Columna de Taylor

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El movimiento del fluido por encima y por debajo de un objeto en movimiento se ve forzado a circular, por lo que se ven restringidos a estar dentro de una columna extendida por el objeto en el eje de rotación.

Una columna de Taylor es un fenómeno de la dinámica de fluidos que se produce como consecuencia del efecto Coriolis. Debe su nombre a Geoffrey Ingram Taylor. Los fluidos en rotación que son perturbados por un cuerpo sólido tienden a formar columnas paralelas al eje de rotación llamadas columnas de Taylor.

Un objeto que se mueve paralelo al eje de rotación en un fluido en rotación experimenta más fuerza de arrastre que la que experimentaría en un fluido sin rotación. Por ejemplo, una pelota muy flotante (como una pelota de pingpong) subirá a la superficie más despacio que en un fluido no rotatorio. Esto se debe a que el fluido en la trayectoria de la pelota que es empujado fuera del camino tiende a circular de vuelta al punto del que se aleja, debido al efecto Coriolis. Cuanto mayor sea la velocidad de rotación, menor será el radio del círculo de inercia recorrido por el fluido.

Una unidad de fluido (representada por el punto negro) es empujada hacia el punto del que se alejó.

En un fluido no giratorio, el fluido se separa por encima de la bola ascendente y se cierra por debajo de ella, ofreciendo relativamente poca resistencia a la bola. En un fluido en rotación, la bola necesita empujar toda una columna de fluido por encima de ella y arrastrar toda una columna de fluido por debajo para subir a la superficie.

Por tanto, un fluido en rotación presenta cierto grado de rigidez.

Historia[editar]

Las columnas de Taylor fueron observadas por primera vez por William Thomson, Lord Kelvin, en 1868.[1][2]​ Las columnas de Taylor aparecieron en conferencias demostrativas de Kelvin en 1881[3]​ y por John Perry en 1890.[4]​ El fenómeno se explica mediante el teorema de Taylor-Proudman, y ha sido investigado por Taylor,[5]​ Grace,[6]​ Stewartson,[7]​ y Maxworthy[8]​-entre otros.

Teoría[editar]

Columna de Taylor en un fluido.

Las columnas de Taylor han sido estudiadas con rigurosidad. Para Re<<1, Ek<<1, Ro<<1, se ha deducido la ecuación de arrastre de un cilindro de radio, a halalndo la siguiente relación.[7][9]

Para derivarla, Moore y Saffman resolvieron la ecuación de Navier–Stokes linealizada en coordenadas cilíndricas,[9]​ donde algunas de las componentes vericales y radiales del término viscoso se consideran pequeñas comparadas con el término de Coriolis:

Para resolver estas ecuaciones, se incorpora la condición de conservación de volumen:

Se utiliza la relación de compatibilidad de Ekman para esta geometría para restringir la forma de la velocidad en la superficie del disco:

Los campos de velocidad resultantes se resuelven utilizando funciones de Bessel.

Donde para cuando Ek<<1 la función A(k) se expresa como,

La integración de la ecuación para v, se puede obtener la presión y por lo tanto la fuerza de arrastre queda expresada por la primera ecuación.

Referencias[editar]

  1. James Thomson (hermano de Lord Kelvin) (1868) Carta a William Thomson (30 de septiembre). Biblioteca de la Universidad de Glasgow, MS Kelvin T120.
  2. Velasco Fuentes, O. U. (2008). «El descubrimiento de Kelvin de las columnas de Taylor». European Journal of Mechanics. B / Fluids 28 (3): 469-472. doi:10.1016/j.euromechflu.2008.11.002. Archivado desde el original el 23 de julio de 2011. 
  3. Thomson, W. (1882) "Elasticity viewed as possibly a mode of motion", Proceedings of the Royal Institution, vol. 9, páginas 520-521; también en: Popular Lectures and Addresses, vol. 1, páginas 142-146. Véase también: Thomson, W. (1887) "On the stability of steady and of periodic fluid motion", Philosophical Magazine, vol. 23, páginas 459-464. También en: Mathematical and Physical Papers (Cambridge, Inglaterra: Cambridge University Press, 1910), vol. 4, págs. 166-172.
  4. Perry, J. Spinning tops. The "Operatives' lecture" of the British Association meeting at Leeds, 6th September, 1890. (Londres: Society for Promoting Christian Knowledge, 1910).
  5. Taylor, G.I. (1922) "The motion of a sphere in a rotating liquid," Proceedings of the Royal Society of London A, vol. II, páginas 180-189.
  6. Grace, S.F. (1922) "Free motion of a sphere in a rotating liquid parallel to the axis of rotation," Proceedings of the Royal Society of London A, vol. II. 102, páginas 89-111.
  7. a b Stewartson, K. (1952) "On the slow motion of a sphere along the axis of a rotating fluid," Proceedings of the Cambridge Philosophical Society, vol. II. 48, páginas 168-177.
  8. Maxworthy, T. (1968) "The observed motion of a sphere through a short, rotating cylinder of fluid," Journal of Fluid Mechanics, vol. 31, páginas 643-655. Véase también: Maxworthy, T. (1970) "The flow created by a sphere moving along the axis of a rotating, slightly-viscous fluid," Journal of Fluid Mechanics, vol. 40, páginas 453-479.
  9. a b Moore, D. W.; Saffman, P. G. (18 de septiembre de 1969). «The Structure of Free Vertical Shear Layers in a Rotating Fluid and the Motion Produced by a Slowly Rising Body». Philosophical Transactions of the Royal Society of London A: Mathematical, Physical and Engineering Sciences (en inglés) 264 (1156): 597-634. Bibcode:1969RSPTA.264..597M. ISSN 1364-503X. doi:10.1098/rsta.1969.0036.