Diferencia entre revisiones de «Platero y yo»

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[[Archivo:PlateroMoguer.jpg|thumb|Estatua de Platero en Casa Museo J.R.J. de Moguer. Obra de [[León Ortega#Obra pública|León Ortega]].]]
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'''''Platero y yo ([[elegía]] [[Andalucía|andaluza]])''''' (Juan Ramón Jiménez siempre escribía con "j" para no tener que atender a la duda `g ó j´), más conocido de forma abreviada como '''''Platero y yo ''''', es una [[narración]] [[lírica]] de [[Juan Ramón Jiménez]] que recrea poéticamente la vida y muerte del [[asno|burro]] Platero, dedicada «''a la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras y claveles''» y formada por breves capítulos. Este fragmento es el comienzo del libro, que los estudiantes aprenden de memoria:
'''''Platero y yo ([[elegía]] [[Andalucía|andaluza]])''''' (Juan Ramón Jiménez siempre escribía con "j" para no tener que atender a la duda `g ó j´), más conocido de forma abreviada como '''''Platero y yo ''''', es una [[narración]] [[lírica]] de [[Juan Ramón Jiménez]] que recrea poéticamente la vida y muerte del [[asno|burro]] Platero, dedicada «''a la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras y claveles''» y formada por breves capítulos. Este fragmento es el comienzo del libro, que los estudiantes aprenden de memoria:
{{cita|Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente,rozandolas apenas,las florecillas rosas,celestes y gualdas.Lo llamo dulcemente:¿Platero?,y viene a mi con un trotecillo alegre,que parece que se rie en no se que cascabeleo ideal.}}
{{cita|Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente,rozandolas apenas,las florecillas rosas,celestes y gualdas.Lo llamo dulcemente:¿Platero?,y viene a mi con un trotecillo alegre,que parece que se rie en no se que cascabeleo ideal.}}
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Vid. también EntreRíos.Revista de Artes y Letras, Granada, 2009 [Especial Juan Ramón Jiménez]
Vid. también EntreRíos.Revista de Artes y Letras, Granada, 2009 [Especial Juan Ramón Jiménez]


[[Categoría:Libros de 2010]]
[[Categoría:Libros de 1917]]
[[Categoría:Libros de poesía]]
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[[Categoría:Juan Ramón Jiménez]]
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Revisión del 07:58 10 mar 2010

Estatua de Platero en Casa Museo J.R.J. de Moguer. Obra de León Ortega.
Escultura de Platero en el Parque de Málaga.

Platero y yo (elegía andaluza) (Juan Ramón Jiménez siempre escribía con "j" para no tener que atender a la duda `g ó j´), más conocido de forma abreviada como Platero y yo , es una narración lírica de Juan Ramón Jiménez que recrea poéticamente la vida y muerte del burro Platero, dedicada «a la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras y claveles» y formada por breves capítulos. Este fragmento es el comienzo del libro, que los estudiantes aprenden de memoria:

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente,rozandolas apenas,las florecillas rosas,celestes y gualdas.Lo llamo dulcemente:¿Platero?,y viene a mi con un trotecillo alegre,que parece que se rie en no se que cascabeleo ideal.

En 1914, la editorial La Lectura, de Madrid, publicó una selección de 63 capítulos, hecha por el autor, en su colección Biblioteca Juventud. Este hecho, junto con el prólogo titulado «Advertencia a los hombres que lean este libro para niños», dio lugar a que la obra fuese erróneamente encasillada en el género de la literatura infantil.

Cuando en 1917 se publicó la edición completa, compuesta por 138 capítulos (Editorial Calleja, Madrid), quedaba claro que Platero era un texto adulto, aunque por su sencillez y transparencia se adecuara perfectamente a la imaginación y al gusto de los niños. Algunos capítulos encerraban una cierta crítica social, revelando una dimensión del autor que muchos tardaron en advertir. El propio Juan Ramón, en un «prologuillo» a la edición aclaraba: «Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren».

El poeta tenía la intención de ampliar el texto hasta los 190 capítulos; de hecho, existen tres adicionales, escritos en la década de 1920. Juan Ramón planeó también una segunda parte, denominada Otra vida de Platero, de la que incluso esbozó algunos títulos. Un proyecto que, como el de publicar Platero y yo en cuadernos sueltos, no llegaría nunca a ver la luz.

Por la cuadra en silencio, encendiéndose cada vez que pasaba por el rayo de sol de la ventanilla, revolaba una bella mariposa de tres colores...

Véase también

Enlaces externos

Vid. también EntreRíos.Revista de Artes y Letras, Granada, 2009 [Especial Juan Ramón Jiménez]