Aucayo

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Aucayo ( quechua: awkayu o de awqayuq, pasible de enemigos[1]​) fue una danza ritual que en los tiempos del Incanato se bailaba al finalizar la celebración del Cápac Raymi.[2]

Descripción del caso[editar]

Todo el pueblo se reunía en la plaza; aun podían convocar a forasteros, quienes habían permanecido en los extramuros citadinos, durante la realización de las ceremonias fundamentales.[3]

Simbolismo alimentario[editar]

A todos se invitaba bollos de harina de maíz aderezados con sangre de llama; estas sacrificadas en el curso de los previos rituales. Los sacerdotes, después de que habían ingerido, les advertían que habían recibido un manjar del Sol y que en su cuerpo testimoniaría si en ocasión alguna, escuchasen hablar mal del dios heliolátrico o de su representante terrenal, el inca.[4]

Son de huáncar y atuendos[editar]

Comenzaba la danza con cuatro atambores grandes del sol, cada uno de estos tañían cuatro originarios notables vestidos de una particular librea, con camisetas púrpuras hasta los pies y con flecos lisos, albos y colorados; encima se colocaban vellocinos de pumas desollados enteros y la cabeza vacua. En estas iban puestas patenas, zarcillos en las orejas, reemplazaban a los dientes naturales otros del mismo tamaño y forma; con ajorcas en las manos. Todo ello de oro reluciente.[5]​ Se colocaban de modo que la crisma y pescuezo del puma sobrepasase su cabeza y espalda.

Sacrificio corderil[editar]

Para empezar el baile, inmolaban dos corderos, entregándolos a cuatro viejos, diputados para esto, que los ofrendaban con mil ceremonias.

Notas y referencias[editar]

  1. Leoncio Guerrero y otros: «Diccionario de Quechua Apurimeño» Abancay, Perú (2007)
  2. Tauro del Pino: «Enciclopedia Ylustrada del Perú» tomo 2, ISBN 9972-40-151-0, pág 245
  3. Tauro del Pino: Obra citada
  4. Obra mencionada, misma página
  5. Obra citada

Véase también[editar]