Español: La imagen representa una bombilla cuyos filamentos de colores celeste, blanco y rosa simbolizan las identidades de género: masculino, femenino e inter/transición, respectivamente, colores que son emblemáticos de la bandera transgénero. La luz que emana de estos filamentos se despliega en la gama de colores del arcoíris, representando la diversidad de la comunidad LGBTQ+. Esta dispersión de luz simboliza no solo la inclusión y aceptación de diversas identidades de género, sino también la difusión del conocimiento y la conciencia sobre estas identidades dentro de la sociedad.
La transición en el diseño de la bombilla, de líneas curvas a rectas, refleja la evolución del entendimiento social. Lo que puede haber comenzado como un concepto fluido o poco definido —simbolizado por las curvas— se transforma y gana claridad con el tiempo —representado por las líneas rectas—. Esto es paralelo al proceso de iluminación y revelación que conlleva la adquisición de conocimiento. La luz, como metáfora del conocimiento, disipa la oscuridad del desconocimiento y la invisibilidad, permitiendo que lo que una vez estuvo oculto se vuelva visible y reconocido.
La imagen encapsula así la idea de un viaje desde la ignorancia hacia la iluminación, un proceso gradual en el que las identidades y experiencias que alguna vez fueron marginadas o malentendidas se hacen visibles y se entienden claramente. Esta es una declaración visual de cómo el conocimiento y la comprensión pueden fomentar una sociedad más inclusiva y respetuosa, celebrando la riqueza inherente a la diversidad humana.