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Pedro Angulo Novoa
Información personal
Nacimiento 1803
Concepción, Capitanía General de Chile, Monarquía española
Fallecimiento 26 de mayo de 1859
Valparaíso, República de Chile
Nacionalidad Chilena
Información profesional
Ocupación Marino
Años activo 1825–1857
Lealtad
Rama militar Bandera naval de Chile Armada de Chile
Rango militar Capitán de fragata
Conflictos

Pedro Angulo Novoa (Concepción, Capitanía General de Chile, Monarquía española, 1803-Valparaíso, República de Chile, 26 de mayo de 1859) Fue un empresario naviero y marino chileno que desde muy temprana edad se desempeñó en el área naval privada y militar.

En sus primeros años de juventud operó como naviero, desde 1818, ejerciendo el trafico marítimo en el litoral chileno, viéndose envuelto en el desarrollo de las guerras de emancipación en América. En 1825 ingresó en la Armada de Chile, convirtiéndose en uno de los oficiales mas jóvenes que ha tenido la institución. Participó en algunas acciones militares y también ocupó cargos en la marina hasta su retiro en 1857.

Familia[editar]

Origen familiar[editar]

El origen de su familia se remonta a un matrimonio vasco que llegó a Chile en el siglo XVIII, sus abuelos Andrés de Angulo[nota 1]​ y María de la Parra que arribaron a este lejano territorio por los años 1760, radicándose en Concepción. Su abuelo, de raíz noble, era oriundo de Burgos, de la localidad de Santa Cecilia, y emigró a este territorio para servir en el Ejército Real en la zona conocida como «La Frontera», alcanzando el grado de capitán en 1790, siendo un caso de personas de selección llegadas desde España, en los tres siglos de régimen indiano en Chile.[1]

Padres[editar]

Sus padres fueron Lucas Angulo y doña Novoa. Su padre nació también en Concepción y se convirtió en uno de los primeros navieros o armadores chilenos dedicados a la actividad de transporte marítimo en Chile durante el periodo final del dominio monárquico.[1]​ Con el inicio de la emancipación chilena se unió a la causa revolucionaria, y al sobrevenir la reconquista realista fue hecho prisionero y confinado a la isla Quiriquina, de la cual intentó escapar junto a varios individuos en balsas improvisadas, durante el sitio de Talcahuano en 1817, pero durante la navegación su balda zozobró y murió ahogado.[1]

Cónyuge y descendientes[editar]

En 1829 contrajo matrimonio con Petronila del Carmen Lecumberry Novoa, prima por línea materna, que pertenecía a una antigua familia de Concepción conocida como Vásquez de Novoa. Con ella tuvo seis hijos: Juan José, Isac, Javier, Micaela, Petronila y Beatriz.[2]

Su descendencia perpetuaría su apellido en los escalafones de la Armada de Chile hasta la actualidad, comenzando con sus tres hijos, de los cuales dos morirían prematuramente.[2]​ De su descendencia directa se cuentan a la fecha 17 oficiales, 8 cadetes de la Escuela Naval y 11 oficiales navales casados con señoras descendientes, lo que hace un total de 36 miembros de la familia naval.[2]​ A ellos se agregan 2 oficiales del ejército veteranos de la Guerra del Pacífico y 3 oficiales de la Fuerza Aérea de Chile.[2]

Primero años: período de las guerras de emancipación[editar]

Iniciación náutica y actividades durante la guerra en Chile y Perú[editar]

A temprana edad, y luego de la expulsión de los realistas de Concepción tras la batalla de Maipú en 1818, se inició en las actividades de transporte marítimo que poseía su fallecido padre. De esa manera comenzó su aprendizaje en la disciplina naval, desde piloto hasta constituirse muy joven como capitán de velero, participando en el trafico marítimo con buques regionales a lo largo del litoral chileno, único medio de enlace de que se disponía durante ese momento a causa de la guerra.[1]

En agosto de 1820 pasó a formar parte de la expedición libertadora del Perú, otorgándosele a sus 17 años el mando de la fragata Hércules, uno de los tantos transportes de la flota naval chilena a cargo del almirante Thomas Cochrane. Fue uno de los pocos o quizás el único marino chileno que comandó un transporte de la expedición, siendo el resto extranjeros al igual que en los buques de guerra.[3]

Luego de arribar a las costas del Perú y desembarcar a las tropas e instrumentos, la flotilla de transportes se fue disgregándose a medida que se volvía necesario aprovisionar por mar a la fuerza expedicionaria. Desde ese momento continuó con sus actividades marítimas para mantener el enlace con Chile desde el Perú, así como también realizar el cabotaje en el litoral central y sur chileno.[3]

En febrero de 1824, tras variados arribos a los puertos peruanos, es hecho prisionero por los realistas al fondear en el Callao y confinado a la prisión de la fortaleza del Real Felipe.[nota 2]

Bajo tutela realista y captura del bergantín Aquiles[editar]

La ruta y destino final de la fuerza naval a cargo de Guruceta.[nota 3]​ Esta flota se dividió en tres grupos, llegando todas a su destino con la sola excepción de la división naval a cargo del mencionado jefe español.[nota 4]

En junio fue forzado junto a otros prisioneros a servir en la flotilla realista del Callao, organizada por el brigadier José Ramón Rodil, debido a la falta de personal con experiencia marinera en la guarnición realista.[3]​ Fue embarcado en el bergantín Constante como oficial, junto a otros chilenos y de otras nacionalidades hispanoamericanas.[3]

En septiembre, en la misma calidad de forzado, pasó a integrar con su buque asignado a la recién llegada escuadrilla naval del comodoro Roque Guruceta. Este jefe español arribó al puerto peruano con el navío Asia, su insignia, y el bergantín Aquiles, siendo estas naves el último refuerzo naval proveniente de España para intentar contrarrestar la precaria situación realista en el Pacífico.

El 7 de octubre participó en el inconcluso combate naval del Callao, entre la flota a cargo de Guruceta, en la que iba embarcado, y la flota combinada colombo-peruana a cargo del almirante Martín Guise.

En diciembre salió del Callao con la flota a Quilca, siendo en aquél lugar transferido al transporte Clarington, el cual intentó sublevar para regresar a Chile, aprovechando el pavor del mando naval español al tenerse noticia del decisivo triunfo revolucionario en la batalla de Ayacucho y de la subsecuente capitulación realista, así como también el desagrado que se ganó Guruceta por parte de sus camaradas a causa de su actitud.[5]​ Sin embargo, fue descubierto en plena ejecución de su improvisado plan, y como consecuencia, fue transferido bajo custodia y prisionero al Aquiles el 1 de enero de 1825. permaneciendo en estricta vigilancia.[5]

El 3 de enero salió de Quilca con el grueso de la flota, que había sido dividida por Guruceta en tres grupos navales, para abandonar definitivamente el Pacífico americano y pasar a la metrópoli ante la irremediable situación de la zona tras Ayacucho. El grueso de la flota la tomó el propio Guruceta y quedó conformada por el Asia, Aquiles, Constante y Clarington.[4]​ Con esta división naval viajó hacia el sudeste asiático, para hacer escala en Manila, en la Capitanía General de Filipinas.[6]

Durante la travesía por el Pacífico logró mantener una buena relación con el comandante del Aquiles, capitán José Fermín Pavía, dentro de su situación de prisionero, y en los dos meses de navegación pudo tomar contacto con otros oficiales y tripulantes hispanoamericanos,[7]​ entre ellos algunos connacionales como el teniente Francisco Aranzana, que lo secundarían en el plan que preparaba para capturar el bergantín y regresar a Chile. Por tanto, esperó el momento oportuno para actuar, considerando la experiencia sufrida anteriormente en el Clarington.[7]

El 4 de marzo recaló con la división naval en Umatac, en la isla de Guam, en donde Guruceta permaneció por varios días para aprovisionarse y luego continuar, pero en la noche del día 10 estalló un motín de gran parte de la tripulación de los buques con la sola excepción del Aquiles, en el que iba embarcado, gracias a la precaución de su capitán de alejarse del lugar a una distancia prudente por algunos días.[8]​ Los amotinados tomaron el Asia, Constante y Clarington, siendo Guruceta y sus oficiales dejados en tierra para luego partir a América con los buques, salvo el Clarington que fue quemado.[8]

Bergantín similar al Aquiles. Este buque de guerra fue construido en Francia, en 1819, para la Real Armada española.[9]​ Desplazaba 338 t,[10]​ su armamento se componía de 20 cañones largos de 12 lbs, 10 por banda, y estaba dotada de una muy buena maniobra velera que lo hacía veloz y de gran maniobrabilidad.[11]

En la madrugada del 14 de marzo, durante un descomunal aguacero tropical que obligó a la guardia del buque a refugiarse bajo cubierta, dio curso a la ejecución de su osado plan con el apoyo de solamente 10 tripulantes. Posteriormente el mismo relató el suceso de la siguiente manera:

“A las 6 de la tarde del dia 13, el capitan Pavia ancló en el mismo puerto (Umatac), habiendo salido los otros. (los amotinados con el Asia y Constante) El siguiente dia, a las 2 de la mañana, diez chilenos tomaron posesion de las armas sobre cubierta i por su intrepidez, unida al temor de los españoles, en diez minutos toman posesion completa del bergantin, poniendo en tierra a los oficiales i parte de la tripulacion. A las 4 de la mañana arrió su cable i salió del puerto con direccion al norte hasta latitud 36° norte.”
Parte oficial de Pedro Angulo al Comandante General de Marina, Gobernador de Valparaíso, fechado el 25 de junio de 1825 a bordo del bergantín Aquiles anclado en Valparaíso.[10]

Para apoderarse del Aquiles ordenó cerrar todas las escotillas dejando al resto de la tripulación encerrada en los entrepuentes, y simultáneamente, hizo que algunos de sus hombres tomaran preso al oficial de guardia que se había guarnecido en el jardín de popa para capear el fuerte chubasco, haciéndose de esa manera con las llaves del lugar donde se guardaban las armas, las que distribuyó entre los suyos, obteniendo así el control del buque.[9]​ Luego procedió a desembarcar al capitán Pavia, a los oficiales y a la tripulación compuesta por unos 50 hombres. Finalmente, como capitán del bergantín y de su minúscula tripulación, zarpó del lugar al amanecer enarbolando en el asta la bandera chilena.[9]

En su retorno al Pacífico americano navegó hacia la costa californiana con la necesidad de aprovisionarse, arribando en Santa Bárbara el 29 de abril, luego de haber recorrido 6.500 millas en 45 días de exhaustiva navegación.[11]​ Durante su estadía ocultó a las autoridades mexicanas la procedencia del buque y la de su tripulación, no así su bandera, pero haciéndose pasar por francés de nacionalidad para evitar mayores explicaciones.[nota 5]​ En esos días el gobernador de Santa Bárbara lo invitó a un almuerzo de celebración de su cumpleaños, y además tuvo noticia de que los amotinados del Asia y Constante habían arribado a Monterrey, entregando los buques al gobierno de los Estados Unidos Mexicanos.[11]​ También se dio cuenta de que el gobernador de Santa Bárbara tramaba algún plan para quedarse con su buque, ofreciendo dinero o por medio de un golpe de fuerza, por lo que procedió a zarpar rumbo a Chile en la tarde del 6 de mayo.[11]

Arribó en Valparaíso el 23 de junio, después de casi dos meses de navegación, pasando a entrevistarse con el gobernador del puerto, el general José Ignacio Zenteno, a quien dio cuenta de todo lo sucedido e hizo entrega en cesión libre del buque de guerra para disposición del gobierno chileno.[11]

Incorporación oficial a la marina chilena y expedición a Chiloé[editar]

La escuadra chilena en el interior de la bahía de Ancud haciendo frente a las baterías realistas, durante la expedición a Chiloé en 1826.

El 2 de agosto se le otorgó el grado de capitán de corbeta efectivo como premio a su hazaña y lealtad, incorporándose de esa manera a la marina del país. Se convirtió en el oficial más joven que haya alcanzado ese grado, siendo además comandante de buque, a sus 22 años.[11]​ Luego debió entregar el mando del Aquiles por disposición de la comandancia al capitán Charles Wooster, oficial de origen estadounidense al servicio de Chile.[12]

En noviembre pasó a formar parte de la expedición libertadora de Chiloé dirigida por el general Ramón Freire, siendo nombrado comandante de los transportes de la flota del almirante Manuel Blanco Encalada. Los transportes de la expedición que tenía a su cargo eran las fragatas Lautaro, Resolusión y Ceres; y los bergantines Infatigable, Inglés y Golondrina que llevaban embarcados a 2.575 hombres con todo su equipamiento.[12]

El 9 de enero de 1826 arribó con la flota a Chiloé, fondeando en puerto Inglés. Durante ese lapso sorprendió en pleno día con dos botes de la escuadra a dos lanchas cañoneras realistas encargadas de defender la costa de Ancud, logrando capturar una y hacer huir otra, con lo que facilitó de esa manera el ingreso del grueso de la flota chilena al interior de la bahía de Ancud y a desembarcar a la tropa.[12]

En la noche del 13 al 14 de enero participó en el combate de Pudeto, liderando una de las dos divisiones de botes que atacaron con éxito a las seis lanchas realistas que defendían el sector, capturando tres lanchas cañoneras y una lancha de transporte, haciendo huir a las dos lanchas restantes del lugar, siendo luego hundidas por su propia tripulación.[13]​ Luego desembarcó con su dotación e incursionó sobre uno de los fuertes del dispositivo de defensa realista, que logró desalojar e inutilizar, abandonándolo después y llevándose como premio el pabellón de combate del fuerte.[13]

En la víspera del decisivo triunfo chileno del día 15 en el combate de Bellavista, lanzó varias incursiones sobre los fuertes de la zona que ayudaron en el resultado favorable de aquél combate.[13]​ Tras concluir con la dominación realista de Chiloé, fue designado ayudante del coronel Santiago Aldunate, nombrado gobernador del lugar.[13]​ Posteriormente, tomó el mando de la Ceres para llevar hacia Valdivia y Talcahuano a los prisioneros realistas que fueron considerados peligrosos, entre ellos los que defeccionaron de los batallones rioplatenses en la sublevación del Callao en febrero de 1824.[13]

Durante el período republicano[editar]

Reducción de la escuadra chilena[editar]

Durante la reducción de la escuadra entre 1826 y 1828, debido al fin de las guerras de emancipación y la situación económica del país, fue uno de los pocos oficiales navales que no pidió licencia temporal para salir al extranjero a prestar servicio a otro país, permaneciendo activo en la marina.[14]

Posteriormente fue destinado a la Capitanía de Puerto de Valparaíso en calidad de ayudante, lo que significaba ser el segundo en el cargo. Esto le permitió integrarse de lleno en los asuntos marítimos del país en momentos en que todo había que crearlo, en lo relativo al control y desarrollo del comercio marítimo.[14]

En la guerra civil chilena 1829-1830[editar]

Mapa de la antigua provincia de Concepción. En sus costas operó Angulo con el Aquiles para hostilizar a las fuerzas liberales.

Al estallar la guerra civil entre los bandos liberal y conservador, aun se desempeñaba en la capitanía portuaria pero la junta gubernativa (conservadores) lo nombró comandante del Aquiles,[15]​ único buque de guerra que poseía la marina en ese momento.[16]​ Para hacer efectivo su nuevo cargo viajó de Valparaíso a Coquimbo en donde se encontraba la nave, materializando su mando el 23 de enero de 1830.[15]

Luego navegó con el buque al sur, hacía a la bahía de Concepción, con el propósito de evitar posibles desembarcos del convoy de transportes que llevaba a las fuerzas liberales a cargo del general Freire.[15]​ Arribó en Talcahuano el 10 de febrero y su presencia obligó al bergantín Constituyente, un transporte con 200 soldados del ejército de Freire al mando del coronel Benjamín Viel, a desembarcar en Coliumo, al norte de Dichato.[15]

Al día siguiente zarpó de aquél puerto para patrullar el acceso a la bahía de Concepción y sus inmediaciones, con el objeto de asechar al convoy de Freire.[15][17]​ Su presencia en el lugar le impidió al mencionado líder liberal emplear la extensa bahía de Concepción y el golfo de Arauco para realizar desembarcos y reforzar sus tropas que se estaban concentrando en el sur, obligándolo a hacerlo en otros sectores, no sin sufrir graves reveses como la pérdida del bergantín Aycinema (insignia de Freire) con todo su equipamiento al vararse en la barra del río Maule, y también la pérdida del bergantín Olifante con gran parte de su equipamiento en las playas de Navidad.[18]

El 18 de febrero fondeó en la isla Quiriquina, frente a Tomé, después de varios días de patrullaje, y en momentos en que las mencionadas tropas enemigas a cargo del coronel Viel ocupaban sin mayor problema Concepción y Talcahuano, sin tener la menor sospecha de ello.[18]

En la madrugada del 19 de febrero, en medio de una oscuridad absoluta, fue atacado en el fondeadero de la mencionada isla en la que se encontraba por las fuerzas a cargo del coronel Viel. Los atacantes eran 142 hombres embarcados en diez botes y una lancha cañonera que iban dirigidos por el coronel Guillermo Tupper,[18]​ oficial británico al servicio de Chile desde el período de la emancipación, quien mediante un golpe atrevido buscaba sorprender y capturar su buque.[19]​ Sin embargo, al haber tomado precauciones extraordinarias con su dotación, de no más de 40 hombres,[18]​ logró no ser sorprendido y rechazarlos tras un combate cuerpo a cuerpo de cuarenta minutos, retirándose Tupper con 30 bajas.[18]

Tras el combate, sin más que hacer en el lugar, regresó a Valparaíso arribando el 26 de febrero, en donde le esperaban nuevas instrucciones que en parte debió realizar junto a la goleta Colo Colo, buque armado durante la guerra y que quedó a cargo del capitán de corbeta Servando Jordán,[18]​ con el que se reunió en el archipiélago Juan Fernández el 9 de marzo.[20]​ Con él bloqueó Talcahuano, retirándose del lugar después de un mes a causa de la escasez de víveres, el mal tiempo y la permanente vigilancia para rechazar los ataques diarios que en la noche les hacían con lanchas cañoneras.[21]

En mayo debió llevar tropas a Coquimbo, siendo esta su última misión de la guerra debido a la reciente y decisiva victoria conservadora en la batalla de Lircay,[22]​ triunfo que además fue posible gracias al bloqueo que impuso en la provincia de Concepción y al control que en general ejerció en el mar.[18]

Diversas comisiones navales[editar]

Finalizada la guerra, regresó a Valparaíso, siendo designado en propiedad en el cargo de capitán de puerto, dejando el mando del Aquiles y entregándoselo al capitán de fragata Roberto Simpson, que había regresado al país.[23]​ También fue ascendido por el gobierno al grado de capitán de fragata graduado, en premio a su servicio durante la guerra, recibiendo sus despachos en julio de 1831, junto con una carta oficial y muy particular del ministro Diego Portales.[23]

Entre 1831 y 1832 realizó diversas comisiones con la Colo Colo, ya que el Aquiles se encontraba sometido a reparaciones. Esto lo realizó sin perjuicio de su cargo de capitán de puerto, llevando a cabo relevos de las guarniciones militares de Valdivia y Juan Fernández, haciendo escala regularmente en Talcahuano y Coquimbo.[23]

En 1833 sugirió al ministro Portales la idea de tener al Aquiles, que se encontraba sin dotación y comandante por innecesario y por falta de fondos, bajo la responsabilidad del capitán de puerto y mantener dentro del personal de tierra algunos elementos en condiciones de embarcarse ante cualquier eventualidad.[23]​ El ministro, no estando de acuerdo en un comienzo, aceptó finalmente su propuesta.[23]

Tensión con la Confederación Perú-Boliviana[editar]

Plano de la época en la que se observa la bahía del Callao, y a su frente, la isla San Lorenzo.

Con el inicio de las tensiones con la Confederación Perú-Boliviana, empezó a recibir permanentemente información sobre la situación con ese país para actuar ante cualquier emergencia que se suscitara. Así tuvo conocimiento del plan del general Freire, exiliado en Perú, de provocar una revolución en Chile con el apoyo del protector Andrés de Santa Cruz, aunque sin saberse con exactitud la fecha en que ocurriría.

Al tenerse noticia en junio de 1836 del zarpe de la expedición de Freire, salió con el Aquiles de Valparaíso para estar en patrulla cruzando por el paralelo de aquél puerto. Durante el patrullaje avistó a uno de los dos buques de la menciona expedición, a la fragata armada Monteagudo, el cual se había separado de su consorte, el bergantín Orbegoso (insignia de Freire), y se había sublevado para luego navegar hacia Valparaíso y entregarse. Al aproximarse a ella la intimidó con sus cañones y luego la sometió, escoltándola como buena presa al puerto en donde recalaron el 6 de agosto.

En el mismo mes de agosto fue nombrado comandante de una delicada operación militar ordenada por el ministro Portales. Debía zarpar de Valparaíso con el Aquiles y Colo Colo, siendo capitán del primero, para ir a la costa peruana y capturar por sorpresa a los buques de guerra confederados, en represalia al apoyo que Santa Cruz le brindó a Freire y para poder negociar un acuerdo con el gobierno confederado desde una posición de fuerza, encargando esto último a Victorino Garrido, que venía embarcado en el primer buque en calidad de comisionado del gobierno chileno.

El 21 de agosto arribó con el Aquiles al Callao, que era su objetivo, a diferencia de la Colo Colo que debía ir a Arica para luego hacer un barrido por toda la costa sur peruana en busca de los buques de guerra confederados que encontrase.

Contra los amotinados de Quillota[editar]

Últimos años[editar]

Notas y referencias[editar]

Notas[editar]

  1. Andrés de Angulo era descendiente directo de Pedro de Angulo, caballero de la Orden de Santiago y gran valido de los Reyes Católicos, quien fue capitán general de los ejércitos de Fernando II de Aragón en 1492 para la conquista de Granada y la expulsión de los moros en los asaltos de Baza, Úbeda, Baeza y la ocupación de Almería, Guadix y, por último, Granada.[1]
  2. El historiador chileno Diego Barros Arana afirma que fue capturado con su buque en Quilca, en el sur peruano, por el corsario realista Quintanilla al mando del francés Mateo Mainery, quien lo condujo prisionero junto con su tripulación al Callao.[3]
  3. Al salir la escuadra de Guruceta del Perú estaba formada por el navío Asia, la corbeta Ica, los bergantines Aquiles, Pezuela, Constante, el bergantin-goleta Moyano (o Real Felipe) y los transportes Clarington y Trinidad.[4]
  4. El grupo naval formado por el Ica y Pezuela tomó la ruta hacia España por el cabo de Hornos y llegó a Cádiz sin accidente, y el segundo grupo formado por el Moyano y Trinidad llegó sin novedad a Chiloé.[4]
  5. Según Angulo Budge habría aprendido algunas palabras del idioma francés en su hogar en Concepción y aprovechó la oportunidad para emplearlas en ese momento.[11]

Referencias[editar]

  1. a b c d e Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 2.
  2. a b c d Angulo Budge, (2003, Parte II), p. 10.
  3. a b c d e Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 3.
  4. a b c Fernández Duro, Cesáreo (1903). Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón IX. Madrid, España: Impresores de la Casa Real. pp. 311-312. 
  5. a b Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 4.
  6. Uribe Orrego, 1894, p. 137.
  7. a b Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 5.
  8. a b Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 5-6.
  9. a b c Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 6.
  10. a b Uribe Orrego, 1894, p. 141.
  11. a b c d e f g Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 7.
  12. a b c Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 8.
  13. a b c d e Angulo Budge, (2003, Parte I), p. 9.
  14. a b Angulo Budge, (2003, Parte II), p. 1.
  15. a b c d e Angulo Budge, (2003, Parte II), p. 2.
  16. Uribe Orrego, 1894, p. 202.
  17. Uribe Orrego, 1894, p. 208.
  18. a b c d e f g Angulo Budge, (2003, Parte II), p. 3.
  19. Uribe Orrego, 1894, p. 209.
  20. Uribe Orrego, 1894, p. 212.
  21. Uribe Orrego, 1894, p. 213.
  22. Uribe Orrego, 1894, p. 214.
  23. a b c d e Angulo Budge, (2003, Parte II), p. 4.

Fuentes[editar]

Enlaces externos[editar]