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Castilblanco es un municipio de la provincia de Badajoz en Extremadura, España. Se erige sobre un cerro situado en La Siberia Extremeña, que confronta con las provincias de Cáceres, Ciudad Real y Toledo. Pertenece al Partido Judicial de Herrera del Duque.

Historia

Origen

Su origen más remoto posiblemente fuera un castillo localizado en donde se encuentra la iglesia parroquial, construido, bien por los árabes o por los caballeros de Ávila, Trujillo o los Templarios, en la primera reconquista de Extremadura por Alfonso VII en los primeros años del siglo XII. Clasificado por multitud de historiadores como enclave templario, habría sido conocido como el "castillo blanco" o "castillo de los blancos" desde que éstos ocuparan el valle del río Guadalupejo. El castillo que existía en el cerro y el hábito de estos caballeros habrían dado nombre a la población.[1]

Castilblanco en manos talaveranas

Los primeros datos históricos documentales son a partir de la donación que hace el Rey Sancho IV, el día 15 de mayo de 1293, a Talavera de tres dehesas, las cuales comprendían a la que posteriormente se denominó como Dehesa de los Guadalupes, en cuyo territorio ya se encontraba el lugar de Halía y se crearon y repoblaron los de Castilblanco y Valdecaballeros.

El señorío de los tres lugares pertenecía a Talavera hasta que el Rey Enrique II, el día 23 de junio de 1369, dona al arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, la villa de Talavera con todas sus aldeas, incluidos Alía, Castilblanco y Valdecaballeros, que formaban la parroquia de Alía, dentro de su tierra en el partido judicial de La Jara.

Fragmento del Título de Villa de Castilblanco, con el escudo de Toledo

El lugar de Castilblanco consigue el título y privilegio de villa mediante el pago al Emperador Carlos V de 1.434.800 maravedís, otorgándoselo la Princesa Juana, en nombre de su padre y de su hermano el Príncipe Felipe, el día 31 de enero de 1556.

Respecto al señorío de Castilblanco que pertenecía al arzobispo de Toledo, el Rey Felipe II se lo quita y vende, primero al Príncipe de Salarno, y definitivamente a Don Pedro Ruiz de Aguayo, Veinticuatro de la ciudad de Córdoba, el día 8 de diciembre de 1584, cuyos descendientes -en sus últimos dos siglos el marquesado de Cortes de Graena-, lo poseyeron hasta el año 1811 en que se suprimieron los señoríos.

El desarrollo de la historia de Castilblanco está vinculado a las vicisitudes de la Dehesa de los Guadalupes, cuyos vecinos, junto con los de Alía y Valdecaballeros, se aprovechaban de ella, con importantes limitaciones que motivaron numerosos y largos pleitos y concordias con sus sucesivos propietarios, primero Talavera y después el Rey Felipe II que se la compró para posteriormente donarla al reciente construido Monasterio de El Escorial, el cual la poseyó desde el año 1608 hasta la desamortización del siglo XIX. Desde la compra por el Rey Felipe II, los administradores de la Dehesa, tanto seglares como frailes jerónimos, residieron en esta villa.[2]

La actuación de los carlistas fue muy trágica en Castilblanco. El día 25 de mayo de 1837 se presentaron en el pueblo las partidas de Jara, Peco y Cuesta procedentes de Alía, que se dirigían hacia la Mancha, entablando una fuerta batalla contra los isabelinos que se habían hecho fuertes en la plaza del Ayuntamiento; al no poderlos desalojar, incendiaron dieciocho casas de la misma plaza, además de saquear a vecinos y asesinar a algunos.

Castilblanco durante la II República

El día de año nuevo de 1932, Castilblanco aparecía en todas las portadas de la prensa nacional. En él habían tenido lugar acontecimientos excepcionalmente violentos, los más graves acaecidos hasta ese momento desde el inicio de la Segunda República Española.

Archivo:Castilblanco en la prensa.PNG
Castilblanco en la prensa de 1932

Con el fin de acabar con la represión que las fuerzas de la Guardia Civil ejercían sobre la clase obrera, se convocaron dos manifestaciones que tendrían lugar el 30 y 31 de diciembre de 1931, año de proclamación de la república. La manifestación del día 30 se desarrolló sin incidentes, de una manera pacífica. Pero, ya acabada casi la manifestación del día 31, el alcalde del municipio mandó disolverla por considerarla ilegal. Cuando los manifestantes llegaban a la Casa del Pueblo, lugar donde terminaba la manifestación, aparecieron varios integrantes del cuerpo de la Guardia Civil para disolverla. Debido a una disputa entre obreros y guardias civiles, uno de ellos disparó contra un manifestante, provocando la ira del resto que se abalanzaron sobre los cuatro guardias y acabaron con sus vidas.[3]

El acontecimiento tuvo una gran repercusión a nivel nacional, llegando a ser discutido en el Congreso. En su momento pudieron escucharse distintas versiones de los hechos en función de las diversas concepciones políticas defendidas por unos u otros partidos, al igual que en la prensa de la época. Los acusados fueron culpados y condenados con la pena de muerte, para más tarde ser amnistiados.


Monumentos

Iglesia de San Cristóbal

Archivo:Iglesia de Castilblanco.jpg
Iglesia de San Cristóbal

El templo es originario del siglo XV y de estilo mudéjar, ejecutado en mampostería y ladrillo de aparejo toledano. El campanario era una de las torres de la Fortaleza Templaria original, así como algunos de sus muros.

El templo ha sufrido múltiples transformaciones a lo largo de la historia así como malas restauraciones, por lo que lo único que conserva de su aspecto original es su estructura. Está dividido en tres naves, la central más alta y rematada en un ábside con bóveda de cuarto de naranja. A los pies se sitúa un coro de madera montado en el siglo XVIII y debajo de éste el baptisterio que conserva una pila gótica. La cubierta original era un hermoso artesonado de madera tallada y que desapareció en un incendio en el siglo XIX, posteriormente se sustituyó por otra cubierta también de madera, aunque más pobre y que fue destruida en el transcurso de la guerra civil.

En cuanto a la ornamentación interior, tanto el retablo mayor como los muchos que decoraban el templo han ido desapareciendo en distintas épocas, no conservándose actualmente ninguno. Las tallas también desaparecieron , conservándose en la actualidad únicamente como pieza de mayor valor artístico un Cristo Yacente del siglo XII. Representa una de las pocas tallas de Cristo yacente que existen del románico, donde las figuras mas representadas fueron la Virgen con el Niño y el Cristo Crucificado.

Ermita de San Matías

Archivo:Ermita de Castilblanco.jpg
Ermita de San Matías

Joya de la arquitectura popular, obra remozada en el siglo XVI, de fábrica de sillarejo y levantada sobre un descansadero de la Mesta. Consta de una sola nave dividida en cuatro tramos con cubierta de madera a dos vertientes y cabecera plana a dos espacios con bóvedas de lunetas. Por el costado de la solana hay un bonito pórtico que sirve de refugios a peregrinos y caminantes. Se encuentra a 1 Km. del pueblo y es el centro de la tradicional romería de los Ranchos.

Plaza del Progreso

Archivo:Plaza del Progreso.jpg
Plaza del Progreso

Monumento de construcción moderna, también conocido como Monumento al Emigrante. Consta de una pequeña plaza, en cuyo suelo se encuentran grabadas palabras de esperanza y nostalgia, y la fuente, parte principal de la obra, que representa dos manos abiertas hacia el cielo sobre una gran roca. Este monumento se inauguró con el motivo de recordar a todos aquellos que, debido a la falta de oportunidades dentro del pueblo, tuvieron que emigrar a las ciudades en busca de trabajo para poder alimentar a sus familias.


Flecha Olímpica, Barcelona 92

Archivo:Flecha olimpica.jpg

Como curiosidad, cabe destacar la presencia en el pueblo de la flecha olímpica original que encendió el pebetero de los Juegos Olímpicos Barcelona 92. Fue donada por su creador, el maestro de los efectos especiales Reyes Abades, natural de Castilblanco. Según el protocolo, la flecha olímpica debería haber sido expuesta en la ciudad de Barcelona, donde se celebraban los juegos. Pero su creador se negó y la donó a su pueblo natal para que fuera expuesta allí[4]​. Se puede visitar la flecha en el Ayuntamiento, situado en la Plaza de España.


Gastronomía

Archivo:Escarapuche de Castilblanco.jpg
Escarapuche

La abundante caza y pesca de la zona permite guisos como las Calderetas de cabrito, cordero o venado de la tierra con productos de huerta. Existen singularidades como el Jilimoje (vísceras del cerdo, tocino... propio de las matanzas). Muy típicos son los escarapuches, en sus variedades de peces, magro de cerdo y de caza mayor.

La repostería nos ofrece igualmente productos naturales: los Rabos de Calabacín, la candelilla y otros. Todos ellos heredados de antiguas recetas, algunas de origen árabe o tal vez anterior.


Fiestas locales

Además de las fiestas de ámbito nacional y regional, la localidad de Castilblanco cuenta con fiestas propias, representantes de su cultura local.

Las Candelas

Se trata de una fiesta religiosa, organizada por las mujeres solteras del pueblo cada 2 de febrero. Siguiendo una antigua tradición, se representa a Jesús en el Templo. Los niños bautizados en ese año son presentados ante la iglesia como lo fue Jesús y a cada madre se le da una vela encendida. A continuación hay una procesión por las calles del pueblo, llevando la virgen una vela encendida, que según la tradición si al llegar a la Iglesia entra encendida el invierno habrá pasado, de lo contrario aún hará mal tiempo. Así, dicen en Castilblanco el conocido refrán:

“Si la Candelaria implora está el invierno fora; si no implora, ni dentro ni fora”.

Después se celebra la Santa Misa, en la que se canta una canción especial cuando las chicas llevan a la virgen a presentar al niño. También se ofrece a la Virgen una rosca grande de candelilla, que después se rifa en el vecindario.

Tras finalizar la Misa La Mayordoma celebra un “convite” para el pueblo. Después por la tarde y tras el ofertorio es la Madrina la que festeja otro “convite” y dónde normalmente se hace el nombramiento de la Mayordoma y Madrina que estarán al año siguiente.

Los Ranchos

La romería de "Los Ranchos" es la fiesta más popular y apreciada entre los habitantes de la localidad y de toda la comarca. Es una celebración de origen neolítico, en honor a San Matías, destinada a pedir la fertilidad de los campos. Su organización corre a cargo de la hermandad del Santo, que se remonta a varios siglos de antigüedad.

La fiesta tiene lugar el primer fin de semana del mes de mayo. La gente del pueblo se traslada al paraje de la Ermita de San Matías, donde se combinan actos de carácter religioso y puramente festivo.

Los grupos de amigos o familiares se reúnen durante los cuatro días que dura la celebración y montan sus "chiringuitos", donde pasan el día comiendo, bebiendo y divirtiéndose.

La noche de San Juan

Además de las numerosas leyendas e historias atribuidas a esta noche, la víspera de San Juan tiene un valor añadido en Castilblanco. Quizás se trate de una de las más peculiares tradiciones de la localidad. Según la tradición, tanto las vísperas de S. Juan como las de S. Pedro, los mozos recorren las calles del pueblo durante la madrugada pintando en las fachadas de las mozas versos declaratorios y macetas con flores. Estas declaraciones se pintan con una mezcla de agua y cemento, lo que hace fácil su limpieza.

San Cristóbal

Son las fiestas en honor al patrón de la localidad. Por bula papal la festividad de este Santo es en Castilblanco el primer lunes de agosto. Las celebraciones se desarrollan de jueves a lunes. Durante estos días se suceden las actividades culturales, festivas y deportivas. El sábado por la mañana se procede al encierro de vaquillas por las calles de la localidad hasta la plaza de toros y por la tarde suele haber una corrida mixta de rejones y a pie, terminando con la suelta de vaquillas para los mozos locales. El lunes tienen lugar los actos religiosos con misa, procesión y posterior bendición de vehículos. Se reparten los bollos del Santo y ramos de albahaca. Este día tienen también lugar el concurso gastronómico, donde no faltan los ajoblancos, sopas de tomate, pisto o la caldereta.

Cristo de la Luz

El 14 de septiembre, festividad del Cristo, se desarrolla en el rodeo de San Matías la tradicional feria ganadera de Castilblanco. Fue en su día muy conocida y afamada tanto en la región como en las provincias limítrofes. Hoy su carácter es meramente expositivo y a nivel local. El ayuntamiento y los ganaderos invitan a todos los asistentes a una degustación de migas por la mañana y una comida a base de caldereta al mediodía. Mientras en el pueblo hay actividades de todo tipo con concursos gastronómicos, infantiles, etc., para culminar con verbena popular hasta altas horas de la madrugada. Las fiestas duran tres días.


Demografía

Evolución de la población de Castilblanco

En sus mejores tiempos, cuando la gran mayoría de la población vivía en los pueblos, Castilblanco llegó a contar con más de 3.000 habitantes. Hoy en día tiene una población aproximada de 1.300 habitantes, perdiendo una media de 50 hab/año. Este decrecimiento es debido principalmente a la emigración de sus vecinos en busca de mayores oportunidades laborales en las grandes ciudades españolas. De seguir dicha progresión, el municipio podría quedar abandonado en menos de 30 años, destino que se intenta evitar fomentando el turismo rural como fuente de ingresos para la localidad y toda la zona de La Siberia.

Estructura de la población

Como consecuencia de esta emigración de los más jóvenes, la población presenta una estructura notablemente envejecida, por encima de la media española. El 39,7% de los habitantes de Castilblanco son mayores de 65 años, lo que hace difícil el recaudo de impuestos por parte de la administración local al perder un gran porcentaje de población activa, perdiendo así ingresos necesarios para el buen mantenimiento y progreso del pueblo. Por otra parte, sólo el 14,3% de la población es menor de edad, lo que tampoco augura un futuro próspero al municipio al no contar con una futura población activa amplia que lo sustente. En cuanto al número de trabajadores según su sector de actividad, Castilblanco no es un pueblo especialmente dedicado a las labores del campo. Destaca el sector servicios, en el que trabaja el 48,7% de la población activa. Un tercio de la población, el 33,3%, se dedica a la agricultura. El 15,9% trabaja en la construcción y sólo un 2,1% en la industria, siendo éste el sector de actividad menos predominante en la localidad.[5]


Corporación municipal

La corporación actualmente vigente fue constituida el 16 de junio de 2007, tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo del mismo año:

Partido Socialista Obrero Español (PSOE) Partido Popular (PP)
D. Nicolás Cortina Blanca D. Ángel Rodríguez de la Rubia Galán (alcalde)
Dª Soledad Abades Luengo Dª Mª Ángeles Merino Bermejo
D. Leonardo Abellán Pulgar D. Pedro López Martín
Dª Bibiana Patricia Frezza Nicuesa D. Juan Carlos Rojas Moreno
Dª Laura Azañón Montero

Referencias

  1. Andando por Castilblanco: Historia
  2. Diputación de Badajoz, La Siberia. La leyenda del agua pag.197, ISBN 847796086O
  3. Jesús Vicente Chamorro, Año nuevo, año viejo en Castilblanco, Ed. Albia, Madrid, 1985, ISBN 8474364108
  4. Asociación cultural "La Alforja": Monumentos de Castilblanco
  5. Diputación de Badajoz. Fuente: Caja España


Enlaces externos