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Se conoce como Escuela mexicana de pintura a una etapa de la creación plástica en México que nació como respuesta a las condiciones sociales y artísticas de inicios del siglo XX, después de los momentos más convulsos de la Revolución Mexicana. [1]​ Entre sus características principales está la definición de la identidad mexicana en contraste con los valores de la cultura europea,[2]: 99  así como la exaltación a los sectores medios y bajos de la sociedad mexicana, los obreros y los campesinos, que participaron en el movimiento armado, como una reivindicación de su papel en la historia de México.

Uno de los movimientos más relevantes, por su proyección nacional e internacional, que se inserta dentro de esta etapa de creación es el Muralismo mexicano, con algunos exponentes como Dr. Atl, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, entre algunos otros.

Historia[editar]

¿Cuál era el contexto histórico/económico/social de México? ¿Cuáles fueron los hechos históricos? ¿Quiénes fueron sus principales actores?

Contexto histórico[editar]

Para los primeros años del siglo XX, el gobierno de Porfirio Díaz había comenzado a entrar en una época de crisis política y económica, misma que repercutió en tensiones sociales que con el correr de los años de su mandato, se hicieron cada vez más profundas hasta terminar por el estallido de la Revolución Mexicana.

Los asuntos políticos y militares eran controlados por Porfirio Díaz, mientras que las cuestiones económicas, culturales y educativas eran dirigidas por un reducido grupo conocido como los científicos, los cuales eran principalmente hombres de negocios e intelectuales de la época que ocupaban los puestos en el gabinete de Díaz. Su posición en el poder se consolidó ideológicamente en las corrientes del positivismo y evolucionismo, mismas que intentaron aplicar al poner en primer orden el progreso a través de una economía prospera y la industrialización del país, antes de llegar a la democracia.[3]

Con el triunfo del movimiento revolucionario liderado por Francisco I. Madero, algunos de los que integraban las instituciones comenzaron a cuestionar el orden establecido, por lo que el grupo de los científicos dejó de ser visto como aquel que debía influir de forma determinada en las políticas del país y, por tanto, este reducido grupo ya no debía de estar frente a las instituciones. De ahí que se viera como necesaria una reestructuración que permitiera la renovación de las instituciones y en el país.

Si bien hubo un respiro político con el triunfo democrático de Madero como Presidente, en los años inmediatos, la desestabilidad del país continuó tras diversos acontecimientos: el golpe de Estado, conocido como la Decena trágica en 1912 que desembocó en el asesinato de Madero y de José María Pino Suárez ,[4]: 46  de la dictadura de Victoriano Huerta[5]: 159 

Contexto artístico[editar]

A finales del siglo XIX, los estándares estéticos del arte estaban basados en el arte europeo y la crítica, en general, minimizaba los méritos artísticos de otras regiones del mundo. En México, buena parte de estos estándares eran establecidos por la Academia de San Carlos,[Nota 1]​ en donde se perpetuaban los patrones estéticos de la monarquía a través de sus maestros españoles e italianos. [7]: 17–18 

En el ámbito artístico, existía una cierta inconformidad con los métodos de enseñanza que se impartían en la Academia de San Carlos, en parte debido a que los planes de estudio no fueron actualizados durante mucho tiempo. En 1904, cuando Porfirio Díaz nombró a Antonio Rivas Mercado director de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), este decidió no hacer cambios al programa a pesar de que ciertos estudiantes manifestaron su deseo de aprovechar el cambio de director para actualizar el programa académico de la Escuela.[6]: 15 

El 28 de julio de 1911, un grupo de alumnos de la Academia de San Carlos se manifiestan en huelga después de meses de reclamos a su Director por favorecer a los alumnos de Arquitectura en detrimento de otras clases. [7]: 31–34  Esta huelga culmina con la disolución de la ENAP y la creación de la Academia Nacional de Artes Plásticas, liderada por Alfredo Ramos Martínez.[7]: 17  En noviembre de 1911, el Ministro de Instrucción Pública, López Portillo y Rojas, autoriza a Ramos Martínez la creación y dirección de una nueva academia de pintura y escultura.[7]​ Con ayuda de algunos de sus discípulos, abrió una escuela al aire libre en una casona en Santa Anita Iztapalapa[6]: 17 , burlonamente llamada el Barbizon mexicano.[Nota 2]

Todo indica que en las razas indígenas no estaba despierto el sentido de la belleza, que es de donde procede el arte. (...) Mas sea lo que fuere de las obras de los indios, ellas nada tienen que hacer con la pintura que hoy usamos, la cual es toda europea, y vino después de la conquista. Si los mexicanos pintaban (y en efecto pintaron mucho), ése es un hecho suelto que precedió al origen del arte entre nosotros
[8]: 6, 11 

En 1920 el presidente interino de México, Adolfo de la Huerta, nombró a José Vasconcelos como rector de la Universidad Nacional de México. En este cargo, lanza un nuevo programa de trabajo que busca la definición del país. Entre sus consignas está el apoyo a los artistas plásticos de cualquier escuela, llamados a intervenir en la creación de nuevos cánones. Alvaro Obregón le concede amplia libertad para llevar a cabo esta misión, que incluye la construcción de nuevos mitos nacionales.[6]: 22–23 

Trasfondo social[editar]

¿Cuál era el contexto social de México? ¿Cuál fue la reacción de los artistas? ¿Qué era lo que buscaban representar? ¿Cuáles eran sus ideales?
  • Nacionalismo (Exaltado por el movimiento revolucionario).
  • No busca mitificar "la nación mexicana", sino que exponer los grandes episodios de la historia, los cuales, según estos, mostraban contradicciones.
  • Reconstruir la "cultura mexicana" (Uso de la teoría marxista-contraposición al positivismo).
  • Denunciar las injusticias que pese a la Revolución continuaban.
  • Educación del pueblo, que ante los altos índices de analfabetismo, se usó la imagen como discurso visual, aunado al mural que tenía un público más amplio y diverso que la pintura de caballete.

De acuerdo a varios autores, los ideales expresados en la Escuela Mexicana de Pintura tienen su origen, en varias formas, en la mitad del siglo xix, como parte de un deseo de definición de lo mexicano y latinoamericano con un lenguaje universalmente reconocido.[Nota 3]

Los artistas de la Escuela Mexicana de Pintura se basaron, además, en el llamado *Manifiesto del Sindicato*, documento dirigido a los "obreros, los campesinos, a las razas nativas humilladas a través de los siglos, a los soldados convertidos en verdugos de sus jefes, a los trabajadores y campesinos azotados por los ricos"[10]​. Este documento sirvió entre otras cosas para darle al movimiento una unidad con fines más claros y definidos que los de otros en el resto del continente[9]

Características[editar]

¿Cuáles son las características técnicas de la Escuela? ¿Qué los distingue de otras corrientes?

La Escuela Mexicana de Pintura se basa, en su aspecto técnico, en distintos movimientos artísticos europeos como el fauvismo, el cubismo y el expresionismo, así como varias formas de arte prehispánico y/o popular[9]: 130–131 

Principales exponentes[editar]

¿Por qué son los principales?

  • Primeros a los que Vasconcelos apoya para la realización de este proyecto.
  • Producción y reconocimiento al interior y exterior.
  • Compromiso político y, sobretodo, social.
  • Sustento ideológico (textos teóricos en el caso de Siqueiros, Tres llamamientos de orientación actual a los pintores y escultores de la nueva generación americana de 1921 y Manifiesto del Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores de 1924). [11]

Diego Rivera[editar]

¿cuál fue su principal contribución?

Diego Rivera, 1932

Obras notables[editar]

David Alfaro Siqueiros[editar]

David Alfaro Siqueiros, 1960
  • Participación en la Huelga estudiantil de la Academia de San Carlos
  • Participación activa en el movimiento revolucionario (fue Oficial dentro del Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza contra Victoriano Huerta y posteriormente en la lucha posrevolucionaria)
  • Estudios de arte en Europa. Contacto con el Marxismo.
  • Durante el gobierno de Álvaro Obregón, fue contratado como muralista, trabajó de la mano con Vasconcelos, Rivera y Orozco.
  • Ayudó a fundar el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores Mexicanos Revolucionarios.
  • Miembro del Partido Comunista Mexicano.

Obras notables[editar]

José Clemente Orozco[editar]

José Clemente Orozco, homenaje en el Poliforum Siqueiros, Ciudad de México

Obras notables[editar]

  • Hidalgo[12]
  • Catarsis
  • El hombre en llamas
  • La trinchera
  • La edad de las maquinas

Epígonos del muralismo[editar]

¿Quiénes son? ¿Por qué se consideran epígonos?

Primera generación de muralistas[editar]

Segunda generación de muralistas[editar]

Crítica[editar]

¿Quién ha escrito sobre ello? ¿Qué dicen?

Obras ejemplares[editar]

Galería de imágenes aquí

Para usar después[editar]

  • Historia de las artes plásticas[13]
  • La pintura en la historia mexicana reciente[9]
  • El artista en Nueva York[14]
  • Nota de Raquel Tibol en La Jornada [15]

Notas[editar]

  1. De acuerdo a Debroise,[6]: 15 
    Desde su creación, la Academia de San Carlos fue una dependencia estatal cuya única función era producir (...) por lo menos los patrones estéticos imperantes. A finales del siglo XIX, la Escuela Nacional de Artes Plásticas propone un naturalismo hispanizante, y un arte histórico, derivado del pompier francés, napoleónico, triunfalista, que glorifica a los próceres.
  2. Esto es una alusión al pueblo francés de Barbizon, que sirvió de refugio a los antecesores del impresionismo que después serían conocidos como la Escuela de Barbizon. Ambos lugares eran escuelas al aire libre, en contraste con las academias establecidas en ambos.
  3. Según Manrique[9]: 130 :
    Y en esto también se cumplía un ideal formulado en México desde los años de la República Restaurada, en ese ambiente de euforia liberal y nacionalista de la triunfante República de Benito Juárez cuando pudo restablecer la legalidad y arrojar a los invasores extranjeros

Referencias[editar]

  1. Delmar, Fernando (30 de agosto de 2010). «Las 6 revoluciones del arte plástico mexicano después de la revolución». Expansión. Consultado el 13 de septiembre de 2016. 
  2. Manrique Castañeda, Jorge Alberto (2000). Fernández, Martha; Sandoval, Margarito, eds. Una visión del arte y la historia IV. México: Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México. ISBN 9683681158. Consultado el 13 de septiembre de 2016. 
  3. Ocampo López, Javier (2005). «José Vasconcelos y la educación mexicana». Rhela 7: 137-157. ISSN 2256-5248. Consultado el 26 de septiembre de 2016. 
  4. Garciadiego, Javier (2006). Introducción histórica a la Revolución mexicana. México: Secretaría de Educación Pública. ISBN 9709765167. 
  5. Garciadiego, Javer (2005). La Revolución mexicana: crónicas, documentos, planes y testimonios. México: Universidad Nacional Autónoma de México. ISBN 9703206859. Consultado el 9 de marzo de 2017. 
  6. a b c d Debroise, Olivier (1983). Figuras en el trópico, plástica mexicana 1920 - 1940 (1a edición). España: Océano. 
  7. a b c d González Matute, Laura (1987). Escuelas de Pintura al Aire Libre y Centros Populares de Pintura. México: Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas; Dirección de Investigación y Documentación de las Artes; Instituto Nacional de Bellas Artes. ISBN 9682915880. 
  8. Couto, José Bernardo (2004). Diálogo sobre la historia de la pintura en México. Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 9 de septiembre de 2016. 
  9. a b c d Manrique, Jorge Alberto (1976). «La pintura en la historia mexicana reciente». Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas (México: Instituto de Investigaciones Estéticas; Universidad Nacional Autónoma de México) XIII (46): 127-139. ISSN 1870-3062. Consultado el 13 de septiembre de 2016. 
  10. Siqueiros, David Alfaro. «Manifiesto del Sindicato de Obreros Técnicos Pintores y Escultores». International Center for the Arts of the Americas at the Museum of Fine Arts, Houston («Centro Internacional de las Artes de las Américas en el Museo de Bellas Artes de Houston»). Consultado el 29 de septiembre de 2016. 
  11. Ramos, Maricarmen (2016). Siqueiros Humanista: La marcha de la humanidad. México: Ubukku. Consultado el 22 de septiembre de 2016. 
  12. Westheim, Paul (1997). Pensamiento artístico y creación, ayer y hoy. México: Siglo XXI. ISBN 9682320739. Consultado el 23 de septiembre de 2016. 
  13. Manrique, Jorge Alberto (1966). «Historia de las artes plásticas». Historia Mexicana (México: El Colegio de México) 15 (2/3): 229-268. ISSN 0185-0172. Consultado el 13 de septiembre de 2016. 
  14. Orozco, José Clemente (1993). El artista en Nueva York (cartas a Jean Charlot, 1925-1929, y tres textos inéditos) (2a edición). Coyoacán, Distrito Federal, México: Siglo XXI. ISBN 9682318866. Consultado el 13 de septiembre de 2016. 
  15. Tibol, Raquel (21 de junio de 2008). «El Correo Ilustrado: Aclaraciones de Raquel Tibol a nota sobre Siqueiros». La Jornada. Consultado el 21 de septiembre de 2016. 

Enlaces externos[editar]