Diferencia entre revisiones de «Jorge Luis Borges»

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Ciego a los 55 años, personaje polémico, con postura políticas que le impidieron ganar el [[Premio Nobel de Literatura]] al que fue candidato durante casi treinta años, Borges siempre soñó con que la posteridad le perdonara sus errores y le concediera la gloria de que se lo recordase por sus mejores textos.
Ciego a los 55 años, personaje polémico, con postura políticas que le impidieron ganar el [[Premio Nobel de Literatura]] al que fue candidato durante casi treinta años, Borges siempre soñó con que la posteridad le perdonara sus errores y le concediera la gloria de que se lo recordase por sus mejores textos.


Fallece en Ginebra el 14 de junio de 1986, poco después de haberse casado con María Kodama. Sus restos se encuentran en el cementerio de Pleinpalais.
Fallece en Ginebra el 14 de junio de 1986, poco después de haberse casado con María Kodama. Sus restos se encuentran en el cementerio de Pleinpalais.


== Borges y el ultraísmo ==
== Borges y el ultraísmo ==
[[Archivo:JorgeLuisBorges002.JPG|thumb|200px|Jorge Luis Borges.]]
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El 25 de enero de 1921 apareció el primer número de la revista literaria española ''Ultra'', que —como su propio nombre deja adivinar— era el órgano difusor del movimiento [[ultraísta]]. Entre los colaboradores más notables se cuentan el mismo Borges, [[Rafael Cansinos-Assens]], [[Ramón Gómez de la Serna]] y [[Guillermo de Torre]], quien más tarde se casaría con [[Norah Borges]].
El 25 de enero de 1921 apareció el primer número de la revista literaria española ''Ultra'', que —como su propio nombre deja adivinar— era el órgano difusor del movimiento ultraísta. Entre los colaboradores más notables se cuentan el mismo Borges, [[Rafael Cansinos-Assens]], [[Ramón Gómez de la Serna]] y [[Guillermo de Torre]], quien más tarde se casaría con [[Norah Borges]].


Así lo definió el mismo Cansinos: «El [[ultraísmo]] es una voluntad caudalosa que rebasa todo límite [[escolástico]]. Es una orientación hacia continuas y reiteradas evoluciones, un propósito de perenne juventud literaria, una anticipada aceptación de todo módulo y de toda idea nuevos. Representa el compromiso de ir avanzando con el tiempo.»
Así lo definió el mismo Cansinos: «El [[ultraísmo]] es una voluntad caudalosa que rebasa todo límite escolástico. Es una orientación hacia continuas y reiteradas evoluciones, un propósito de perenne juventud literaria, una anticipada aceptación de todo módulo y de toda idea nuevos. Representa el compromiso de ir avanzando con el tiempo.»


Al respecto, el joven Borges escribió en 1921 en la revista ''Nosotros'':<ref name = "ultraismo">Jorge Luis Borges. 1921. Ultraísmo. ''Nosotros'', 151. Buenos Aires, diciembre. [http://www.acs.ucalgary.ca/~latorres/Ultraismo.html Texto original]</ref>
Al respecto, el joven Borges escribió en 1921 en la revista ''Nosotros'':<ref name = "ultraismo">Jorge Luis Borges. 1921. Ultraísmo. ''Nosotros'', 151. Buenos Aires, diciembre. [http://www.acs.ucalgary.ca/~latorres/Ultraismo.html Texto original]</ref>
{{cita|Estas palabras fueron escritas en el otoño de 1918. Hoy, tras dos años de variadísimos experimentos líricos ejecutados por una treintena de poetas en las revistas españolas ''Cervantes'' y ''Grecia'' -capitaneada esta última por [[Isaac del Vando Villar]]- podemos precisar y limitar esa anchurosa y precavida declaración del maestro. Esquematizada, la presente actitud del [[ultraísmo]] es resumible en los principios que siguen:
{{cita|Estas palabras fueron escritas en el otoño de 1918. Hoy, tras dos años de variadísimos experimentos líricos ejecutados por una treintena de poetas en las revistas españolas ''Cervantes'' y ''Grecia'' -capitaneada esta última por [[Isaac del Vando Villar]]- podemos precisar y limitar esa anchurosa y precavida declaración del maestro. Esquematizada, la presente actitud del ultraísmo es resumible en los principios que siguen:
* 1. Reducción de la lírica a su elemento primordial: la [[metáfora]].
* 1. Reducción de la lírica a su elemento primordial: la metáfora.
* 2. Tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles.
* 2. Tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles.
* 3. Abolición de los trebejos ornamentales, el confesionalismo, la circunstanciación, las prédicas y la nebulosidad rebuscada.
* 3. Abolición de los trebejos ornamentales, el confesionalismo, la circunstanciación, las prédicas y la nebulosidad rebuscada.
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Un año después Borges publicó en esa misma revista una antología de poemas ultraístas.
Un año después Borges publicó en esa misma revista una antología de poemas ultraístas.


Años más tarde, Borges reprobaría, y hasta despreciaría, aquellos comienzos de su obra y todo lo relacionado con el [[ultraísmo]]. Su entusiasmo de una época, de unos años -de 1919 a 1922- pronto se trocó en desdén y aun en agresividad. Muy pronto llegó a considerar como pura futilidad la técnica del poema ultraísta: enfilamiento de percepciones sueltas, rosario de imágenes sensuales, plásticas y llamativas. La consecuencia fue que, sin perjuicio de haber inoculado el virus ultraísta a algunos jóvenes argentinos aprendices de poetas, muy pocos años después, Borges no vacilaría en calificar aquellos experimentos de "áridos poemas de la equivocada secta ultraísta".<ref name = "deTOrre">de Torre, G. 1964. "Para la prehistoria ultraísta de Borges". ''Hispania'', Vol. 47 (3):457-463. doi:10.2307/336161</ref> De hecho, para 1966, Borges juzgaba el 'dogma de la metáfora' como falso, pues...
Años más tarde, Borges reprobaría, y hasta despreciaría, aquellos comienzos de su obra y todo lo relacionado con el ultraísmo. Su entusiasmo de una época, de unos años -de 1919 a 1922- pronto se trocó en desdén y aun en agresividad. Muy pronto llegó a considerar como pura futilidad la técnica del poema ultraísta: enfilamiento de percepciones sueltas, rosario de imágenes sensuales, plásticas y llamativas. La consecuencia fue que, sin perjuicio de haber inoculado el virus ultraísta a algunos jóvenes argentinos aprendices de poetas, muy pocos años después, Borges no vacilaría en calificar aquellos experimentos de "áridos poemas de la equivocada secta ultraísta".<ref name = "deTOrre">de Torre, G. 1964. "Para la prehistoria ultraísta de Borges". ''Hispania'', Vol. 47 (3):457-463. doi:10.2307/336161</ref> De hecho, para 1966, Borges juzgaba el 'dogma de la metáfora' como falso, pues...


{{cita|...basta un solo verso no metafórico para probar que la metáfora no es un elemento esencial, concluyendo en que el error del ultraísmo (...) fue el de no haber enriquecido, el de haber prohibido simplemente. Por ejemplo casi todos escribíamos sin signos de puntuación. Hubiera sido mucho más interesante inventar nuevos signos, es decir enriquecer la literatura (...) el ultraísmo fue una revolución que consistía en relegar la literatura a una sola figura, la metáfora...".<ref>Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Argentina. "Jorge Luis Borges, temas de pertenencia: el movimiento ultraísta" (página web accedida el 18 de noviembre de 2007).[http://www.me.gov.ar/efeme/jlborges/temas.html]</ref>}}
{{cita|...basta un solo verso no metafórico para probar que la metáfora no es un elemento esencial, concluyendo en que el error del ultraísmo (...) fue el de no haber enriquecido, el de haber prohibido simplemente. Por ejemplo casi todos escribíamos sin signos de puntuación. Hubiera sido mucho más interesante inventar nuevos signos, es decir enriquecer la literatura (...) el ultraísmo fue una revolución que consistía en relegar la literatura a una sola figura, la metáfora...".<ref>Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Argentina. "Jorge Luis Borges, temas de pertenencia: el movimiento ultraísta" (página web accedida el 18 de noviembre de 2007).[http://www.me.gov.ar/efeme/jlborges/temas.html]</ref>}}

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Jorge Luis Borges

Foto de Jorge Luis Borges tomada en 1969 en el Hôtel des Beaux Arts (París), lugar donde murió Oscar Wilde y donde el mismo Borges manifestó su deseo de morir.
Información personal
Nombre de nacimiento Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 24 de agosto de 1899 Ver y modificar los datos en Wikidata
Buenos Aires (Argentina) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 14 de junio de 1986 Ver y modificar los datos en Wikidata
Ginebra (Suiza) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Cáncer hepático Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de los Reyes Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Argentina
Lengua materna Español Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Jorge Guillermo Borges Ver y modificar los datos en Wikidata
Leonor Rita Acevedo Suárez Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge
Pareja Concepción Guerrero Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Collège Calvin (hasta 1918) Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación ensayista, traductor, crítico, bibliotecario, profesor y editor
Años activo Siglo XX
Empleador
Seudónimo B. Suarez Lynch y H. Bustos Domecq Ver y modificar los datos en Wikidata
Géneros cuento, ensayo y poesía
Obras notables La Biblioteca de Babel Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de
Firma
«Que un individuo quiera despertar en otro individuo recuerdos que no pertenecieron más que a un tercero, es una paradoja evidente. Ejecutar con despreocupación esa paradoja, es la inocente voluntad de toda biografía.» J.L.Borges[1]

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye cualquier tipo de dogmatismo.[2]

Se lo ha presentado como el erudito más grande del siglo XX, lo cual no impide que la lectura de sus escritos suscite momentos de viva emoción o de simple distracción. Ontologías fantásticas, genealogías sincrónicas, gramáticas utópicas, geografías novelescas, múltiples historias universales, bestiarios lógicos, silogismos ornitológicos, éticas narrativas, matemáticas imaginarias, thrillers teológicos, nostálgicas geometrías y recuerdos inventados son parte del inmenso paisaje que las obras de Borges ofrece tanto a los estudiosos como al lector casual. Y sobre todas las cosas, la filosofía, concebida como perplejidad, el pensamiento como conjetura, y la poesía, la forma suprema de la racionalidad. Siendo un literato puro pero, paradójicamente, preferido por los semióticos, matemáticos, filólogos, filósofos y mitólogos, Borges ofrece -a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, del universalismo de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía- una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal.[3]

Ciego a los 55 años, personaje polémico, con postura políticas que le impidieron ganar el Premio Nobel de Literatura al que fue candidato durante casi treinta años, Borges siempre soñó con que la posteridad le perdonara sus errores y le concediera la gloria de que se lo recordase por sus mejores textos.

Fallece en Ginebra el 14 de junio de 1986, poco después de haberse casado con María Kodama. Sus restos se encuentran en el cementerio de Pleinpalais.

Borges y el ultraísmo

Jorge Luis Borges.

El 25 de enero de 1921 apareció el primer número de la revista literaria española Ultra, que —como su propio nombre deja adivinar— era el órgano difusor del movimiento ultraísta. Entre los colaboradores más notables se cuentan el mismo Borges, Rafael Cansinos-Assens, Ramón Gómez de la Serna y Guillermo de Torre, quien más tarde se casaría con Norah Borges.

Así lo definió el mismo Cansinos: «El ultraísmo es una voluntad caudalosa que rebasa todo límite escolástico. Es una orientación hacia continuas y reiteradas evoluciones, un propósito de perenne juventud literaria, una anticipada aceptación de todo módulo y de toda idea nuevos. Representa el compromiso de ir avanzando con el tiempo.»

Al respecto, el joven Borges escribió en 1921 en la revista Nosotros:[4]

Estas palabras fueron escritas en el otoño de 1918. Hoy, tras dos años de variadísimos experimentos líricos ejecutados por una treintena de poetas en las revistas españolas Cervantes y Grecia -capitaneada esta última por Isaac del Vando Villar- podemos precisar y limitar esa anchurosa y precavida declaración del maestro. Esquematizada, la presente actitud del ultraísmo es resumible en los principios que siguen:
  • 1. Reducción de la lírica a su elemento primordial: la metáfora.
  • 2. Tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles.
  • 3. Abolición de los trebejos ornamentales, el confesionalismo, la circunstanciación, las prédicas y la nebulosidad rebuscada.
  • 4. Síntesis de dos o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su facultad de sugerencia.
Los poemas ultraicos constan, pues, de una serie de metáforas, cada una de las cuales tiene sugestividad propia y compendiza una visión inédita de algún fragmento de la vida. La desemejanza raigal que existe entre la poesía vigente y la nuestra es la que sigue: en la primera, el hallazgo lírico se magnifica, se agiganta y se desarrolla; en la segunda, se anota brevemente. ¡Y no creáis que tal procedimiento menoscabe la fuerza emocional!

En ese mismo artículo, terminó resumiendo:

La poesía lírica no ha hecho otra cosa hasta ahora que bambolearse entre la cacería de efectos auditivos o visuales, y el prurito de querer expresar la personalidad de su hacedor. El primero de ambos empeños atañe a la pintura o a la música, y el segundo se asienta en un error psicológico, ya que la personalidad, el yo, es sólo una ancha denominación colectiva que abarca la pluralidad de los estados de conciencia. Cualquier estado nuevo que se agregue a los otros llega a formar parte esencial del yo, y a expresarle: lo mismo lo individual que lo ajeno. Cualquier acontecimiento, cualquier percepción, cualquier idea, nos expresa con igual virtud; vale decir, puede añadirse a nosotros... Superando esa inútil terquedad en fijar verbalmente un yo vagabundo que se transforma en cada instante, el ultraísmo tiende a la meta primicial de toda poesía, esto es, a la transmutación de la realidad palpable del mundo en realidad interior y emocional.

Un año después Borges publicó en esa misma revista una antología de poemas ultraístas.

Años más tarde, Borges reprobaría, y hasta despreciaría, aquellos comienzos de su obra y todo lo relacionado con el ultraísmo. Su entusiasmo de una época, de unos años -de 1919 a 1922- pronto se trocó en desdén y aun en agresividad. Muy pronto llegó a considerar como pura futilidad la técnica del poema ultraísta: enfilamiento de percepciones sueltas, rosario de imágenes sensuales, plásticas y llamativas. La consecuencia fue que, sin perjuicio de haber inoculado el virus ultraísta a algunos jóvenes argentinos aprendices de poetas, muy pocos años después, Borges no vacilaría en calificar aquellos experimentos de "áridos poemas de la equivocada secta ultraísta".[5]​ De hecho, para 1966, Borges juzgaba el 'dogma de la metáfora' como falso, pues...

...basta un solo verso no metafórico para probar que la metáfora no es un elemento esencial, concluyendo en que el error del ultraísmo (...) fue el de no haber enriquecido, el de haber prohibido simplemente. Por ejemplo casi todos escribíamos sin signos de puntuación. Hubiera sido mucho más interesante inventar nuevos signos, es decir enriquecer la literatura (...) el ultraísmo fue una revolución que consistía en relegar la literatura a una sola figura, la metáfora...".[6]

Borges y los cuentos

Al igual que su coetáneo Vladimir Nabokov y el un poco más viejo James Joyce, Borges combinaba el interés por su tierra natal con intereses mucho más amplios. También compartía su multilingüismo y su gusto por jugar con el lenguaje, pero a diferencia de Nabokov y Joyce, quienes con el paso del tiempo se dieron a la creación de obras más extensas, Borges nunca escribió una novela. A quienes le reprocharon esa falta, Borges respondía que sus preferencias estaban con el cuento, que es un género esencial, y no con la novela que obliga al relleno.[7]​ De los autores que han intentado ambos géneros prefería, generalmente, sus cuentos. De Kafka, por ejemplo, él aseguraba que eran mejores sus narraciones breves que El proceso.[8]​ En el prólogo de Ficciones afirmó que era un "desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en 500 páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos".[9]

Borges y la política

Yo descreo de la política no de la ética. Nunca la política intervino en mi obra literaria, aunque no dudo que este tipo de creencias puedan engrandecer una obra. Vean, si no, a Whitman, que creyó en la democracia y así pudo escribir Leaves of Grass, o a Neruda, a quien el comunismo convirtió en un gran poeta épico… Yo nunca he pertenecido a ningún partido, ni soy el representante de ningún gobierno… Yo creo en el Individuo, descreo del Estado. Quizás yo no sea más que un pacífico y silencioso anarquista que sueña con la desaparición de los gobiernos. La idea de un máximo de Individuo y de un mínimo de Estado es lo que desearía hoy…[10]

El anarquismo aprendido del padre y alimentado en las conversaciones con Macedonio Fernández marcaría a Borges fundamentalmente para un rechazo de toda tiranía de carácter personalista. Durante toda su vida él trataría de rescatar, destacar y fomentar la individualidad por sobre los movimientos de masas. En particular en aquellos movimientos que, amparados en la figura de un líder carismático, se multiplicaban en las décadas de los treinta y cuarenta en la Argentina y el mundo. Borges, lejos de estar fuera de los acontecimientos de su época, interpretaba y criticaba muchos de ellos en el mismo momento en que sucedían. Así, en mayo de 1937, escribió en el número 32 de la revista Sur contra el racismo de los libros de texto de las escuelas alemanas:

"No sé si el mundo puede prescindir de la civilización alemana. Es bochornoso que la estén corrompiendo con enseñanzas de odio"[11]

En la misma revista, en 1939, escribió en su "Ensayo de imparcialidad": "[…] Es posible que una derrota alemana sea la ruina de Alemania; es indiscutible que su victoria sería la ruina y el envilecimiento del orbe. No me refiero al imaginario peligro de una aventura colonial sudamericana; pienso en los imitadores autóctonos, en los Uebermenschen caseros que el inexorable azar nos depararía. […] Espero que los años nos traerán la venturosa aniquilación de Adolf Hitler, hijo atroz de Versalles"[12]

Se debe destacar el carácter profético de la preocupación de Borges por la multiplicación de Uebermenschen nativos. Para Borges, tal profecía se vería realizada en la figura de Perón y su ascensión al poder. Cuando, en 1946, Perón toma efectivamente el poder, Borges, que trabajaba en una biblioteca pública, fue "ascendido" a inspector de gallinas y conejos en los mercados. Borges fue a la municipalidad para preguntar a qué se debía ese nombramiento. Él mismo cuenta la anécdota en su autobiografía:

"Mire —dije al empleado—, me parece un poco raro que de toda la gente que trabaja en la biblioteca me hayan elegido a mí para desempeñar ese cargo". "Bueno —contestó el empleado— usted fue partidario de los aliados durante la guerra. Entonces, ¿qué pretende? Esa afirmación era irrefutable, y al día siguiente presenté mi renuncia. Los amigos me apoyaron y organizaron una cena de desagravio. Preparé un discurso para la ocasión […] (Borges, 1999, p. 112)

El discurso, dada la timidez de Borges, fue leído por su amigo Pedro Henríquez Ureña el día 8 de agosto de 1946 y publicado en el número 142 de la revista Sur. En él, Borges afirmaba que "[…] las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez […]". Agregaba que combatir esas tristes monotonías "es uno de los muchos deberes del escritor".[13]

Borges combatió anacrónicamente la dictadura de Rosas y contemporáneamente el gobierno democrático de Perón. Pero cierta austeridad lo llevó a no hacer pública, no tornar algo común e inteligible para otros, su actitud. Tampoco se debe olvidar su falta de actualización política para reconocer y entender el carácter atroz de las nuevas dictaduras que, en las décadas de los sesenta y setenta, asolaron Latinoamérica. Fue frente a esas dictaduras que reforzó su incapacidad política y por lo que recibió las más duras críticas.[14]

Esta actuación consistió básicamente en declaraciones y demostraciones de consentimiento con las dictaduras en la Argentina y con Pinochet en Chile.

Archivo:Ratti-Videla-Sabato-Borges-Castellani.jpg
El presidente Jorge Videla, con Horacio Esteban Ratti, Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges y el padre Leonardo Castellani.

El 19 de mayo de 1976, Jorge Rafael Videla protagonizó un almuerzo con un grupo de intelectuales argentinos, entre los que se contaban Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Horacio Esteban Ratti y el padre Leonardo Castellani. Después de la comida, Borges declaró a la prensa:

"Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado las responsabilidades del gobierno. Yo nunca he sabido gobernar mi vida, menos podría gobernar un país".[15]

Siempre criticó la obra de los escritores politizados, entre a los que incluía a Pablo Neruda. Decía que su fama siempre era extra literaria. De la obra de Pablo Neruda, expresó una vez que lo mejor era "su parte política", dando a entender que incluso su poesía era de baja calidad.[16]​ Hoy en día la pertinencia de la crítica para con el comportamiento político del autor de Ficciones no fue superada ni, mucho menos, se muestra obsoleta.

El escritor Osvaldo Soriano, en un artículo dedicado a Borges, recuerda:

"Muchas veces, en París, evocamos a Borges. Cuando aparecía uno de sus últimos libros o alguna declaración terrible de apoyo a la dictadura. Cortázar sostenía (como todos los que lo admiramos)que había que juzgar al escritor genial por un lado, al hombre insensato por otro. Había que disociarlos para comprenderlos, ir contra todas las reglas de razonamiento para crear otra que nos permitiera amarlo y sentirlo como nuestro a pesar de él mismo.[17]

Según H. Martínez, en un artículo en donde trata de entender las actitudes de Borges frente a la política, la opción borgeana fue la de sustituir la política colocando a la ética en su lugar, una ética de corte individual, casi íntima, donde lo que importa es el compromiso personal con alguna convicción, más allá de sus efectos públicos. Los resultados de esta opción, en una persona pública, en un pensador de la talla de Borges, fueron desastrosos.[14]

En 1980 firmó una Solicitada por los desaparecidos en el diario Clarín. Borges dijo al respecto:

"Una tarde vinieron a casa las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo a contarme lo que pasaba. Algunas serían histriónicas, pero yo sentí que muchas venían llorando sinceramente porque uno siente la veracidad. Pobres mujeres tan desdichadas. Esto no quiere decir que sus hijos fueran invariablemente inocentes pero no importa. Todo acusado tiene derecho, al menos, a un fiscal para no hablar de un abogado defensor. Todo acusado tiene derecho a ser juzgado. Cuando me enteré de todo este asunto de los desaparecidos me sentí terriblemente mal. Me dijeron que un general había comentado que si entre cien personas secuestradas, cinco eran culpables, estaba justificada la matanza de las noventa y cinco restantes. ¡Debió ofrecerse él para ser secuestrado, torturado y muerto para probar esa teoría, para dar validez a su argumento!"

El día que Borges asistió a la sala donde se juzgaban a las Juntas Militares argentinas escribió una crónica para la agencia española EFE. Se tituló "Lunes, 22 de julio de 1985".

...He asistido, por primera y última vez, a un juicio oral. Un juicio oral a un hombre que había sufrido unos cuatro años de prisión, de azotes, de vejámenes y de cotidiana tortura. Yo esperaba oír quejas, denuestos y la indignación de la carne humana interminablemente sometida a ese milagro atroz que es el dolor físico. Ocurrió algo distinto. Ocurrió algo peor. El réprobo había entrado enteramente en la rutina de su infierno. Hablaba con simplicidad, casi con indiferencia, de la picana eléctrica, de la represión, de la logística, de los turnos, del calabozo, de las esposas y de los grillos. También de la capucha. No había odio en su voz.[18]
...¿Qué pensar de todo esto? Yo, personalmente, descreo del libre albedrío. Descreo de castigos y de premios. Descreo del infierno y del cielo...Sin embargo, no juzgar y no condenar el crimen sería fomentar la impunidad y convertirse, de algún modo, en su cómplice....Es de curiosa observación que los militares, que abolieron el Código Civil y prefirieron el secuestro, la tortura y la ejecución clandestina al ejercicio público de la ley, quieran acogerse ahora a los beneficios de esa antigualla y busquen buenos defensores. No menos admirable es que haya abogados que, desinteresadamente sin duda, se dediquen a resguardar de todo peligro a sus negadores de ayer.[19]

La Guerra de las Malvinas fue un conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido ocurrido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 por la soberanía sobre estos archipiélagos australes tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido. El saldo final de la guerra fue la reocupación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido y la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. En Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país y que había sucedido a otras juntas militares instauradas tras el golpe de Estado de 1976 y la restauración de la democracia como forma de gobierno. Por otro lado se sostiene que la victoria en el enfrentamiento permitió al gobierno conservador de Margaret Thatcher lograr la reelección en las elecciones del año 1983. En 1982 Borges condenó la invasión argentina de las Islas Malvinas, y valoró positivamente las consecuencias de la derrota:

"...si se hubiesen reconquistado las Malvinas, posiblemente los militares se hubiesen perpetuado en el poder y tendríamos un régimen de aniversarios, de estatuas ecuestres, de falta de libertad total. Además, yo creo que la guerra se hizo para eso, ¿no?"

Al respecto, dijo Julian Barnes: "Durante la guerra de Malvinas, (Borges) nos recordó que la obligación del escritor es decir la verdad más allá de la popularidad. Es lo que hizo con su comentario, brillante y sagaz, de que la guerra no era más que 'dos pelados peleándose por un peine'".[20]

Aparte de ese comentario, Borges logró sintetizar lo absurdo de los nacionalismos y de las guerras en su poema "Juan López y John Ward".[21]

"Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países,
cada uno provisto de lealtades,
de queridas memorias,
de un pasado sin duda heroico,
de derechos,
de agravios,
de una mitología peculiar,
de próceres de bronce,
de aniversarios,
de demagogos y de símbolos.
Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil;
Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown.
Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad,
que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara,
en unas islas demasiado famosas,
y cada uno de los dos fue Caín,
y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos.
La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender."[21]

Borges y la filosofía

Borges mantuvo una relación sumamente original con la filosofía. Prueba de ello son las incontables menciones filosóficas presentes en su obra ensayística y literaria, así como también su influencia sobre importantes filósofos y pensadores contemporáneos, como Michel Foucault, Ilya Prigogine, Richard Rorty, Umberto Eco y Fernando Savater. Sin ser propiamente filósofo, Borges era no obstante un ávido lector de filosofía. Uno de los elementos originales de su abordaje es que en sus textos las ideas filosóficas aparecen en de forma tal que producen en los lectores su vivencia antes que su conceptualización. Borges rescata ciertas ideas y las representa en clave literaria, destacando lo que éstas tienen de vívido y de maravilloso, apelando a la intuición del lector antes que a su captación conceptual o argumentativa. Las ideas así presentadas son comprendidas en toda su fuerza expresiva. Para generar este efecto, uno de sus procedimientos consiste en asumir las premisas propias de un determinado sistema filosófico y recrear el universo tal como sus partidarios lo perciben. Por ejemplo, en su cuento Tlön, Uqbar, Orbis, Tertius,[22]​ Borges ilustra el idealismo filosófico al presentarnos un mundo —Tlön— en el que todos sus habitantes conciben lo real como un producto de la mente. Según Nicolás Zavadivker,[23]​ Borges no nos habla en esa historia sobre el idealismo, sino que nos presenta directamente un mundo construido según las premisas idealistas. De esta forma genera una comprensión de estas ideas desde dentro del propio sistema, desde sus posibilidades y sus límites. Desliza, por ejemplo, que no existen los sustantivos en las lenguas de Tlön, por la sencilla razón de que sus habitantes no creen que haya cosas a las que éstos puedan referirse, como afirma el idealismo. Borges ilustra magistralmente los alcances de esta ausencia traduciendo la frase «surgió la luna sobre el río» por la tlöniana «hacia arriba detrás duradero-fluir luneció».

Este rescate de Borges de las consecuencias más maravillosas de las perspectivas filosóficas que trata se vincula a su explícita opción por la belleza antes que por la verdad. Así, Borges afirma encontrar en su obra una tendencia consistente en «estimar las ideas religiosas o filosóficas por su valor estético y aún por lo que encierran de singular y de maravilloso».[24]​ Su esteticismo posiblemente sea una de las claves de la aparente adscripción de Borges hacia filosofías contradictorias, lo que generó discusiones en torno de su propia posición filosófica. También en varias ocasiones destacó su escepticismo con respecto a las posibilidades de la filosofía: «No hay ejercicio intelectual que no sea finalmente inútil. Una doctrina filosófica es al principio una descripción verosímil del universo; giran los años y es un mero capítulo -cuando no un párrafo o un nombre- de la historia de la filosofía».[25]​ Según Zavadivker, su esteticismo y su descreimiento en las posibilidades de la filosofía para explicar el mundo lo llevó a asumir y hasta festejar la pluralidad de perspectivas con que los hombres han interpretado el mundo, sin necesidad de definirse por alguna de ellas.

Borges y la religión

Durante toda su vida, Borges no profesó religión alguna y se declaró agnóstico.[26]​ Sin embargo, por expreso pedido de su madre -católica devota- Borges rezaba un Ave María antes de irse a dormir,[27]​ y en su lecho de muerte recibió la asistencia de un sacerdote católico.[28]​ En 1978, en una entrevista del periodista peruano César Hildebrandt, Borges afirma tener la certeza de que Dios no existe.[29]

Borges, ciencia e internet

Con el pasar del tiempo se ha ido haciendo cada vez más difícil ser un lector de Borges «en el sentido ingenuo de la palabra».[30]​ Todos creen encontrar en cada frase, y aún en cada palabra de sus cuentos, los más sofísticados e intrincados mensajes y sub-mensajes, los que son objeto de novedosas interpretaciones y contra-interpertaciones. Es interesante observar que entre las ideas que sirven de fundamento para las fantasías de Borges, junto a las doctrinas filosóficas, o pseudo-filosóficas, se encuentran también alusiones a ciertas ideas científicas. Éstas últimas han entusiasmado enormemente algunos críticos que han querido encontrar en ellas significativas antelaciones científicas, atribuyéndole así a Borges un profundo entendimiento en la materia. Este entusiasmo ha sido avivado por muchas referencias en textos de popularización científica, para los cuales los cuentos de Borges ofrecen buenas y asequibles ilustraciones de ideas que de otra manera pueden parecer extremadamente abstractas e incomprensibles para el público no especializado.[31][32][33]

En numerosos textos científicos y de divulgación científica se citan cuentos de Borges.[34]​ Así, se menciona a "La biblioteca de Babel"[35]​ para ilustrar las paradojas de los conjuntos infinitos,[36]​ y la geometría fractal[37]​ referencias a la taxonomía fantástica del doctor Franz Kuhn, en "El idioma analítico de John Wilkins" (un favorito de neurocientíficos y lingüistas),[38]​ invocaciones a "Funes el memorioso" para presentar sistemas de numeración,[39]​ y hasta una cita de "El libro de arena" en un artículo sobre la segregación de mezclas granulares.[40]​ En todos estos casos, las citas a cuentos de Borges no son más que ejemplos metafóricos que dan brillo a la prosa opaca de las explicaciones técnicas. Sin embargo, una notable excepción la constituye "El Jardín de senderos que se bifurcan", donde Borges propone sin saberlo (no podría haberlo sabido) una solución a un problema de la física cuántica todavía no resuelto.[41]​ "El jardín", publicado en 1941, se anticipa de manera prácticamente literal a la tesis doctoral de Hugh Everett III publicada en 1957 con el título Relative State Formulation of Quantum Mechanics,[42]​ y que Bryce DeWitt habría de popularizar como "La interpretación de los muchos mundos de la mecánica cuántica".[43]​ El físico Alberto Rojo ha analizado esa sorprendente correspondencia y ha concluido que el parecido entre los textos de Borges y de Everett III muestra de qué manera extraordinaria la mente de Borges estaba inmersa en el entramado cultural del Siglo XX, en esa complejísima red cuyos secretos componentes se ramifican más allá de los límites clasificatorios de cada disciplina. La estructura de ficción razonada de los cuentos de Borges, que a veces parecen teoremas con hipótesis fantásticas, es capaz de destilar ideas en proceso de gestación que antes de convertirse en teorías hacen escala en la literatura. Y así como las ideas de Everett y DeWitt pueden leerse como ciencia ficción; en "El Jardín de los senderos que se bifurcan", la ficción puede leerse como ciencia.[41]

Por otro lado, un número creciente de comentaristas contemporáneos —ya se trate de profesores de literatura o de críticos culturales como Umberto Eco— concluye que, por más extraordinario y bizarro que parezca, Borges prefiguró la World Wide Web. En un libro reciente, Borges 2.0: From Text to Virtual Worlds (Borges 2.0: del texto a los mundos virtuales), Perla Sassón-Henry explora las relaciones entre la Internet descentralizada de YouTube, los blogs y Wikipedia y los cuentos de Borges, que "hacen del lector un participante activo".[44][45]​ Un grupo de relatos de Borges —entre ellos Funes, el memorioso, La biblioteca de Babel y Tlön, Uqbar, Orbis Tertius— se publicó en los Estados Unidos bajo el título de Labyrinths a principios de la década de 1960. Con sus bibliotecas infinitas y hombres que no olvidan, enciclopedias y mundos virtuales que se conjuran desde la página impresa, así como portales que abarcan todo el planeta, estos relatos (junto con algunos otros como "El Aleph") pasaron a constituir según muchos críticos las claves de la intersección entre la nueva tecnología y la literatura. Un ejemplo es la idea de una "biblioteca total" que aparece en 1941 y que anunciaría la capacidad de Internet. Sassón-Henry, profesora asociada del Departamento de Estudios del Lenguaje de la Academia Naval de los Estados Unidos, describe a Borges como alguien "del Viejo Mundo pero con una visión futurista". New Directions, la editorial que publicó Labyrinths, reeditó la antología en mayo de 2008 por primera vez en más de cuarenta años. En un indicio de cómo cambian los tiempos, la primera edición de Laberynth estaba prologada por André Maurois, de la Academia Francesa de la Lengua; la edición actual, en cambio, comprende una introducción de William Gibson, el escritor ciberpunk.

Del mundo creado por Borges en su cuento sobre Tlön, Uqbar, Orbis Tertius a la configuración de la Wikipedia y su funcionamiento en el medio digital hay sólo un paso lleno de referencias cruzadas. La lectura del relato de Borges desde esta perspectiva nos hace también replantearnos el estatus de realidad de la imagen del mundo que crea la Wikipedia como trabajo anónimo colaborativo, que es lo que se plantea Borges.

Tlön es, en su papel central del relato, una enciclopedia:

"Ahora tenía en las manos un vasto fragmento metódico de la historia total de un planeta desconocido, con sus arquitecturas y sus barajas, con el pavor de sus mitologías y el rumor de sus lenguas, con sus emperadores y sus mares, con sus minerales y sus pájaros y sus peces, con su álgebra y su fuego, con su controversia teológica y metafísica. Todo ello articulado, coherente, sin visible propósito doctrinal o tono paródico."[46]

Wikipedia, un proyecto nacido en el año 2001, cuyo lema es «La enciclopedia libre que todos podemos editar», y, según palabras de su cofundador Jimmy Wales, el proyecto constituye «un esfuerzo para crear y distribuir una enciclopedia libre, de la más alta calidad posible, a cada persona del planeta, en su idioma», para lograr «un mundo en el que cada persona del planeta tenga acceso libre a la suma de todo el saber de la humanidad».[47]​ Con respecto a la autoría, las semejanzas también son notables:

"En los hábitos literarios también es todopoderosa la idea de un sujeto único. Es raro que los libros estén firmados. No existe el concepto de plagio: se ha establecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y es anónimo."[48]

Wikipedia, por su parte, es esencialmente un wiki —un sitio web el cual permite la autoría pública general y edición de cualquier página—. De hecho, una política esencial de wikipedia es que es de contenido abierto: "El texto y material de contenido abierto se encuentra licenciado por el dueño del copyright, al público general, permitiendo a todos la redistribución y alteración del texto sin ningún cargo y garantizando que nadie puede restringir el acceso a versiones modificadas del contenido."

Un autor múltiple y anónimo tanto en Tlön como en la Wikipedia, en realidad construye el conocimiento del mundo, sea éste una invención o no: en Tlön, siguiendo unas directrices filosóficas idealistas; en Wikipedia, siguiendo unas normas de universalidad del conocimiento y respeto democrático a las ideas, y prohibida la aportación original, se exige describir conocimientos y teorías respaldadas y popularmente aceptadas.[49]

Ahora muchos piensan que “el contacto y el hábito de Tlön han desintegrado este mundo”[50]​ y quizás es tan cierto como que ha construido otro, rizomático y laberíntico: Tlön significa mapa en islandés, y Tlön es verdaderamente mapa enciclopédico de un laberinto originado en Uqbar (que significa desviándose del camino), laberinto que crece y se bifurca constantemente, cuyos objetos ideales o hrönir (que significa en islandés pilas de materia que cambian por la acción externa) varían y se suceden en la tecnología wiki (en hawaiano, con rapidez), formando un Tlön informático, depósito dinámico de la memoria colectiva humana mediante el consenso de unos wikipedistas. Como al Borges del relato, “si nuestras previsiones no erran, de aquí a cien años alguien descubrirá los cien tomos de la Segunda Enciclopedia de Tlón.”[50]​ Claro está que, debido a su soporte informático, esa espera es innecesaria. Wikipedia se está reescribiendo ya, en este instante, constantemente.[51]

Discípulos contemporáneos

Si bien Borges no ha tenido "discípulos" directos —pues ello supondría una estética y una escuela previsibles de las que él mismo descreía— hay autores contemporáneos que, de acuerdo con sus críticos, han recibido su influencia de modo directo. El hecho de que hubieran conocido a Borges personalmente y hayan leído su obra en español, puede haber influido en las obras de Ricardo Piglia,[52]César Aira, Roberto Bolaño, Carlos Fuentes, Orhan Pamuk, Paul Auster, Daniel Herrendorf, Salman Rushdie y Umberto Eco, por no mencionar a algunos de los obvios (que además lo han reconocido): Ernesto Sabato, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, Julio Ramón Ribeyro, entre otros. También es destacable la influencia que la obra de Borges tuvo en diversos pensadores contemporáneos de otras latitudes, como es el caso de Gilles Deleuze o Michel Foucault.

Las amistades de Borges

Uno de los amigos íntimos de Borges: Adolfo Bioy Casares. La fotografía fue tomada en 1968.

Borges tuvo dos amigos íntimos durante la mayor parte de su vida: los escritores Adolfo Bioy Casares y Manuel Peyrou. A Bioy Casares lo conoció en la casa de, su también amiga, Victoria Ocampo, a Peyrou se lo presentaron en un bar alemán de la calle Corrientes cerca de Pueyrredón, en la década de 1920. La relación de amistad con cada uno de ellos fue profundamente diferente. Con Bioy se trataba de una amistad "a la inglesa", que excluía las confidencias; la que mantuvo con el segundo, en cambio, incluyó las confesiones más íntimas y personales. Cuando Borges necesitó la ayuda de un psiquiatra —así lo reveló Estela Canto—, fue Peyrou quien se lo recomendó. Tras la muerte de su amigo en 1974, Borges escribió un poema que lleva por título «Manuel Peyrou» y que publicó luego en Historia de la noche: «Suyo fue el ejercicio generoso / de la amistad genial. Era el hermano / a quien podemos, en la hora adversa, / confiarle todo o, sin decirle nada, / dejarle adivinar lo que no quiere / confesar el orgullo (...)».

Aparte de estos amigos muy cercanos —y de Silvina Ocampo, la mujer de Bioy,— que lo fueron desde el principio de la década de los treinta hasta el fin, otros que giraron en la órbita de ese grupo —en distintas épocas y por diversos espacios de tiempo— fueron Carlos Mastronardi, Emma Risso Platero, Francisco Luis Bernárdez, Xul Solar, Enrique Amorín, Ricardo Güiraldes, Oliverio Girondo, Norah Lange, Elvira de Alvear, Ulises Petit de Murat, Santiago Dabove, Julio César Dabove, Gloria Alcorta, Estela Canto, María Esther Vázquez y Néstor Ibarra. Macedonio Fernández no fue estrictamente amigo sino una especie de mentor de Borges, y únicamente durante unos años, hasta que se distanciaron por razones políticas. Curiosamente, Fernández se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1897, junto a los padres de Borges y Peyrou.[53]

Maurice Abramowicz, es un abogado, escritor y poeta de origen judío-polaco. Borges lo conoció en Ginebra en 1914, mientras estudiaba en el Collège Calvin. Dos años menor que Borges, lo inició en la lectura de Rimbaud y mantuvo correspondencia con él sobre temas literarios. En algunos relatos Borges le atribuye comentarios o le dedica páginas. José Bianco (1908-1986) fue un escritor y traductor argentino. Publicó, entre otras obras, La pequeña Gyaros (cuentos, 1932), Sombras suele vestir (1941) y Las ratas (novela, 1941). Realizó excelentes traducciones, como Otra vuelta de tuerca, La lección del maestro, La muerte del león y Hermosas imágenes. Borges, fue su amigo personal y prologó diversas obras suyas y publicó, en 1944, una reseña de la novela Las ratas en la prestigiosa revista Sur. Susana Bombal fue una escritora argentina. Su amigo Borges, prologó su libro Tres Domingos (1957) en donde expresa que "El método narrativo es el de Virginia Woolf; no recibimos los hechos directamente sino su reflejo en una conciencia y la pasión o el pensamiento con los datos sensibles". En 1969 obtuvo el Premio Municipal de Teatro Leído (Green wings, una versión anterior de esta obra, escrita en inglés, había sido publicada por la editorial Losange en 1959). El cuadro de Anneke Loos (cuentos, 1963) fue premiado por la Sociedad Argentina de Escritores con la Faja de Honor. Borges publicó en 1971 El arte de Susana Bombal, un ensayo sobre su obra aparecido en el diario La Nación.

Las mujeres y el sexo en la vida y en la obra de Borges

Borges y un grupo de admiradoras.

El papel de las mujeres en la vida y en la obra de Borges ha hecho correr ríos de tinta. Con respecto a su madre, por ejemplo, el hispanista escocés Edwin Williamson le atribuye una importancia fundamental en su biografía sobre Borges.[54][55]​ Esa cualidad de «madre opresora» fue desmentida por el propio Borges, que reconoció siempre la autoridad de su padre, y quien a diferencia de la «ignorante familia de su madre» (según el mismo afirmó) le heredó un «mundo intelectualmente más complejo», el idioma inglés y su biblioteca, el hecho más importante de su vida según su famosa confesión. Para Emir Rodríguez Monegal, por ejemplo, el papel de «Madre» en la vida de Borges era menor: «la parte que Madre juega en el mito personal de Borges: está siempre allí, siempre mencionada con cortesía, pero siempre mantenida (de manera muy sutil) en una posición subordinada.» Prácticamente todos los biógrafos coinciden en esta interpretación de la menor importancia relativa de Leonor Acevedo en la vida de su hijo, excepto Estela Canto que fue víctima de su desdén.

Los pormenores de su estancia en Ginebra y España durante la adolescencia, en donde no sólo tuvo su primera y según todos su biógrafos traumática experiencia sexual, sino que conoció a su primer amor, Emilie, y encontró una nueva literatura y nuevos amigos con quien compartirla. La sorprendente y detectivesca “evidencia” del gran amor de Borges —cuya identidad ha sido siempre motivo de especulación— en la tan aparentemente tangencial Norah Lange. A ella, por ejemplo, según Williamson, estarían dedicados los Two English Poems y, desde luego, Historia universal de la infamia. La profunda huella que le habría dejado su rechazo, la supuesta rivalidad con el estentóreo Olverio Girondo por los favores de Norah. Así, varias mujeres han gravitado en la vida de Borges: Emilie, Concepción Guerrero, Norah Lange, Estela Canto, Elsa Astete, María Kodama, a las cuales habría que agregar aquellas a las que les habría insinuado su simpatía sin éxito: Ema Risso Platero, Marta Mosquera Eastman, Cecilia Ingenieros, Wally Zenner, Sara Diehl, Beatriz Bibiloni, Delia Ingenieros, María Esther Vázquez, Luisa Mercedes Levinson, Esther Zemborain…

El sexo y las mujeres son dos componentes problemáticos de la ficción de Borges: la ausencia de estos dos elementos, que parece tan casual, realmente destaca la extrañeza de su exclusión.[56]​ Por ejemplo, las escenas de actos sexuales se hallan casi totalmente ausentes en los escritos borgeanos (el encuentro sexual de Emma Zunz con un marinero anónimo es la excepción más notable) y aun la más velada sugerencia de actividades eróticas se hallan limitadas a unos pocos relatos. Tan escaso como lo anterior en la obra de Borges son los personajes femeninos que tengan un papel central en la narración o que posean una personalidad independiente. En general prima su ausencia o una presencia meramente decorativa.[57]​ El mundo ficticio creado por Borges es un lugar donde las mujeres, si es que aparecen, parecen existir como objetos secundarios con el propósito de proveer a los hombres de una oportunidad para el sexo. El sexo y las mujeres se utilizan principalmente como piezas de negociación en la relación entre hombres, nunca para la procreación o el placer. El sexo en la ficción de Borges, no es más que una táctica, una estrategia, que otorga significado y dinamismo a la interacción entre hombres.[56][58][59]

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Borges en 1978.

Premios, distinciones y homenajes

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Moneda de 2 pesos argentinos conmemorativa del centenario del nacimiento de Jorge Luis Borges, año 1999. El rostro del escritor grabado de un lado, el laberinto que pobló su obra, del otro.

Recibió importantes premios y distinciones de diversas universidades y gobiernos de diversos países. En 1961 compartió con Samuel Beckett el Premio Formentor otorgado por el Congreso Internacional de Editores, y que fue el comienzo de su reputación en todo el mundo occidental. Recibirá luego el título de Commendatore por el gobierno italiano, el de Comandante de la Orden de las Letras y Artes por el gobierno francés, la Insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico y el Premio Cervantes, entre otros galardones y títulos. Su obra fue traducida a más de veinticinco idiomas y llevada al cine y a la televisión.[60]

En 1999 el gobierno argentino emitió una serie de monedas conmemorativas por el centenario del nacimiento de Borges. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organiza visitas guiadas gratuitas sobre puntos de la ciudad que tuvieron que ver con Borges[61]​ y un tramo de la Calle Serrano, del barrio de Palermo, fue renombrado como Jorge Luis Borges en honor al escritor. De modo similar, una banca del jardín zoológico de Buenos Aires conmemora al escritor con un panel, que refiere que era en esa banca que Borges se sentaba para mirar a los tigres, por los que sentía fascinación. A continuación se presenta un listado cronológico de los diversos premios, distinciones y homenajes recibidos por Borges durante su vida.

  • 1929. Da a conocer su tercer libro de poemas, Cuaderno San Martín, con el que gana el segundo Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires.
  • 1944. Su obra Ficciones recibe de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) el Gran Premio de Honor.
  • 1955. Borges es elegido miembro de la Academia Argentina de Letras.
  • 1956. Es nombrado catedrático titular en la Universidad de Buenos Aires y recibe un doctorado honoris causa de la Universidad de Cuyo.
  • 1961. Comparte con Samuel Beckett el Premio Internacional de Literatura (10 mil dólares), otorgado por el Congreso Internacional de Editores en Formentor, Mallorca. Es condecorado por el presidente de Italia, Giovanni Gronchi, con la Orden de Commendatore.
  • 1962. Recibe en Buenos Aires el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes. Recibe la insignia de Commandeur de l'Ordre des Lettres et des Arts del gobierno de Francia.
  • 1963. En diciembre es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de los Andes, en Colombia.
  • 1964. El gobierno peruano le otorga la Orden del Sol en el grado de Comendador. La revista francesa L'Herne le dedica un número especial monográfico de homenaje, con numerosas colaboraciones nacionales y extranjeras.
  • 1965. Recibe en Gran Bretaña la insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico, donde se le otorga el título de Sir. Recibe la medalla de oro del IX Premio de Poesía de la ciudad de Florencia.
  • 1966. La comuna de Milán le entrega el Premio Internacional Madonnina. La Fundación Ingram Merril de Nueva York le concede su premio literario (5 mil dólares).
  • 1968. Es nombrado miembro de la Academia de Artes y Ciencias de los Estados Unidos. Recibe del gobierno de Italia las insignias de Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana.
  • 1970. La Fundación Bienal de San Pablo (Brasil) le otorga el Premio Interamericano de Literatura 'Matarazzo Sobrinho' (25 mil dólares), el más importante del país, durante el Primer Seminario de Literatura de las Américas. Se lo nombra miembro de la 'The Hispanic Society of America', Nueva York.
  • 1971. Viaja a Estados Unidos para recibir los nombramientos de la American Academy of Art and Letter de Nueva York y del Instituto de Artes y Letras de Estados Unidos (INAL) como miembro honorario de ambas instituciones. En Israel recibe el Premio de Jerusalén (2 mil dólares). Es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Columbia, Nueva York. En abril viaja a Londres, invitado por el Instituto de Arte Contemporáneo que lo incorpora como miembro de su cuerpo docente. La Universidad de Oxford le confiere el título de doctor honoris causa como Doctor en Letras.
  • 1972. Viaja a Estados Unidos para recibir el doctorado honoris causa en Humanidades por la Universidad de East Lansing, Michigan. En septiembre se lo nombra miembro del Museo Judío de Buenos Aires.
  • 1973. La Municipalidad de Buenos Aires lo declara ciudadano ilustre. Viaja junto con Claude Hornos de Acevedo a España y México, donde recibe el Premio Internacional Alfonso Reyes.
  • 1974. En Milán, Franco María Ricci publica el cuento El congreso en una edición lujosísima con letras de oro.
  • 1976. Recibe el título de doctor honoris causa de la Universidad de Cincinnati. El gobierno chileno lo condecora con la Gran Cruz de la Orden al Mérito Bernardo O´Higgins. Viaja a Chile, donde recibe el título de doctor honoris causa por la Universidad de Santiago.
  • 1977. Recibe el título de doctor honoris causa por la Universidad de La Sorbona. Le otorga el mismo título la Universidad de Tucumán.
  • 1978. Es declarado ciudadano meritorio de Bogotá.
  • 1979. La Academia Francesa lo distingue con una medalla de oro. Recibe la Orden al Mérito de la República Federal Alemana y la Cruz Islandesa del Halcón en el grado de Comendador con estrella. Se le hace un homenaje nacional en el Teatro Cervantes, con motivo de cumplir los ochenta años.
  • 1980. Recibe el Gran Premio de la Academia Real Española, el Miguel de Cervantes (5 millones de pesetas), otorgado por el Ministerio de Cultura de España. Lo comparte con el poeta español Gerardo Diego. Recibe en París el premio Cino del Duca (200 mil francos). Sandro Pertini, presidente de Italia, le entrega el Premio Balzan (140 mil dólares).
  • 1981. Viaja a Estados Unidos, Puerto Rico y México, donde recibe el premio Hollín Yoliztli (70 mil dólares).
  • 1983. En su última visita a España, recibe la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. En París, el presidente Miterrand le hace entrega de la Legión de Honor. Recoge en Estados Unidos el premio de la Fundación Ingersoll (15 mil dólares).
  • 1984. En Sicilia recibe una rosa de oro como homenaje y símbolo de la sabiduría. Vuelve a Estados Unidos, donde el editor italiano Ricci le entrega 84 libras esterlinas de oro, una por cada año de vida. Vuelve a Italia, recibe de manos del presidente Pertini la Gran Cruz de la Orden al Mérito. Va a Marruecos y a Lisboa, donde es condecorado.

A pesar de su enorme prestigio intelectual y el reconocimiento universal que ha merecido su obra, no fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura, no obstante haber sido nominado por muchos años consecutivos. Se especula que fue excluido de la posibilidad de obtenerlo por haber aceptado un premio otorgado por el gobierno militar de Augusto Pinochet.[62][63]

Obra

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Si bien la poesía fue uno de los fundamentos del quehacer literario de Borges, el ensayo y la narrativa fueron los géneros que le reportaron el reconocimiento universal. Dotado de una vasta cultura, elaboró una obra de gran solidez intelectual sobre el andamiaje de una prosa precisa y austera, a través de la cual manifestó un irónico distanciamiento de las cosas y su delicado lirismo. Sus estructuras narrativas alteran las formas convencionales del tiempo y del espacio para crear mundos alternativos de gran contenido simbólico, construidos a partir de reflejos, inversiones y paralelismos. Los relatos de Borges toman la forma de acertijos, o de potentes metáforas de trasfondo metafísico. Borges, además, escribió guiones de cine y una considerable cantidad de crítica literaria y prólogos. Editó numerosas antologías y fue un prominente traductor de inglés, francés y alemán (también tradujo obras del anglosajón[64]​ y del escandinavo antiguo)[65]​ Su ceguera influyó enormemente en su escritura posterior. Entre sus intereses intelectuales destacan la mitología, la matemática, la teología, la filosofía y, como integración de éstas, el sentido borgiano de la literatura como recreación — todos estos temas son tratados unas veces como juego y otras con la mayor seriedad. Borges vivió la mayor parte del siglo XX, por lo que vivió el período modernista de la cultura y la literatura, especialmente el simbolismo. Su ficción es profundamente erudita y siempre concisa.[66]

Borges junto a Ben Molar.

Desde una perspectiva más histórica, la obra de Borges puede dividirse en períodos. Una primera etapa inicial, vanguardista, acotada entre los años 1923 y 1930. Este período está caracterizado por la importancia fundamental del poema, el verso libre y la proliferación metafórica (sobre todo la proveniente de Lugones), la apelación a un neobarroco de raigambre española (Quevedo, en primer término) y cierto nacionalismo literario, que llega a proclamar la independencia idiomática de Argentina, en textos luego repudiados por el propio autor. A este período pertenecen los poemarios Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente y Cuaderno San Martín, así como los ensayos de Inquisiciones, El tamaño de mi esperanza, El idioma de los argentinos y Evaristo Carriego. A partir de 1930 la obra de Borges, durante unos treinta años, se inclinará a la prosa y surgirá una doble vertiente de su tarea: el ensayo breve, normalmente de lecturas literarias, y la llamada "ficción", que no es estrictamente un cuento, aunque su trámite sea narrativo y su convención de lectura sea la ficcional. En ella aparecen, a menudo, escritores y libros apócrifos como Pierre Ménard y su Quijote, o Herbert Quain. Apelando a citas deliberadamente erróneas en sus meditaciones sobre la tradición literaria, Borges definía la tarea del escritor como esencialmente falsificadora y desdibujaba toda pretensión de originalidad y creación. La literatura era, según su concepción, la infinita lectura de unos textos que surgen de otros y remite a un texto original, perdido, inexistente o tachado. En otro sentido, la obra ficcional borgiana se inclinó a temas recurrentes, como son lo fantasmal de la vida, el combate singular como reconocimiento del otro en el acto de darle muerte, el espejo como cifra de las apariencias mundanas, la lejanía y la desdicha vinculadas con la relación amorosa, o la busca del nombre de los nombres, el prohibido nombre de Dios, donde se realicen las fantasías de perfecta adecuación entre las palabras y las cosas. Estéticamente, en este segundo período de su obra, Borges efectuó una crítica radical a sus años de vanguardista. Se replegó hacia una actitud estética de apariencia neoclásica, aunque en él pervivieran los tópicos del infinito y de lo inefable, recogidos en sus juveniles frecuentaciones de Schopenhauer y de los poetas románticos alemanes. El afán de tersura en la expresión, la relectura de los clásicos y su cita constante, la concisión que exigen los géneros breves, son todos gestos de su neoclasicismo en el que la razón intenta ordenar, jerarquizar y clarificar hasta los límites admisibles de su poder sobre el lenguaje, siempre resbaladizo, engañoso y ambiguo. Borges en esta etapa vuelve sobre algunos episodios costumbristas de ambiente campesino o suburbial, que había tratado en su juventud, como el duelo a cuchillo, para repasarlos en un contexto de mitología universal. Así, sus gauchos y compadritos de las orillas se entreveran con los héroes homéricos, los teólogos medievales y los piratas del mar de la China. No son ya el motivo de una exaltación peculiarista ni se los encara como emblemas de un universo cultural castizo y cerrado, sino que se los relativiza en un marco de ambiciones eclécticas y cosmopolitas. A este período, prescindiendo de antologías y reelaboraciones, pertenecen los ensayos de Discusión (1932), Historia de la eternidad (1936) y Otras Inquisiciones (1952); los relatos de Historia universal de la infamia (1935), de Ficciones (1944) y El Aleph (1949), y un buen número de obras en colaboración con Bioy Casares (Seis problemas para don Isidro Parodi, 1942; Dos fantasías memorables, 1946; Un modelo para la muerte, 1946, y los guiones cinematográficos Los Orilleros y El paraíso de los creyentes, 1955, con Delia Ingenieros (Antiguas literaturas germánicas, 1951), con Betina Edelberg (Leopoldo Lugones, 1955) y con Margarita Guerrero (El Martín Fierro, 1953 y Manual de zoología fantástica, 1957).[67]

La mayoría de sus historias más populares abunda en la naturaleza del tiempo, el infinito, los espejos, laberintos, la realidad y la identidad; mientras otras se centran en temas fantásticos. El mismo Borges cuenta historias más o menos reales de la vida sudamericana; historias de héroes populares, soldados, gauchos, detectives y figuras históricas, mezclando la realidad con la fantasía y los hechos con la ficción.[67]

Con un manejo inusual de las palabras, la obra borgiana impulsó una renovación del lenguaje narrativo, resaltando la índole ficticia del texto y amalgamando fuentes y culturas de índole diversa (europeas y orientales, vanguardistas y clásicas) a través de la parodia y la ironía. Sus textos surgen de otros textos previos, y suponen una estrecha familiaridad con ellos. Las tramas se superponen a otras tramas, cada párrafo es la variación de otra escritura o lectura previas. Es difícil no descubrir algunas de sus claves; es casi imposible descifrarlas todas. Su escritura rescata ideas y preguntas que atraviesan el pensamiento occidental desde sus remotos orígenes y las reformula, legándolas a la posteridad. No intenta seriamente solucionar las contradicciones; prefiere resaltarlas, reordenándolas en paradojas, a las que envuelve una y otra vez con diferente ropaje.[67]

En sus páginas más características, propone un contexto lúdico y desafía al lector a resolver un enigma. Como en un buen laberinto policial, exhibe todas las pistas necesarias para deducir las respuestas; entre esas pistas se destaca su propia biblioteca clasificada y comentada. Hay una solución obvia que satisface al detective chapucero, pero la verdadera clave está reservada para el héroe. Cuál es el enigma y quién es en realidad ese héroe son también parte del misterio. Abunda en referencias inexistentes disimuladas entre un fárrago de citas eruditas. Hay frases copiadas traviesamente de obras ajenas, guiños al iniciado, a sus amistades y a sí mismo. Sus mejores cuentos acumulan múltiples significados, ordenados en capas que se tornan alternativamente transparentes u opacas según el punto de vista. El lector vislumbra un reflejo aquí y otro allá, de acuerdo a su experiencia y a sus circunstancias; la comprensión completa, sin embargo, nos está vedada. El único privilegiado es el tramoyista, el que visualiza el universo cifrado, el que urdió la trama, ubicado en el centro del laberinto, reflejado y multiplicado en sus propias palabras: el mismísimo Jorge Luis Borges.[68]

Como afirmó Octavio Paz, Borges ofreció dádivas sacrificiales a dos deidades normalmente contrapuestas: la sencillez y lo extraordinario. En muchos textos Borges logró un maravilloso equilibrio entre ambas: lo natural que nos resulta raro y lo extraño que nos es familiar. Tal proeza determinó el lugar excepcional de Borges en la literatura.[69]​ En ese mismo sentido, Fritz Rufolf Fries sostuvo que Borges consiguió formar su propia identidad en el espejo de los autores que él interrogaba, mostrándonos lo insólito de lo ya conocido.[70]

Traducciones

A la edad de 11 años, tradujo a Oscar Wilde.[71]​ Borges creía que la traducción podía superar al original y que la alternativa y potencialmente contradictoria revisión del original podía ser igualmente válida, más aún, que el original o la traducción literal no tenía porqué ser fiel a la traducción. A lo largo de su vida, tradujo, modificando sutilmente, el trabajo de, entre otros, Edgar Allan Poe, Franz Kafka, James Joyce, Hermann Hesse, Rudyard Kipling, Herman Melville, André Gide, William Faulkner, Walt Whitman, Virginia Woolf, Henri Michaux, Jack London, Gustav Meyrink, Novalis, Marcel Schwob, George Bernard Shaw, May Sinclair, Jonathan Swift, H. G. Wells y G. K. Chesterton.

Cuentos

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Borges en 1978.
El espantoso redentor Lazarus Morell.
El impostor inverosímil Tom Castro.
La viuda Ching, pirata puntual.
El proveedor de iniquidades Monk Eastman.
El asesino desinteresado Bill Harrigan.
El incivil maestro de ceremonias Kotsuké no Suké.
El tintorero enmascarado Hákim de Merv.
Hombre de la esquina rosada.
Un teólogo en la muerte.
La cámara de las estatuas.
Del Libro de las 1001 Noches, noche 272.
Historia de los dos que soñaron.
Del Libro de las 1001 Noches, noche 351.
El brujo postergado.
El espejo de tinta.
  • Ficciones (1944), el cual consta de dos secciones y las siguientes narraciones:
I. El jardín de senderos que se bifurcan
Prólogo
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius
El acercamiento a Almotásim
Pierre Menard, autor del Quijote
Las ruinas circulares
La lotería en Babilonia
Examen de la obra de Herbert Quain
La Biblioteca de Babel
El jardín de senderos que se bifurcan
II. Artificios
Prólogo
Funes el memorioso
La forma de la espada
Tema del traidor y del héroe
La muerte y la brújula
El milagro secreto
Tres versiones de Judas
El fin
La secta del Fénix
El Sur
El inmortal.
El muerto.
Los teólogos.
Historia del guerrero y la cautiva.
Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-1874).
Emma Zunz,
La casa de Asterión
La otra muerte.
Deutsches requiem.
La busca de Averroes.
El Zahir
La escritura del Dios.
Abenjacán el Bojarí, muerto en su laberinto.
Los dos reyes y los dos laberintos.
La espera.
El hombre en el umbral.
El Aleph.
Hombre de la esquina rosada.
Emma Zunz.
La espera.
Funes el memorioso.
La forma de la espada.
Tema del traidor y del héroe.
El jardín de senderos que se bifurcan.
El milagro secreto.
La muerte y la brújula.
La intrusa.
El indigno.
Historia de Rosendo Juárez.
El encuentro.
Juan Muraña.
La señora mayor.
El duelo.
El otro duelo.
Guayaquil.
El evangelio según Marcos.
El informe de Brodie.
El otro.
Ulrica.
El Congreso.
There are more things.
La Secta de los Treinta.
La noche de los dones.
El espejo y la máscara.
Undr.
Utopía de un hombre que está cansado.
El soborno.
Avelino Arredondo.
El disco.
El libro de arena.
Epílogo.
Veinticinco de agosto de 1983.
Tigres azules.
La rosa de Paracelso.
La memoria de Shakespeare.

Ensayos

Poesías

Antologías

Obras en colaboración

Guiones de cine

Véase también

Notas

a. La plantilla {{note label}} está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias. Según relata, no sin ironía, el propio Borges: "Su pedagogía fue deletérea o inútil, porque al ingresar yo en 1909, al cuarto grado de la escuela primaria, descubrí con temor que no me podía entender con mis condiscípulos. Carecía del léxico más común: biaba, biaba caldosa, otario, piña, muy de la garganta, ganchudo, faso, meneguina, batir. Las obscenidades de primera necesidad también no faltaban. Las estudié y pronto me curé del contrario error pedantesco de menudearlas mucho.[72]

b. Su hermana Norah Borges y su madre fueron detenidas, acusadas de escándalo en la vía pública. Norah Borges (y su amiga Adela Grondona) fueron llevadas durante unos días a la cárcel del Buen Pastor (cárcel de mujeres), y en el caso de Leonor Acevedo se decretó arresto domiciliario por razones de edad.[73]

c. La plantilla {{note label}} está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias. Con mayor precisión: en la tumba 735, ubicación D-6 del cementerio de Plainpalais, a la derecha de un ciprés.[74]

d. La plantilla {{note label}} está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias. Esta frase hace referencia a "La balada de Maldon", un poema épico del siglo X que describe el enfrentamiento que tuvo lugar el 10 u 11 de agosto de 991 en el río Blackwater (Essex, Inglaterra).[75]​ En uno de sus pasajes dice: "Entonces comenzó Byrhtnoth a arengar a los hombres / Cabalgando les aconsejó, enseñó a sus guerreros / Cómo debían pararse y defender sus lugares / Les ordenó que sostuvieran bien sus escudos / con sus puños firmes y que no temieran. / Entonces cuando sus huestes estuvieron bien ordenadas / Byrhtnoth descansó entre sus hombres donde más le gustaba estar / Entre aquellos guerreros que él sabía más fieles". A la segunda parte del quinto verso transcrito pertenece el epitafio del anverso de la lápida de Borges.[74]​ El grabado de los siete guerreros es copia del grabado de otra lápida —posiblemente la lápida erigida en el siglo IX en el monasterio de Lindisfarne, en el norte de Inglaterra, que conmemora el ataque vikingo sufrido por el monasterio en el año 793— que Borges relacionó con "La balada de Maldon"; él mismo nos habla de ella: "Una lápida del norte de Inglaterra representa, con torpe ejecución, un grupo de guerreros nortumbrios. Uno blande una espada rota; todos han arrojado sus escudos; su señor ha muerto en la derrota y ellos avanzan para hacerse matar, porque el honor les obliga a acompañarlo". Las afirmaciones que Borges hizo en vida sobre la muerte son contradictorias, a veces dijo no temerla, sino ansiarla como la única vía para salvarse de él mismo; otras dijo no suicidarse por cobardía. Los heroicos guerreros sajones de su lápida parecen querer infundirle valor ante su último acto en el mundo... y que no temiera.[74]

e. La plantilla {{note label}} está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias. El sentido original de la segunda inscripción hace referencia a la historia del héroe Sigurd, que cuando comparte el lecho con Brynhild, la pretendida por el hermano de su esposa, para no tocarla coloca una espada llamada Gram entre ambos. Años después, en una crisis de celos, Brynhild hace matar a Sigurd; cuando comprende que no puede sobrevivir su muerte se apuñala, y pide yacer en la misma pira que su amado, y que de nuevo esté entre los dos la espada desnuda, como en aquellos días en que subieron juntos a un mismo lecho.[74]

f. La plantilla {{note label}} está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias. Las comillas hacen alusión a un ensayo de 1930 de Borges, titulado La supersticiosa ética del lector, en el que se quejaba de que «ya no van quedando lectores, en el sentido ingenuo de la palabra, sino que todos son críticos potenciales».[76]

Referencias

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  3. The University of Pittsburgh. Why Borges?. Borges Center. Accedida el 1 de abril de 2010.
  4. Jorge Luis Borges. 1921. Ultraísmo. Nosotros, 151. Buenos Aires, diciembre. Texto original
  5. de Torre, G. 1964. "Para la prehistoria ultraísta de Borges". Hispania, Vol. 47 (3):457-463. doi:10.2307/336161
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  7. Carlos Cortinez. Hacia el extasis: "El congreso" de Borges. 1986. Hispanic Review, Vol. 54, No. 3, pp. 313-322 (página web accedida el 18 de noviembre de 2007). [3]
  8. Borges, J.L. 1935. "Las pesadillas y Kafka". La Prensa, 6 de febrero.
  9. Borges, J.L. 1974. "Obras Completas". Buenos Aires, pag. 429.
  10. Woodall, J. (1999): La vida de Jorge Luis Borges. El hombre en el espejo del libro, Barcelona, Gedisa.
  11. Woodall, J. 1999. La vida de Jorge Luis Borges. El hombre en el espejo del libro, Barcelona, Gedisa.
  12. citado en Fernández, Teodosio (comp., 1998), Álbum biográfico de Jorge Luis Borges, Madrid, Alianza Editorial, p. 40.
  13. Woodall, J. (1999): La vida de Jorge Luis Borges. El hombre en el espejo del libro, Barcelona, Gedisa, p.222.
  14. a b Martínez, H.L. 2006. "Notas para una biografía política de Borges". Metapolítica 47:29-31.[4]
  15. Diario La Nación, 20 de mayo de 1976[5]
  16. http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-129018-2009-07-29.html La entrevista con el escritor se hace amable y amplia. Borges deja volar al taumaturgo y derrocha inteligencia y picardía. Así las cosas y agotando la poesía, se cae en Neruda. El periodista, rápido en la observación y, quizá, descartando que la opinión a emitir contará con la aceptación de su par, suelta unas palabras claramente críticas para el diplomático chileno: “Pero Neruda... tiene ese costado político que echa a perder su poesía...”. A lo que Borges, reacomodándose en el sillón y colocando la cara en dirección al periodista, y muy en lo suyo, maestro en descolocar defensas, luego de haber denostado al Quiroga narrador y de haber calificado a Lorca de “andaluz profesional”, como si le molestara lo que habría de decir, respondió: “Bueno, usted sabe..., yo creo... que..., quizás ese costado político sea lo mejor de su poesía...”
  17. Osvaldo Soriano, Piratas, fantasmas y dinosaurios, Seix Barral, Buenos Aires, 2007
  18. Originalmente publicado en Clarín, 31 de julio de 1985. Disponible también entre las páginas 314-316 del libro de Jorge Luis Borges editado por Emecé-Planeta, Textos recobrados III. El fragmento que se transcribe aquí se puede hallar en La Insignia del 20 de diciembre de 2004. [6]
  19. Originalmente publicado en Clarín, 31 de julio de 1985. Disponible también entre las páginas 314-316 del libro de Jorge Luis Borges editado por Emecé-Planeta, Textos recobrados III. El fragmento de se transcribe aquí se puede hallar en La Insignia del 20 de diciembre de 2004. [7]
  20. Barnes, J. 1996. La vida, una maldita cosa detrás de la otra. Clarín. Suplemento especial dedicado a Jorge Luis Borges. [8]".
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  22. Incluido en Borges, Jorge Luis. Ficciones, Alianza, Barcelona, 1998.
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  24. Borges, Jorge Luis. Otras inquisiciones, Emecé, Buenos Aires, 1986, p. 247.
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  51. Llosa, A. 2006. De Tlön a Wikipedia: Borges, la World Wide Web, el libro-orbe y el conocimiento contenido del universo. Divergencias 4.2 (2006): 13-20
  52. Mateo Palmer, Margarita. Casa de la Américas, ed. «Las pistas de un enigma: la poética de Ricardo Piglia». Consultado el 27 de marzo de 2009. «El interés de Piglia por crear un espacio de lectura para sus propios textos, fundando una tradición a través del diálogo que establece con sus antecesores, es uno de los hilos principales de la trama desarrollada por Fornet. Las observaciones de Jorge Luis Borges acerca de que «cada escritor crea a sus precursores» y «su labor modifica nuestra concepción del pasado, como ha de modificar el futuro», son desarrolladas en el análisis literario de Respiración artificial, La ciudad ausente y los relatos «Nombre falso» y «Prisión perpetua», textos seleccionados para llevar a cabo la indagación.» 
  53. Óscar Peyrou. Borges y Argentina. Los amigos de Borges. Centro Virtual Cervantes. Borges 100 años. URL accedida el 26-12-07. [12]
  54. Williamson, E. 2004. Borges, a life. Viking, Penguin Group, 492 pp.
  55. Williamson, E. 2007. Borges, una vida. Seix Barral. 640 pág. ISBN 950-731-488-1
  56. a b Brant, Herbert J. The Queer Use of Communal Women in Borges' "El muerto" and "La intrusa". Indiana University. [13]
  57. Según Herbert Brant, la obra de Ion T. Agheana Reasoned Thematic Dictionary of the Prose of Jorge Luis Borges (Hanover [NH], Ediciones del Norte, 1990) corrobora este punto ya que no hay ninguna entrada para "sexo" o "sexualidad" y la entrada para "mujer" tiene menos de una página. Más aún, Agheana identifica solo once historias en las cuales las mujeres son importantes para la organización del relato: "La viuda Ching, pirata," "Historia del guerrero y de la cautiva," "Emma Zunz," "Delia Elena San Marco," "La intrusa," "Juan Muraña," "La señora mayor," "El duelo," "El evangelio según Marcos," "La noche de los dones," y "Los espejos vedados." A este grupo, H. Brant agrega "Hombre de la esquina rosada," "El congreso," y "Ulrica."
  58. Altamiranda, Daniel. "Borges, Jorge Luis (Argentina; 1899-1986)." Latin American Writers on Gay and Lesbian Themes: A Bio-Critical Sourcebook. Ed. David William Foster. Westport: Greenwood P, 1994. 72-83.
  59. Magnarelli, Sharon. "Literature and Desire: Women in the Fiction of Jorge Luis Borges." Revista/Review Interamericana 13.1-4 (1983): 138-149.
  60. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Konex
  61. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Recorridos biográficos. Jorge Luis Borges. URL accedida el 6-1-08 [14]
  62. Volodia Teitelboim. 1996. Los Dos Borges, vida, sueños, enigmas. Editorial Sudamericana. Texto escogido sobre el tema en particular
  63. Emir Rodríguez Monegal en Borges, una biografía literaria (Fondo de Cultura Económica. México, 475 pag., 1993.), explica: "... ya había sido elegido a medias con Vicente Aleixandre, el poeta surrealista español, para el Premio Nobel, cuando una visita intempestiva a Santiago de Chile, para aceptar una medalla de manos del dictador Pinochet, decidió a la Academia a borrar cuidadosamente su nombre...". Cuando le preguntan a Borges si sabía que con esto se jugaba el Premio Nobel respondió: " -Pero fíjese que yo sabía que me jugaba el Premio Nobel cuando fui a Chile y el presidente ¿cómo se llama? -Pinochet. -Sí, Pinochet me entregó la condecoración. Yo quiero mucho a Chile y entendí que me condecoraba la nación chilena, mis lectores chilenos".
  64. Borges, J.L. y Kodama, M. 1978. Breve Antología Anglosajona. Santiago, Chile, Ediciones la Ciudad.
  65. Borges, Jorge Luis. 1990. La Alucinación de Gylfi (Traducción de fragmentos de la Edda Menor de Snorri Sturluson). Buenos Aires, Alianza Editorial (2da ed.), 104pp. ISBN 13: 978-84-206-0010-9
  66. Borges, Jorge Luis. 1921. Ultraísmo. Nosotros, 151. Buenos Aires, diciembre. Texto original
  67. a b c Biblioteca Nacional de la República Argentina. Galería de Directores. «Jorge Luis Borges». Consultado el 21 de octubre de 2007. 
  68. Dadon Benseñor, J.R. 2003. Borges, Los espacios geográficos y los espacios literarios. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Vol. VII, núm. 145
  69. Octavio Paz. 1986. El arquero, la flecha y el blanco. En: VUELTA (México), Nº 117, agosto de 1986.
  70. Fries, F.R. 1991. Die aufgehobene Zeit oder der Leser als Autor (El tiempo preservado o el lector como autor). En: Borges lesen (Leer a Borges), Frankfurt, Fischer, p. 83.
  71. La traducción se publicó en el diario El País de Buenos Aires el 25 de junio de 1910. Suplemento cultura del diario Clarín de Buenos Aires, 1 de septiembre de 2000.[15]
  72. Borges, J.L. 1931. Recuerda Usted quién le enseñó las primeras letras?. Diario La Razón, Buenos Aires, 31 de agosto. Publicado en: Jorge Luis Borges, Textos Recobrados (1931-1955). Emecé. ISBN 950-04-2326-X
  73. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas MINED1950
  74. a b c d Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Muñoz Rengel
  75. "La balada de Maldon" se halla traducida y explicada en el libro "Literaturas germánicas medievales" de Jorge Luis Borges y María Esther Vázquez.
  76. Borges, Jorge Luis. (1974). Obras Completas. Buenos Aires. Emecé Editores. pag. 122.

Bibliografía

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  • Varios autores. Qué nos queda de Borges?. Suplemento especial del diario Clarín (Argentina).
  • Colección de Sitios de Internet con páginas sobre Jorge Luis Borges [18]
  • Fundación Konex. Premio Konex de Platino y el de Brillante 1984. «Jorge Luis Borges. Biografía». 
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  • Vaccaro, A. Georgie 1898-1930. Una vida de Jorge Luis Borges. Buenos Aires: Editorial Proa, Alberto Casares, 1996.
  • Vaccaro, A. 2006. Borges, vida y literatura. Edhasa, 784 pp. ISBN 950-9009-59-8
  • Williamson, E. Borges, una vida. Editorial Seix Barral. ISBN 950-731-488-1

Enlaces externos

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