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A lo largo de la historia, la concepción popular del tamaño del pene, ha sido un psique y preocupación para muchos hombres.

Historia de la concepción[editar]

Perspectiva genética y psicológica[editar]

El tamaño del pene es más un asunto genético que social y psicológico. De hecho, el tamaño del miembro depende demasiado de factores como la zona geográfica, influencia de más de cinco generaciones pasadas por parte de ambos progenitores, proporción corporal, alimentación regional, circuncisión, consumo de hormonas sintéticas y naturales e influencia hormonal en el desarrollo embriológico.[1]​ La preocupación con el tamaño del órgano masculino es común entre la población, debido a las influencias que genera la industria pornográfica.[2]​ Tal ansiedad desata un miedo que puede ocurrir en la niñez, adolescencia o madurez. Ana Puigvert, andróloga del Instituto Marqués de Barcelona, denomina como «síndrome del vestuario» a aquella percepción irreal del tamaño del propio miembro.[2]​ No tratádose de una patología, sino más bien de una idea errónea que daña el autoestima del hombre.

Su tamaño es normal, pero las referencias de ciertos medios de comunicación y el cine porno les lleva a sentirse acomplejados y a solicitar en muchos casos un aumento de pene sin que existan razones médicas para ello. El mayor trabajo de la especialista consiste en explicarles que su tamaño es normal, que sus relaciones sexuales pueden ser satisfactorias y que su complejo debe tratarse desde un enfoque psicológico.[2]

La falsa percepción sobre el propio tamaño del pene, también conocida médicamente como dismorfofobia peneana, afecta principalmente a jóvenes y adultos. El complejo puede afectar tanto a los varones que incluso evitan situaciones en las que tengan que desnudarse en público, como actividades deportivas o tener relaciones sexuales, y renuncian a trabajos que implican cambiarse en un vestuario.[2]​ Existe el mito de que un pene más largo es más deseable para satisfacer a la pareja en el coito vaginal. Este mito no es completamente sustentable, debido a que las zonas sensoriales femeninas se hallan en el exterior de la vagina. Al momento del contacto copular, el varón imprime una serie de movimientos estimulantes en los labios sensoriales del clítoris, provocando señales estimulantes a la pareja. Estudios y encuestas han apuntado al hecho de que para la mujer es más estimulante obtener del varón una mejor erección que un pene más largo (es decir, al parecer es más importante el grosor que la longitud).

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De hecho, la gran mayoría de los hombres, a pesar de tener un «pene de tamaño normal», lo encuentran recurrrentemente pequeño por un número de razones:[3]

  • En los otros, los penes son más grandes. Esta situación es carece de un sentido médico. En sí, la mayoría de los pacientes se quejan del tamaño de su órgano, aunque con erección y penetración vaginal normales.
  • Los pacientes obesos se quejan por tener un pene corto: esta situación se debe a que el pene se halla incrustado en el tejido adiposo del pubis, lo que hace que el órgano se vea mas pequeño.
  • Flacidez y erección del pene: los pacientes suelen preocuparse más por el tamaño de su pene en estado flácido, que es el momento cuando lo comparan generalmente con otros hombres. Muchos no saben la longitud de su pene erecto o cual fue el crecimiento adicional. Lo que muchos hombres suelen olvidar es que el tamaño se debe acompañar de una erección para asegurar la penetración vaginal.

Perspectiva social[editar]

Métodos de engrandamiento y ensanchamiento[editar]

Fuentes[editar]

Referencias[editar]

  1. Revista Virtual de Salud. «¿El tamaño del pene es importante?». Consultado el 19 de julio de 2012. 
  2. a b c d Ferrado, Mónica. «Médicos estudian "la peligrosa obsesión por el tamaño del pene"». Consultado el 19 de julio de 2012. 
  3. ABC de la Salud. «Tamaño del Pene». Consultado el 19 de julio de 2012.