Diferencia entre revisiones de «Síndrome de alienación parental»

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* En los niños puede detectarse cuando éstos no pueden dar razones o dan explicaciones absurdas e incoherentes para justificar el rechazo; y también si utilizan frases o palabras impropias de su edad, llegando incluso a recordar y mencionar situaciones que no han sucedido.
* En los niños puede detectarse cuando éstos no pueden dar razones o dan explicaciones absurdas e incoherentes para justificar el rechazo; y también si utilizan frases o palabras impropias de su edad, llegando incluso a recordar y mencionar situaciones que no han sucedido.



== Texto de titular ==
== Consecuencias sobre los niños y padres alienados ==
== Consecuencias sobre los niños y padres alienados ==
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Revisión del 15:54 7 dic 2009

El término síndrome de alienación parental (SAP), conocido internacionalmente por sus siglas en inglés, (PAS Parental Alienation Syndrome) fue acuñado por Richard A. Gardner en 1985, como consecuencia del estudio que realizó en casos de divorcios conflictivos o destructivos,[1]​ para referirse al conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor, mediante distintas estrategias, transforma la conciencia de sus hijos con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor, hasta hacerla contradictoria con lo que se esperaría de su condición.[2]

El SAP no se reconoce como un síndrome o un trastorno por las comunidades médicas y legales, y la teoría de Gardner y los estudios relacionados con ella han sido ampliamente criticados por los estudiosos de salud mental y leyes por carecer de validez científica y fiabilidad.[3][4][5][6][7]​Sin embargo, el concepto separado pero relacionado de alienación parental sí se reconoce como una dinámica en algunas familias divorciadas.[3][8][9]

La existencia de este síndrome no ha sido aceptada por la Organización Mundial de la Salud, ni por la Asociación Americana de Psicología, las dos instituciones más reconocidas en términos de salud y trastornos mentales.

Características básicas

Habitualmente es un fenómeno desencadenado por uno de los progenitores respecto al otro; del mismo modo que no necesariamente se desencadena por divorcio o separación, también puede ser provocado por una persona distinta del custodio del menor (nueva pareja, abuelos, tíos, etc.); también se han observado casos dentro de parejas que mantienen su vínculo, aunque son menos frecuentes.

Gardner distingue tres grados de SAP: leve, moderado y agudo, aconsejando diversas formas de actuación para cada uno de ellos y destacando la importancia de distinguir en qué caso se está actuando.

Actualmente existe mucha información sobre este fenómeno, lo cual ha creado legislación sobre la materia en diversos países, siendo incluido en los Códigos Civiles de diversos estados de EE. UU. y México. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo lo recoge igualmente en diversas sentencias sobre temas de familia.

Es característico que los hijos estén involucrados en el proceso de deterioro, hecho que logra provocar el progenitor alienador mediante un mensaje y un programa constituyendo lo que normalmente se denomina "lavado de cerebro". Los hijos que sufren este síndrome, desarrollan un odio patológico e injustificado hacia el progenitor alienado que tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo físico y psicológico de éstos.[10]​ Consecuentemente el síndrome afecta también a familiares del progenitor alienado como son: abuelos, tíos, primos, etc. Otras veces, sin llegar a sentir odio, el SAP provoca en el niño/a un deterioro de la imagen que tiene del parental alienado, resultando de mucho menos valor sentimental o social que la que cualquier niño tiene y necesita de sus progenitores: "el niño/a no se siente orgulloso de su padre/madre como los demás niños". Esta forma más sutil, que se servirá de la omisión-negación de todo lo referente a la persona alienada, no producirá daños físicos en los menores, pero sí en su desarrollo psicológico a largo plazo, cuando en la edad adulta ejerzan su papel de progenitores. El síndrome de alienación parental está considerado como una forma de maltrato infantil. Por otra parte, la resistencia de muchos profesionales se explica por los casos de maltrato (incluyendo casos de abusos sexuales) en los que judicialmente se ha alegado SAP para desacreditar el testimonio de la madre y de sus hijos víctimas de abusos. Por esta razón, el diagnóstico diferencial del Sindrome de Alienación Parental requiere que no exista maltrato previo, psicológico o físico, a la madre y los hijos, por parte del progenitor alienado.

Signos de alerta

Según especialistas en la materia,[cita requerida] algunos indicadores típicos que permitirían detectar síntomas de aplicación del Síndrome de Alienación Parental son los siguientes:

  • Impedimento por parte de uno de los progenitores a que el otro progenitor ejerza el derecho de convivencia con sus hijos (Sufrido principalmente por los padres a los que sus antiguas compañeras no les permiten ver a sus hijos).
  • Desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia del hijo, aludiendo cuestiones de pareja que no tienen nada que ver con el vínculo parental.
  • Implicar al propio entorno familiar y a los amigos en los ataques al excónyuge.
  • Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor.
  • Incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo hacia el otro progenitor (basta con que los niños vean que esa actitud hace feliz a la madre o al padre, para ofrecer su dolor y así reconfortar al adulto alienador).
  • Influir en los niños con mentiras sobre el otro llegando a asustarlos.
  • En los niños puede detectarse cuando éstos no pueden dar razones o dan explicaciones absurdas e incoherentes para justificar el rechazo; y también si utilizan frases o palabras impropias de su edad, llegando incluso a recordar y mencionar situaciones que no han sucedido.

Consecuencias sobre los niños y padres alienados

Los niños que sufren este maltrato quedan totalmente indefensos e incapacitados para ayudarse a sí mismos. Sólo pueden esperar que los adultos lleguen a resolver el problema para liberarse de esta pesadilla. Si el problema entre los adultos no se resuelve, el niño queda abandonado y crece con pensamientos disfuncionales. No es únicamente cuestión de que el infante pueda no llegar jamás a establecer relaciones positivas con el padre/madre alejado, sino que sus propios procesos de razonamiento han sido interrumpidos, coaccionados y dirigidos hacia patrones patológicos. Los menores que sufren esto, relacionan sus frustraciones con los pensamientos o recuerdos asociados al progenitor alienado, y por tanto desarrollan conforme van creciendo, una tendencia a proyectar toda su negatividad psicológica sobre la imagen que tienen de tal progenitor, lo que termina por destruir tal imagen y a la larga la relación. Para ello, el progenitor alienante, saca a colación la persona del alienado, sólo en los momentos en que el menor sufre alguna frustración; lo hacen sistemáticamente, es decir, en todas las ocasiones posibles antes explicadas, al tiempo que omiten toda referencia a la misma persona, sistemáticamente en todos los momentos en que el niño esté de buen ánimo. Esta polarización de frustraciones que asocia toda la negatividad mental del menor con su progenitor alienado o su imagen, es dirigida por manipulación consciente del alienante, sirviéndose de su prevalencia sobre el niño/niña. Este no podrá comprender esta circunstancia, ni llegará a racionalizarla para superarlo o no actuar bajo su influjo, ni llegará a ver clara su trascendencia biográfica, aunque se le explicase y demostrase con hechos, datos, y con razonamientos objetivos y lógicos, incluso por terceras personas imparciales, hasta una edad adulta muy avanzada. Se ha aceptado plenamente que los patrones de maltrato o abuso físico no podrán ser desarraigados hasta que el sujeto no realice una elección consciente. Así, se deduce que los patrones de abuso emocional y psicológico serán transmitidos también de una generación a otra.

Los padres y madres que, literalmente, han perdido a sus hijos/as en los casos más severos del síndrome, sienten como si éstos hubieran muerto. El progenitor se resiente por la pérdida de sus seres queridos. Si los tribunales de justicia no intervienen, las madres y padres alienados no tienen ninguna oportunidad, pero siguen amando y recordando, desde la distancia, a sus hijos. El progenitor alienado compara su pesar al producido por la muerte de un hijo/a. La única esperanza es que algún día, alguien, se acerque a sus hijos y les explique lo patológico de lo sucedido y que los niños, voluntariamente, comiencen a reconstruir una relación con su padre/madre perdido.

Lavado de cerebro, programación mental, manipulación, cualquiera de éstos términos con el cual se llamase a este proceso, es destructivo para el niño y para el padre/madre alienado/a. Ninguno de los dos podrá ser capaz de llevar una vida normal y saludable a menos que el maltrato sea interrumpido, y se instaure un proceso de rehabilitación efectivo.

Véase también

Referencias

  • Notas
  1. «Parental alienation sindrome references» (en inglés). Consultado el 13-01|fechaacceso= y |Añoacceso= redundantes (ayuda). 
  2. Pedrosa, Susana; José María Bouza. «Síndrome de alienación parental. Proceso de obstrucción del vínculo entre los hijos y uno de sus progenitores». GARCIA ALONSO. Consultado el 01-10|fechaacceso= y |Añoacceso= redundantes (ayuda).  |autor= y |apellido= redundantes (ayuda)
  3. a b Bernet, W (2008). «Parental Alienation Disorder and DSM-V». The American Journal of Family Therapy 36 (5): 349-366. doi:10.1080/01926180802405513. 
  4. Faller, KC (1998). «The parental alienation syndrome: What is it and what data support it?» (pdf). Child Maltreatment 3 (2): 100-115. doi:10.1177/1077559598003002005. 
  5. Bruch, CS (2001). «Parental Alienation Syndrome and Parental Alienation: Getting It Wrong in Child Custody Cases» (pdf). Family Law Quarterly 35 (527): 527-552. 
  6. Wood, CL (1994). «The parental alienation syndrome: a dangerous aura of reliability». Loyola of Los Angeles Law Review 29: 1367-1415.  Parámetro desconocido |fechaaceso= ignorado (se sugiere |fechaacceso=) (ayuda)
  7. Hoult, JA (2006). «The Evidentiary Admissibility of Parental Alienation Syndrome: Science, Law, and Policy». Children's Legal Rights Journal 26 (1). 
  8. Rohrbaugh, Joanna Bunker (2008). A comprehensive guide to child custody evaluations: mental health and legal perspectives. Berlin: Springer. pp. 399-438. ISBN 0-387-71893-1. 
  9. Warshak, RA (2001). «Current controversies regarding parental alienation syndrome» (pdf). American Journal of Forensic Psychology 19: 29-59.  Parámetro desconocido |issues= ignorado (ayuda)
  10. Conway Rand, Deirdre (1977). «EL ESPECTRO DEL SINDROME DE ALIENACION PARENTAL». PERIODICO AMERICANO DE PSICOLOGIA FORENSE. Consultado el 01-10|fechaacceso= y |Añoacceso= redundantes (ayuda).  |autor= y |apellido= redundantes (ayuda)

Enlaces externos