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Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Nacional Autónoma de México)

Facultad de Filosofía y Letras

Emblema de la facultad.
Sigla FFyL, FFL
Tipo Pública
Forma parte de Universidad Nacional Autónoma de México
Fundación 1910 (como Escuela Nacional de Altos Estudios)
1924 (como Facultad de Filosofía y Letras)
Localización
Dirección Circuito interior s/n, Colonia Universidad Nacional Autónoma de México, Coyoacán, CP. 04510
Ciudad Universitaria, Ciudad de México, México México
Coordenadas 19°20′02″N 99°11′13″O / 19.333998, -99.186851
Administración
Director Mary Frances Teresa Rodríguez Van Gort
Academia
Estudiantes 11,733[1]
Sitio web
www.filos.unam.mx

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es la dependencia encargada de realizar docencia e investigación, la enseñanza y la extensión en Humanidades.[2]​ Su objetivo es prolongar el legado histórico de la cultura humanística por medio del estudio y la comprensión de sus obras, además de impulsar la reflexión crítica sobre temas relacionados con el pensamiento, la educación y la creación artística. Fue fundada en 1924 y tiene su antecedente directo en la Escuela Nacional de Altos Estudios de la misma universidad, fundada en 1910 a iniciativa de Justo Sierra.[3]

Escritores, dramaturgos, filósofos y poetas, entre otros egresados de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM han recibido reconocimientos como el galardón literario "Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores" y el "Premio Nacional de Ciencias y Artes", e incluso el Premio Nobel de Literatura; también algunos literarios son miembros de la Academia Mexicana de la Lengua, o han ganado el Premio Nacional de Periodismo de México.

Historia[editar]

Época colonial[editar]

Obra de Alonso de la Veracruz (Alonso Gutiérrez).

El fundamento humanístico-filosófico de la Facultad de Filosofía y letras nace en la época colonial con la Real y Pontificia Universidad de México fundada el 25 de enero de 1553.[4]​ Dentro de la Universidad, la Facultad de Artes se instauró como centro fundamental para el estudio de las artes y la teología. El 13 de junio de 1553 se matricularon los primeros alumnos en la carrera de filosofía. Las clases dieron inicio el 3 de julio del mismo año, con la oración latina pronunciada por el gran humanista Francisco Cervantes de Salazar.[5]​ La enseñanza filosófica estuvo basada en la escolástica; los Doctrinales de Prisciano; los Summulae Logicales de Pedro Hispano; y en los conceptos aristotélicos. Uno de los primeros profesores fue Fray Alonso de la Vera Cruz quien impartió clases sobre teología abordando diversos temas morales, abstractos y mostró un profundo interés por los temas filosóficos, la lógica, la ética y la filosofía social. “Trató temas tan concretos como los problemas de la moralidad de la guerra hecha a los indios, de las encomiendas, de los tributos, de los diezmos, de los matrimonios indígenas; pero también de temas tan abstractos y elevados como los contenidos en sus libros de filosofía, producto de su docencia en colegios agustinos como el de Tiripitío, en Michoacán”.[6]​ Sus tres obras filosóficas fueron fundamentales para el curso de Artes: Recognitio Summularum, Dialectica Resolutio y Phisica Speculatio.[7]​ Dentro de la Universidad, las humanidades propugnaban por el fortalecimiento de las ideas de la fe católica en los naturales y en los hijos de los españoles. La expansión filosófica fue realizada por importantes filósofos españoles entre los que destacan Francisco de Vitoria, Melchor Cano, Domingo de Soto y Francisco Suárez .

Durante casi tres siglos, la enseñanza humanística estuvo sustentada en la religión y se encontraba bajo el dominio clerical.

siglo XIX[editar]

En el siglo XIX surgen diversas inquietudes respecto al papel de la educación en un México que había sufrido diversas trasformaciones políticas e ideológicas; por ello, el gobierno de Valentín Gómez Farías buscó impulsar la cultura nacional entre las clases populares y desligar al sistema educativo del clero, por medio de una nueva reforma educativa sustentada en las nacientes ideas positivistas que se desligan de toda concepción y enseñanza teológica.

Hospital de Jesús.

En 1833, el dr. José María Luis Mora Lamadrid, quien pertenece al comité de enseñanza, pugna por la creación de establecimientos de educación superior que permitan un adecuado desarrollo intelectual en el país. El decreto del 23 de octubre de 1833 establece la abolición de la antigua universidad que es suplantada por seis Escuelas: “la primera de estudios preparatorios, la segunda de estudios ideológicos y humanidades, la tercera de estudios físicos y matemáticos, la cuarta de estudios médicos, la quinta de estudios de jurisprudencia y la sexta de estudios sagrados; a todas estas escuelas se les dio el nombre de Establecimientos. El ex-convento de San Camilo fue destinado, inicialmente, como marco de la enseñanza de las humanidades en ese 1833. Al año siguiente, las humanidades, aquellas, las que siempre de menor a mayor medida han estado presentes en la Universidad Mexicana, fueron ubicadas en el antiguo Hospital de Jesús”[8]​ en donde se impartían clases de historia, economía, metafísica, moral y literatura.

Casa de los Mascarones o Casa de los condes de Orizaba. Fotografía del libro de Silvester Baxter, 1893.

Un año después de iniciado el intento de reforma educativa y con Santa Anna bajo la poderosa influencia del clero, el partido Conservador logró que el Supremo Poder Ejecutivo, mediante circular del 3l de julio de 1834, exhibiera, criticara y reprobara las medidas adoptadas por Valentín Gómez Farías. Como consecuencia de ello, se restablecieron "... al estado en que se hallaban antes de los decretos suspendidos, los colegios de San Ildefonso, San Juan de Letrán, San Gregorio y el Seminario de Minería. Los fondos destinados a los establecimientos creados por el gobierno del Sr. Gómez Farías volvieron igualmente al estado que tuvieron antes de la aplicación que se les dio por el decreto del 24 de octubre de 1833 y siguientes. Se reinstala la Universidad Nacional y Pontificia el 12 de noviembre de 1834 en la que se promueve el estudio de las gramáticas castellana, latina, francesa e inglesa; la retórica, la filosofía (lógica, metafísica, ética) y la literatura, excluyendo la enseñanza de la historia.[8]​ Tras diversas reorganizaciones, la universidad desaparece y reaparece con nuevos enfoques, dentro de los cuales el cultivo de las humanidades siempre está presente.

Centro Mascarones en el 2012.

El 7 de abril de 1881, Justo Sierra presentó ante la cámara de Diputados la propuesta sobre la creación de una escuela de altos estudios que, como centro especializado, permitiera el impulso de la investigación. Este proyecto fue concebido con la idea de introducir a México al mundo moderno, además de promover la formación de profesores. Con la Escuela Nacional de Altos Estudios se buscaba otorgar distinciones de grados académicos en donde los estudios superiores fueran reconocidos. “Sierra ambicionaba que en esa Escuela se enseñase a investigar y a pensar, investigando y pensando, con la esperanza de que la substancia de la investigación y el pensamiento no se cristalizase en ideas dentro de las almas, sino que esas ideas constituyesen dinamismos perennemente traducibles en enseñanzas y en acción, pues sólo así las ideas pueden llamarse fuerza".[9]

siglo XX[editar]

Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, México

El 17 de diciembre de 1908 surge la Ley Constitutiva de la Escuela Nacional de Altos Estudios que nacería con tres secciones en la ciudad de México: Humanidades; Ciencias Exactas, Físicas y naturales; así como la sección de Ciencias Sociales, Políticas y Jurídicas. En el decreto de Porfirio Díaz se establece que la división de Humanidades tendría como objetivo el estudio de lenguas clásicas y lenguas vivas; diversas literaturas, filología, pedagogía, lógica, psicología, ética y estética, además de filosofía e historia de las doctrinas filosóficas.[10]

El 23 de septiembre de 1924, el presidente Álvaro Obregón decreta la reestructuración de la Escuela Nacional de Altos Estudios para establecer en el artículo 3° la fundación de la Facultad de Filosofía y Letras.[11]​ El primer año de vida de la Facultad de Filosofía y Letras no fue fácil. A cuatro meses de haberse instituido, se le suspendió por Decreto Presidencial el subsidio económico y su director don Balbino Dávalos así como los profesores, la mantuvieron trabajando como "Facultad libre", sin percibir sueldo alguno.[12]

Uno de los pasillos.

En 1934, la facultad adquiere la denominación de Facultad de Filosofía y Bellas Artes y quedó conformada por la Escuela Nacional de Arquitectura, la Escuela Nacional de Artes Plásticas, la Escuela de Filosofía y Letras y la Escuela Superior de Música. En 1936, la facultad cambia su nombre y es conocida como Facultad de Filosofía y Estudios Superiores. En 1938 la facultad tiene como sede el edificio Mascarones y retoma el nombre de Facultad de Filosofía y Letras.[10]

Para el año de 1939, diversos filósofos, literatos, historiados, antropólogos y poetas del exilio español, se incorporan como maestros en la facultad. Hacia 1943 se crea el profesorado de Carrera como reconocimiento al valor de la vida académica. En 1954, la facultad cambia su sede del edificio Mascarones a Ciudad Universitaria.[13]

Durante el siglo XX sus directores fueron:[14]Daniel M. Vélez (1924), Balbino Dávalos (1925-1928), Mariano Silva y Aceves (1929) , Pedro de Alba Pérez (1928-1929), Antonio Caso (1929-1933, 1938-1940), Enrique O. Aragón (1933-1938), Julio Jiménez Rueda (1938, 1942-1944, 1953-1954), Eduardo García Máynez (1940-1942), Pablo Martínez del Río (1944-1955), Samuel Ramos (1945-1953), Salvador Azuela (1954-1958), Francisco Larroyo (1958-1966), Leopoldo Zea (1966-1970), Ricardo Guerra Tejada (1970-1978), Abelardo Villegas (1978-1982), José G. Moreno de Alba, Arturo Azuela (1986-1990), Juliana González Valenzuela (1990-1994, 1994-1998) y Gonzalo Celorio Blasco (1998-2000).

Siglo XXI[editar]

En la primera década del siglo XXI se crearon las licenciaturas en Letras Portuguesas y de Desarrollo y Gestión Intercultural. En 2011 se inauguró el Edificio Anexo "Adolfo Sánchez Vázquez",[15]​ ubicado detrás del Estadio Olímpico Universitario.

Y en 2017 se aprobó la implementación de la licenciatura en Administración de Archivos y Gestión Documental en la Facultad, dada la demanda de profesionales en archivística que se tenía en diversas instituciones;[16]​ dicha licenciatura ya se impartía en la ENES Morelia, de modo que se analizó el Plan de Estudios de la misma y se implantó en Filosofía y Letras.

En el siglo XXI han sido directores de la Facultad: Ambrosio Velasco (2000-2008), Gloria Villegas Moreno (2008-2016), Jorge Linares Salgado (2016-2021) y Mary Frances Teresa Rodríguez Van Gort (en el cargo, período 2021-2025)

Emblema[editar]

El emblema de la Facultad de Filosofía y Letras tiene su origen en los ideales de Justo Sierra: La Escuela Nacional de Altos Estudios representaba un templo promotor del pensamiento y de la investigación con la promesa de acciones sociales. Para Sierra, cualquier idea cristalizada en aprendizaje y en acción, se convertía en una fuerza social real. El 22 de septiembre de 1910, Justo Sierra establece la importancia de “adorar no a una Atenea sin ojos para la humanidad y sin corazón para el pueblo", sino "a la Atenea Promakos, a la ciencia que defiende a la Patria"[9]​ y que representa la búsqueda del conocimiento orientado al bienestar social.

Instalaciones[editar]

Ágora; punto de reunión.
"Espacio Anarco-feminista" del auditorio Che Guevara.

La facultad cuenta, para sus fines académicos, con:

El edificio principal está junto a las Islas, debido a la localización, se puede considerar una facultad de fácil acceso ya que calles importantes de la Ciudad de México, como Insurgentes Sur cruzan la zona así mismo hay estaciones de metro y metrobús cercanos; también dentro del circuito de C.U. existen varias rutas gratuitas de pumabus que llegan a la estación de la facultad. [17]

Por lo que gracias a las zonas aledañas y la accesibilidad de movilidad se puede decir que hay una mejora en la calidad del espacio habitado, creando convivencia y fomentando el contacto social de la comunidad universitaria.

En lo que respecta a las instalaciones que pertenecen a la FFyL varias de ellas se consideran lugares claves de integración y socialización para diferentes ámbitos, por ejemplo:

La Biblioteca Samuel Ramos tiene su entrada cercana a la puerta que da al circuito, de acceso al público general, cuenta con sillas, mesas, sillones, conexión a internet y  equipo de cómputo para rastrear y ubicar fuentes bibliográficas (libros, revistas y enciclopedias); como en la mayoría de las bibliotecas también se pide mantener silencio, orden y limpieza, por ende además de cumplir su función como biblioteca, gracias a su composición es un espacio donde se quiere permanecer y es alternativa para quienes no cuentan con lugares aptos para concentrarse, ampliar investigaciones o una comodidad que promueva estilos de vida universitaria adecuados.

El mantenimiento de la misma es una estrategia de uso, tal como menciona Jan Gehl “cuando los ambientes exteriores son de buena calidad, las condiciones del entorno son mejores, más estimulantes, lo que incrementa también la sensación de participación, pertenencia e identificación”. (2013) [18]

De costado a la biblioteca, se encuentra la cafetería que a diferencia de otras facultades, sí está conformada como tal, con mesas, sillas, charolas, barra para ordenar, el horario de atención es amplio y cuentan con alimentos variados. [19]

Es también una de las cafeterías asignadas para distribuir el Programa de Apoyo Nutricional, por lo que ahí circulan alumnos de diferentes semestres, carreras e incluso facultades creando espacios de encuentro informales,  sin embargo por lo mismo, de los aspectos para mejorar es la capacidad que tiene, durante las horas pico de comida es común ver personas con sus charolas de comida sentadas en las jardineras de afuera. Aunque se pide mantener los platos, vasos y cubiertos dentro, es la falta de mobiliario que fortalece el sentido común de ocupar su entorno al hacer uso extendido de estos objetos, una práctica que surge por la necesidad del alumnado y que responde a la carente planificación y asistencia de las autoridades.

Otra de las intervenciones que han llevado a cabo, es en los pasillos del edificio A, originalmente las paredes están lisas pero conforme transcurre el semestre la comunidad los va tapizando de carteles (algunos ofreciendo productos o servicios, otros son para difundir las actividades extracurriculares programadas) y pinturas/retratos que reflejan la identidad de la facultad en dos vertientes principales, la primera como constante denuncia de actos que atraviesan el contexto histórico de la universidad como las desapariciones, violaciones y abusos sexuales, feminicidios, personas abusadoras inscritas al plantel, etc; mientras que la segunda, con imágenes agradables y aspiraciones identitarias que expresan formas de habitar más seguras y diversas, denotando una responsabilidad con el medio ambiente, con las neuro divergencias y las disidencias sexuales.

Por lo tanto se puede concluir que las paredes de los pasillos, son espacios residuales, un término de la urbanista y arquitecta Andrea Borde refiriendose a lugares que son el resultado de un proceso de construcción y reconstrucción… que se expresan como cicatrices de lo que fue destruido y no fue posible reconstruir totalmente.

Bajo este hilo conductor, otro de los componentes en la facultad son los baños, que por desgracia se han prestado para un uso inadecuado y violento, tras cientos de quejas que van desde la falta de agua, papel, jabón hasta abusos sexuales, nuevamente el alumnado exigió modificaciones estructurales que consistieron en añadir botones de emergencia pegado a cada WC, puertas grandes que cubran más y cierren bien. De igual forma, debido a los actos discriminatorios dirigidos hacia personas de la comunidad LGBTIQA+, se implementaron sanitarios neutros, donde personas trans, no binarias y de género fluido puedan ocupar. Lo anterior demuestra acciones para resignificar lo femenino, masculino o andrógino en espacios que socialmente habían sido asignados a uno u otro género.

En síntesis los ejemplos anteriores son formas de vivir en comunidad universitaria, mantener espacios de socialización específica y maneras de convertirse en protagonistas del espacio público.

Otra unidad que forma parte de la Facultad de Filosofía y Letras es la construcción reciente del Anexo Adolfo Sánchez Vázquez, éste se encuentra a una distancia considerable de la facultad, ubicado en la parte trasera del Estadio Universitario, con camino poco transitado, que durante el día penetra fuerte el sol y en las noches está oscuro por el poco alumbrado; en contraste con las instalaciones principales, las formas de llegar son en vehículo propio que por las condiciones estructurales eso aplica para los docentes, en taxi o uber, esperar las escasas corridas de alguna de las dos rutas de pumabus o bien a pie.

Al interior tiene dos edificios usados para impartir clases, estacionamiento y una tienda; los salones aunque se ven nuevos, carecen de ventilación y cortinas que en verano provoca una experiencia desagradable; los precios que manejan en la tienda son elevados casi al triple por ser el único sitio alrededor donde se pueden adquirir alimentos y bebidas.

Para finales del primer semestre de 2024, el uso se reparte entre todos los colegios, por lo que uno o dos días a la semana todos los estudiantes del CELA deben trasladarse al anexo porque ahí tienen asignado su salón de clases.

El experto Henry Lefebvre decía que el ordenamiento de población no es casualidad, en este caso, haber creado el espacio adicional pero lejano responde a cierto control y relaciones de poder, un ejemplo similar es cuando trasladaron a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales hacia lo más recóndito de C.U. deshaciendo puntos de encuentro interdisciplinario que solían tener personas de economía, derecho, psicología, filosofía, historia, sociología, politólogos, etc. La semejanza es tal que incluso sus aulas también son oscuras y con nula ventilación.

El anexo Adolfo Sánchez sigue en construcción de otra sección pero resulta evidente la molestia e inconformidad de los estudiantes cuando se trata de ir para allá. La ecología urbana de los sentidos percibida en la facultad versus al anexo es muy distinta.

En conclusión la experiencia de estudiar en Ciudad Universitaria será diferente según las condiciones físicas y geográficas del lugar como tener cerca puntos del Sistema Integrado de Trnasporte Público o la capacidad de costear alimentación.

Todo lo anterior funge como cadena de significantes que compone el entramado simbólico de  identidad universitaria en FFyL y responde a una lógica de hábitos colectivos del uso del espacio, con gestos implementados para mejorar la experiencia del alumnado y hacer de los espacios públicos exitosos.

Es menester crear espacios donde la comunidad quiera permanecer, se promuevan economías vitales, estilos de vida saludables, caminos seguros y se permita la interacción entre diferentes personas para desarrollar vínculos sociales a través del lugar.

Programas académicos[editar]

La Facultad de Filosofía y Letras ofrece 12 programas de licenciatura (8 de ellos también en modalidad semipresencial o abierta) y participa en 14 programas de posgrado de la UNAM, junto con otras entidades universitarias.[20][21]

Modalidades de estudio[editar]

Las modalidades de estudio se refieren a las formas en que un sistema de educación imparte este servicio. La Facultad de Filosofía y Letras cuenta con tres modalidades de estudio: la presencial, la abierta y a distancia. En la modalidad presencial los estudiantes asisten a la Facultad toda la semana para acreditar sus materias. En la modalidad abierta los estudiantes pueden elegir qué días asistir a la facultad para tomar clases presenciales, ya sea los sábados o algunos días entre semana, depende de la carrera y de las materias disponibles para cada día; esta modalidad se caracteriza por su flexibilidad espacial y temporal, así como el aprendizaje autosugestivo. En la modalidad a distancia los estudiantes cursan las materias en línea por medio de una plataforma informática, la cual está diseñada para garantizar una comunicación efectiva entre los alumnos y sus profesores, así como el acceso a los materiales y la actividades de aprendizaje y de evaluación[22]​.

Publicaciones[editar]

Actualmente, la Facultad de Filosofía y Letras edita cinco revistas de investigación: Anuario de Letras Modernas, Nuevas Glosas. Estudios Lingüísticos y Literarios, Nuevas Poligrafías. Revista de Teoría Literaria y Literatura Comparada, Theoría. Revista del Colegio de Filosofía y Tlalli. Revista de Investigación en Geografía.[23]​ Adicionalmente, edita tres revistas de divulgación: Filosofía y Letras,[24]Revista Assequor,[25]​ y Reflexiones Marginales.[26]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Agenda Estadística UNAM 2020. México: Universidad Nacional Autónoma de México. 2020. 
  2. «Reglamento de la Facultad de Filosofía y Letras». Oficina del Abogado General de la UNAM. 25 de julio de 1956. Consultado el 26 de noviembre de 2013. 
  3. Sierra, Justo (1985). «“Ley Constitutiva de la Escuela Nacional de Altos Estudios “. La Universidad Nacional de México, 1910.». Dirección General de Publicaciones, UNAM. Consultado el 25 de septiembre de 2015. 
  4. Beuchot, Mauricio. “Los comienzos de la Facultad de Filosofía o Artes en la Real Universidad de México” en Repositorio FFyL en: http://hdl.handle.net/10391/3544. Consultado 26 de junio de 2014.
  5. Gómez, Antonio. Vida y obra de fray Alonso de Veracruz en http://ru.ffyl.unam.mx:8080/jspui/handle/10391/3541
  6. Beuchot, Mauricio. “Los comienzos de la Facultad de Filosofía o Artes en la Real Universidad de México” en Repositorio FFyL en: http://hdl.handle.net/10391/3544. Consultado 26 de junio de 2014
  7. Vera Cuspinera, Margarita. “La filosofía: su itinerario de la Real y Pontificia Universidad de México a la fundación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México”. Setenta años de la Facultad de Filosofía y Letras (1994): 185-266 en repositorio FFyL: http://hdl.handle.net/10391/3547
  8. a b Menéndez, Libertad. Escuela Nacional de Altos Estudios y Facultad de Filosofía y Letras. Planes de Estudios, Títulos y grados. 1910-1994 en: http://ru.ffyl.unam.mx:8080/jspui/bitstream/10391/3535/1/Menendez_Escuela_Nacional_Altos_Estudios_FFyL_Planes_Estudios_1996.pdf
  9. a b Villegas, Gloria. “Bajo el signo de Atenea” en Repositorio FFyL en: http://hdl.handle.net/10391/3546
  10. a b Sierra, Justo. Ley Constitutiva de la Escuela nacional de Altos Estudios: http://hdl.handle.net/10391/3532
  11. Gobierno de España – Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; CENSO-GUÍA de Archivos de España e Iberoamérica: “Archivo Histórico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Escuela Nacional de Altos Estudios - Facultad de Filosofía y Letras” [1] Consultado el 22 de noviembre de 2016.
  12. «Fondo Escuela Nacional de Altos Estudios/Facultad de Filosofía y Letras, AHUNAM-IISUE». 
  13. Bosch, Carlos. Vicisitudes de una facultad en repositorio de la Facultad de filosofía y letras en http://ru.ffyl.unam.mx:8080/jspui/bitstream/10391/3534/1/C_Bosch_Visisitudes_Facultad_HM_15_1955.pdf
  14. «Semblanzas directores de la Facultad de Filosofía y Letras». 
  15. Facultad de Filosofía y Letras (2019). «Historia – Facultad de Filosofía y Letras». Consultado el 12 de mayo de 2021. 
  16. Colegio de Bibliotecología (2019). «Antecedentes del Colegio – Colegio de Bibliotecología». Facultad de Filosofía y Letras. Consultado el 12 de mayo de 2021. 
  17. «Biblioteca Samuel Ramos» |url= incorrecta con autorreferencia (ayuda). Wikipedia, la enciclopedia libre. 3 de marzo de 2024. Consultado el 10 de junio de 2024. 
  18. [Gehl|Gehl, J.] Comprueba el valor del |enlaceautor= (ayuda) (2013). Cidades para pessoas. p. 262. 
  19. «Ciudad Universitaria (Universidad Nacional Autónoma de México)» |url= incorrecta con autorreferencia (ayuda). Wikipedia, la enciclopedia libre. 5 de junio de 2024. Consultado el 10 de junio de 2024. 
  20. «Facultad de Filosofía y Letras». Oferta Académica. Universidad Nacional Autónoma de México. Consultado el 16 de marzo de 2021. 
  21. «Programas académicos». Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Consultado el 16 de marzo de 2021. 
  22. Coordinación de Universidad Abierta y a Distancia (CUAED), UNAM (2023). «Modelo Educativo del Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia». Consultado el 25 de marzo de 2024. 
  23. «Revistas de investigación». Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Consultado el 17 de marzo de 2021. 
  24. «Filosofía y Letras». Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Consultado el 17 de marzo de 2021. 
  25. «Revista Assequor». Facultad de Filosofía y Letras. Consultado el 17 de marzo de 2021. 
  26. «Reflexiones Marginales - Revista de Filosofía». Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Consultado el 17 de marzo de 2021. 

Enlaces externos[editar]