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'''William Walker''' ([[Nashville]], [[Tennessee]], [[Estados Unidos]], [[8 de mayo]] de [[1824]] - [[12 de septiembre]] de [[1860]], [[Trujillo (Honduras)|Trujillo]], [[Honduras]]) fue un [[Medicina|médico]], [[Abogacía|abogado]], [[Periodismo|periodista]], pirata, asesino, [[militar]] y aventurero que intentó [[Conquistador|conquistar]] algunos países de [[Latinoamérica]] a mediados del [[siglo XIX]]. Producto de unas elecciones amañadas, se auto proclamó presidente de [[Nicaragua]] entre [[1856]] y [[1857]].<ref>[http://books.google.com.sv/books?id=LfWLXh88oyEC&pg=PA16&dq=filibustero+rosengarten&as_brr=0&ei=ilKxSqyzDZHyMovAycYD#v=onepage&q=&f=false Frederic Rosengarten Jr.: ''William Walker y el ocaso del filibusterismo'', pp.195-196.]</ref> En [[1860]] fue [[fusilado]] por el gobierno de [[Honduras]] a la edad de 36 años.
'''William Walker''' ([[Nashville]], [[Tennessee]], [[Estados Unidos]], [[8 de mayo]] de [[1824]] - [[12 de septiembre]] de [[1860]], [[Trujillo (Honduras)|Trujillo]], [[Honduras]]) fue un [[Medicina|médico]], [[Abogacía|abogado]], [[Periodismo|periodista]], [[militar]] y aventurero que intentó [[Conquistador|conquistar]] algunos países de [[Latinoamérica]] a mediados del [[siglo XIX]]. Producto de unas elecciones amañadas, se auto proclamó presidente de [[Nicaragua]] entre [[1856]] y [[1857]].<ref>[http://books.google.com.sv/books?id=LfWLXh88oyEC&pg=PA16&dq=filibustero+rosengarten&as_brr=0&ei=ilKxSqyzDZHyMovAycYD#v=onepage&q=&f=false Frederic Rosengarten Jr.: ''William Walker y el ocaso del filibusterismo'', pp.195-196.]</ref> En [[1860]] fue [[fusilado]] por el gobierno de [[Honduras]] a la edad de 36 años.


Se vio influenciado por la doctrina del [[Destino Manifiesto]],<ref>[http://www.tennessee.gov/tsla/exhibits/walker/index.htm The Great Filibuster: William Walker]</ref> así como los intereses [[Economía|económicos]] y [[Esclavo|esclavistas]] de los estados sureños, en la década que precedió a la [[Guerra Civil de los Estados Unidos]]. Atraído por la "[[Fiebre del Oro]]" se trasladó a las ciudades de Marysville y [[San Francisco (California)|San Francisco]], [[California]].
Se vio influenciado por la doctrina del [[Destino Manifiesto]],<ref>[http://www.tennessee.gov/tsla/exhibits/walker/index.htm The Great Filibuster: William Walker]</ref> así como los intereses [[Economía|económicos]] y [[Esclavo|esclavistas]] de los estados sureños, en la década que precedió a la [[Guerra Civil de los Estados Unidos]]. Atraído por la "[[Fiebre del Oro]]" se trasladó a las ciudades de Marysville y [[San Francisco (California)|San Francisco]], [[California]].

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William Walker

William Walker (Nashville, Tennessee, Estados Unidos, 8 de mayo de 1824 - 12 de septiembre de 1860, Trujillo, Honduras) fue un médico, abogado, periodista, militar y aventurero que intentó conquistar algunos países de Latinoamérica a mediados del siglo XIX. Producto de unas elecciones amañadas, se auto proclamó presidente de Nicaragua entre 1856 y 1857.[1]​ En 1860 fue fusilado por el gobierno de Honduras a la edad de 36 años.

Se vio influenciado por la doctrina del Destino Manifiesto,[2]​ así como los intereses económicos y esclavistas de los estados sureños, en la década que precedió a la Guerra Civil de los Estados Unidos. Atraído por la "Fiebre del Oro" se trasladó a las ciudades de Marysville y San Francisco, California.

Nacimiento y formación

Nació el 8 de mayo de 1824 en Nashville, estado de Tennessee, hijo de James Walker (inmigrante británico de la región de Escocia, Reino Unido) y Mary Norvell, originaria de Kentucky. Era el mayor de 4 hermanos (Norvell, James y Alice); Norvell y James lo seguirían a Nicaragua. Pasó la primaria y la secundaria en su ciudad natal y en 1838, a la edad de 14 años, se graduó en la Universidad de Nashville. Se afilió a la Iglesia de los Discípulos de Cristo, sus padres querían que él fuera pastor pero quiso estudiar medicina por lo que se matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania y en 1843 (a los 19 años) se graduó de médico con su tesis de graduación El Iris.

Partió a París, Francia, tan pronto recibió su título, donde estuvo un año estudiando medicina y luego se pasó más de un año visitando las más interesantes ciudades de Europa en cuyo tiempo aprendió bastante bien varios idiomas europeos. Después de regresar a Nashville en 1845 no ejerció la medicina, por lo que decidió estudiar derecho por lo que comenzó sus prácticas en el bufete de Edwin H. Ewing, de su ciudad natal, pero meses más tarde se trasladó a Nueva Orleans, Luisiana; al graduarse de abogado puso su letrero en la casa número 48 de la Calle Canal y viendo que no tendría éxito como abogado se convirtió en periodista y a fines de 1848 era uno de los editores y propietarios del periódico Crescent de Nueva Orleans, junto con J. C. Larue y W. F. Wilson y al año siguiente, 1849, el Crescent fue vendido porque no prosperaba económicamente y Walker buscó otro trabajo. Conoció a dos personas que influirían en sus futura carrera: sus faenas jurídicas y periodísticas lo mantuvieron en contacto con el joven escribano de la Corte de Circuito de los Estados Unidos Edmund Randolph, originario de Virginia y nieto del famoso estadista del mismo nombre, y también conoció a la joven Helen Martin, la cual era sordomuda de nacimiento y esta se convirtió en su novia.

La fiebre amarilla atacó la ciudad y Helen fue una de las primeras víctimas en morir. Esto afectó mucho a Walker quien atacó a los médicos por no haber evitado su muerte, al igual que a la policía, los comerciantes y los banqueros. Antes de salir de Nueva Orleans hacia California apaleó a un editor del periódico trisemanario, La Patria, que se editaba en idioma español, por haber publicado un artículo que encontró injurioso contra su honor personal.

Expedición a México

En 1853, a la edad de 29 años y al mando de 45 hombres, desembarcó en La Paz, Baja California, México. Apresó a las autoridades locales y proclamó una República de Baja California y más tarde la convirtió en la República de Sonora, nombrándose a sí mismo presidente. Dicha república duró cuatro meses, ante la desaprobación popular y las incursiones del ejército mexicano. Walker tuvo que escapar hacia la Baja California, y tuvo el gusto de que su tropa lo proclamase presidente, pero viose de nuevo obligado a emprender la huida ante la persecución de las tropas de México. Justamente indignado, el gobierno mexicano reclamó al de los Estados Unidos, quien ordenó que Walker fuese sometido a juicio. Su expedición militar privada había violado las leyes estadounidenses, pero su causa era popular en California. Juzgado por un tribunal federal en San Francisco, el jurado rápidamente lo absolvió.

Expediciones a Centroamérica

Nicaragua contaba con la ventaja geoestratégica de posibilitar el viaje de la costa este de Estados Unidos hasta California, de manera rápida y segura, dada la poca distancia entre la costa occidental del Lago y el Océano Pacífico a través del lago homónimo y el río San Juan, lo que la hacía apetecible para construir allí un canal interoceánico.

Hacia 1855, se libraba una guerra civil por la presidencia entre los partidos legitimista y demócrata, facciones encabezadas por los partidarios demócratas por Francisco Castellón de la ciudad de León y legitimistas, los partidarios de Pedro Joaquín Chamorro y Alfaro por la ciudad de Granada. Los leoneses solicitaron ayuda al intermediario de los Estados Unidos, Byron Cole, quien prometió 300 hombres armados exclusivamente a cambio de tierras. Byron Cole contrató a Walker, el cual consiguió mercenarios de California y Luisiana.

Primera expedición

Bandera usada por Walker en Nicaragua.

Partió del puerto de San Francisco en el bergantín Vesta con 58 hombres, muchos menos de los prometidos por haber sido embargado el barco por deudas, lo que provocó que numerosos mercenarios abandonaran la empresa. Tras una semana de navegación, desembarcó el 13 de junio de 1855 en El Realejo, en el actual departamento de Chinandega. Fue nombrado "coronel del ejército democrático" y organizó su ejército con la denominación de la falange. Atacó la ciudad de Rivas el 29 de junio y fue derrotado por la hazaña del maestro Enmanuel Mongalo, quien incendió la casa de Máximo Espinosa, que era el lugar donde se refugiaron los filibusteros y estos huyeron. Luego de tres semanas de refriega, que culminaron con la toma de Granada el 13 de octubre de ese mismo año.

Las autoridades municipales de Granada le ofrecieron la Presidencia de la República a Walker al día siguiente de tomar la ciudad (14 de octubre de 1855), pero este la rechazó. Existe un acta de los granadinos (el cual aparece en el libro que Walker publicó en 1860 La guerra en Nicaragua) de la cual envió copia el Ministro estadounidense (cargo que hoy equivale a un embajador) John Hill Wheeler al Departamento de Estado. Dicha copia fue escrita de puño y letra y certificada por el Secretario Municipal Francisco García Calonge. Entre los firmantes están Fermín Ferrer, presidente provisorio, el poeta Juan Yribarren y el padre Agustín Vijil. Obsérvese que Walker es llamado por su nombre en español (Guillermo) y no en inglés. Dice así:

Copia. En la ciudad de Granada a los catorce días del mes de Octubre de mil ochocientos cincuenticinco, reunidos los infrascritos en la sala consistorial, y teniendo a la vista la crítica posición en que se encuentra esta ciudad invadida por las fuerzas del Supremo Gobierno Provisorio quienes están en posesión de ella, han convenido y resuelto lo siguiente:

Arto. 1º Habiéndose recabado del Sr. Comandante en Jefe de las fuerzas democráticas que ocupan esta plaza las proposiciones de paz bajo las condiciones que a la letra dicen:

Guillermo Walker será nombrado Director Provisorio de la República por el término de un mes. Inmediatamente después de su instalación, se dará una convocatoria a todos los pueblos del Estado para que eligan el Director que debe tomar posesión a la expiración del Director Provisorio.

Todo derecho de personas y propiedades serán garantizados y se echará un velo sobre todo delito político.

El ejército del Gobierno Provisorio será organizado bajo la dirección del Director Provisorio. Y convencidos los infrascritos que este es un medio en tan difíciles circunstancias, de obtener la paz y las garantías constitucionales de los individuos y propiedades; han tenido a bien nombrar a los Sres. Ministro del Gobierno de los Estados Unidos, Don Jacinto Chamorro, Don Juan Ruiz, Don Franco Pecoriní y Pro. Don Santiago Solórzano comisionados cerca del Jefe de las fuerzas beligerantes que están a sus órdenes, para que propongan la paz bajo las bases preinsertas, empeñando cada uno de ellos toda su influencia para conseguir tan precioso don; a cuyo efecto llevarán copia autenticada de la presente acta.

Arto. 2º El vecindario de esta ciudad está muy satisfecho de los comportamientos del actual Sr. Prefecto Don Fermín Ferrer por estar desempeñándolo a la medida de los deseos del mismo vecindario, dando garantías y sosteniendo el orden a todo trance. Con lo que se concluyó esta sesión presidida por el Sr. Prefecto: que firma en unión de los Sres. Municipales y demás vecinos concurrentes. F. Ferrer-R. Rivas-Sebastián Marenco- Franco. Calonge-Lorenzo Guerrero-J. B. E. Thomas-Hilario Selva-M. Benard-Juan Yribarren-P. Cuadra-Bernabé Montiel-Sebastián Escobar-J. Argüello Arce-Pedro Lugo-José María Reyes Alvarado- Santiago Solórzano-D. Chamorro-P. Lacayo-Agustín Vijil. Conforme. Sría Municipal. Granada, obre [octubre] 25 de 1855. Fco. García Calonge (firma).

En la plaza de Granada mandó fusilar al ministro legitimista Mateo Mayorga el 22 de octubre, pactó con Ponciano Corral acordando nombrar presidente a Patricio Rivas, por un periodo de catorce meses si antes no se celebraban elecciones. Walker asumió el cargo de general en Jefe del Ejército de Nicaragua y Ponciano Corral ministro de la Guerra. El 1 de noviembre el General Ponciano Corral escribió cartas a José Santos Guardiola y al General Pedro Xatruch, ambos de Tegucigalpa, Honduras. La carta a Guardiola decía así:

Granada, Noviembre 1º de 1855 – General Don Santos Guardiola

Mi estimado amigo: Es necesario que escriba a los amigos para informarles del peligro que corremos y que trabajen con actividad. Si se dilatan dos meses ya no habrá tiempo. Piense en nosotros y en sus ofrecimientos.

Saludo a su señora y mande a su amigo que verdaderamente lo estima y besa sus manos. (f) P. Corral

Adición: Nicaragua está perdida, perdida Honduras, El Salvador y Guatemala si dejan que esto tome cuerpo; vengan pronto si quieren encontrar auxiliares.

El 6 de noviembre del mismo año Corral fue sentenciado a ser fusilado en un juicio que le hizo una Corte Marcial, presidida por el Coronel Charles C. Hornsby, el Coronel Birkett D. Fry fue el fiscal y Parker H. French fue el abogado defensor del reo. El 7 Walker confirmó la sentencia que originalmente iba a ser aplicada a las 12 del día 8, pero Corral fue fusilado a las 2 de la tarde del 8 de noviembre en la plaza de Granada por el pelotón a cargo del Teniente Coronel Charles Gilman. Este es el acta de sentencia de Corral:

Sentencia contra el Gral Corral:

La Corte Marcial en la ciudad de Granada el día 6 de noviembre de 1855 en el juicio de Don Ponciano Corral Gral y Ministro de Guerra de la República de Nicaragua:

El Consejo declara al prisionero culpable de los cargos y especificaciones referidas y lo sentencia a ser fusilado. B. D. Fry Coronel y Juez abogado. C. C. Hornsby Coronel y Presidente.

Confirmación de la sentencia del Consejo de Guerra y orden de ejecución del Gral don Ponciano Corral.

Cuartel General del Ejército de Nicaragua. Granada noviembre 7 de 1855 – Habiendo leído y considerado bien los procedimientos y sentencia de la Corte Marcial, reunida para el juicio de Don Ponciano Corral en los cargos de alta traición y de conspiración contra el Gobierno de la República, se confirma por la presente la sentencia de dicha Corte y se ordena: que don Ponciano Corral sea fusilado en la Plaza de Granada a las 12 del día jueves 8 de noviembre de 1855. El oficial jefe de día queda encargado de la ejecución de la sentencia. (f) W. Walker

Este es el texto del convenio entre Corral y Walker:

CONVENIO WALKER - CORRAL

23 de octubre de 1855

Los Generales William Walker y Ponciano Corral, animados de los más sinceros sentimientos de hacer cesar la guerra que ha destrozado a Nicaragua, y deseosos de poner remedio a tan grave mal, el primero, en virtud de las facultades que tiene y el segundo facultado omnimodamentepor el Gobierno que residía en ésta Ciudad, han convenido, después de una madura discusión, en celebrar el tratado siguiente:

1ª. De hoy en adelante quedan suspensas las hostilidades, y habrá paz y amistad entre las fuerzas beligerantes de uno y otro ejército.

2ª. Se nombra Presidente Provisorio de la República de Nicaragua al señor don Patricio Rivas, por el término de 14 meses, a menos que el Presidente en Consejo pleno de Ministros, resuelva convocar para elecciones antes de este término, para su renovación.

3ª. Los Ministros serán nombrados por el Presidente y tomados de los Departamentos de que se compone la República, debiendo ser cuatro los Ministros uno de Guerra, otro de Relaciones Interiores y Exteriores, otro de Hacienda y otro de Crédito Público.

4ª. El Gobierno Provisorio respetará y hará respetar los capítulos 2ª, 3ª, y 4ª., y las secciones 2ª y 3ª. de las disposiciones generales de la Constitución de 1838.

5ª. Habrá un olvido general de todo lo sucedido hasta hoy por opiniones y faltas políticas, y ninguno será molestado ni inquietado por ellas.

6ª. Los contratantes y el Presidente Provisorio se obligan a que sean reconocidas las deudas contraídas por los beligerantes, ya sea por préstamos, exacciones o cualquiera otra causa.

7ª. El Presidente reconocerá los grados y destinos que hayan obtenido los que han servido entre los beligerantes.

8ª. Quedan libres para retirarse fuera de la república o de las poblaciones. aquellos gefes ú oficiales y ciudadanos que quieran, con la garantía y seguridad de sus personas y propiedades.

9ª. La legión francesa (?), si gustase, puede quedar al servicio de la República, siempre que manifieste deseo de ser nicaragüense, y en este caso, se les dará por el Gobierno, a cada uno la porción de tierras que se les tiene ofrecida, Las armas que usan, como son de particulares, se volverán a sus dueños.

10ª. Se dará orden por el señor General Walker a las fuerzas que atacan a Managua, que se retiren a León, reduciéndolas a 150 hombres y cuando lo hayan cumplido ofrece el Señor General Corral redicur las fuerzas de Managua al preciso número de 100 hombres al mando del General Mertinez, y las de Masaya al número de 50 hombres al mando del Señor Coronel don Lino César, o de otro jefe honrado.

11ª. Las fuerzas de Rivas permanecerán al mando del señor General don Florencio Xatruch, y el Gobierno Provisorio dispondrá el número que en aquel Departamento deba hacer el servicio, y al jefe que deba mandarlas.

12ª. Los Gobiernos que han existido en Nicaragua durante la guerra, sesarán en el acto que cada uno de los Generales notifique este tratado, y cualquiera de ellos que quiera continuar ejerciendo el Poder Ejecutivo, será reputado como perturbador de la paz.

En fé de los cual dirmamos dos ejemplares de un tenor y nos compremetemos a cumplir y hacer cumplir lo estipulado en el presente tratado.

Hecho en la Ciudad de Granada, a veintitrés de Octubre del año del Señor de mil ochocientos cincuenta y cinco.

Artículos adicionales:

1ª. Veinticuatro horas después de la llegada del Presidente Provisorio de esta ciudad, entrará a ella el Ejército que manda el General Corral en Masaya, y unido con el que manda el Señor General Walker, con el Presidente y ambos Generales, pasarán al templo a dar gracias al Señor de los Ejércitos por la terminación de la guerra.

El Señor General Walker, será reconocido como General en Jefe del Ejército de la república y nombrado por el Gobierno por un decreto.

El señor General Corral entregará el mando, armamento y municiones, a menos que el Gobierno disponga lo contrario.

2ª. El Gobierno de la República residirá en esta ciudad y en ella recibirá a los Ministros y Cónsules de las Naciones extranjeras.

3ª. Los dos ejércitos no usarán más divisa que un listón celeste con una inscripción que diga "Nicaragua Independiente". El gran sello del Gobierno, las armas é inscripciones de las banderas y estandartes tendrán el mismo mote.

Granada, Octubre 23 de 1855- William Walker, Comandante en Jefe del Ejército democrático que ocupa a Granada. Ponciano Corral, General en Jefe de las fuerzas de la República.

En virtud de las facultades omnímodas, que por decreto de ayer me son conferidas, me comprometo a respetarlo y hacerlo cumplir, Granada, Octubre 23 de 1855, General en Jefe Ponciano Corral.

No hubo oposición formal de las potencias Estados Unidos y Gran Bretaña, quienes supusieron la llegada de un período de estabilidad en ese territorio, tan importante por esa ruta comercial, explotada por una corporación denominada la Compañía Accesoria del Tránsito. Sin embargo, la preocupación de que el control de Nicaragua estuviera en manos de los filibusteros y que, según los informes transmitidos al Jefe de Estado de Costa Rica, Juan Rafael Mora Porras, por el ministro residente en Washington Luis Molina Bedoya, Walker se proponía, de acuerdo con varios esclavistas del Sur, apoderarse de Centroamérica para anexionarla a la Unión, organizar el país en varios Estados, con cuyos votos aumentaría el escaso número de los sudistas en el Congreso Federal de Washington, e implantar la esclavitud.

A la vista de lo anterior, Juan Rafael Mora Porras, presidente de Costa Rica, previno a su país y rompió las relaciones con Patricio Rivas, quien siguiendo instrucciones de Walker envió al coronel filibustero Luis Schlessinguer para pedirle explicaciones y aprovechar la embajada para reconocer el país y preparar la invasión. Acompañó a Schlessinguer el coronel granadino o legitimista Toribio Argüello y otro estadounidense, pero se encontraron con que al desembar en Puntarenas se les ordenó a los dos filibusteros volver a bordo y sólo dejar desembarcar a Argüello, quien al llegar a San José se puso a las órdenes del gobierno.

Todo lo anterior decidió a Mora emprender la guerra. Reunió al Congreso (Febrero de 1856), y el ejército costarricense partió el 3 de marzo de 1856 hacia Nicaragüa con 2.500 hombres. El 20 de marzo de 1856 se enfrentaron con los filibusteros, a los que derrotaron y dispersaron en la batalla de Santa Rosa, en la hacienda del mismo nombre, al mando de su presidente, Juan Rafael Mora Porras, y el general José María Cañas. Siguió avanzando el ejército hasta suelo nicaragüense y el 11 de abril de 1856 tuvo lugar la segunda batalla de Rivas (esta última en suelo nicaragüense).

En esta batalla, al héroe nacional de Costa Rica, Juan Santamaría, se le encargó quemar el mesón de Rivas en Nicaragua. Tras dos intentos fallidos, al tercero logró quemarlo con una antorcha, pero lo hirieron de bala y casi muere. Estas dos fueron las primeras batallas de Costa Rica y la primera batalla en que vencen a los Estados Unidos. A pesar de la derrota, Walker se rehizo con refuerzos que le llegaban por el puerto de San Juan del Norte. Aprovechando una epidemia de cólera en Rivas, que hizo retroceder a los costarricenses, Walker se ocupó de eliminar a sus rivales políticos y se hizo con la presidencia de Nicaragua. Su gobierno fue reconocido por los Estados Unidos.

La batalla de San Jacinto y sus consecuencias en Walker

Asimismo, recibió refuerzos de los Estados sureños de ese país. En julio de ese mismo año, es atacado desde el norte por los ejércitos de Guatemala y El Salvador, aliados a la disidencia nicaragüense. Mientras tanto, sus filibusteros con frecuencia saqueaban y robaban el ganado, reses y caballos, de las haciendas de los llanos al norte y al este del Lago de Managua, para abastecer de alimento a sus fuerzas. El traidor granadino Ubaldo Herrera los guiaba a esos lugares hasta que el 5 de agosto del mismo año él y otros filibusteros fueron emboscados por legitimistas en una hacienda. El general legitimista Tomás Martínez, jefe del Ejército del Septentrión, antes de viajar a la ciudad de León le ordenó al coronel José Dolores Estrada Vado salir de la villa de Matagalpa y atrincherarse en una hacienda de dichos llanos para impedir el robo de más ganado. En la mañana del 30 del mismo mes, los 100 efectivos legitimistas salieron de Matagalpa y llegaron esa misma tarde a la hacienda San Jacinto, ubicada a 42 km de la capital Managua, en el llano de Ostocal. Dicha hacienda era propiedad de Miguel Bolaños, tatarabuelo del actual expresidente de Nicaragua Enrique Bolaños Geyer. Al amanecer del 5 de septiembre, un grupo de 120 jinetes yanquis walkeristas, al mando del coronel Edmund McDonald y el capitán William P. Jarvis, se acercaron a esa hacienda y se desató una escaramuza entre ellos y los legitimistas, huyendo aquellos cerca de dos horas después, dejando tiradas varias armas (fusiles de repetición Minié, revólveres Colt) y varias espadas, sombreros, chamarras, papeles, un botiquín de cirugía, etc., según el parte de guerra de Estrada de esa fecha. Los corrales de piedra al oeste y al norte de la casa hacienda y el corral de madera para guardar al ganado les sirvieron de protección a sus fuerzas.

La escaramuza aterró tanto a Walker y a su gente que decidieron hacer una nueva expedición hacia San Jacinto con más efectivos suyos. Como era una temporada muy lluviosa, el lodo de los caminos impedía llevar cañones hacia allá. Estrada pidió refuerzos a Matagalpa porque sabía que los filibusteros volverían a atacarlo. El 11 de septiembre le llegó desde esa villa un refuerzo de 60 indios flecheros al mando del mayor Francisco Sacasa. Al día siguiente 12 de septiembre del mismo año, en León, Martínez y el jefe democrático Máximo Jérez firmaron un pacto de unión para combatir a Walker. El mismo día 300 filibusteros, al mando del teniente coronel Byron Cole (socio de Walker y único walkerista rico), salieron de Granada a pie y en caballos. El 13 acamparon en Tipitapa para atacar dicha hacienda la mañana siguiente. El ejército filibustero tenía grados militares como en cualquier ejército del mundo.

Al amanecer del 14 de septiembre de 1856, en medio de la neblina que cubría el llano de Ostocal, llegaron cerca de San Jacinto los 300 yanquis, se dividieron en tres columnas y esperaron a que la neblina se disipara. Los legitimistas, que los avistaron primero, estaban preparados para el ataque y estaban también divididos en tres columnas para defender los corrales de piedra y de madera y la casa hacienda. La orden de Estrada fue que no dispararan sus fusiles de chispa hasta que el enemigo estuviera a boca de jarro (cerca). A las 7 a.m. los filibusteros atacaron tres veces los tres lugares, pero fueron rechazados por el fuego patriota. El sargento Andrés Castro, viendo a un filibustero que subía al corral de madera y no teniendo cargado su fusil, tomó una piedra y se la tiró, matándolo de una pedrada en la frente según los testigos, lo cual levantó la moral legitimista. A las 9 a.m. Byron Cole comprendió que los corrales de piedra y la casa hacienda eran inexpugnables de frente y ordenó que las tres columnas yanquis se unieran para atacar el corral de madera y tomarlo en el cuarto asalto, lo que se efectuó a costa de muchos muertos.

Los patriotas, luchando con bayonetas, machetes, piedras, flechas y fusiles de chispa de avancarga contra los rápidos fusiles Minié y los revólveres Colt, defendieron el corral. El coronel Estrada, a las 11 a.n. ordenó al capitán Liberato Cisne, el teniente José Siero, el subteniente Juan Fonseca y 17 soldados atacar la retaguardia de los filibusteros (según el segundo parte de guerra de Estrada). Saliendo a escondidas por el lado norte de la casa y dando vuelta, atacó por detrás a los yanquis. El ruido de la fusilería legitimista y los gritos de "Viva Martínez", "Viva Nicaragua" asustaron mucho a los caballos de la hacienda, que estaban en la cima de un vecino cerro, y provocaron una ruidosa estampida de ellos bajando de ese cerro hacia el lugar del combate. Los filibusteros creyeron que llegaban refuerzos para los legitimistas y huyeron. Estrada dio órdenes de perseguirlos y matar a cualquier yanqui que capturaran. Estos dejaron 18 muertos en el sitio y 9 en la persecución (según su parte de guerra, el mismo día y 35 según el testimonio del teniente Alejandro Eva 33 años después) que llegó hasta la hacienda San Ildefonso (4 leguas, o sea 20 km al sur de San Jacinto, cerca de Tipitapa. Aquí los walkeristas, después de cruzar el puente sobre el río del mismo nombre en dicha villa, lo volaron con pólvora. Dos días después de la batalla, el 16, según la crónica del teniente José Siero, Byron Cole llegó perdido a San Ildefonso a las 6 de la mañana y allí un peón le dio dos machetazos en la cabeza, muriendo de inmediato.

La batalla de San Jacinto fue la primera derrota decisiva para Walker. A partir de los meses siguientes, octubre y noviembre, el ejército costarricense inició una nueva campaña, dirigida por el heroico militar Máximo Blanco, que desembocaría en la toma de la ruta del río San Juan.

Restablecimiento de la esclavitud

Poco después de esa batalla Walker restableció la esclavitud (abolida por el Decreto Legislativo de la Asamblea Federal Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América del 17 de abril de 1824), mediante el Decreto del 22 de septiembre de 1856 cuyo texto es el siguiente:

Considerando que la Asamblea Constituyente de la República, el 20 de abril de 1838, declaró al Estado, libre soberano e independiente, disolviendo el pacto que la Constitución Federal establecía entre Nicaragua y los demás Estados de la América Central:

Considerando, que desde la fecha mencionada, Nicaragua ha estado realmente exenta de los deberes que le imponía la Constitución Federal:

Considerando, que el Decreto de la Asamblea Constituyente de 30 de abril de 1838, dispone, que los Decretos Federales anteriores a esa fecha quedarían vigentes con tal que no se opusiesen a las disposiciones del mismo Decreto.

Considerando, que varios de dichos Decretos no convienen a la presente situación de la República y son contrarios a su bienestar y prosperidad lo mismo que a su integridad territorial.

Se decreta:

Artículo 1º- Todos los actos y Decretos de la Asamblea Federal Constituyente, lo mismo que el Congreso Federal, se declara nulos y de ningún valor.

Artículo 2º- Ninguna de las disposiciones aquí contenidas podrá afectar los derechos poseídos hasta el día en virtud de los Actos y Derechos que por el presente quedan derogados. (f) William Walker

La rendición de Walker

Walker ordenó a sus hombres atacar a Masaya en octubre y noviembre del mismo año e incendió Granada (a pesar de ser atacado por los ejércitos combinados de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala), tomando los vapores del Lago Cocibolca para ir al puerto de La Virgen y de allí a Rivas, donde fue asediado por las tropas centroamericanas. Finalmente, Walker se rindió el 1 de mayo de 1857, en la plaza de Rivas, por mediación de Charles Davis, capitán de la corbeta de la marina de EE.UU. Saint Mary y 4 días después, el 5 de mayo, el buque partió hacia Panamá. Este es el acta de la rendición de Walker ante ese capitán:

Rivas Mayo 1º de 1857

El General Walker por una parte, y el Comandante H. Davis de la Marina de los Estados Unidos por la otra, han convenido en lo siguiente:

1º- El General Walker, con 16 oficiales de su Estado Mayor, saldrán de Rivas con sus armas blancas, pistolas, caballos y bagajes particulares, bajo la garantía del expresado Cap. Davis de la Marina de los Estados Unidos, sin que puedan ser molestados por el enemigo; y se les permitirá embarcarse en el buque de guerra Saint Mary’s, surto en el puerto de San Juan del Sur, tomando él mismo a su cargo, transportarlos a bordo de dicho buque hasta Panamá.

2º- Los Oficiales del ejército del General Walker saldrán de Rivas con sus armas, bajo la protección y garantía del expresado Cap. Davis, quien se encarga de procurar que sean transportados con seguridad a Panamá, bajo la protección de un oficial de los Estados Unidos.

3º- Los Oficiales privados y sin mando especial, los ciudadanos y empleados de los varios ramos, heridos o no, serán entregados con sus armas al Cap. Davis, o a uno de sus oficiales, y puestos bajo sus órdenes, y salvaguardia, obligándose a hacerlos transportar a Panamá, al cargo de un oficial de los Estados Unidos, en buques diferentes de los que transporten los desertores y sin que tengan comunicación alguna entre ellos.

4º- El Cap. Davis compromete a garantir, y por el presente garantiza, que todos los naturales de Nicaragua o de Centroamérica, que actualmente se encuentren en Rivas, puestos bajo la protección del Cap. Davis, puedan residir en Nicaragua, con la garantía de sus vidas y propiedades.

5º- Queda convenido, que los oficiales que tengan sus esposas y familias en San Juan del Sur, pueden quedar allí bajo la protección del Cónsul Americano, hasta que encuentren ocasión de embarcarse para Panamá o San Francisco.

El General Walker y el Cap. Davis se obligan a cumplir mutuamente al fiel cumplimiento del presente Convenio.

De regreso en los Estados Unidos, Walker es recibido como un héroe en Nueva Orleans. Logra el financiamiento de dos expediciones más, las cuales son repelidas.

Segunda expedición

Walker entre 1855 y 1860.

Salió de Nueva Orleans, Luisiana, el mes de noviembre de 1857, desembarcó en San Juan del Norte y se apoderó de Castillo Viejo y dos vapores. Finalmente, tras varias derrotas, se entregó al comodoro Paulding comandante del vapor de guerra Wabash, que le envió preso a Nueva Orleans. Sometido al fallo del jurado, quedó absuelto en medio de entusiasmo del público. El comodoro Paulding fue destituido de su mando por haber apresado a Walker en país extranjero.

Tercera expedición

Instado por los esclavistas, Walker organizó una nueva expedición. Eligió la isla caribeña de Roatán, cerca de las costas de Honduras, como base de operaciones, pero le fue denegado su desembarco por pertenecer a Inglaterra. Entonces tomó rumbo a Trujillo, puerto hondureño del cual se apoderó por sorpresa, pues en él pretendía atrincherarse. El 6 de agosto de 1860 desembarcó en Trujillo, tomando dicho puerto y ocupando la fortaleza del lugar ese mismo día. El 19 del mismo mes llegó a Trujillo la fragata de guerra británica HMS Icarus, al mando de su Capitán Norvell Salmon; de él recibió Walker 2 días después el 21 de agosto una notificación haciéndole saber que los ingresos de la aduana de Trujillo estaban hipotecados al gobierno británico en garantía de una deuda de la cual se había hecho responsable el gobierno de Honduras, pero que con la llegada de Walker los fondos de la aduana habían desaparecido, y que la presencia de los invasores demoraba la devolución de las Islas de la Bahía, por parte del Reino Unido, a Honduras.

Ante esta situación, el comandante Manuel Cano Madrazo, militar español, que había servido en Guatemala en tiempos de Carrera y que ejercía el mando del departamento de Izabal en dicha república, pasó a entrevistarse con el gobernador inglés del Honduras británico, quien atendiendo a su ruego, ordenó al comandante del buque de guerra HMS Icarus, del Capitán Norvell Salmon, persiguiera al filibustero. Esta persecución obligó a Walker a internarse en territorio hondureño; la tarde de ese mismo día, después que se fue el portador luego de decírsele que volviera por la respuesta a las 10 AM del día siguiente, 80 filibusteros decidieron abandonar la fortaleza hacia el este, costeando en dirección a Cabo Gracias a Dios (cerca de la medianoche), dejando a 6 enfermos y heridos al cuidado del médico E. H. Newton. Al amanecer del 22 de agosto llegó Salmon al lugar y puso a los enfermos y heridos bajo la protección del Reino Unido; el 23 las tropas hondureñas los alcanzaron atacándolos en La Ceibita, sobre el río Aguán, el ataque fue rechazado pero Walker, que resultó levemente herido en la cara, tuvo un muerto y varios heridos. Llegados al río Tinto siguieron orillándolo hasta unas 4 millas de su desembocadura y acamparon en la factoría de un inglés apellidado Demsing.

El 3 de septiembre Salmon se embarcó en 2 botes con 40 hombres y remontó el río. Cuando llegó a la factoría intimó la rendición a Walker. Este se rindió a Salmon y con su gente abordó como prisionero el HMS Icarus y desembarcaron en Trujillo. A bordo del barco dictó la siguiente protesta, el 5 de septiembre, a un periodista que abordó el buque:

A bordo del Icarus

Sep. 5 de 1860

Por la presente declaro y protesto ante el mundo civilizado, que cuando me rendí al capitán de la fragata de guerra Icarus de Su Majestad Británica, este oficial recibió personalmente mi espada y mi pistola, lo mismo que las armas del Coronel Rudler, y al rendirme le manifesté clara y concretamente que me entregaba al representante de Su Majestad Británica. (f) William Walker

Fusilamiento de Walker

Fue recluido como prisionero en la misma fortaleza abandonada por él 2 semanas antes, el cuarto que había convertido en almacén de abastos era ahora su calabozo. Allí permaneció 6 días. El 11 de septiembre se le leyó la sentencia de muerte (en un consejo de guerra), que lo condenó al fusilamiento, por lo que fue fusilado al día siguiente 12 de septiembre y antes de ser fusilado se confesó con un capellán, pues se había convertido al catolicismo porque la Constitución de Nicaragua, en ese entonces, exigía que para ser presidente del país había que ser católico. Pocos meses después, en 1861, estallaba la guerra civil estadounidense.

Fuentes

  • La guerra en Nicaragua, 1860, del propio William Walker, traducida al español en 1883 por el italo-nicaragüense Fabio Carnevalini y reeditada en 1974 y 1993.
  • Obras históricas completas, 1865, de Jerónimo Pérez, reeditada en 1928 por Pedro Joaquín Chamorro Zelaya y más adelante en 1974 y 1993.
  • Con Walker en Nicaragua, (1909), de James Carson Jamison, quien fue capitán de su ejército y estuvo en sus expediciones.
  • La Guerra Nacional. Centenario, 1956, de Ildefonso Palma Martínez, reeditada en 2006 en el Sesquicentenario de la Batalla de San Jacinto.
  • Filibusteros y financieros: La historia de William Walker y sus asociados, (1974), William O. Scroggs
  • Los filibusteros deben morir, 1976, de Frederick Rosengarden. Wayne, Pensilvania, Estados Unidos, Haverford House, Publishers.
  • El predestinado de ojos azules, 1999, de Alejandro Bolaños Geyer