Diferencia entre revisiones de «Cine musical»

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Que los personajes de la pantalla se pusieran a hablar, sirvió no sólo para que el cine alcanzara la madurez técnica al tiempo que sacrificaba el [[star system]] del [[cine mudo]]. Sirvió también para alumbrar un género que hasta entonces técnicamente no existía. En los Estados Unidos de [[F. Scott Fitzgerald]], que casi se vendría abajo con el [[Jueves Negro|Crack]], se estrenó la primera película sonora (parcialmente) para que las melodías de [[Cole Porter]], [[George Gershwin]] o [[Irving Berlin]] se trasladaran de las plateas elitistas de las grandes ciudades, a los salones de cine de cualquier pueblo. ''[[El cantante de jazz]]'' fue el bautizo del género, que llegó e hizo explotar el sonoro, y lo hizo para quedarse.
Que los personajes de la pantalla se pusieran a hablar, sirvió no sólo para que el cine alcanzara la madurez técnica al tiempo que sacrificaba el [[star system]] del [[cine mudo]]. Sirvió también para alumbrar un género que hasta entonces técnicamente no existía. En los Estados Unidos de [[F. Scott Fitzgerald]], que casi se vendría abajo con el [[Jueves Negro|Crack]], se estrenó la primera película sonora (parcialmente) para que las melodías de [[Cole Porter]], [[George Gershwin]] o [[Irving Berlin]] se trasladaran de las plateas elitistas de las grandes ciudades, a los salones de cine de cualquier pueblo. ''[[El cantante de jazz]]'' fue el bautizo del género, que llegó e hizo explotar el sonoro, y lo hizo para quedarse.
== Los años dorados del musical ==
El musical es una cosa que nadie sabe con exactitud lo que es pero en su maximo esplendor la gente se cagaba en el porque era una cosa muy mala que a nadie lo gustaba solo a alguno frikis sin amigos que se aburrian en su casa.
La industria del cine saludó el éxito entre el público del género, concediendo en [[1929]] a ''[[La melodía de Broadway]]'' de [[Harry Beaumont]], el [[premio Óscar|Óscar]] a la Mejor película, en lo que fue el anticipo de la gran cosecha de musicales de la década de 1930, cuando el género se convirtió, junto al cine negro, en el favorito del público.

[[Busby Berkeley]] revolucionó el género al poco de nacer y de puede decir que es el padre del musical, dotándolo de un lenguaje cinematográfico que le alejaba del teatro; ahí están como ejemplo ''The Go Setter'' o ''[[La calle 42]]''. Mientras tanto, [[RKO Pictures]] elevaba al estrellato a la pareja formada por [[Fred Astaire]] y [[Ginger Rogers]], en una serie de películas (''[[Sombrero de copa (película)|Sombrero de copa]]'', ''[[El desfile del amor]]''), que les hicieron un sitio en la historia del cine.
En la década de 1940 hizo su aparición [[Gene Kelly]] (el amo del género: [[actor]], [[Danza|bailarín]], [[coreógrafo]], [[productor]] y [[Director de cine|director]]), y el musical no volvió a ser el mismo. Junto a [[Stanley Donen]], lo llevaron a lo más alto en ''[[Un día en Nueva York]]'' ([[1949]]). Con ellos, los rodajes salieron al exterior y el musical alcanzó la mayoría de edad.

En la década de 1950, el género estaba tan instalado en el gusto del público como el drama o el western, y pasó por su mejor época, con nombres que iban desde [[Elvis Presley]] (''[[Viva Las Vegas]]'', ''[[King Creole]]'') al trío [[Frank Sinatra]] - [[Bing Crosby]] - [[Grace Kelly]] (''[[Alta sociedad (película de 1956)|Alta sociedad]]'') y teniendo como centro de nuevo a Gene Kelly, el chapoteador de ''[[Cantando bajo la lluvia]]''. Otro de los grandes que se asomó al musical, y que se labró gran parte de su reconocimiento con él, fue [[Vincente Minnelli]] con ''[[Un americano en París]]'' y ''[[The Band Wagon|Melodías de Broadway]]'' ([[1953]]). Minnelli era único en la fusión de comedia y musical.

La década de 1960, vio nacer extraordinarios musicales, entre los que destacan:''[[West Side Story]]'' (Amor sin barreras); ''[[Camelot]]''; ''[[Willy Wonka y la fábrica de chocolate]]''; ''[[The Sound of Music]]'' (1965), con la actuación de [[Julie Andrews]], quien también actuó en ''[[Mary Poppins]]''.

En la década de 1960, los gustos del espectador fueron cambiando, exigiendo producciones aún más lujosas, más números musicales y repartos estelares que fueron suficientes para impedir que el género fuera decayendo, con títulos como ''West Side Story'', ''[[My Fair Lady]]'', ''[[Hello, Dolly!]]'' y otras.


== La decadencia del género ==
== La decadencia del género ==

Revisión del 15:10 23 ene 2010

El cine musical es un género cinematográfico que se caracteriza por películas que contienen interrupciones en su desarrollo, para dar un breve receso por medio de un fragmento musical cantado o acompañados de una coreografía.

En los comienzos de este género, el fragmento musical tenía como objetivo impresionar, sin mantener mucha conexión con el desarrollo narrativo. Sin embargo, al alcanzar su madurez, se estilizó el género y los números concatenan la historia.

Ningún otro género cinematográfico, ni siquiera el western, es tan inequívocamente estadounidense como el musical. El concepto del espectáculo que impera en todos los aspectos de la sociedad de EE. UU. alcanza uno de sus máximos exponentes en el cine y, dentro de él, en las elaboradas coreografías, las melodías inolvidables y las obras maestras que ha dado el musical.

Que los personajes de la pantalla se pusieran a hablar, sirvió no sólo para que el cine alcanzara la madurez técnica al tiempo que sacrificaba el star system del cine mudo. Sirvió también para alumbrar un género que hasta entonces técnicamente no existía. En los Estados Unidos de F. Scott Fitzgerald, que casi se vendría abajo con el Crack, se estrenó la primera película sonora (parcialmente) para que las melodías de Cole Porter, George Gershwin o Irving Berlin se trasladaran de las plateas elitistas de las grandes ciudades, a los salones de cine de cualquier pueblo. El cantante de jazz fue el bautizo del género, que llegó e hizo explotar el sonoro, y lo hizo para quedarse.

Los años dorados del musical

La industria del cine saludó el éxito entre el público del género, concediendo en 1929 a La melodía de Broadway de Harry Beaumont, el Óscar a la Mejor película, en lo que fue el anticipo de la gran cosecha de musicales de la década de 1930, cuando el género se convirtió, junto al cine negro, en el favorito del público.

Busby Berkeley revolucionó el género al poco de nacer y de puede decir que es el padre del musical, dotándolo de un lenguaje cinematográfico que le alejaba del teatro; ahí están como ejemplo The Go Setter o La calle 42. Mientras tanto, RKO Pictures elevaba al estrellato a la pareja formada por Fred Astaire y Ginger Rogers, en una serie de películas (Sombrero de copa, El desfile del amor), que les hicieron un sitio en la historia del cine.

En la década de 1940 hizo su aparición Gene Kelly (el amo del género: actor, bailarín, coreógrafo, productor y director), y el musical no volvió a ser el mismo. Junto a Stanley Donen, lo llevaron a lo más alto en Un día en Nueva York (1949). Con ellos, los rodajes salieron al exterior y el musical alcanzó la mayoría de edad.

En la década de 1950, el género estaba tan instalado en el gusto del público como el drama o el western, y pasó por su mejor época, con nombres que iban desde Elvis Presley (Viva Las Vegas, King Creole) al trío Frank Sinatra - Bing Crosby - Grace Kelly (Alta sociedad) y teniendo como centro de nuevo a Gene Kelly, el chapoteador de Cantando bajo la lluvia. Otro de los grandes que se asomó al musical, y que se labró gran parte de su reconocimiento con él, fue Vincente Minnelli con Un americano en París y Melodías de Broadway (1953). Minnelli era único en la fusión de comedia y musical.

La década de 1960, vio nacer extraordinarios musicales, entre los que destacan:West Side Story (Amor sin barreras); Camelot; Willy Wonka y la fábrica de chocolate; The Sound of Music (1965), con la actuación de Julie Andrews, quien también actuó en Mary Poppins.

En la década de 1960, los gustos del espectador fueron cambiando, exigiendo producciones aún más lujosas, más números musicales y repartos estelares que fueron suficientes para impedir que el género fuera decayendo, con títulos como West Side Story, My Fair Lady, Hello, Dolly! y otras.

La decadencia del género

Durante las tres décadas siguientes, el género languideció, abandonado por el público y los grandes estudios, que no financiaron más que proyectos puntuales, y en los que sólo sobresale un nombre, el de Bob Fosse. Sus filmes Cabaret y All That Jazz (1979) son los mejores exponentes del género en la década de 1970.

Mención especial debe hacerse de seis musicales de la misma década: Hair del director Milos Forman; Grease (1978), con las actuaciones de Olivia Newton John y John Travolta, Cabaret (1972), con la actuación de Liza Minelli, A star is born, con las actuaciones de Barbra Streisand y Kris Kristofferson y Jesucristo Superestrella, los que sin duda son los más destacables de la década.

En la década de 1980, la película Annie permitió recordar la grandeza del género.

En 1996, Madonna y Antonio Banderas protagonizaron Evita.

Alan Parker rodó tres en las décadas de 1980 y 1990 Fame, The Commitments, Evita. El director danés Lars von Trier sorprendió a todos con Dancer in the Dark.

Hollywood ha vuelto a reconocer el género, ahí están los éxitos conseguidos por Moulin Rouge, Chicago, El Fantasma de la ópera, Hairspray, Rent o Dreamgirls.

Las décadas de 1980 y 1990 también vieron renacer el musical con una nueva vertiente: los dibujos animados. En este sentido, los estudios Disney produjeron la que se podría haber considerado la mejor película musical en este formato: La bella y la bestia. Asimismo, produjeron La sirenita. En 1997 la Twenty Century Fox produjo Anastasia.

Véase también