Discusión:Historia de la ciencia y la tecnología en Venezuela

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Software cubano: de la cuna a la tumba[editar]

En manos de una universidad creada en 2002, la Universidad de Ciencias informáticas (UCI), y una empresa creada en 2005, Albet S.A. ambas cubanas, dejó Hugo Chávez el sistema de cedulación venezolano. Un proyecto de 172 millones de dólares. Como contraste, la escuela de computación de la Universidad Central de Venezuela existe desde 1958, y como todas las universidades del país, sufre un déficit presupuestario crónico.

El de las “cédulas cubanas” fue un escándalo en un ya lejano 2011. Para entonces, se supo que Albet subcontrató a la filial mexicana de la empresa holandesa Gemalto para llevar a cabo el sistema de identificación, por 40 millones de dólares. Albet no tenía la experiencia ni la capacidad para llevar a cabo el proyecto, pero si para cobrar cuatro veces más su costo.

La periodista Adriana Rivero, en un informe para Transparencia Venezuela, alcanza a identificar más de un mil millones de dólares solo en los negocios cubanos con la Misión Identidad.

Pero la historia de Albet con Venezuela no ha quedado allí. Aunque las nuevas cédulas electrónicas para las que se les contrató siguen sin existir, Albet, y luego la empresa constituida con PDVSA, Guardián del Alba (49 % propiedad cubana anunciada en 2008) y, en general, el Grupo Empresarial de Informática y Comunicaciones (GEIC), que depende del Ministerio de informática y Comunicaciones cubano, es aún proveedor regular de software para sectores críticos del Estado venezolano.

PDVSA: de la CIA al G2

La empresa mixta Guardián del Alba está detrás de distintos software de control y logística de PDVSA, y también de uno desarrollado para la Gran Misión Vivienda Venezuela de nombre CIDRUX. El discurso de la soberanía tecnológica de PDVSA sólo se trasladó 100 millas. Las que separan a Estados Unidos, de Cuba. De la CIA, supuestamente propietaria de SAIC (socia en INTESA), al G2 cubano (según se dice también es la que está detraś de la UCI y sus empresas). Y es que hasta para desarrollar una aplicación Android, PDVSA depende de los cubanos que desarrollaron, por ejemplo, la aplicación “Inspector en sitio” para evaluar los taladros y generar informes.

La Universidad de Ciencias Informáticas ya promocionaba en 2008 el software de la Misión Identidad, como uno de los ejemplos de productos a la medida que son capaces de desarrollar. Lo reseñaban en Granma de esta manera: “se trata de una solución integral que incluye todas las herramientas para el proceso de cedulación, pasaporte, control migratorio, manejo de datos y navegabilidad, que usualmente no se ofrecen de forma integral”.

La ONG Control Ciudadano ya planteaba en 2011 recelos sobre el software de cédula electrónica que manejaban los cubanos para Venezuela. Decía Rocío San Miguel, su directora: “El sistema de identidad de cualquier país es un elemento esencial de seguridad nacional, junto con el de registros y notarías, que han estado bajo el esquema de participación cubana”.

Un ministerio del interior con software del exterior

En el caso de las notarías y registros, la empresa que llevó a cabo su transformación fue Copextel S.A (una empresa cubana con fecha de creación en 1991), según afirmó el entonces ministro Jesse Chacón, quién además adelantó que era un contrato por 35 millardos de bolívares de 2005 (unos 12 millones de dólares al cambio de entonces). Aunque posteriormente un artículo en El notariado (un medio especializado) se lo atribuye a la UCI de manera general.

Lo que sí es posible rastrear en Copextel es la instalación del cableado estructurado del Ministerio de Interior y Justicia y de la sala de servidores del Centro de Tecnologías de la Información (CNTI). También otra división de la misma empresa afirma haber participado en la Misión Identidad y en la “humanización de prisiones” en Venezuela. Pero no queda allí, esa misma empresa en su división especializada en instalación de sistemas de vigilancia y circuitos cerrado, dice haber instalado en Venezuela 10 mil receptores para que los cooperantes de ese país pudieran ver televisión cubana en Venezuela .

En la misma web de Copextel afirma su entonces presidente, Sergio Arria: “se ha encargado del diseño y suministro de treinta y cuatro estudios de TV comunitarios en Latinoamérica”. Muchos de ellos sin duda en Venezuela, pues una nota de prensa del Ministerio de Comunicaciones venezolano contaba por el décimo aniversario del canal Vive TV: “Con este acuerdo de cooperación acabamos de equipar 13 televisoras comunitarias con tecnología de alta definición. En 2008 y durante dos años, asumimos la transmisión del Aló Presidente. Fueron siempre tareas que surgieron al fragor de la batalla. El Comandante decidió que los proyectos estratégicos de equipamiento se ejecutarán por Vive y no por otros canales. Él confiaba lo suficiente en este equipo, donde se creó una oficina con compañeros venezolanos y cubanos, de la empresa Copextel y se han desarrollado muchos proyectos”. La misma nota da cuenta que Vive TV fue equipada con recursos del Convenio Integral Cuba-Venezuela.

Una tesis de maestría de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (2012) da cuenta también de una implementación de software del Centro de Tratamiento y Análisis de Información de Seguridad Ciudadana (CTAISC. Ahora llamado Observatorio Venezolano de Seguridad, como si de una ONG se tratara), adscrito al Ministerio de Interior y Justicia, fue desarrollado por cubanos. En la tesis se explica detalladamente cómo funciona el software desarrollado para bases de datos Oracle y cuáles son los logros en su manejo y transformación.

Pero no es la única tesis que refiere la creación de implementaciones para el Observatorio Venezolano de Seguridad, una refiere a la creación de un sistema para mapas temáticos y otro más a la incorporación de análisis semántico. En estas dos últimas mencionan como referencia bibliográfica el contrato de Albet con el Ministerio de Interior y Justicia venezolano, clasificado como CT2-GE-DR-001, del año 2010.

Salud: A lo cubano

Softel es otra empresa del grupo GEIC, que fue responsable en 2005 de desarrollar el software para los Centros de Diagnóstico Integral y los Centros Médicos de Diagnóstico de Alta Tecnología. Un total de 457 licencias de instalación del Software Galen Lab le fueron vendidas a Venezuela. Distintos reportes periodísticos también afirman que el software para los Bancos de Sangre que se usa en el país, también es cubano.

En la última renovación del Convenio Integral Cuba-Venezuela, de este año 2020, se mencionó la posibilidad de que Venezuela adquiriera de Cuba un software para el monitoreo de hospitales.

En suma, el software cubano está en todo. En la vida de un venezolano, desde que nace hasta que muere, en la salud, los alimentos, la compra venta de bienes, la vivienda, la enfermedad y hasta en la muerte.

Por venecuba | Abr 13, 2020 | Análisis

Por Rodolfo A. Rico