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Rattus

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Rata

(Rattus norvegicus)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Rodentia
Familia: Muridae
Subfamilia: Murinae
Género: Rattus
Fischer, 1803
Especies
Unas 50

El género Rattus está compuesto por varias especies de roedores de mediano tamaño denominadas ratas. Algo más grandes que sus parientes cercanos los ratones. Actualmente, se conocen 56 especies de ratas.[1]​ El peso normal de una rata no suele sobrepasar los 300-500 gramos.[cita requerida]

Generalidades

Allá donde haya una rata puede haber cientas. Si las condiciones son adecuadas y la comida es abundante, su población se multiplica rápidamente. Cada pareja de roedores puede engendrar una colonia de 200 individuos. Las ratas son animales omnívoros, y es probable que repitan su patrón de conducta, es decir, que vuelvan a alimentarse en el mismo lugar. Las ratas son la máquina de supervivencia]] más perfecta creada por la naturaleza,[cita requerida] ya que son las únicos seres vivos genéticamente preparados para sobrevivir a un holocausto nuclear.[cita requerida] Su proporción genética sólo es comparable con su hostilidad.[cita requerida] Las ratas pueden alcanzar gran tamaño y llegar a pesar 1 kilo. Se orientan perfectamente en la oscuridad. La flexibilidad de su esqueleto las permite introducirse en las viviendas por cualquier agujero. Su voracidad no tiene límites; son capaces de perforar madera hasta tuberías de plomo. [2]

Estos roedores son extremadamente peligrosos, ya que pueden transmitir enfermedades como la rabia, virus ébola, cólera, peste bubónica, tifus murino, teniasis, tuberculosis, salmonelosis, triquinosis, leptospirosis, toxoplasmosis, neumosistosis, hantavirus, hepatitis, coriomeningitis linfocítica, meningoencefalomielitis y todo tipo de infecciones intestinales.[3]

Especies

Rata casera (Rattus rattus)

También conocida como rata de techo , rata negra o rata campestre procede de los bosques del sudeste asiático; vivía en los árboles y allí aprendió a apreciar la compañía del ser humano, que le facilitaba mucho la tarea de conseguir alimentos, de modo que se instaló en los techos de las cabañas. En parte porque se extendió de forma natural, en parte viajando en la zona de carga de los barcos[4]​, la rata casera colonizó, con el transcurrir de los años, el mundo entero; sobre todo en los países tropicales y subtropicales se la conoce como la rata por antonomasia. En Europa central habitaba generalmente en los desvanes. Las ratas caseras tienen el aspecto de ratones caseros pero de mayor tamaño, con grandes ojos y orejas, cuerpos esbeltos y una cola especialmente larga cuyo pelo suele ser de color negro, por lo que también se la conoce como rata negra. La longitud de esta especie de rata, es de 7 a 11 centímetros excluyendo la cola, y por su parte la cola mide de 9 a 24 centímetros. Su peso oscila entre los 125 y los 200 gramos. Su vida media está en torno a los dieciocho meses, en libertad, mientras que en cautividad puede alcanzar varios años de vida.

La hembra puede parir de 5 a 16 ejemplares, aunque lo normal son 7 u 8; los que deposita la hembra en el interior de la madriguera o nido, donde acondiciona un lecho con restos de materia vegetal y pelo, naciendo desnudos, con los ojos cerrados, sin pelo, sin capacidad auditiva y pesando tan solo 5 ó 6 gramos. En cuanto a madurez sexual se refiere, son precoces muy pronto: la hembra es activa sexualmente a las cinco o seis semanas. Los machos precisan unos días más para alcanzar la madurez sexual. Esta especie de rata, esta condicionada a las disponibilidades alimenticias que encuentra, aunque siente predilección por los cereales y semillas, aunque no rechaza insectos, caracoles y restos de materia vegetal. También puede predar sobre nidos de huevos.

La rata de campo, hasta hace unos siglos, dominaban las ciudades, pero al llegar las ratas de alcantarilla (Rattus norvegicus), de mayor tamaño, entablaron una lucha a muerte, y esta última la expulsó de las aglomeraciones urbanas, obligándola a adquirir costumbres campestres. [5]

Rata de alcantarilla (Rattus norvegicus)

También llamada rata común, rata noruega o rata parda, es algo más grande y pesada que la rata casera, con ojos y orejas pequeñas y una cola proporcionalmente más corta. Su vida media está en torno a los doce meses, en libertad, mientras que en cautividad puede alcanzar los tres años de vida. La mortalidad de la población joven es muy alta, pudiendo alcanzar el 90 y 95 %. La longitud de esta especie de rata, es de 17 a 27 centímetros excluyendo la cola, y por su parte la cola mide de 15 a 23 centímetros. Su peso oscila entre los 180 y los 600 gramos. Su dentadura consta de 32 piezas, presentando tanto en la mandíbula superior como en la inferior, 2 incisivos de crecimiento continuo, y 6 muelas, careciendo de colmillos y premolares.

La rata de alcantarilla tiene por naturaleza un pelaje gris marrón. La alimentación de esta especie es omnívora. En medios urbanos fundamentalmente basura y desechos humanos; los ejemplares más silvestres cereales y semillas, incluyendo en su dieta también la carne, insectos y materiales muy diversos tales como papel, madera, goma, plomo, estaño, plástico, por lo que ocasiona frecuentes daños en las conducciones de agua y de electricidad. La rata común puede ingerir cada día un tercio de su peso.

Tiene entre 5 y 6 camadas anuales. La cópula dura solamente de 2 a 3 segundos, durando la gestación entre 20 y 24 días. Pasado ese periodo, las hembras dan a luz de 1 a 16 crías, normalmente 7 u 8, y son alimentadas durante aproximadamente 1 mes. Las crías nacen sin pelo y ciegas, y no abrirán los ojos hasta los 6 días. Las jóvenes ratas serán aptas para la reproducción cuando hayan pasado unas 11 semanas desde su alumbramiento. Viven en grupos sociales que varían bastante en cuanto a su número de ejemplares. Es de destacar que estos grupos a su vez están divididos en varias jerarquías muy extrictas, la dominante y las dominadas, que a su vez se dividen en randos.[6]​ Para evitar la transmisión de alguna enfermedad citada con anterioridad, no basta solo con que el roedor ingiera un veneno, si no que después de muerta, el riesgo de contagio continúa. Los cadáveres de las ratas muertas deben ser eliminados, aconsejablemente quemados. En epocas de escasez de comida, no duda en atacar a animales más grandes que ella.[7]​ Esta especie también procede de Asia; vivía libremente en los campos, de forma salvaje, en construcciones propias con sistemas de corredores. Las pendientes eran su hábitat predilecto, aunque se encontraban también en los ríos, ya que son buenas nadadoras. La rata de alcantarilla llegó a Europa hace tres siglos. Hasta hace unos siglos, dominaban las ciudades la rata de campo (Rattus rattus), pero al llegar las ratas de alcantarilla, de mayor tamaño y agresividad, entablaron una lucha a muerte, expulsando de las aglomeraciones urbanas a la rata campestre y obligándola a adquirir costumbres campestres, quedando la rata común como dueña de las zonas marginales de las ciudades. [8]

Las ratas en la cultura popular

Ganesha, montado sobre una rata. Escultura del templo Vaidyeshwara, en Talakkadu, Karnataka, India.

Los romanos no diferenciaban entre ratas y ratones, por lo que se referían a ambos como el Mus maximus (ratón grande) y Mus minimus (ratón pequeño), respectivamente.[cita requerida]

En el Imperio Chino, a veces se las confundía con los ratones. Son el primero de los 12 animales del zodiaco chino, correspondiente a los años 1996, 2008, 2020, etcétera (cada doce años). Según la tradición china, los nacidos en esos años poseerán habilidades o cualidades ratunas. Esto incluye la creatividad, la honestidad, la generosidad, la ambición, un temperamento reaccionario, el despilfarro y la fertilidad. Los nacidos rata, de acuerdo con este zodíaco, se complementan bien con los nacidos monos y los dragones, aunque no congenian con los caballos.[cita requerida]

Oriente

En la ciudad de Deshnoke, al noroeste de la India, se mantienen unas 20.000 ratas con vida en el templo de Karni Mata, porque según la creencia popular son las reencarnaciones de Karni Mata y sus seguidores, los sadhus, hombres santos del hinduismo, muy parecidos a lo que llamamos gurú.

El sacerdote encargado del templo las alimenta con granos y leche, participando también los peregrinos en esta labor. El comer alimentos ofrecidos a estos santos y que hayan sido tocados por una de las ratas se considera una bendición de su dios entre sus feligreses. En la mitología hindú, una rata es el vehículo del dios Ganesha.

Occidente

En la cultura occidental, cualquier tipo de asociación con la palabra "rata", tiene un significado negativo.[cita requerida] Por consiguiente, la palabra rata se usa como sinónimo de varias interjecciones vulgares o palabras malsonantes. La asociación a esta palabra no proviene, por sí misma, de algo biológico o de la conducta de las ratas; más bien es posible que se asocie a la suciedad y a las enfermedades que las ratas han traído históricamente consigo. Bien conocidas son las plagas que contribuyeron a propagar durante los siglos XIV y XV, con la denominada peste negra como máximo exponente.

Las ratas en la cultura occidental son percibidas como un animal peligroso, sucio, fuente de enfermedades, parasitario y ladrón de comida.[cita requerida] Por eso el envenenamiento de ratas se acepta en el hemisferio occidental como algo normal (incluso lógico), mientras que hacer lo mismo con otros animales portadores potenciales de diversas plagas (como pueden ser los perros y gatos no domesticados) sería percibido como una solución muy injusta a los ojos de los defensores de los animales y del público en general.

Describir a una persona "como una rata" implica generalmente que está envuelto en algo sospechoso y deshonesto. En España el lenguaje popular también usa esta palabra para designar a alguien extremadamente avaro, tacaño o "roñoso". Por el contrario, a los ratones el estereotipo los presenta como algo "bonito" y burgués. En la Isla de Man (un protectorado británico) no se usa la palabra "rata" por considerarse tabú; según la superstición popular, pronunciarla trae muy mala suerte.

Rata también es un término (sustantivo y verbo) en el hampa o la criminalidad (casi siempre en la mafia); es un argot o jerga para referirse a un informante. En México y algunos países de habla castellana este término se utiliza para referirse a un ratero o ladrón, o un defraudador en términos económicos. En el folclore popular también se usa para referirse a algunos miembros corruptos de la policía o de la política.

En las ciencias biológicas, las ratas se utilizan en los experimentos como conejillo de indias. Los defensores de los derechos de los animales alegan que el trato a las ratas en este contexto es cruel. El término rata de laboratorio algunas veces es usado con el término conejillo de indias.

Ratas como animales de compañía

Una rata domesticada, entrenada para permanecer en la espalda.

Las ratas que han sido criadas se han tenido como animales domésticos por lo menos desde comienzos del siglo XIX.[cita requerida] Las ratas son animales inteligentes y pueden entrenarse fácilmente, y pueden realizar una gran variedad de trucos. Las ratas empleadas como animales domésticos caben dentro de las especies denominadas rata marrón y rata negra. Las ratas domésticas presentan un comportamiento diferente al de sus parientes salvajes, y la fiabilidad y el nivel de peligro que representan para la salud depende también de cuántas generaciones existen entre la versión salvaje y la domesticada.

En gastronomía

Debido al pensamiento occidental, y a las plagas asociadas con las ratas y la falta de higiene en las culturas europeas y modernas en Occidente, las ratas y ratones generan, por asociación psicológica con estos males, principalmente repugnancia.[9][10]​ La rata sigue siendo un tabú alimentario en las poblaciones metropolitanas. Mientras que en algunas comunidades étnicas asiáticas así como las africanas y algunas americanas. Esta rata negra selvática se alimenta de frutas y vegetales de la selva y es más limpia, mientras que su contraparte urbana se alimenta de basura orgánica o de desechos de las ciudades.

En el desierto de Sonora, del estado de Sonora, en México, algunos grupos aborígenes de ese estado consumen una especie de rata blanca o rata de bosque, que se alimenta de cactus y pitayas. En China algunas comunidades autóctonas siguen consumiendo estos tipos de roedores.

En el laboratorio

Cepa de rata de laboratorio conocida con el nombre de rata Zucker. Estas ratas se crían con predisposición genética a la diabetes mellitus, el mismo trastorno metabólico que padecen los seres humanos.

En 1895, la Universidad de Clark (Worcester, Massachusetts, Estados Unidos) creó una población de ratas noruegas (Rattus norvegicus) blancas para estudiar los efectos de la dieta y para otros estudios fisiológicos. Debido a su velocidad de reproducción, a su facilidad de manejo y a muchas de sus similitudes fisiológicas con el ser humano, la rata ha venido utilizándose desde hace muchos años como sujeto de experimentos en los laboratorios de ciencias biológicas: con ellas suelen ponerse a prueba los medicamentos que luego se aplican como tratamiento de las enfermedades humanas, con ellas se llevan a cabo numerosos experimentos relacionados con la genética, con el sueño y con muchos otros temas de la salud. También han resultado muy útiles en los estudios psicológicos acerca del aprendizaje y otros procesos mentales.[11]​ Sin embargo, un gran número de agrupaciones y especialistas cuyo interés se centra en el buen trato y el maltrato de los animales por parte del ser humano se han quejado constantemente del abuso de que son objeto las ratas y los ratones, al igual que muchas otras especies, en los laboratorios de experimentación.

Un estudio del año 2007 encontró que las ratas poseen metacognición, habilidad mental que hasta entonces sólo se había documentado en seres humanos y en algunas especies de primates.[12][13]

Las ratas domésticas y las ratas silvestres presentan muchas diferencias. Las primeras son más tranquilas y es menos probable que muerdan; pueden tolerar grandes multitudes; se reproducen a edades más tempranas y tienen camadas más grandes. Su cerebro, su hígado, sus riñones, sus glándulas suprarrenales y su corazón son más pequeños.[14]

Las ratas noruegas se usan con más frecuencia como organismos modelo para la investigación científica. En las investigaciones genéticas se usan con mucho menos frecuencia que los ratones. En cuanto a la realización de estudios sobre la inteligencia, sobre el aprendizaje y sobre el abuso en el consumo de sustancias, las ratas son la opción más común debido a sus altos niveles de inteligencia, de inventiva, de agresividad y de adaptabilidad. Sus mecanismos psicológicos parecen ser, en muchos sentidos, similares a los de los seres humanos. Se han creado cepas o "líneas" totalmente nuevas de ratas noruegas, como por ejemplo la cepa Wistar, para su uso en los laboratorios. Ya ha sido posible secuenciar gran parte del genoma de esta especie.[15]

Referencias

  1. ITIS. «Taxonomí del género Rattus» (en inglés). Consultado el 12 de enero de 2009. 
  2. Sierra de Baeza - Información sobre las ratas
  3. Plagas y desinfección
  4. Diccionario Enciclepédico Espasa
  5. Sierra de Baeza - Información sobre la rata campestre
  6. El gran libro de los Animales
  7. El gran libro de los Animales
  8. Sierra de Baeza - Información sobre la rata de alcantarilla o rata común
  9. Dramático testimonio de chileno secuestrado en Ecuador
  10. Esta asociación con la suciedad fue la razón principal por la que la película Ratatouille (película), acerca de una rata que, proveniente de las alcantarillas, termina por convertirse en un chef de alto nivel en la zona restaurantera de París, tuvo tanto éxito.
  11. Barnett, S. A. (2002). The story of rats: Their impact on us, and our impact on them. Allen & Unwin, Crows Nest, NSW, 202 pp. ISBN 1-86508-519-7.
  12. Foote, A. L. & Crystal, J. D. (2007). Metacognition in the rat. Current Biology, 17(6), 551–555, Mar 20, [1]
  13. Las ratas pueden reflexionar acerca de los procesos mentales.
  14. Barnett, S. A. (2002). The story of rats: Their impact on us, and our impact on them. Allen & Unwin, Crows Nest, NSW, 202 pp. ISBN 1-86508-519-7.
  15. Proyecto Genoma (fecha de acceso a la página = jueves 3 de julio del 2008

Véase también

Enlaces externos