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Turpial alirrojo

Macho exhibiendo su característico plumaje predominantemente negro con la mancha roja en el ala bordeada por la banda amarilla.
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN 3.1)[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Icteridae
Género: Agelaius
Especie: A. phoeniceus
(Linnaeus, 1766)[1]
Distribución
Azul: verano (época de reproducción); Verde: durante todo el año; Anaranjado: invierno (fuera de la época de reproducción)
Azul: verano (época de reproducción); Verde: durante todo el año; Anaranjado: invierno (fuera de la época de reproducción)
Subespecies

A. p. aciculatus
A. p. arctolegus
A. p. arthuralleni
A. p. brevirostris
A. p. bryanti
A. p. californicus
A. p. caurinus
A. p. floridanus
A. p. fortis
A. p. grinnelli
A. p. gubernator
A. p. littoralis
A. p. mailliardorum
A. p. mearnsi
A. p. megapotamus
A. p. nelsoni
A. p. neutralis
A. p. nevadensis
A. p. nyaritensis
A. p. phoeniceus
A. p. richmondi
A. p. sonoriensis[2]

El turpial alirrojo (Agelaius phoeniceus),[3]​ también conocido como tordo sargento,[2]tordo alirrojo,[4]tordo capitán[4]​ o mayito de la ciénaga,[4]​ es un ave de hábitos migratorios perteneciente a la familia de los ictéridos, dentro del orden de los paseriformes.[3]​ Habita en zonas húmedas y terrenos de cultivo de América del Norte y Central.[3]​ Su área de distribución se extiende desde Alaska y Terranova hasta Florida, el golfo de México y Guatemala, con poblaciones aisladas en el oeste de El Salvador, el noroeste de Honduras y el noroeste de Costa Rica.[5]​ Aunque puede pasar el invierno en regiones tan septentrionales como Pensilvania y Columbia Británica, las poblaciones del norte son generalmente migratorias y vuelan a México y el sur de los Estados Unidos en esa época.[5]​ Esta especie presenta un marcado dimorfismo sexual vinculado al color del plumaje.[5]​ Los insectos y las semillas constituyen la mayor parte de su dieta.[3][4]​ Quizá sea el ave nativa más abundante de América del norte, con una población estimada de 190 millones de individuos para 1974. Las poblaciones de esta especie crecieron enormemente a mediados del siglo XX.[4]

Taxonomía

Agelaius phoeniceus gubernator visto desde atrás, mostrando la ausencia de las típicas bandas amarillas debajo de las manchas rojas.

El turpial alirrojo es una de las once especies del género Agelaius y pertenece a la familia de los ictéridos, la cual comprende a aves paseriformes oriundas de América del norte y sur.[2][5]Carlos Linneo se refería originalmente a la especie como Oriolus phoeniceus en su obra Systema naturae en el siglo XVIII,[6]​ pero ésta fue luego reclasificada dentro del género Agelaius junto con otras aves (Vieillot, 1816).[2][5][7]​ Este nombre es una latinización del griego agelaios, “perteneciente a una bandada”. El nombre de la especie, phoeniceus, deriva de la palabra latina, que significa “rojo intenso”.[5][8]

Existen diversas subespecies, las cuales son bastante similares en apariencia, aunque el A. p. gubernator, de California, se distingue a simple vista: el macho carece de la banda amarilla en el ala presente en la mayoría de los miembros masculinos de la especie,[4]​ y la hembra es mucho más oscura que las demás.[5]

Características

streaky brown bird
Hembra.
Macho.

La coloración del plumaje del macho es completamente negra, a excepción de un par de manchas escarlata en las alas, las cuales son visibles cuando el ave está volando o con las alas extendidas.[5]​ En reposo, el macho también exhibe una banda amarilla pálido más pequeña debajo de las manchas rojas.[5]​ Las partes superiores de la hembra son de color marrón, mientras que las inferiores son blancas, con listas oscuras;[3]​ exhibe asimismo una lista blanquecina sobre el ojo.[4]​ Tanto el pico del macho como las patas y los ojos son negros;[3]​ en la hembra el pico es marrón oscuro en la mitad superior y claro en la inferior.[9]​ La hembra, de entre 17 y 18 cm y 36 g, es considerablemente más pequeña que el macho, que mide de 22 a 24 cm y pesa unos 64 g.[5]​ La envergadura de esta especie es de entre 31 y 40 cm aproximadamente.[4]​ Los juveniles son similares a las hembras, pero presentan una coloración abdominal más pálida.[5]​ El pico en ambos sexos es largo, delgado y puntiagudo.[3][10]​ La cola es de longitud media y redondeada.[4][5]

El macho es inconfundible, excepto en el oeste de Estados Unidos, en donde cohabita con el tupial tricolor (Agelaius tricolor), de aspecto similar.[5]​ Sin embargo, esa especie presenta manchas de un color rojo más intenso, rodeadas de blanco en vez de amarillo.[5]​ Las hembras de A. tricolor, A. assimilis, A. phoeniceus gubernator (la subespecie caracterizada por la ausencia de la distintiva banda amarilla en los machos) y otras subespecies de A. phoeniceus pueden ser difíciles de diferenciar en regiones en las que dos o más conviven.[5]​ En vuelo, cuando la coloración del plumaje no es fácilmente distinguible, aún es posible discriminar entre estos e ictéridos menos emparentados que los nombrados anteriormente —tales como el zanate norteño (Quiscalus quiscula) y el boyero negro (Molothrus ater)— por su particular silueta y su vuelo ondulante.[5]​ Su manera de volar es característica, con raptos de rápido batimiento de alas, entre los cuales se producen pequeñas pausas intermitentes.[11]

Distribución y hábitat

Hembra posada en una planta acuática.

El turpial alirrojo habita en las Bahamas, Bélice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, los Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, San Pedro y Miquelón y las islas Turks y Caicos.[1]​ Su área de distribución se extiende desde el sur de Alaska hasta la península de Yucatán y desde las costas occidentales de California y Columbia Británica hasta el litoral oriental estadounidense y canadiense.[9]​ Los ejemplares que habitan en la región norte son migratorios y pasan el invierno en el sur de Estados Unidos y en Centroamérica.[9]​ Las migraciones comienzan en septiembre u octubre, aunque ocasionalmente lo hacen en agosto.[9]​ En el oeste de América del norte, así como en latitudes un tanto más australes hacia el este, las poblaciones son generalmente sedentarias.[9]​ En el este, los turpiales normalmente comienzan a marcharse de los estados sureños antes del final de febrero, alcanzan Nueva Inglaterra en marzo (rara vez antes) y llegan al este de Canadá en abril o incluso antes.[11]​ Las bandadas de machos adultos son las primeras en arribar para reclamar su territorio.[11]

Esta especie habita mayormente en llanuras. Por lo general, prefiere los humedales y puede hallársele en marismas de agua tanto dulce como salada,[9]​ particularmente donde crezcan totoras (Typha).[5]​ También se encuentra presente en áreas sin mucha agua, en donde habita en campo abierto (a menudo áreas agrícolas) y bosques caducifolios poco densos.[9]​ Está muy diseminado por toda América del norte, excepto en el desierto árido, altas cadenas montañosas y regiones árticas o de forestación densa.[11]

Alimentación

Plantas de Panicum virgatum, de cuyas semillas se alimenta el turpial alirrojo.

Esta especie es omnívora.[5][9]​ Se alimenta principalmente de productos vegetales —particularmente en otoño e invierno—,[3]​ tales como semillas de hierbas (ambrosía, arrancamoños, etc)[4]​ y granos (maíz, arroz, trigo, girasol, etc),[4]​ pero alrededor de un cuarto de su alimentación —y significativamente más durante la temporada de reproducción— consiste en insectos y otros animales pequeños.[5][9]​ Consume mayormente insectos como libélulas,[5]caballitos del diablo,[5]mariposas,[5]polillas,[5][8]moscas,[5]efímeras,[8]frigáneas,[8]orugas,[8]​ y saltamontes,[8]​ pero también caracoles,[5][8]ranas,[5]huevos,[5]carroña,[5]lombrices[5]​ y arácnidos.[5]​ El turpial consigue sus presas entre las plantas o atrapándolas en vuelo.[5][9]​ A veces las obtiene explorando la base de plantas acuáticas con su pico delgado, abriendo orificios para llegar a los insectos escondidos adentro.[4][9]​ En temporada, come además arándanos, mora y otras frutas.[5]​ Pueden hallarse en jardines hogareños, en donde con frecuencia son alimentados con dispositivos dispensadores de semillas.[8]​ A finales del verano y en otoño, se les encuentra alimentándose en campo abierto junto a zanates, boyeros y estorninos en bandadas que alcanzan los miles.[4][5][11]

Plantas de Xerophyllum tenax, de cuyas semillas se alimenta el turpial alirrojo.

Un estudio llevado a cabo en 1900 examinando los contenidos estomacales de 1.083 turpiales obtenidos a lo largo de todos los meses del año en la mayor parte de su área de distribución en Estados Unidos y Canadá, reveló que estas aves prefieren las semillas de hierbas e insectos a los granos cultivados. El estudio indicó que el 73,4% de su dieta es de origen vegetal, frente a un 26,6% de origen animal. A continuación se citan los porcentajes con mayor especificidad: escarabajos predadores 2,5%, gorgojos (curculiónidos) 4,1%, otros escarabajos 3,5%, orugas 5,9%, saltamontes 4,7%, otros insectos 4,1%, arañas y miriápodos 1,3%, otras presas 0,5%, frutas 0,6%, maíz 4,6%, avena 6,3%, trigo 2,2%, otros granos 0,8%, semillas de hierbas —incluyendo Panicum virgatum, Xerophyllum tenax, Ambrosia y Polygonum— 54,6% y otros alimentos de origen vegetal 4,3%. En el mes de noviembre la consumisión de semillas de hierbas representa hasta un 97% de su alimentación. La ingesta de frutas es poco usual: se descubrieron, entre otros pocos tipos de fruta, moras en sólo 7 de los estómagos y arándanos en 2.[11]

De los 84 especímenes examinados por el científico Franklin Hiram King en Wisconsin, 37 habían ingerido semillas de hierbas y maíz conjuntamente, 31 sólo semillas, 7 sólo maíz, 3 centeno, 2 avena, 8 trigo y 2 hierba tierna; 5 habían comido un total de siete escarabajos, 4 siete saltamontes, 1 una polilla y 1 una oruga; 8 habían comido pequeños moluscos.[11]

Reproducción

Los turpiales alirrojos son poligínicos,[5]​ y los machos territoriales, si bien suelen tener cinco compañeras, pueden alcanzar las 15 en algunos casos.[4][9]​ En algunas poblaciones, hasta el 90% de los machos tiene más de una compañera anidando en sus territorios.[4]​ Asimismo, las hembras frecuentemente copulan con otros machos y, en consecuencia, entre un cuarto y la mitad de los polluelos no son hijos biológicos del compañero de sus madres,[4]​ existiendo nidadas mixtas en las que los polluelos de una misma camada fueron concebidos por distintos padres.[5]

Territorio y cortejo

Macho echándose a volar.

Durante la época de apareamiento, los machos establecen territorios que ocupan un promedio de 2 mil m², aunque en áreas pantanosas pueden ser de tan sólo 153 m² y en tierras altas alcanzan los 29.235 m².[9]​ En Costa Rica, ocupan territorios de dos a cuatro veces más grandes que los de sus congéneres de zonas templadas en el norte.[9]​ El turpial alirrojo puede ser muy agresivo al defender su territorio de la intrusión de otras aves y animales, pudiendo dedicar más de un cuarto de las horas de luz diarias a la defensa del mismo.[4]​ Ataca a menudo a potenciales competidores de su especie, turpiales tricolores (Agelaius tricolor) y tordos cabeciamarillos (Xanthocephalus xanthocephalus),[9]​ e incluso aves de mucho mayor tamaño como cuervos, urracas, aves de presahalcones y águilas pescadoras Pandion haliaetus, por ejemplo—[11]​ y garzas.[5]​ Se sabe que los machos son capaces de enfrentar a caballos y seres humanos.[4][5][12]​ A pesar de que no sean comunes ni siquiera entre los machos, en ocasiones se suscitan peleas entre turpiales alirrojos.[9]

El cortejo incluye vocalizaciones en una posición inclinada y batimientos rápidos y notorios de las alas por parte de los ejemplares masculinos.[8][9]​ Estos inflan su plumaje, levantan sus hombros y abren sus colas mientras cantan.[9][11]​ A medida que sus demostraciones aumentan en intensidad, arquean más las alas dejando ver las manchas rojas en sus hombros.[9]​ Las hembras responden con una vocalización e inclinación similares.[9]

Nidificación

Nido con huevos en su interior.

Esta especie anida en colonias algo disgregadas.[4]​ Típicamente el nido es ubicado cerca del suelo —o de la superficie del agua en áreas pantanosas—, entre totoras (Typha),[11]ciperáceas —por ejemplo, de los géneros Scirpus y Carex[11]​ y carrizos (Phragmites) en humedales; en varas de oro (Solidago),[11]​ moreras (Morus), sauces (Salix)[11]​ y alisos (Alnus)[11]​ en tierras más altas; o en plantas de trigo, cebada, alfalfa[11]​ y arroz.[4]​ Suele estar situado a una altura de entre 7,6 cm y 4,3 metros encima del agua en los humedales.[5]​ También se ha observado la nidificación sobre el suelo en campo abierto y tierras de labor.[3][11]

Las totoras (Typha) son utilizadas tanto como material de construcción del nido como de soporte de éste.

La confección del nido, llevada a cabo por la hembra y completada en alrededor de entre tres y sies días,[11]​ comienza entre marzo y mayo; usualmente, cuanto más al sur se vaya, antes comienza el proceso de construcción.[9]​ Exteriormente, el nido está compuesto por una considerable cantidad de hojas de cárices (Carex) o de otras plantas recolectadas en lugares húmedos y ocasionalmente por hojas de Iris atadas a las hierbas o tallos circundantes a modo de soporte; en casos en los que el nido se halla directamente sobre el suelo esta precaución de fijarlo en su lugar es dejada de lado.[11]​ En la parte interna se coloca madera en descomposición, césped, turba o barro, todo esto revestido con pequeños tallos secos de césped.[11]​ Se descubrió un nido sujeto a 18 tallos que contenía 34 tiras de corteza de sauce de hasta alrededor de 86 cm, 142 hojas de totoras de hasta unos 53 cm y 705 trocitos de césped.[4][11]​ Cuando está terminado, el nido, en forma de canasta, mide entre 10 y 18 cm de ancho por entre 8 y 18 cm de profundidad aproximadamente.[4]

Las puestas constan normalmente de entre 3 y 5 huevos, por lo general 4,[3][5]​ y son incubados durante alrededor de 11 o 12 días únicamente por la hembra.[3]​ Los huevos son ovalados, lisos al tacto y ligeramente lustrosos,[4]​ y presentan una coloración verde azulada pálida, con machas marrones, púrpuras o negras, la mayoría de las cuales dispuesta alrededor del extremo más ancho.[5][9]​ La medición de 380 huevos de la colección del United States National Museum dio un promedio de 24,80 por 17,55 mm, siendo el más grande de 27,94 por 19,05 mm y el más chico de 20,57 por 15,75 mm.[11]

Las parejas crían habitualmente dos y ocasionalmente tres camadas por temporada, cada una de las cuales en un nuevo nido.[5][10]​ El segundo nido es construido en las cercanías del primero, frecuentemente dentro de los 3 metros de distancia de aquél, incluso si éste ha sido atacado o destruido.[11]

Crianza de los polluelos

Los polluelos tienden a romper el cascarón en diferentes momentos.[9]​ Los padres comienzan a alimentarlos con porciones pequeñas que aumentan progresivamente.[9]​ Las hembras son quienes más se ocupan de esta tarea, aunque en ocasiones el macho también participa.[9]​ Los jóvenes son alimentados fundamentalmente con pequeños artrópodos, especialmente Odonata (libélulas y caballitos del diablo), Lepidoptera (mariposas y polillas) y Diptera (moscas verdaderas).[9]​ En 1914, se observó a un grupo de jóvenes turpiales alirrojos que, a lo largo de 51 ocasiones en las que fueron alimentados, ingirieron 12 presas no identificadas, 11 larvas de elatéridos, 1 grillo, 3 escarabajos, 2 efímeras, otros 3 insectos alados, 4 gusanos verdes, 20 saltamontes, 3 polillas, 1 araña y 5 larvas de polillas.[11]​ Al nacer, los polluelos no pueden ver y están desprovistos de plumas, aunque ya están en condiciones de abandonar el nido entre aproximadamente 11 y 14 días después de la eclosión.[4][10]​ Sin embargo, no son completamente independientes sino hasta las dos o tres semanas de haber nacido, momento en el cual se unen a bandadas de hembras; dentro del primer año de vida, la mayoría se ha unido a bandadas mixtas.[9]

Depredación y parasitismo

El boyero negro (Molothrus ater) parasita los nidos del turpial alirrojo.

Probablemente el hombre mate a más turpiales alirrojos que cualquier depredador natural debido a que éstos asaltan cultivos de cereales.[11]​ Entre los depredadores conocidos de la especie, se encuentran el mapache (Procyon lotor),[9]​ el visón americano (Neovison vison),[9]​ la urraca (Pica pica),[9]​ el chivirín pantanero (Cistothorus palustris),[9][11]​ los búhos,[9]​ los halcones,[9]​ las serpientes —como la serpiente de agua del norte (Nerodia sipedon)—,[5][11]​ el zanate norteño (Quiscalus quiscula),[11]​ etc. Ocasionalmente, es víctima del parasitismo de puesta, en particular por parte del boyero negro (Molothrus ater).[11]​ Asimismo, puede alojar parásitos como Acarina y Mallophaga.[11]

Debido a la depredación, particularmente de los huevos y polluelos, el turpial alirrojo ha desarrollarlo diversas adaptaciones para proteger sus nidos.[9]​ Una de ellas es la de anidar en grupos, lo cual reduce el peligro puesto que existe un mayor número de padres alertas.[5]​ Anidar sobre el agua también disminuye las probabilidades de depredación.[9]​ Los nidos en particular ofrecen una ventaja estratégica puesto que con frecuencia se hallan ocultos entre carrizos ribereños gruesos, ubicados normalmente a una altura de uno o dos metros.[9]​ Especialmente los machos a menudo hacen las veces de centinelas, empleando un repertorio de llamados que denotan el tipo y la peligrosidad de la amenaza.[9]​ En particular los machos a menudo asedian a los depredadores con el fin de ahuyentarlos, incluso a animales de dimensiones muy superiores.[9]​ La coloración apagada de la hembra puede servir para camuflarla de los depredadores, protegiéndola a ella y a su nido cuando está incubando.[9]

Impacto ecológico y económico

Macho posado en una espiga.

Los turpiales alirrojos pueden tener un impacto importante y duradero sobre el medio ambiente. A través del control de las poblaciones de insectos por medio de la predación y de las hierbas indeseadas por medio del consumo de sus semillas, permiten el crecimiento de plantas y cultivos de mayores dimensiones.[9]​ Se alimentan de Anthonomus grandis y Hypera postica, dos especies de curculiónidos que afectan el algodón y la alfalfa respectivamente.[11]​ Paradójicamente, también pueden devastar los campos de cultivo. A pesar de que se alimentan de semillas de malezas, son conocidos por ocasionar grandes daños a la agricultura a causa de sus hábitos de descansar en grupos masivos y su gusto por los productos agrícolas. Pueden ser perjudiciales para los campos de maíz, arroz y girasol. Esto ha llevado a la utilización de trampas, veneno y tensoactivos por parte de los agricultores en un intento por controlar las poblaciones de turpiales alirrojos. Estos últimos eliminan las propiedades impermeables de las plumas, haciéndolos extremadamente vulnerables a las bajas temperaturas.[9]​ Métodos menos nocivos incluyen maquinaria que produzca ruidos que los ahuyenten,[8]espantapájaros,[8]​ y la eliminación de los residuos de las cosechas, los cuales atraen las aves a los campos.[9]

Bandada volando en el crepúsculo.

En las regiones septentrionales de su área de distribución no representan un problema a gran escala, pues allí su dieta se centra en las semillas de hierbas e insectos. No obstante, provocan el detrimento de los granos que germinan en primavera y del maíz dulce en verano rasgando la cobertura foliácea de las mazorcas y arruinándolas desde un punto de vista comercial. También atacan otros granos. En el Medio Oeste, donde estas aves son mucho más abundantes que en el norte y donde hay extensos cultivos de cereales, los turpiales alirrojos, a fines del verano y en otoño, causan gran daño a los campos de granos, tanto mientras éstos están madurando como cuando son cosechados. Sin emabrgo, se ha afirmado que incluso allí resultan beneficiosos debido a las larvas perniciosas que eliminan de las espigas, pudiendo contrarrestar plagas de orugas. En los estados sureños, perjudican gravemente al arroz arrancando los plantines en primavera y comiendo los granos mientras maduran, siendo en este sentido casi tan dañinos como los tordos arroceros (Dolichonyx oryzivorus). Por otro lado, son de cierta utilidad al consumir las semillas de malezas que de otro modo devaluarían el producto.[11]

Teniendo en cuenta el pequeño porcentaje que representan los granos en la dieta de esta especie, se ha asegurado que el turpial alirrojo es un ave ciertamente útil. Según se ha dicho, el servicio que brinda a través de la eliminación de insectos y hierbas nocivos supera ampliamente los daños que produce su consumo de granos. Los estragos que a veces producen deberían ser atribuidos a su excesiva abundancia en ciertos lugares.[11]

Al ser una de las aves más numerosas del continente, juega un rol importante en la dispersión de otras especies. Puesto que los turpiales se agrupan y descansan en cantidades tan grandes, la supervivencia de ciertas especies que se unen a sus bandadas seguramente se vea afectada por su compañía. En síntesis, estas aves son tan numerosas y activas que su sola presencia y comportamiento natural es suficiente para influir sobre el medio ambiente de un modo visible.[9]

Referencias

  1. a b c BirdLife International (2008). «Agelaius phoeniceus». Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2024 (en inglés). ISSN 2307-8235. Consultado el 22 de diciembre de 2010. 
  2. a b c d «Agelaius phoeniceus». Integrated Taxonomic Information System. Consultado el 22 de diciembre de 2010. 
  3. a b c d e f g h i j k Bologna, Gianfranco (1981). Guías de la naturaleza: Aves. Barcelona: Grijalbo. ISBN 84-253-3362-8. 
  4. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w «Agelaius phoeniceus». All About Birds. Cornell Lab of Ornithology. 2003. Consultado el 23 de diciembre de 2010. 
  5. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad ae af ag ah ai aj ak al am an ao «Red-winged Blackbirds: Species information and Photos» (en inglés). Consultado el 24 de diciembre de 2010. 
  6. «Aves de Costa Rica - Agelaius phoeniceus 309». Consultado el 10 de enero de 2011. 
  7. Vieillot, L.P. (1816) Analyse D'Une Nouvelle Ornithologie Elementaire p. 33
  8. a b c d e f g h i j k Neff, John (1997). «Red-Winged Blackbird (Agelaius phoeniceus. Northern State University. Archivado desde el original el 19 de febrero de 2008. Consultado el 23 de diciembre de 2010. 
  9. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad ae af ag ah ai aj ak al am an ao Rosenthal, A (2004). «Agelaius phoeniceus». Animal Diversity Web. University of Michigan Museum of Zoology. Consultado el 24 de diciembre de 2010. 
  10. a b c Gough, Gregory (2003). «Agelaius phoeniceus». USGS Patuxent Wildlife Research Center. Consultado el 23 de diciembre de 2010. 
  11. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad ae Bent, Arthur Cleveland (1958). «Red-winged Blackbird, Life Histories of North American Birds» (en inglés). Consultado el 24 de diciembre de 2010. 
  12. «Chicago locals beware the birds». news.bbc.co.uk (BBC News). 24 de diciembre de 2010. Consultado el 24 de diciembre de 2010. 

Enlaces externos