VI Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia

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El VI Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia tuvo lugar entre el 26 de julio y el 3 de agosto de 1917. Celebrado poco después del fracaso de las Jornadas de Julio, no contó con la presencia de algunos de los principales dirigentes del partido.

Antecedentes[editar]

El congreso se celebró con gran tensión ante la posibilidad de que el Gobierno provisional ruso presidido ya por Aleksandr Kérenski lo disolviese por la fuerza.[1]​ Poco antes había fracasado el intento de derrocar al Gobierno provisional y transferir el poder a los sóviets (consejos).

El congreso[editar]

Presidiums de honor y efectivo del VI Congreso del POSDR.

El congreso reunió a ciento cincuenta delegados de todo el país en una sala de reuniones privada en el distrito de Výborg de Petrogrado, la capital rusa.[1]​ Comenzó el 26 de juliojul./ 8 de agosto de 1917greg. y celebró quince sesiones repartidas en ocho días.[1]​ Muchos de los principales dirigentes del partido, como Lenin, Trotski o Lev Kámenev, no pudieron asistir.[2]​ Lenin y Zinóviev se encontraban en la clandestinidad, Trotski y Kámenev estaban arrestados, por lo que el Congreso fue dirigido por Stalin y Sverdlov. Los cuatro líderes ausentes junto con Aleksandra Kolontái y Anatoli Lunacharski fueron nombrados miembros del Presidium de honor del congreso.

Contó con numerosas delegaciones invitadas, tanto nacionales como extranjeras.[1]​ Durante el congreso, se sucedieron los informes sobre la situación política por parte del comité central, el comité de la capital, la organización militar del partido y el Comité Interdistrito, que ingresó formalmente en la organización, además de los de otras diecinueve organizaciones provinciales.[1]

El congreso aprobó la postura oficial del partido sobre la negativa de Lenin a entregarse a las autoridades tras el fracaso de las Jornadas de Julio, sobre la guerra o la situación política y económica del país.[1]​ Confirmó además las mociones aprobadas durante la anterior conferencia de abril del partido.[1]

El tercer día del congreso, el Gobierno promulgó un decreto que permitía disolver cualquier asamblea que hiciese peligrar la seguridad del Estado o las actividades militares del país y, en consecuencia, el congreso se trasladó al distrito de Narva; a partir de entonces se reunió en los salones de una asociación obrera cercana al Comité Interdistrito.[3]

Ante la ausencia de destacadas figuras del partido y la falta de acuerdo sobre cuestiones fundamentales, el congreso decidió no aprobar un nuevo programa, pero sí debatir la situación del momento.[2]​ Al ser detenido Trotski dos días antes de la apertura del congreso, la presentación de la moción sobre la situación política hubo de hacerla Stalin.[2]​ La propuesta contenía diez puntos, los siete primeros muy parecidos a los contenidos en las «tesis de abril»; del octavo al décimo, los puntos trataban con la situación de los sóviets, que se consideraban acabados e incapaces de recibir el poder, y de la necesidad de que el proletariado rompiese los acuerdos con la burguesía y tomase el poder cuanto antes.[4]​ Los delegados se mostraron muy divididos sobre la conveniencia de abandonar los sóviets como proponía Stalin.[5]​ Se formó una comisión para presentar un nuevo borrador de resolución basado en el de Stalin, que se aprobó finalmente sin oposición el 3 de agostojul./ 16 de agostogreg..[6]

La resolución rechazaba el traspaso del poder a los sóviets (consejos), abandonaba el lema «Todo el poder para los sóviets» y adoptaba en su lugar el de «liquidación total de la dictadura de la burguesía contrarrevolucionaria».[6]​ Al tiempo, el partido se comprometía a defender toda organización considerada revolucionaria —incluidos los sóviets, por insistencia de los moderados— y a fomentar la lucha contra la contrarrevolución.[6]​ La tarea del partido debía ser reforzar su organización y prepararse para el momento en el que el campesinado y los pobres se decidiesen a apoyar a los obreros en su lucha contra la burguesía.[6]

En realidad, el congreso no acabó con las diferencias entre las corrientes bolcheviques, una partidaria de obtener el poder mediante un alzamiento y otra de trabajar junto con el resto de partidos socialistas en los sóviets.[6]

Véase también[editar]

Notas y referencias[editar]

  1. a b c d e f g Rabinowitch, 1978, p. 83.
  2. a b c Rabinowitch, 1978, p. 85.
  3. Rabinowitch, 1978, p. 84.
  4. Rabinowitch, 1978, p. 86.
  5. Rabinowitch, 1978, p. 87.
  6. a b c d e Rabinowitch, 1978, p. 89.

Bibliografía[editar]