Contraste ecográfico

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Comparación de la vista de un hemangioma hepático en ecografía en modo B (escala de grises) y usando contraste ecográfico

Los contrastes ecográficos o ecopotenciadores son sustancias que se introducen en el cuerpo para poder visualizar mejor distintas parte del cuerpo a través de la ecografía y conseguir una mejor rentabilidad diagnóstica.

Composición[editar]

El ecopotenciador aprobado por la Unión Europea y que actualmente se usa es una suspensión de microburbujas de hexafloruro de azufre en suero y para su uso es necesario firmar un consentimiento informado.[1]​ También son muy empleados los de microcristales de galactosa, dependiendo del servicio de radiodiagnóstico.[2]

Vías de administración[editar]

La vía de administración más empleada en la actualidad es la intravenosa, es decir, se inyecta el contraste en una vía venosa periférica y a partir de ahí se va distribuyendo por el cuerpo, llegando a la zona de estudio.[3]​ La inyección debe ser de manera uniforme, y hay dos maneras de llevarla a cabo: en bolo y en bolo diluido.[4]

Resultados[editar]

En un estudio multicéntrico español llevado a cabo en 17 centros, se determinó que en el 91,6% de los casos, la ecografía con ecopotenciador aumentó el rendimiento diagnóstico con respecto a la ecografía basal. Asimismo, en el 69,2% de los casos, el uso del contraste permitió dar un resultado con certeza.[5]

Efectos adversos[editar]

Los ecopotenciadores son muy seguros, es por ello que tienen muy pocos efectos adversos, comparándolos con los contrastes yodados aplicados en radiología (en la tomografía axial computarizada) o los de gadolinio empleados en resonancia magnética. Las reacciones por hipersensibilidad son mucho menos frecuentes.[2]​ Se estima que estas reacciones aparecen una vez cada 10.000 casos. Estas reacciones suelen manifestarse por una disminución de la presión arterial y otra clínica asociada, que varía de uno a otro caso (disnea, opresión torácica, picores, eritema). En casos extremos se han descrito reacciones cardiacas (angina e infarto).[1]
Además no son ni nefrotóxicos ni tirotóxicos.[6]

Contraindicaciones[editar]

Las contraindicaciones son básicamente cuatro :[2]

  • Embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.[6]
  • Patologías coronarias severas (se han detectado tres casos de muerte por este motivo).
  • Pediatría.
  • Ecografía ocular y craneal si hay sospecha de rotura microvascular.

Véase también[editar]

Bibliografía[editar]

  • García Fernández, M.R.; Zamorano, J.L. (1999). Práctica de la ecocardiografía de contraste. ENE. 
  • Puig, J; Ripollés, T; Talegón, A (2008). Medios de contraste por ecografía. Panamericana. pp. 77-80. 

Referencias[editar]

  1. a b Área de Radiología del SAS: Consentimiento informado para ecografía con ecopotenciador. Consultado el 12 de enero de 2017.
  2. a b c Ripollés, T.; Puig, P. (2009). «Actualización del uso de contrastes en ecografía. Revisión de las guías clínicas de la Federación Europea de Ecografía (EFSUMB)». Revista Radiología 51 (4). 
  3. Allué Martínez, Carmen. «Ecocardiografía de contraste». Archivado desde el original el 27 de enero de 2018. Consultado el 17 de enero de 2017. 
  4. Ponce Altamirano, Claudio Ariel; Estela Cabrera, Doris (2006). «Micro burbujas como agente de contraste para ultrasonidos». Revista de Posgrado de la Vía Cátedra de Medicina 153. Archivado desde el original el 1 de agosto de 2016. Consultado el 17 de enero de 2017. 
  5. Varios autores (2009). «Utilidad de la ecografía con contraste en la práctica clínica diaria. Estudio multicéntrico español CEUS». Revista Radiología 52 (2). 
  6. a b Claudon, M.; Cosgrove, D.; Albrecht, T.; Bolondi, L.; Bosio, M.; Calliada, F. (2008). «Guidelines and good clinical practice recommendations for contrast enhanced ultrasound (CEUS)». Ultraschall Med 29. Archivado desde el original el 2 de junio de 2018. Consultado el 1 de noviembre de 2018.