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Luis II de Baviera
Rey de Baviera

S.M. Luis II de Baviera, por Wilhelm Taubner, 1864.
Rey de Baviera
10 de marzo de 186413 de junio de 1886
Predecesor Maximiliano II de Baviera
Sucesor Otón I de Baviera
Información personal
Nombre completo Ludwig Otto Frederik Wilhelm von Wittelsbach
Otros títulos
  • Nacimiento 25 de agosto de 1845
    Palacio de Nymphenburg, Baviera
    Fallecimiento 13 de junio de 1886
    Lago Starnberg, Baviera
    Sepultura Iglesia de San Miguel, Múnich
    Familia
    Casa real Casa de Wittelsbach
    Padre Maximiliano II de Baviera
    Madre María de Prusia

    Firma Firma de Luis II de Baviera

    Luis de Wittelsbach, de su nombre Ludwig Otto Frederik Wilhelm, (Palacio de Nymphenburg, Baviera, 25 de agosto de 1845, Lago Starnberg, ídem, 13 de junio de 1886), fue un príncipe bávaro de la Casa de Wittelsbach y rey de Baviera de 1864 a 1886 bajo el nombre de Luis II de Baviera.

    Biografía

    Infancia y juventud

    Luis y su hermano pequeño, Otto, durante su infancia.

    Fue hijo del rey Maximiliano II de Baviera y de la princesa María de Prusia. A causa de su rango de heredero de la corona fue consentido inusitadamente en algunos aspectos, pero severamente controlado por sus preceptores y sujeto a un estricto régimen de estudio y ejercicios. Algunos de sus biógrafos explican que mucho de su excéntrico comportamiento fue causado por la presión de haber crecido en la Familia Real. A pesar de todo, su juventud tuvo momentos felices, tales como las visitas a Hohenschwangau y al lago Starnberg con su familia. Durante su adolescencia, Luis tuvo como mejor amigo a su ayuda de campo, el apuesto aristócrata y actor Paul Maximilian Lamoral de Thurn y Taxis, miembro de una de las familias más ricas de Baviera. Los dos jóvenes cabalgaban juntos, leían poesía en voz alta y representaban escenas de las óperas románticas de Richard Wagner. Sin embargo, su relación se rompió cuando Paul se empezó a interesar en las mujeres. Paralelamente, había iniciado una amistad de por vida con su prima, la duquesa Isabel de Baviera, más conocida como Sissí. Ambos amaban la naturaleza y la poesía y en su mundo privado se llamaban «Águila» (Luis) y «Cisne» (Isabel).

    Reinado

    Luis II de Baviera.

    El rey Luis II de Baviera sucedió a su padre el rey Maximiliano II de Baviera en el año 1864, a la edad de 18 años. Tuvo siempre como ideal los reinados absolutos y quiso reconciliar a los estados alemanes. Pronto surgieron dos problemas; la expectativa de engendrar un heredero y las relaciones con Prusia. Estaba comprometido con la princesa Sofía, su prima y la hermana menor de Sissí. Después de postponer el enlace varias veces, Luis anuló el compromiso y Sofía se casó poco después con el duque de Alençon; posteriormente moriría en un incendio.

    A pesar de su alianza con Austria contra Prusia en la Guerra de las Siete Semanas, aceptó un tratado de defensa mutua con los prusianos en 1867 después de ser derrotado. Como consecuencia de este tratado Baviera tuvo que ser aliada de Prusia en la Guerra Franco-prusiana. Otto von Bismarck persuadió a Luis de la idea de un imperio alemán, con lo que la independencia de Baviera estaba agotada.

    Debido a la desilusión de gobernar en su época, Luis II se fue retirando cada vez más de la capital constitucional, Múnich, en que debía residir un número mínimo de meses al año, cumpliendo tan sólo el mínimo exigible, y haciendo que sus ministros se dirigieran al castillo de Neuschwanstein, donde residía habitualmente, para firmar las leyes propuestas por éstos.

    A pesar de que ciertas películas hayan insinuado una relación amorosa entre Luis II y la futura emperatriz Sissi, esta relación es carente de fundamento y sin base real.

    A través de su reinado, Luis tuvo una serie de enamoramientos con hombres apuestos, incluyendo su principal caballerizo de casa real Richard Hornig, la estrella de teatro húngara José Kainz y el cortesano Alfons Weber. En 1869, comenzó a llevar un diario en el cual registró sus pensamientos privados y habló de sus tentativas de suprimir sus deseos sexuales y mantenerse fiel a sus dogmas católicos. Los diarios originales de Ludwig se extraviaron durante la Segunda Guerra Mundial, y todo lo que queda hoy son copias de escritos hechos antes de la guerra. Estos escritos copiados del diario, junto con cartas privadas y otros documentos personales que han sobrevivido, sugieren que Luis luchó contra su homosexualidad.[1]

    Muerte

    Cruz en el lugar donde se encontró su cadáver en el lago de Starnberg.
    Tumba de Luis II de Baviera en la Iglesia de San Miguel de Múnich.

    Su vida excéntrica originó su declaración de incapacidad para gobernar (aunque la rumorología apunta a que esto no fue sino una estratagema familiar en busca de arrebatarle el trono) y pasó sus últimos días bajo atención psiquiátrica. Su muerte se produjo en el lago de Starnberg el 13 de junio de 1886. Por la tarde-noche Luis pidió pasear con su médico-psiquiatra Gudden (quien le había diagnosticado una Esquizofrenia paranoide). Éste aceptó de buen grado y mandó a los guardias que no les siguiesen, ya que confiaba en Luis debido a su reciente recuperación. Los dos hombres nunca volvieron y fueron encontrados ahogados dentro del lago Starnberg a las 23.30. La muerte estuvo bajo sospecha de todos, de hecho, Luis era un gran nadador, y se dice que fueron dos hombres los que "amablemente" le acompañaron hasta el lago. No obstante, la otra versión de la historia dice que la propia construcción de Neuschwanstein (donde acabó viviendo al final de su vida, supervisando su edificación) desmonta la supuesta locura del gobernante, la cual no sería sino una distorsión de su figura a posteriori realizada por los que le robaron el trono. La construcción de este palacio, que Luis exigió que estuviera hecho de cabo a rabo por trabajadores bávaros, con materiales bávaros, sin apenas importaciones extranjeras, desarrolló una poderosa artesanía que hace que, hoy por hoy, Baviera siga siendo uno de los enclaves industriales más poderosos de Alemania, haciendo que en el año 2006, con una crisis económica y de empleo galopante en toda Alemania, Baviera sólo posea un 5% de trabajadores parados. En el lugar de su muerte se construyó una pequeña capilla en la que se realiza una ceremonia en recuerdo del rey cada 13 de junio. Su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de San Miguel en Múnich mientras que su corazón se encuentra en la Iglesia de la Imagen Milagrosa de Altötting, como mandaba la tradición de los reyes bávaros.

    Legado

    Castillos

    Castillo de Neuschwanstein.
    Castillos bávaros.

    Volcó sus mayores energías en paraísos artificiales, diseñando y construyendo tres grandiosos castillos siguiendo el estilo historicista imperante en la época: Linderhof, Neuschwanstein y Herrenchiemsee. En esto perpetuaba la tradición de su familia, que había construido grandes avenidas en Múnich, y castillos por toda Baviera. Contrariamente a lo que se piensa, Luis II gastó su fortuna familiar para la construcción de estos castillos, sin arruinar las arcas del Estado. En la construcción de los castillos fue ayudado por el diseñador de edificios Christian Jank.

    A las artes

    Fue el gran mecenas de Richard Wagner, al que admiraba desde que era príncipe heredero. De hecho, el rechazo del pueblo y el gobierno de Baviera a los Wagner (debido, entre otras cosas, a sus continuas interferencias en política), le sumieron en la melancolía (Wagner acabó buscándose otro mecenas), y fueron un factor determinante en su alejamiento de la corte y de las responsabilidades de gobernante. Dicen que se trataba de probablemente del rey más cercano a los cuentos de hadas: de hecho, admiraba estos relatos desde su juventud, sus narraciones preferidas (y en las que se basaron sus palacios), fueron las leyendas tradicionales alemanas (Tristán e Isolda la que más), y su propio retrato en el momento de la coronación (la cual refleja la forma en que se presentó ante los bávaros) no andan muy lejos de la representación clásica de un príncipe azul. Según este punto de vista, Luis II, también llamado el rey Loco, deseaba vivir en un mundo de fantasía, y no en uno de verdad, y de ahí su búsqueda de refugio en los palacios de cuento de hadas que construyó. Impulsó la construcción del Teatro del Festival de Bayreuth.

    Bruckner le dedicó su Séptima sinfonía, compuesta entre 1881 y 1883.

    En la ficción

    Cine

    • Hans-Jürgen Syberberg trató el tema el mismo año, bajo el título Ludwig, Requiem für einem jungfraulichen König (Ludwig, requiem para un rey virgen).

    Manga

    Higuri You (氷栗優) publicó un manga en tres volúmenes llamado Ludwig II (ルートヴィヒⅡ世, Ruutovihi ni sei), que cuenta una edulcorada versión de la vida de Luis II.

    Videojuegos

    El juego de computador Gabriel Knight 2: The Beast Within (1995) se muestran numerosos escenarios relacionados con Luis II y se incluye una extensa discusión sobre su vida, aunque se agregan numerosos elementos de ficción (como hombres-lobo y una ópera perdida de Wagner opera intitulada Der Fluch des Engelhart' (La maldición de Engelhart) para acomodarse con la trama sobrenatural y de misterio del vídeo-juego.


    Predecesor:
    Maximilano II
    Rey de Baviera
    1864 - 1886
    Sucesor:
    Otón I

    Véase también

    Referencias

    1. McIntosh, pp 155–158.

    Bibliografía

    Enlaces externos