Gótico meridional

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Cabecera de la Catedral de Santa Cecilia de Albi
Convento de los Jacobinos de Toulouse

El gótico meridional (en francés: gothique méridional), también llamado gótico to[u]losano (gothique toulousain) o gótico languedociano (gothique languedocien), designa una corriente de la arquitectura gótica religiosa desarrollada en el Mediodía francés.

Surgió a principios del siglo XIII tras la victoria de la Iglesia católica sobre los cátaros, cuando la iglesia buscaba restablecer su autoridad en la región. Como resultado, los edificios de las iglesias suelen presentar características extraídas de la arquitectura militar. Teniendo en cuenta las críticas de los cátaros a los lujos de la iglesia católica, el gótico meridional es más simple y menos ornamentado que el gótico del norte de Francia, y además difiere en que el material de construcción suele ser ladrillo en lugar de piedra. Con el tiempo, el estilo llegó a influir en los edificios seculares y se extendió más allá del área donde había florecido el catarismo.

Origen[editar]

Durante el auge de la herejía cátara, el lujo de la iglesia católica era constantemente socavado por los parfaits [perfectos] eclesiásticos cátaros. Después de la erradicación política de la aristocracia cátara durante la cruzada contra los albigenses (1209-1229), su mensaje permaneció y fue necesario reconquistar los espíritus. Además del establecimiento de la Inquisición medieval, se puso el énfasis en un estilo arquitectónico más austero y despojado.[1][2]​ El gótico meridional se muestra así como un arte militante, pensado como un arma principal de la Iglesia en su lucha contra la disidencia cátara; vuelve contra este última su sesgo por la austeridad y ofrece a la predica un espacio apropiado.

Además, Toulouse entró en el dominio real en 1271, lo que contribuyó a la difusión local del gótico radiante, pero conservando su propia personalidad. Comenzó un período de dinamismo económico, beneficiándose de los intercambios con Aviñón, entonces sede de la cristiandad, así como con los puertos del Atlántico y del Mediterráneo hasta la década de 1340 y la Gran Peste, lo que entrañó un desarrollo de encargos artísticos, tanto seculares como religiosos.[3]​.

Área geográfica[editar]

El gótico meridional, como su nombre indica, se encuentra en la parte sur de Francia, sobre todo en las zonas donde se había desarrollado el catarismo y que tuvieron que someterse a la represión religiosa y militar llegada del Norte. La «toma de control» de la nueva jerarquía católica dio lugar a numerosas construcciones y reconstrucciones de edificios, tanto religiosos como civiles. Las regiones afectadas fueron los actuales departamentos de Haute-Garonne (Toulouse), Tarn (Albi), Tarn-et-Garonne (Montauban), Ariège, Gers, Aude, Pirineos Orientales y Hérault, y ocasionalmente, en partes de otros departamentos vecinos. Otro ámbito, adyacente, estaba al otro lado de los Pirineos, y afectó a Aragón y a Cataluña, con similitudes, pero todavía de orígenes diferentes marcados por las influencias mudéjares.

Características[editar]

El gótico meridional se caracterizó por la austeridad de las edificaciones, por el uso de contrafuertes en lugar de arbotantes y por las escasas y estrechas aberturas en los muros. En el sur de la actual Francia, la arquitectura románica se prolongó más tiempo que en el norte y la transición al gótico se realizó sin una verdadera ruptura. Muchos de los edificios religiosos que adoptaron este estilo se contentaron con disponer una única nave y se cubrieron con carpinterías reposando sobre arcos diafragmáticos (iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Gruissan).

Los edificios solían tener un aspecto militar y defensivo.

Construcción en ladrillo[editar]

Campanario de los Jacobinos de Toulouse, ilustración del Dictionnaire de Viollet-le-Duc

Como toda construcción que debe usar preferiblemente materiales locales, el gótico meridional de las regiones de Toulouse, Montauban y Albi recurrió principalmente al ladrillo (brique foraine), que se llegara a convertir en una de sus señas de identidad. Los constructores utilizaron técnicas adecuadas a este material, como el arco en mitra típico del «gótico tolosano». El ladrillo se prestaba a realizar composiciones decorativas geométricas, aunque a cambio no permitía que hubiese muchas esculturas integradas en la arquitectura. Dependiendo del tipo de arcilla utilizado, los ladrillos podían ser moldeados o redondeados por abrasión. En algunos edificios se utilizó moderamente la piedra para crear contrastes de color.

Las regiones vecinas localizadas en las que influyó el estilo, pero donde dominaba la piedra, a menudo emplearon el mismo vocabulario arquitectónico.

Nave única[editar]

Después del episodio cátaro, la reconquista de los fieles pasó por la predica (de ahí el fundamento de Domingo de Guzmán de la orden de los Hermanos Predicadores, que estableció una comunidad en Toulouse en 1215 para convertir a los cátaros[4]​). Para ello, se privilegiaron las iglesias de nave única, que favorecían la acústica y en la que todos los fieles se disponían ante los ojos del predicador. Las naves centrales de las iglesias importantes estarán bordeadas por capillas laterales que se alojaran entre los contrafuertes y que se coronaran con grandes vanos para iluminarlas.

No obstante, la presencia de una nave única no está necesariamente vinculada a este fin, y a veces pudo deberse a otras consideraciones o a la existencia de una nave única preexistente. Y a la inversa, aunque la gran nave de los Jacobinos de Toulouse se encuentra dividida por una hilera de pilares, no por ello constituye menos una única entidad.

La nave antigua (de comienzos del siglo XIII) de la catedral de Toulouse marca el nacimiento del gótico meridional. El obispo Fulco de Marsella la concibió como un desafío monumental y espiritual a la disidencia cátara. Dos elementos estructurales fundamentales se combinaron entonces para definir el gótico de Toulouse: la nave única y la bóveda de crucería, lo que llevó a la construcción de una bóveda de inusual magnitud en el Mediodía francés(19 metros de anchura). La nave de la catedral de Toulouse también participaba de la austeridad inspirada en san Bernardo al caracterizarse por la ausencia de decoración escultórica.De este innovador edificio, construido entre 1210 y 1220, del que quedan tres tramos de los cinco originales, fluirá la investigación arquitectónica llevada a cabo en los conventos mendicantes de Toulouse y que culminará en el convento de los jacobinos de Toulouse y en la catedral de Albi.

La iglesia del convento de los Jacobinos de Toulouse fue considerada por el papa Urbano V la iglesia dominicana más hermosa de la Europa cristiana, quien le atribuyó las reliquias del gran pensador dominico Tomás de Aquino en 1369. Mide 80 m de longitud por 20 m de anchura y 28 m de altura, creando un volumen interior impresionante. La dificultad de abovedar dos naves de anchura desigual condujo a partir de 1275 a la instalación de una hilera de columnas cilíndricas que definían dos naves idénticas en los vanos rectos del ábside. El injerto de un único ábside, de planta poligonal, sobre una iglesia de dos naves dio lugar a una bóveda estrellada cuya compleja organización se anticipó en más de un siglo al gótico flamígero. La tradición se refiere a esta obra maestra como «palmier» (palmera), porque las nervaduras brotan del fuste liso de la columna como hojas de palma​.[5]

La catedral de Albi tardó dos siglos en construirse, de 1282 a 1480, pero la nave debía estar terminada ya en 1390. Sus dimensiones excepcionales para un edificio de estilo gótico meridional (longitud interior: 100 metros, anchura interior: 30 metros, altura de las bóvedas: 30 metros) y su construcción algo posterior la hacen unicum dentro de su misma familia. Frente a la opción desarrollada por los jacobinos y en el resto de la región, el maestro de Albi prefirió reforzar la unidad global de la construcción, minimizando las rupturas en planta, reduciendo la división horizontal del volumen y suavizando el ritmo de los vanos de la nave. El arquitecto albigense tuvo la habilidad de colocar los contrafuertes dentro del muro, dándoles al exterior una forma cilíndrica e ignorando la brutalidad de los ángulos agudos evidentes en los jacobinos y puntuando felizmente el plano vertical del muro goterón eliminando cualquier sequedad.[5]

Campanario[editar]

Los campanarios pueden ser de cualquier tipo, pero dos formas serán las más usadas: el campanario «tolosano» y el campanario-muro.

  • Campanario «tolosano» octogonal. En la región de Toulouse, el campanario típico, de planta octogonal y plantas que se reducen gradualmente, apareció en la época del románico, y pasó luego al gótico, modificando sólo la forma de sus ventanas. Por lo general, se rematan con una flecha, pero un buen número están desprovistos de este elemento, bien porque han sido destruidas o bien porque la construcción se detuvo. El ejemplo típico es el campanario de la Basílica de Saint-Sernin de Toulouse, recrecido en la época gótica con vanos en mitra que suceden a los huecos de medio punto románicos, aunque también hay huecos en ogiva.
  • Campanario-muro. La otra forma de campanario, más común en edificios de menor importancia, es el campanario-muro, también con frecuencia equipado con arcos en mitra y, a menudo, con una apariencia de fortificación (almenas, matacanes).

Elementos de fortificación[editar]

Los elementos defensivos son frecuentes: almenas, matacanes, caminos de ronda, mirandas, atalayas. La mayor parte del tiempo, excepto en los casos en que la iglesia estaba incluida en un sistema defensivo, estos elementos tenían un papel decorativo y en gran medida simbólico, buscando afirmar el poder de la Iglesia. En Nuestra Señora de Simorre, Viollet-le-Duc añadió por iniciativa propia un almenado y garitas en la cima de los contrafuertes, pero eliminó las mirandas que a menudo indicaban la presencia de un camino de ronda cubierto (como en Lombez, en Gers, en la iglesia de Saint-Nicolas de Toulouse, o incluso en Saint-Sernin, en las que las mirandas establecidas en la época gótica, suprimidas por Viollet-le-Duc, fueron restituidas por la «dérestauration» de 1985).

Edificios civiles[editar]

Si la denominación estilística de «gótico meridional» se aplica principalmente a los lugares de culto, iglesias y catedrales, los principios de su arquitectura pueden encontrarse en edificaciones de otros usos: sobriedad de la construcción, ausencia o limitación de la decoración esculpida, aspecto masivo, elementos de defensa. Se pueden citar en Toulouse los hôteles particulares, el Colegio Saint-Raymond; en Albi, el palacio de Berbie, etc.

Otras artes[editar]

El estilo gótico también se refiere a la escultura y a las otras artes.

El obispo Jean Tissandier, fallecido en 1347, creó una capilla en la iglesia de los Cordeliers decorada con numerosas esculturas de piedra policromada realizadas por el «Maestro de Rieux» y conservada a pesar de la destrucción de la iglesia.[6]

Las numerosas Vírgenes con Niño retoman el modelo del norte de Francia, combinado con rasgos desarrollados por el maestro de Rieux: abundante cabellera rizada, drapeados con pliegues curvos en los cuerpos y abundantes caídas en caño abocinado.[6]

La orfebrería, cuyos producciones han desaparecido en gran parte, también tuvo un gran desarrollo en el siglo XIV, tanto para la vajilla como para los objetos litúrgicos. La iluminación se benefició de los encargos eclesiásticos pero también reflejaba el carácter ya universitario de la ciudad; a partir de la influencia parisina, desarrolló sus propios rasgos poblando los márgenes con figuras híbridas o zancudas de inmensos y sinuosos cuellos.[7]

Ejemplos de arquitectura gótica meridional[editar]

Departamento de Alto Garona[editar]

  • Arquitectura religiosa:
  • Arquitectura civil:

Departamento de Tarn[editar]

Departamento de Tarn y Garona[editar]

Departamento de Ariège[editar]

  • Catedral Saint-Antonin (s. XII-XIX)
  • Iglesia de Notre-Dame-du-Camp (s. XIV),[9]​ edificada en 1343 sobre una iglesia precedente románica (portal del oeste del s. XII), diversas reconstrucciones en 1466, 1672, 1769, 1773
  • Torre de los Cordeliers de Pamiers (s. XIV-XVI)
  • Torre del hôtel des Monnaies (s. XIV-XV)

Departamento de Gers[editar]

El departamento de Gers tiene una serie de edificios de tipo gótico meridional (catedrales de Condom, Lectoure, en piedra). Las construcciones de ladrillo se encuentran en la parte suroriental del departamento, la más cercana a la región de Toulouse.

Galería de fotos[editar]

Véase también[editar]

Notas[editar]

  1. La cathédrale Sainte-Cécile, página 6.
  2. Biget, 1998, page 6.
  3. Musée de Cluny,, p. 11-12.
  4. Musée de Cluny,, page 13-14.
  5. a b «La cité épiscopale d'Albi». whc.unesco (en francés). Consultado el 18 de abril de 2019. .
  6. a b Musée de Cluny,, page 13.
  7. Musée de Cluny,, page 14.
  8. Anne-Laure Napoléone, Les Maisons Gothiques de Toulouse XIIIe et XIVe siècles
  9. «patrimoines.midipyrenees, église Notre-Dame-du-Camp». Archivado desde el original el 14 de mayo de 2016. Consultado el 27 de marzo de 2022. 

Referencias[editar]

El artículo de la Wikipedia en francés recoge como bibliografía:
  • Obras generales:
    • Colectiva, Cahiers de Fanjeaux, n.º 9, La naissance et l’essor du gothique méridional au s. XIII, Toulouse, 1974.
    • Marcel Durliat, Le rôle des ordres mendiants dans la création de l'architecture gothique méridionale
    • Marcel Durliat, « L’architecture gothique méridionale au s. XIII », École antique de Nîmes, Bulletin annuel, Nouvelle série, n.º 8-9, Nîmes, 1973-1974, p. 63-132.
    • Viviane Paul, La naissance et l’essor du gothique méridional au S. XIIIe, Les Cahiers de Fanjeaux, cahier 9
    • Yvette Carbonell-Lamothe, « Un gothique méridional ? », Midi, n.º 2, 1987, p. 53-58.
    • «Toulouse 1300-1400 : l'éclat d'un gothique méridional – Dossier de presse». 2022. Musée de Cluny. Consultado el 11 de enero de 2023. 
  • Obras especializadas:
    • Jean-Louis Biget y Henri Pradalier, « L’art cistercien dans le Midi Toulousain », Cahiers de Fanjeaux, n.º 21, Toulouse, 1986, p. 313-370.
    • Jean-Louis Biget (1998). La cathédrale Sainte-Cécile (en francés). Graulhet: Odyssée. p. 6 (de 107). ISBN 2-909478-05-X. 
    • Henri Pradalier, « L’art médiéval dans le Midi Toulousain », Congrès archéologique de France. Monuments en Toulousain et Comminges (1996), 154e session, Société française d'archéologie, Paris, 2002, p. 11-17.
    • Henri Pradalier, « Les rapports entre l’architecture civile et religieuse de Languedoc et d’Avignon sous les pontificats de Jean XXII et Benoît XII », Cahiers de Fanjeaux, 1991, p. 385-403.
    • Maurice Prin, « Les Jacobins », Congrès archéologique de France. Monuments en Toulousain et Comminges (1996), 154e session, Société française d'archéologie, Paris, 2002, pp. 177-187.
    • Maurice Prin y Jean Dieuzaide, Les Jacobins de Toulouse. Regard et description, éd. Les Amis des Archives de la Haute-Garonne, Toulouse, 2007.