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Diferencia entre revisiones de «Selknam»

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== Su presencia moderna ==
== Su presencia moderna ==
Hacia la década de los [[años 1980]] quedaban entre 3 y 5 descendientes: Pacheco, Francisco Minkiol (nacido en 1916 en Río Gallegos), Federico Echelaine (nacido en 1905), Luis Garibaldi Honte (90 años, nacido en la [[Isla Grande de Tierra del Fuego|Isla Grande]]), Segundo Arteaga y Rafaela Iston Martínez. El grado de conocimiento de su lengua variaba en cada caso. Anne Chapman cita también a Rosaria Imperial y Alfredo Rupatini. Probablemente a estas alturas ya no quede nadie vivo que hable esta lengua. También se menciona como una de las últimas selknam a Virginia Choinquitel, quien murió en 1999 a los 56 años.
Hacia la década de los [[años 1980]] quedaban entre 3 y 5 descendientes: Pacheco, Francisco Minkiol (nacido en 1916 en Río Gallegos), Federico Echelaine (nacido en 1905), Luis Garibaldi Honte (90 años, nacido en la [[Isla Grande de Tierra del Fuego|Isla Grande]]), Segundo Arteaga y Rafaela Iston Martínez. El grado de conocimiento de su lengua variaba en cada caso. Anne Chapman cita también a Rosaria Imperial y Alfredo Rupatini. Probablemente a estas alturas ya no quede nadie vivo que hable esta lengua. También se menciona como una de las últimas selknam a Virginia Choinquitel, quien murió en 1999 a los 56 años.

Zapapa... estay vio!


== Referencia ==
== Referencia ==

Revisión del 14:10 12 ago 2010

Selknam con su arco y flechas.

Los selknam (también escrito como selk'nam o shelknam), más conocidos como Onas, eran un pueblo indígena americano, hoy extinto, de la Isla Grande de Tierra del Fuego a la que ellos llaman Karukinka. El nombre "ona" proviene del idioma yagán y ha prevalecido sobre selk'nam, que era el nombre que les daban los tehuelches. Antes de su casi extinción, eran nómadas terrestres, cazadores y recolectores.

Origen

Eran parientes cercanos de los aonikenk o tehuelches que habitaban en la Patagonia al norte del estrecho de Magallanes, con ellos tenían una notable semejanza física, de lenguaje y de costumbres. Eran altos con una talla media de 1,8 m, musculosos, corpulentos, anchos de hombros y de tez bronceada.

Historia

Familia Selk'nam caminando en una playa.

Los primeros selk’nam provinieron de los grupos nómadas continentales de la Patagonia meridional. Los cuales habrían cruzado el territorio fueguino antes que se constituyera en isla hace aproximadamente unos 10 mil años. Posteriormente, y gracias a los permanentes cambios termo ambientales, se desencadenó la separación definitiva entre el istmo fueguino y el continente al término de la útima glaciación.[1]​ Compartían la isla con un pueblo emparentado, los haush, que compartían con ellos muchos rasgos culturales y físicos y también con dos pueblos canoeros (nómadas marinos): los kawésqar o alacalufes y los yaganes. Los selknam habitaban principalmente el norte y centro de la isla y habían terminado por confinar a los haush en el sureste (Península Mitre). El contacto con el hombre blanco comenzó en 1520 cuando Magallanes descubrió el estrecho que lleva su nombre y vio las fogatas de los indígenas que motivaron el nombre del territorio. Posteriormente, los contactos continuaron en forma esporádica hasta las últimas décadas del siglo XIX con la llegada de misioneros salesianos y de hombres blancos a colonizar y explotar la isla. Los territorios que antes eran el libre hogar de estos cazadores nómadas, fueron cercados. Muchos de ellos rompieron las cercas y cazaron y comieron la carne de las ovejas, a la que llamaron "guanaco chico" o "guanaco blanco". Estos hechos condujeron a la consumación de un genocidio que acabó casi completamente con ellos. Este contacto permanente tuvo devastadoras consecuencias para esta etnia, pues además les transmitieron enfermedades contagiosas y los desplazaron de sus territorios de caza. En 1881 eran alrededor de 4.000 a 5.000 individuos.

En 1883 comenzó la explotación ganadera con la concesión por parte del gobierno chileno de las primeras estancias a particulares y en 1887 llegaron los mineros en busca de oro en el sector norte de la isla. En 1888 se estableció una misión salesiana en isla Dawson con el propósito de evangelizar y civilizar a los indígenas. En 1891 la población había disminuido a no más de 2.000 personas.

En 1895 los estancieros llegaron a un acuerdo con la misión salesiana de isla Dawson, le pagarían una libra esterlina por cada indígena recluido en la misión. Con los años más de 800 llegaron a isla Dawson muriendo la mayoría por el cambio de estilo de vida al sedentarismo ocioso y las enfermedades. En 1974 murió la última representante pura de esta etnia, Ángela Loij. Descendientes mestizos de los onas viven en la parte argentina de la isla Grande de Tierra del Fuego formando la comunidad Rafaela Ishton.

Idioma

De acuerdo a la clasificación de Joseph Greenberg, el idioma selknam era una lengua amerindia, andina, meridional. También se la clasifica dentro del tronco macro-panoano, Familia Mosetén-Chon - Grupo Chon. Junto con la lengua de los haush eran las más australes de las lenguas chon, y se habló en Tierra del Fuego y en las áreas de la Patagonia en torno al estrecho de Magallanes.

Algunas Palabras:

  • Sol: Kré / kran
  • Luna: Kréen / krä
  • Noche: Kauk'n
  • Día: Kerren
  • Hombre: C'ón / Chohn
  • Mujer: Naa / Nah
  • Uno: Sós
  • Dos: Sôki
  • Tres: Sauki
  • Cuatro: Koni-sôki
  • Cinco: Kismarey

Cultura

Niños selknam que estuvieron dentro de los asesinados en el genocidio selknam.
Hombres selknam cazando.

Organización social

La base de la organización era la familia, padre, madre, hijos, pero a esta se incorporaban los parientes que ocupaban el mismo territorio, llamado haruwenh. Había muchos territorios perfectamente delimitados. Formaban "clanes" patrilineales de 40 a 120 miembros con jurisdicción sobre un territorio de caza. Los hombres tomaban esposas de otros clanes.

Dada las características insulares del territorio fueguino, el espacio fue organizado en función a su división, por medio de los haruwen (‘nuestra tierra’, ‘nuestra patria’), que constituyeron la base de la organización social de los selknam. Cada haruwen se organizó en función a linajes patrilineales exogámicos y patrilocales.

Dependiendo de su línea patrilineal, los selknam descendían de un cielo que representaban con rayados ideoplásticos, simbolizando pájaros, animales, peces, vientos, mares o árboles, considerados como sus antiguos howen.

Cada haruwen representaba un cielo, lo que significaba que cada familia (de herencias paterna) poseía un espacio físico específico, dentro del cual obtenían los recursos por medio de la caza y la recolección, lo que necesariamente obligaba a mantener una búsqueda constante de alimentos que contribuía a la vida nómade de los selknam. Cada espacio era respetado por las familias y compartidas excepcionalmente por circunstancias especiales, como, por ejemplo, las celebraciones del hain (ceremonia de iniciación), escasez de alimentos, matrimonios, etc.

La vida nómada de los selknam era similar a la de los cazadores de la Patagonia y de la Pampa. Cada miembro tenía sus obligaciones bien especificadas: el hombre cazaba y confeccionaba las armas, la mujer, labores domésticas, cuidado de los niños, transportaba e instalaba la vivienda. Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el Hain, ritual de iniciación sexual en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a preservar su orden social: el patriarcado. Si en sus viajes encontraban una ballena varada o estaban en peligro, empleaban señales de humo para comunicarse entre los grupos.

La vivienda

Objetos Onas saqueados por Julius Popper.

Construían dos tipos de viviendas, llamadas kawi. Una de forma semicircular y la otra en forma de cono. Las construían con palos enterrados en la tierra con los que formaban una estructura que cubrían con pieles de animales.Usada generalmente en el invierno.

Religión, ritos y creencias

Celebraban ritos de iniciación masculina durante los cuales los ancianos revelaban los secretos tribales a los jóvenes o klóketen, tal rito iniciático era llamado h'ain; realizado al producirse la pubertad daba a los jóvenes la categoría de adultos, si a muchos observadores externos les puede llamar la atención el "body-art" -los cuerpos eran pintados-, sorprendieron aún más a los testigos presenciales por las durísimas pruebas -en especial de resistencia física- a que eran sometidos los iniciados. Las mujeres estaban excluidas. Los ritos se basaban en un mito que narraba cómo los hombres habían derribado una organización previa dominada por las mujeres.

Referentes a sus deidades, eran politeistas y creían en un ser supremo que castigaba la maldad. Temáukel era la denominación de una gran entidad preternatural que consideraban mantenía ordenado al mundo, aunque la deidad creadora del mundo era llamado Kénos o Quénos.[2]​ El sol y la luna a los que llamaban Krenn y Kreen, tenían gran importancia para ellos; siendo el sol el esposo de la luna, y quién corría tras ella para castigarla, pero sin alcanzarla. También podemos mencionar a K'aux, un personaje mitológico que velo por el orden y las buenas actitudes de los miembros de cada tribu, y el que inculco todas y cada una de las leyes a los selknam; y quién junto a su sobrino Táiyin, derrotaron al cruel espiritu Táita.

Los "chamanes", llamados kon, ayudaban a los cazadores y curaban enfermedades, recibían su poder de los espíritus de los "chamanes" muertos, quienes se les aparecían en sueños. A los muertos se les enterraba superficialmente y la familia abandonaba el lugar y quemaban sus pertenencias ya que había que olvidar en la tierra al difunto. Los selknam tenían la creencia que después de la muerte se les llevaba a un juicio celestial en presencia de todos los dioses. Si ellos no deseaban que el difunto ingresara a su reino y gozara de vida eterna (ya sea por mala conducta o por faltar alguna ley), debía castigárseles llevándolo a los infiernos, donde la diosa de los infiernos, el caos y las malas actitudes, Jalpen, lo esperaba para hacerle sentir sufrimiento y dolor por la eternidad.

Los selknam creían además que la diosa Jalpen recurría a sus dioses guerreros, los Soortes, para llevar a cabo sus planes de caos y destrucción.

Vestimenta

Andaban desnudos y para protegerse del frío y la lluvia usaban una larga capa de piel de guanaco, a veces podía ser de zorro o cururo, que los cubría desde el cuello hasta las rodillas. La empleaban con la piel hacia fuera y la llamaban chonhkoli. Usaban mocasines, zapatos fabricados con la piel de las extremidades del guanaco, cosidos con el pelo hacia fuera. El fuerte de la cultura Selknam era sin duda la pintura corporal.


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Alimentación

Se alimentaban de aves, guanacos, y cururos, lo que complementaban con la recolección de productos marinos, como mariscos que encontraban en las playa o alguna ballena varada; y de frutos silvestres como el calafate o la chaura.

Herramientas

Fabricaban herramientas de piedra, hueso y madera y vivían de la naturaleza, sin cultivar la tierra. Su principal arma eran el arco y la flecha. También empleaban la honda y el arpón.

Genocidio Selknam

Cuando los primeros colonizadores pisaron la isla de Tierra del Fuego, se produjo el comienzo del fin de esta etnia, muriendo en sólo 20 años casi todos los nativos. Esto fue provocado en gran medida por los grupos de "cazadores de indios" formados por ciudadanos europeos que realizaban expediciones de exterminio, donde José María Menéndez Menéndez fue el mayor propulsor.

Los cazadores de indios

Julio Popper[3]​ en una de sus "cacerías". A sus pies, yace un ona muerto. La foto corresponde a un álbum que Popper obsequió al Presidente Juarez Celman.[4]

Julio Popper tuvo varios enfrentamientos con los selknam fotografiándose con las "piezas cobradas". Capataces y peones ingleses, escoceses, irlandeses e italianos, fueron los "cazadores de indios" que como Mac Lennan o "chancho colorado", pusieron el precio de una libra por testículos y senos y media libra por cada oreja de niño. Otro testimonio referido a los aborígenes que ahogaron entre la marea y los fusiles en Cabo Peña dice:

Esos los hizo matar Chancho colorado, Mc Lennan el verdadero nombre, administrador otro, son tres, Sam Ishlop y Stewart, algo de malvinero por ahí. Que yo sé, que más o menos que los conozco por mi mamá que los nombró a todos...y hay varios más que yo no me acuerdo"
Federico Echelaite o Echeline, de madre Ona y padre noruego, falleció en 1980 a la edad de 75 años; transcrito de la película "Los Onas, vida y muerte en tierra del fuego", A.Montes, A.Chapman y J.Prelorán

De los 4.000 de 1880 apenas quedaban 500 hacia 1905. Para entonces el genocidio casi había cesado. Los pocos que quedaron luego sucumbieron por las enfermedades introducidas.

Su presencia moderna

Hacia la década de los años 1980 quedaban entre 3 y 5 descendientes: Pacheco, Francisco Minkiol (nacido en 1916 en Río Gallegos), Federico Echelaine (nacido en 1905), Luis Garibaldi Honte (90 años, nacido en la Isla Grande), Segundo Arteaga y Rafaela Iston Martínez. El grado de conocimiento de su lengua variaba en cada caso. Anne Chapman cita también a Rosaria Imperial y Alfredo Rupatini. Probablemente a estas alturas ya no quede nadie vivo que hable esta lengua. También se menciona como una de las últimas selknam a Virginia Choinquitel, quien murió en 1999 a los 56 años.

Referencia

Notas

  • 1:Kjøkkenmødding (concheros) (pronunciación aproximada para un hispanófono."Shekkenmedding") es palabra escandinava generalizada en antropología, utilizada para designar a las acumulaciones o montículos de valvas de moluscos realizados por el ser humano.
  • 2:Mitos semejantes se encuentran en las más diversas culturas (v.gr.:el mito sumerio y babilonio de Tihamat) lo cual sugiere están representando el pasaje del predominio de la función materna al de la función paterna.

Notas de pie

  1. unos 6 mil años atrás
  2. * Dick Edgar Ibarra Grasso. Cosmogonia y Mitología Indígena Americana. Editorial Kier, 1997. página 65. ISBN 950-17-0064-X, 9789501700640
  3. El rumano JULIO POPPER ya lo conocemos por sus correrías en pos de nuevas minas de oro (pág. . Se interesó por esta sangrienta ocupación cuando su empresa minera quedó estancada y quiso resarcirse de sus fracasos con un trabajo remunerativo al servicio de patrones cuyo vehemente anhelo era la eliminación de los indios. Cuando los europeos hicieron su posición cada vez más insostenible, POPPER recurrió al gobierno de Buenos Aires. Entre otras cosas, tuvo la osadía de defender con hábil charlatanería a los indios, para distraer la atención de los graves cargos que se le imputaban por maltratar a sus peones, durante una conferencia pública que tuvo lugar el 27 de julio de 1891. En la misma oportunidad presentó, con espeluznantes detalles, un cuadro de las violaciones, ultrajes y asesinatos que fueron cometidos por la chusma europea. Es cierto que describió, sin tapujos, la realidad de aquellos horripilantes acontecimientos que clamaban al cielo, y también es cierta su defensa de los aborígenes: "La injusticia no está del lado de los indios... Los que hoy día atacan la propiedad ajena en aquel territorio, no son los Onas, son los indios blancos, son los salvajes de las grandes metrópolis". ¡Qué graves palabras! A pesar de ellas, tuvo él considerable participación en la terrible calamidad de que "el dominio absoluto del indio Ona se ha convertido en recipiente de hombres arrojados de todos los países de Europa, en teatro del vandalismo de grupos de desertores, deportados y bandidos de todas las razas" . No tuvo vergüenza de hacer fotografiar una matanza de indios durante la cual él, apuntando con su fusil, capitaneaba a sus malandrines con idénticas intenciones: en primer plano yace el cadáver de un hombre vencido, mientras que las armas se dirigen contra las mujeres y niños que huyen; él mismo observa la caída de los mortalmente heridos. El aspecto de este grupo causa estupor y espanto
  4. BORGATELLO (a): 221 y COJAZZI: 21 reimprimieron esta fotografía

Bibliografía

  • Esteban Lucas Bridges (1952). El último confín de la tierra. Buenos Aires - Argentina: Emecé Editores S.A. 
  • Esteban Lucas Bridges (1935.). Supersticiones de los onas. Argentina Austral 73: 33-39. 
  • Alberto de Agostini (1956). Treinta años en Tierra del Fuego. Buenos Aires - Argentina: Ediciones Preuser. 
  • Fresia Barrientos M. (2005). Pueblos originarios de Chile. Santiago - Chile - Universidad Academia de Humanismo Cristiano. ISBN 956-7382-09-3. 
  • Juan Belza (1974). cta Indiorum. Texto original de un misionero salesiano anónimo. 1914. Karukinka 9: iii-xii. 
  • Thomas Bridges (1897). An account of Tierra del Fuego (Fireland), its natives and their languages. 1897. Document held by the Royal Geographical Society. 
  • N. Bryson. The great ceremonies of the Selk'nam and the Yamana. A comparative analysis. En Patagonia. Natural history, prehistory and ethnography in the uttermost end of the world, C. McEwan, L. Borrero y A. Prieto (Eds), pp. 82-109. British Museum Press, Londres. British Museum Press, Londres. 
  • C. Gallardo (1910). Los onas. Zagier y Urruty, Buenos Aires. 
  • N. García Canclini (1986). La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte. Siglo XXI, México D. F. 

Enlaces externos

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