la Torre de La Merced. Al reventar hizo saltar por los aires la torre, pereciendo 41 hombres, entre ellos el ministro José Gálvez, el ingeniero colombiano Cornelio Borda, el jefe de la torre, Coronel Enrique Montes, el Capitán de Artillería chileno Juan Salcedo y el Coronel Toribio Zavala, hermano de Juan de Zavala, ministro de Marina de España. Después de la explosión, la "Resolución" se separó de la I División y se dirigió hacia el muelle para apoyar a la III División. Tras bombardear la población y la flota peruana durante un largo espacio de tiempo, regresaría a su posición original para cañonear el fuerte Santa Rosa.

Sobre las 13:00 la "Berenguela" que luchaba en solitario contra las defensas del norte (la "Villa de Madrid" había tenido que abandonar el combate), recibió una bala de 500 libras, proveniente del Fuerte "Ayacucho", la que impactó bajo la línea de flotación abriendo un boquete de 14 pies de largo por 4 de ancho. Poco después, un nuevo disparo del "Ayacucho" atravesó el costado del barco, provocando un incendio en el departamento contiguo al pañol de la pólvora. Mientras se intentaba taponar la vía de agua con colchones, coys y otros materiales, se trasladaron todos los cañones a babor, se desaguaron los aljibe de estribor y se pusieron en funcionamiento todas las bombas. Al tiempo, se trataba de extinguir el incendio. Finalmente, se logró contener el agua y apagar el fuego. El buque, ladeado, se retiró del combate. Al pasar frente a la corbeta británica "Shearwater", su comandante les ofreció ayuda y gritó: «¡Valiente "Berenguela", aquí estoy yo para recogeros!», a lo que el comandante del barco español, Manuel de la Pezuela y Lobo respondió: «De nada necesito», y continuó hacia el fondeadero. Con dos fragatas imposibilitadas de seguir combatiendo, la II División de la Escuadra había sido rechazada por las defensas peruanas.

A las 13:30 la "Vencedora" regresó de nuevo al combate tras poner a salvo a la "Villa de Madrid". Tras colocarse en su posición continuó con el bombardeo sobre las defensas del norte, los buques peruanos y la población.

A las 14:30 una enorme granada explotó en la batería de la "Almansa", provocando la inflamación de los guardacartuchos. El incendio se propagó por el sollado hasta llegar al antepañol de la pólvora. El Comandante de la fragata, Victoriano Sánchez Barcáiztegui, tras recibir tres partes en los que se solicitaba anegar el pañol para que la pólvora no explotara, exclamó: «Yo hoy no mojo la pólvora, volaremos antes». Mientras el buque seguía disparando sus cañones, el Comandante ordenó izar la señal de "fuego a bordo" y separarse de la cercana "Numancia", para evitar así que le afectara la posible explosión de su barco. Una vez que se consiguió sofocar el fuego, la "Almansa" volvió a su posición original, reanudando el cañoneo a las 15:00 sobre el fuerte Santa Rosa, la flota peruana y la población.

A las 14:30 una bala procedente del fuerte Santa Rosa cayó sobre la "Blanca", destrozando el almacén de agua y causando la muerte a 8 hombres. Entre los heridos se encontraba el Comandante del buque, Juan Bautista Topete, que regresó curado diez minutos después. Al poco la munición se agotó, por lo que el Comandante decidió retirarse del frente. Tras dirigirse hacia la "Berenguela" y comprobar que no precisaba ayuda, volvió hacia el frente, colocándose entre el fuerte Santa Rosa y la población. A las 15:30 se agotaron definitivamente todas las balas y los cohetes incendiarios. Entonces, el buque se colocó entre la I y la III División para prestarles auxilio en caso de necesitar ayuda.

A las 15:40 la "Vencedora" trató de disparar cohetes incendiarios sobre el puerto y la población, pero al reventar el disparador, tuvo que volver a usar los cañones.

A las 16:00 únicamente tres cañones del fuerte Santa Rosa responden desde tierra al fuego español (segun fuentes españolas eran los unicos que lo hacian).

A las 16:45 la escuadra española decide dar por finalizado el combate. A las 17:00 se da la orden de finalizar el bombardeo. A las 17:30 la "Almansa" detiene el cañoneo. Tras dar tres vivas a la Reina, la "Numancia", la "Blanca", la "Resolución", la "Almansa" y la "Vencedora" salieron de la rada del Callao y se dirigieron al fondeadero, donde esperaban el resto de barcos.

Sobre las 17:50, cuando la escuadra ya estaba cercana a la isla de San Lorenzo, los tres cañones del fuerte Santa Rosa que aún respondían al fuego español, efectuaron sus últimos disparos. Según el parte dado por Méndez Núñez estos se realizaron sin bala.[19]

El último disparo lo efectuó el monitor peruano "Victoria". A las 18:00 la Escuadra llegó al fondeadero.

A las cuatro y media de la tarde solo tres cañones contestaban a nuestro fuego de las tres fragatas más nutrido que nunca. La población destrozada y viendo que ya no había nada que hacer pues los enemigos se callaron, hicimos alto al fuego... soltó la batería enemiga (Santa Rosa) tres o cuatro tiros que fueron los últimos de la batalla, mas por arrogancia que por reto, y con esto quedó terminada la función...
Carta del teniente de navio de la fragata Numancia, José Emilio Pardo de Figueroa, 8 de mayo de 1866
Los peruanos vivaban y seguian tirando con furia contra el resto del enemigo que era la "Numancia", "Blanca" y "Resolución", las que tuvieron cuidado de mantenerse a una respetuosa distancia porque el fuego era muy nutrido en las baterías. Sin embargo a las cinco de la tarde pasó la "Numancia" cerca de nosotros en retirada y le vimos grandes huracones por proa contandole nueve balazos... El monitor peruano (Victoria) fue el ultimo que tiró mientras que la escuadra española se retiraba... y mientras los peruanos vivaban desde tierra
Carta del 1er maquinista del vapor Powhatan A. Dezegler 2 de mayo de 1866

Resultados

El resultado del combate ha sido materia de controversia. Según la versión difundia por el almirante Méndez Núñez y los protagonistas españoles, la casi totalidad de las baterías del puerto fueron silenciadas al punto de que al momento de retirarse, solo tres cañones del fuerte Santa Rosa continuaban disparando, versión respaldada por el capitán de la corbeta francesa Venus, presente durante el combate.[9]​ También sustentan su victoria en el hecho de no haber sido hundida una sola de sus naves y que, si bien dos de ellas sufrieron daños de consideración, esto no les impidió realizar el viaje de regreso a España. La prensa francesa publica:

Las noticias de Callao, del 9 de mayo, dan los detalles siguientes sobre el bombardeo de esta plaza. El 2 de mayo la escuadra española atacó Callao y sus formidables baterías armadas con 90 cañones, entre ellos [tipo] Armstrong. En el momento en que el bombardeo cesaba con el día, solamente tres cañones peruanos continuaban su fuego. Todas las baterías blindadas habían sido puestas fuera de combate. La escuadra victoriosa cesó entonces el fuego al grito de ¡Viva la reina!
La Presse a 14 de junio de 1866

Fuentes peruanas por su parte, afirman que las baterías mantuvieron el fuego durante todo el combate y, a excepción de la ubicada en la Torre la Merced (que explotó), no sufrieron daños que les impidieran continuar disparando, por otra parte en lo que se refiere a la población y el puerto los daños materiales fueron escasos de igual manera en los buques defensores; respalda esta versión el testimonio del Comodoro estadounidense John Rodgers, que presenció el combate desde la cubierta del buque de guerra de los Estados Unidos Pouhatan. Rodgers en un informe publicado por el Washington News ese mismo mes, sobre el final del combate dijo lo siguiente:

El fuerte (Santa Rosa) contestó sus fuegos con brio hasta que a los 20 minutos los buques se retiraron, hasta quedar a tiro lejano, en cuya situacion continuaron el duelo hasta las cuatro y 45 minutos de la tarde, hora en que pusieron termino al combate. En el acto baje a tierra y despues de felicitar cordialmente al presidente Prado, por su distinguido triunfo acompañe al General Flores a ofrecer los servicios de los cirujanos a los heridos. Luego visite todas las baterías y me sorprendí al ver el poco daño que se les habia hecho...Los daños causados en el Callao son escasamente apreciables. Las baterías ocuparon tan continuamente a la escuadra que no hubo tiempo para bombardear la ciudad. Es posible estimar el daño causado a lo buques, por los trozos de madera varados en la playa es evidente que sufrieron daños seriamente.

El Almirante George Pearson en una carta al ministro de su país en Chile Hugh Judson Kilpatrick y la carta privada del maquinista del "USS Pouhatan" A. Dezegler coinciden en lo expuesto por Rodgers atribuyendo la victoria a las baterías de tierra pero reconociendo en todo momento el valor desplegado por los españoles.

Bajas

Según el Parte de Combate de la Escuadra las bajas españolas fueron de 43 muertos, 83 heridos y 68 contusos, entre los segundos el Almirante Méndez Núñez y algunos otros oficiales y comandantes. Los catálogos españoles respecto a las bajas son de mayor precisión que los listados peruanos, incluyendo todo tipo de datos como el número y tipo de heridas recibidas, la parte del cuerpo afectada o la evolución del enfermo.[9]

Del lado peruano no se sabe con exactitud el número de muertos y heridos. Todas las listas que se confeccionaron entonces eran parciales.[9]​ En unas se incluían sólo militares, en otras sólo peruanos, la mayoría no incluía extranjeros, y no se llegó a hacer una lista completa y definitiva. Este hecho es descrito por el corresponsal del New York Times en un artículo sobre el combate:

Ninguna de las cuentas publicadas da correctamente el número de muertos y heridos en el lado peruano, y todos sus partes sobre las pérdidas españolas son simplemente conjeturas
The New York Times a 1 de junio de 1866[6]

Inmediatamente después del combate los defensores del puerto dieron la cifra de 65 muertos y 99 heridos.[20]

En 1867 la Correspondencia diplomática relativa a la cuestión española fue publicada por orden del Jefe Supremo del Perú, Mariano Ignacio Prado, para ser presentada al Cogreso Constituyente. En ella se indica que las defensas del Callao sufrieron cerca de 200 bajas, entre muertos y heridos.

En las Crónicas del Deán Juan Gualberto Valdivia Cornejo publicas en 1873 aparece una relación de 83 individuos muertos que comprende desde el Ministro de Guerra José Galvez hasta los ciudadanos voluntarios, incluyendo a extranjeros como el ingeniero colombiano Cornelio Borda y el capitán de artillería chileno Juan Salcedo ambos muertos en la Torre "La Merced".

Las estimaciones de los extranjeros presentes en el combate para las bajas peruanas varían entre los 200 y los 400 muertos y heridos, aproximadamente. Así, por ejemplo, según el testimonio del comodoro Rodgers ascendieron a 180, según el artículo de The New York Times anteriormente indicado, llegaron a las 350 de las cuales 90 eran muertos. 350 también son las bajas que publica el periódico francés La Presse.

Las cifras estimadas por publicaciones posteriores españolas llegan hasta los 2.000 muertos, otras fuentes de esa misma nacionalidad consideran más probable que los muertos oscilen entre los 200 y los 350, sin contar heridos.[9]

Robert L. Scheina en su libro Latin America's Wars: The age of the caudillo, 1791-1899 habla de 200 muertos o heridos peruanos, pero sin indicar las fuentes de las que obtuvo dicha información (llegando a afirmar que la Escuadra tuvo 375 bajas).

Repercusiones

El 2 de mayo ha sido desde entonces una fecha recordada en el calendario peruano, pues su nombre se impuso a una provincia, a un regimiento, a varios colegios, a un fuerte y a un importante hospital de la capital. La plaza del Callao, en Madrid, recibió su nombre en memoria de este hecho de armas.

El 20 de julio de 1866 las flotas de Austria e Italia se enfrentaron en Lissa. Antes del combate, el almirante austriaco Wilhelm von Tegetthoff arengó a sus tripulaciones al grito de «¡Imitemos a los españoles en El Callao!».[9][21][22][23][24]

Referencias

  1. [Pons Muzo, Gustavo, Historia del Conflicto entre el Perú y España. págs. 214-215]
  2. Bleiberg Germán‎ "Diccionario de historia de España" pág. 644
  3. Rodríguez González Agustín Ramón "La Armada Española, la campaña del Pacífico, 1862-1871: España frente a Chile y Perú" pág. 99
  4. del Campo Rodríguez Juan "Por la República y por la Reina" pág. 200
  5. Valdivia, Juan Gualberto. "Las revoluciones de Arequipa"
  6. a b http://query.nytimes.com/mem/archive-free/pdf?res=9A04EFD81631EF34BC4953DFB066838D679FDE
  7. http://query.nytimes.com/mem/archive-free/pdf?_r=2&res=9D01E5D81631EF34BC4B51DFB366838D679FDE&oref=slogin
  8. «US Marines CDV album». Consultado el 2009. 
  9. a b c d e f García Martínez, José Ramón (1994). El Combate Del 2 de Mayo de 1866 En El Callao: Resultados y conclusiones. Ed. Naval. ISBN 84-7341-077-7. 
  10. Novo y Colson, Pedro (1884). Historia de la guerra de España en el Pacífico. Imprenta de Fortanet. 
  11. [Pons Muzo, Gustavo, Historia del Conflicto entre el Perú y España. págs. 214-215]
  12. Basadre Jorgue "Historia de la República del Perú" Tomo V, pág. 1094
  13. Valdivia Juan Gualberto "Las revoluciones de Arequipa" pág. 346
  14. http://query.nytimes.com/mem/archive-free/pdf?_r=2&res=9D01E5D81631EF34BC4B51DFB366838D679FDE&oref=slogin
  15. [Pons Muzo, Gustavo, Historia del Conflicto entre el Perú y España. págs. 217-218]
  16. [Basadre, Jorge, Historia de la República. La Dictadura y la Guerra con España. pág. 1099-1100]
  17. Novo y Colson, Pedro (1884). Historia de la guerra de España en el Pacífico. Imprenta de Fortanet. 
  18. Ibáñez de Ibero Carlos "Almirantes y hombres de mar"
  19. Liaño, Miguel. Bombardeo del Callao y sus Fuertes por la Escuadra Española del Pacífico. Dos de Mayo de 1866
  20. Imprenta del Ministerio de Guerra del Perú "El 75o aniversario del glorioso combate del 2 de mayo de 1866‎" pág. 68
  21. Agustín Ramón Rodríguez González (1999). La Armada Española, la campaña del Pacífico, 1862-1871: España frente a Chile y Perú, Ed. Agualarga
  22. Revista General de Marina (1966), Ministerio de Marina
  23. Vicente Vega (1952). Diccionario ilustrado de frases célebres y citas literarias, Ed. G. Gili
  24. Sociedad Chilena de Historia y Geografía (1927). Revista chilena de historia y geografía, Impr. Universitaria


Bibliografía

  • Pons Muzzo, Gustavo (1966). Historia del conflicto entre el Perú y España, 1864-1866. Iberia S.A. 
  • Cerda Catalán, Alfonso (1977). La guerra entre España y las repúblicas del Pacífico, 1864-1866. Ed. Puerto de Palos. ISBN 956-8150-26-9. 
  • García Martínez, José Ramón (1994). El Combate Del 2 de Mayo de 1866 En El Callao: Resultados y conclusiones. Ed. Naval. ISBN 84-7341-077-7. 
  • Pérez-Embid, Florentino (1962). Enciclopedia de la Cultura Española. Editora Nacional. ISBN (no tiene). 

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