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Método Atlasprofilax[editar]

Aplicación de la terapia Atlasprofilax por ondas de vibropresión mecanotransductiva en la miofascia suboccipital.

El método Atlasprofilax es una técnica de intervención terapéutica de origen suizo que emplea ondas mecánicas de vibropresión o vibropercusión por mecanotransducción celular de corta duración y de frecuencia media en la región de la miofascia suboccipital y en la fascia cervical profunda con diversos objetivos terapéuticos como el restablecimiento de alteraciones fasciales y problemas del sistema musculoesquelético [1]​. El enfoque biofísico del uso de terapia por vibración de ondas mecánicas mecanotransductivas para la rehabilitación de desórdenes músculoesqueléticos ha sido ensayado y estudiado en medicina[2]​.

Contexto anatómico-fisiológico y fisiopatológico[editar]

La unión cráneo-cervical (UCC) es una compleja formación anatómica que se compone de estructuras rígidas u óseas como el hueso occipital y la articulación atlanto-axial (compuesta por el atlas, la primera vértebra cervical y el axis, la segunda vértebra cervical)[3]​. La UCC se compone además de varias estructuras de tejido blando como los músculos suboccipitales, varios ligamentos[4]​ y ciertas estructuras fasciales, como la fascia cervical profunda, el puente miodural o las membranas posteriores atlantoocipital y atlantoaxial. La embriología, anatomía, biomecánica y el estudio imagenológico de la UCC ha sido objeto de investigación en caso de ciertos traumatismos[3]​ y deformaciones ligamentosas[5]​.

La UCC juega un papel en la fisiopatología de la hidrodinámica cráneoespinal que puede dar lugar a condiciones neurodegenerativas[6]​. El rol de la UCC y sus implicaciones en varias patologías ha sido objeto de amplio estudio desde los años 60 desde que Viola Frymann publicó un estudio en 1.250 neonatos de los cuales un 90% presentaban alteraciones y patrones alterados en las estructuras de la UCC [7]​. Algunos autores han acuñado términos como el "Síndrome Cráneo-Cervical" (SCC) o el "Síndrome de la Unión Cráneo-Cervical" para describir este conjunto de condiciones[8]​.

Algunas manifestaciones patológicas y síntomas asociados a desórdenes en los tejidos de la UCC pueden originarse debido al estrés mecánico anormal en la charnela atlanto-occipital y a cambios metabólicos de sus estructuras blandas, alterando el flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR) [6]​y produciendo cefaleas tensionales debidos a puntos gatillo en los músculos suboccipitales[9]​. Alteraciones en los músculos suboccipitales, incluyendo puntos gatillo[9]​, cambios en su área transversal[10][11]​ o infiltración del tejido adiposo[12]​, pueden ocasionar síndromes cefaleicos[9][10][11][12]​, dolor crónico de nuca y alteraciones posturales[13]​. Varios estudios indican a que dichos síntomas y patologías se deben a un posible aumento de la tensión a través del puente miodural (PMD)[14][15][16]​, ejerciendo tracción sobre la membrana atlanto-occipital[17]​y/o la duramadre, dando lugar a alteraciones de la circulación del LCR[18]​, inflamación, dolor y disfunción en esta región[19]​. La hiperplasia de los músculos suboccipitales estrecha interacción con el puente miodural y la presión intracraneal puede afectar a la circulación del flujo cerebroespinal por activación patológica interactiva de los músculos suboccipitales y el PMD, desempeñando un rol en la patogénesis de varias manifestaciones clínicas[20]​.

Atlasprofilax en biomecánica, fascia, miofascia y mecanotransducción[editar]

fff[21]

Implementación y usos en la medicina[editar]

El método Atlasprofilax puede ser practicado por fisioterapeutas y médicos en Austria desde 2014[22]​y por médicos o heilpraktikers, dependiendo del Land, según la ley alemana conocida como Heilpraktikergesetz [23]​.

2 médicos realizando la terapia Atlasprofilax en Departamento de Rehabilitación del Hospital Universitario de San José, en Bogotá, Colombia






Historia[editar]

Los prototipos fueron comenzados a usarse con el ser humano en los años 80.[24]​ En principio la técnica fue desarrollada como alternativa a la litotricia intracorpórea (realizada endourológicamente por endoscopia), por lo que en muchos lugares se aplica el calificativo de ondas de choque extracorpóreas.[25]

Durante los usos de litotricia pudo comprobarse que las ondas de choque producían un aumento en la densidad de los huesos circundantes a la zona tratada. Por ello, comenzó a investigarse su uso en cirugía ortopédica y problemas de aparato locomotor.[26]

Características[editar]

Aplicación sobre los tendones del codo.

Se emplean emisiones acústicas de entre 1-22 Hz; la presión oscila entre 2-5 bares; en cada sesión se aplican alrededor de 1000-6000 pulsos.[27][28]

En aplicaciones sobre tejidos blandos no se aplica sedación o anestesia alguna; sí en litotricia, para mantener al paciente quieto y calmado.[29]

No se conoce el mecanismo biológico exacto de los efectos de las ondas de choque; según una hipótesis, las ondas favorecerían la generación de nuevos vasos sanguíneos, reduciendo las calcificaciones y bloqueando la transmisión neuronal de las señales dolorosas.[30]

Nota: a pesar de que esta terapia emplea ondas de sonido, no puede clasificarse como terapia por ultrasonido dado que ésta se refiere a las ondas por encima del espectro audible, y las ondas de choque se sitúan por debajo del mismo (infrasonidos).[31]

Indicaciones[editar]

Trozos de una piedra de oxalato de calcio de 1 cm, tras ser fragmentada por litotricia.

Urología[editar]

El uso más común de las ondas de choque es la litotricia de los cálculos renales y biliares;[32]​ también se ha empleado en casos de piedras salivales y pancreáticas.[33][34]

Fisioterapia[editar]

En fisioterapia se usa para tratar problemas musculoesqueléticos tales como epicondilitis, epitrocleítis, tendinopatías, fascitis plantar, espolón calcáneo, calcificaciones del hombro...[35]

Ortopedia[editar]

La terapia por ondas de choque se emplea para tratamiento de fracturas y necrosis óseas.[36]​ También en seudoartrosis, como alternativa efectiva a la cirugía.[37]

Dermatología[editar]

Se emplean para el tratamiento de úlceras diabéticas,[38]​ aunque no existe evidencia clara sobre su efectividad.[39]

Veterinaria[editar]

Se usan para tratar problemas ortopédicos en caballos, tales como tendinopatías, patología ligamentosa, signo de Baastrup, síndrome escafoideo, artritis.[31]​ De todas formas, su nivel de evidencia es bajo.[26]

Efectividad[editar]

La evidencia científica disponible sobre la efectividad de las ondas de choque sobre patología musculotendinosa es contradictoria. Una revisión sistemática de 2005 concluyó que el efecto de las ondas de choque sobre el dolor y la impotencia funcional en casos de epicondilitis era mínimo.[40]​ Dos revisiones de 2017 arrojaron resultados parecidos, con evidencia de nivel moderado.[41][42]

En el Reino Unido, el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) subrayó el bajo nivel de la evidencia existente sobre el efecto de las ondas de choque sobre tejidos blandos; en respuesta a ello, el sistema de salud público y parte del privado promovió en 2012 una recogida sistemática de datos sobre estas intervenciones y sus resultados.[43]​ El NICE ha publicado diversas guías de práctica clínica, recomendando el uso de ondas de choque en varias patologías cuando otras terapias no se han revelado eficaces: codo de tenista, patología de tendones rotadores de hombro, tendinitis aquílea, fascitis plantar y síndrome doloroso del trocánter mayor.[44][45][46][47][48]

Desde 2018, se estudia el potencial de las ondas de choque para tratar la prostatitis crónica y el síndrome del dolor crónico pélvico; se han obtenido mejoras de los síntomas a corto plazo, con ligeros efectos secundarios; pero no se conoce el efecto a medio plazo y los resultados no pueden extrapolarse, dada la baja calidad de los estudios.[49]

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Solón Tello
Retrato de Don Solón Tello - Foto Jaime Torres Romero, Archivo Centro Takiwasi

Don Cristóbal Solón Tello Lozano, maestro curandero de Iquitos promotor de la medicinal tradicional amazónica.
Información personal
Nombre completo Cristóbal Solón Tello Lozano
Apodo Don Solon
Nacimiento 16 de noviembre de 1918
Nauta, Loreto, Perú
Fallecimiento 25 de Octubre de 2010 (91 años)
Iquitos, Loreto, Perú
Residencia Nauta e Iquitos, Loreto, Perú
Nacionalidad Peruana
Ciudadanía Peruana
Lengua materna Quechua y español
Familia
Padres Don Nicolás Tello
Juana Bautista Lozano
Pareja Rosa Tuesta
Información profesional
Ocupación Ayahuasquero, curandero y maestro vegetalista de medicina tradicional amazónica
Conocido por Don Solón

Solón Tello (Cristóbal Solón Tello Lozano), conocido como Don Solón, fue un curandero peruano especializado en el uso ritualístico del ayahuasca plantas maestras y dietas amazónicas. Don Solón se especializó como curandero y ayahuasquero contribuyendo al vegetalismo amazónico mediante purgas, sesiones de ayahuasca y dietas de plantas maestras. Participó en numerables sesiones de ayahuasca en el centro Takiwasi[1][2]​, siendo uno de los destacados maestros curanderos y colaboradores del centro[3]​ entre otros médicos tradicionales como Aquilino Chujandama, Luis Culquitón, Walter Cuñachi, Guillermo Ojanama, Juan Flores o Ignacio Pérez.

De complexión delgada, piel blanca y calvicie parcial, lucía un pequeño bigote. Llevaba una uña larga en su dedo meñique cuyo propósito se desconoce. Su rostro, marcado por su ojo ciego y su nariz gruesa, se iluminaba constantemente con una sonrisa.

Biografía[editar]

Solón Tello Lozano nació el 16 de noviembre de 1918 en Nauta, ubicado a 90 km de la ciudad de Iquitos. Fue hijo de Don Nicolás Tello y Juana Bautista Lozano, teniendo una hermana mayor por parte de su padre y siendo el único hijo de sus padres[4]​.

Durante sus primeros años de vida, vivió en Nauta con sus padres y cursó sus estudios hasta el tercer grado de primaria, destacándose en matemáticas. Sin embargo, a los 9 años, se trasladó a Iquitos con su padre en busca de mejores oportunidades. Lamentablemente, debido a dificultades económicas, no pudo continuar su educación.

En su adolescencia, junto a su primo, se dedicó a la preparación y venta de cecina y chorizo con carne de cerdo en el mercado Belén de Iquitos. Esta actividad se convirtió en su ocupación principal después de independizarse de su primo.

Posteriormente, siguiendo la tradición de jóvenes con escasas oportunidades educativas, se enlistó en la Marina de Guerra del Perú para cumplir con el servicio militar. Participó en el conflicto armado con Ecuador en 1941 y, tras la guerra, recibió la condición de Ex-combatiente, lo que le proporcionó una asistencia económica mínima del Estado, semejante a una pensión de jubilación[4]​.

En cuanto a su vida familiar, Don Solón tuvo un total de 11 hijos de cuatro compromisos diferentes, todos ellos vivos hasta la fecha de 2010. Durante aproximadamente 40 años, compartió su vida con la señora Rosa Tuesta, con quien tuvo sus últimos 5 hijos.

Inicios en la medicina amazónica[editar]

Don Solón relató su proceso de aprendizaje de la siguiente manera[4]​:

Yo aprendí esto, porque tenía un maestro que sabía mucho, Daniel Soplin. Caí enfermo o me hicieron daño en una pierna y él en Iquitos me curaba, me calmaba, pero me duraba dos o tres días y de ahí nuevamente caía enfermo. Así que un día me dijo: “Solón por qué no vamos a la chacra para que dietes 8 días”. Me fui con él y en dos días llegamos a su fundo. Al tercer día cocinó su purga (ayahuasca) y la tomamos. Tuvimos una sesión muy buena. Luego me llamó para que me haga la curación y en esos momentos me dijo: “¿Solón qué le hacemos al brujo que te hizo este mal, es tal fulano?” Me dio nombre y apellido. Yo conocía a ese hombre. Nos conocimos, porque yo estaba curando un paciente y este le llevó a la sesión. Él se instaló en una esquina preparó su mesa y yo estaba en otro lado con mi mesa. En la sesión como siempre yo invoco a Dios, y en un momento el otro empezó a vomitar como loco, hasta casi botar sus tripas. De eso me echó la culpa y por ello me hizo daño. Entonces el maestro, mientras me curaba, me dijo qué le hacemos al brujo, yo le contesté “No hay que hacerle nada maestro, Ud. va a manchar su alma y yo también. Yo quiero que me cure no para hacer daño a nadie. El que le va a juzgar es Dios, nadie más”. Esa noche me dijo: “Mira Solón, tú tienes para aprender, yo te voy a enseñar, te voy a dar todas mis cosas y vas a hacer otro hombre”.
Solón Tello. Extraído de "Biografía de Don Solón. 1918 – 2010. El Caballero de la Ayahuasca”. Por Jaime Torres Romero

A partir de ese momento, Daniel se convirtió el maestro de Don Solón enseñándole sus conocimientos. Su proceso iniciático no fue solamente mediante las sesiones de ayahuasca sino mediante dietas amazónicas de plantas maestras como el Chiric Sanango (Brunfelsia Grandiflora), el Chuchuwasi (Maytenus laevis)y Ajo sacha (Mansoa alliacea). Su aprendizaje como curandero también pasó por el maestro José Delgado Chuquipiondo, continuando con la viuda de este cuando el maestro murió. Don Solón también completó una serie de dietas amazónicas con otro maestro, Daniel Soplín, que enfermó gravemente y murió. Don Solón empezó a aplicar los conocimientos aprendidos, tratando a personas con diversos males, incluyendo a aquellos afectados por brujería. Su maestro Daniel le había enseñado varios métodos de curación y don Solón se convirtió en un exitoso curandero. Don Solón decía que "La planta viene y te habla, te enseña a cantar"[5]

Al inicio de su aprendizaje, don Solón se enfermó gravemente de un ojo, que perdió, y quedó tuerto. Pero lo aprendido en las dietas fue esencial en su camino de aprendizaje como curandero, dietando cada dos años en viajes que hacía por la selva amazónica. Su experimentada práctica y conocimiento del ayahuasca pasó por su amigo ayahuasquero, el Sr. Gonzales, con quien colaboraba y trataba pacientes.

Si bien ninguno de sus hijos mostró interés en seguir el camino iniciático del curanderismo y la etnomedicina amazónica, don Solón enseñó a numerosos alumnos mestizos y occidentales que querían iniciarse en el curanderismo amazónico, las dietas de plantas maestras y las sesiones de ayahuasca.

El Caballero del Ayahuasca[editar]

Según una pequeña biografía escrita por Jaime Torres[4]​que tituló “El Caballero de la Ayahuasca”, Don Solón Tello, se destacó por su enfoque sencillo y eficaz en las prácticas de curación. Generó un gran interés entre extranjeros, académicos y curiosos que buscaban experimentar los beneficios terapéuticos de la ayahuasca y aprender su manejo. Recibió numerosas invitaciones para brindar sus servicios médicos en el Centro Takiwasi de Tarapoto, una institución que combina la medicina tradicional amazónica con la psicoterapia contemporánea para rehabilitar a personas con dependencia de drogas.

Don Solón era conocido por su paciencia al enseñar sus conocimientos a un ritmo pausado, compartiendo los ikaros (cánticos tradicionales) transmitidos por sus maestros, entre los cuales destaca el ikaro del "Señor de los Milagros" o "Todos los Santos"[6]​. Durante las sesiones, dirigía la ceremonia con devoción, comenzando con una invocación al Cristo de Bagazán y al Señor de los Milagros, el patrón de Perú. Siempre llevaba consigo una botella de alcanfor y mapachos (cigarros de tabaco puro). Iniciaba la sesión después de rezar y soplar en las cuatro direcciones cardinales, cubriéndose la cabeza con una gorra. Cantaba incesantemente mientras agitaba su shacapa rítmicamente. Su voz grave y su ritmo lento transmitían fuerza y tranquilidad a los participantes. Al final de la sesión, descubría su cabeza y agradecía a Dios, concluyendo con otra serie de soplos hacia los cuatro puntos cardinales. En un documental en el que fue entrevistado don Solón decía explicaba los instrumentos que él utilizaba en una sesión de ayahuasca[7]​:

Primeramente tenemos la imagen de Cristo. Para comenzar la toma [de ayahuasca] yo primero hago mi oración invocando a Dios que nos ayuda, no solamente a mí sino a todos lo presentes. Después se sopla el ayahuasca para comenzar la toma. Una vez se toma, yo me paso primero el agua bendita y el alcanfor. Después que ya tomo utilizo el alcanfor con aguardiente y camalonga, me lo paso y tomo un poquito. Después utilizo el agua florida, se sopla en el ambiente para protección. Para el perfume es igual, se pasa. La cachimba es preparada para soplar a todos los pacientes para ayudar a la mareación. Si alguno no está mareado, con una soplada que le doy con la cachimba, ya entra calor. La ruda es para la limpieza de cuerpo de cada paciente. con esto se limpia todo lo malo que puede haber en el cuerpo, es olorosa. La uso como shakapa para la limpieza y te deja perumado el cuerpo.
Don Solón Tello


Don Solón tenía un profundo respeto por la ayahuasca y seguía estrictamente las dietas prescritas. Al día siguiente de la ceremonia, rompía la dieta al mediodía al ingerir una preparación de cebolla, ajos, jugo de limón y sal antes del desayuno.

En sus últimos años, fue invitado en varias ocasiones a Chile y Argentina, donde facilitó sesiones de ayahuasca para numerosos participantes, aunque prefería la selva cálida y húmeda a los climas fríos.

Legado y muerte[editar]

Don Solón Tello fue uno de los principales difusores de la medicina tradicional amazónica en el Perú durante las décadas de 1980 y 2000.

En enero de 2008, sufrió una caída en su dormitorio mientras intentaba ir al baño, resultando en una fractura en la cadera y el fémur derecho. Fue sometido a tres operaciones con anestesia total para recuperar su salud. Desde entonces, Don Solón ya no pudo caminar por sí mismo, dependiendo de una silla de ruedas y la ayuda de sus hijos y su esposa. A partir de esa fecha, cesó por completo su práctica con la ayahuasca, después de más de 60 años de dedicación. Don Solón Tello falleció el domingo 24 de octubre de 2010, dejando un valioso legado en numerosos discípulos y aprendices[8]​ que tuvo durante sus largos años de práctica y dedicación a la medicina amazónica.

Referencias[editar]

  1. «Curanderos. Web oficial del Centro Takiwasi». 
  2. Dupuis, David (24 de julio de 2018). «Prácticas en búsqueda de legitimidad: el uso contemporáneo de la ayahuasca, entre reivindicaciones terapéuticas y religiosas». Salud Colectiva 14 (2): 341-354. ISSN 1851-8265. doi:10.18294/sc.2018.1539. Consultado el 15 de octubre de 2023. 
  3. Dupuis, David (24 de julio de 2018). «Prácticas en búsqueda de legitimidad: el uso contemporáneo de la ayahuasca, entre reivindicaciones terapéuticas y religiosas». Salud Colectiva 14 (2): 341. ISSN 1851-8265. doi:10.18294/sc.2018.1539. Consultado el 15 de octubre de 2023. 
  4. a b c d «Biografía de Don Solón 1918 – 2010. “El Caballero de la Ayahuasca”. Por Jaime Torres Romero». 
  5. Beyer, Stephan (2009). Singing to the plants: a guide to mestizo shamanism in the upper Amazon. Univ. of New Mexico Press. ISBN 978-0-8263-4729-9. 
  6. «Icaro "Todos los Santos" por Don Solón Tello». 
  7. «El Caballero de la Ayahuasca - Don Solón Tello». 
  8. Iñaki Berazaluce (31 de julio de 2022). ««La ayahuasca nos trae conciencia ecológica, pero nos olvidamos de que la estamos sobreexplotando»».