Técnica de fondo blanco

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Un lecito de fondo blanco del Pintor de Tánatos h. 440  a. C. Hipnos y Tánatos llevando el cuerpo de Sarpedón del campo de batalla de Troya. Museo Británico.

La Técnica de fondo blanco de vasos pintados floreció en Atenas y Etruria entre finales del siglo VI  a. C. y finales del siglo V  a. C.

Los restos más antiguos de una cerámica pintada con esta técnica, pertenecen a un kántharos datado en torno al 570  a. C. y firmado por el alfarero-pintor Nearco, que se encontró en la Acrópolis de Atenas (Akropolis 611).[1]​ El método consiste en un engobe blanco de una arcilla calcárea local aplicada a un vaso de terracota y posteriormente pintado.

En un posterior desarrollo de la técnica, se aplicaba a menudo un lavado de color a la ropa o a la piel de las figuras representadas. La primera vez que se empleó la técnica fue para crear bandas estroboscópicas de color que enfatizaran la forma de la vasija, como hizo Nearco, Museo Metropolitano de Arte de Nueva York 1926, 26.49).

El uso de un fondo blanco en conjunción con la pintura del contorno no se desarrolló hasta c. 520  a. C. y se asocia con los talleres donde trabajaron el Pintor de Andócides, Nicóstenes y Psiax.[2]​ Durante el período clásico se pueden identificar tres formas principales: lecitos, kílices y cráteras.[3]

La aparición de este tipo de pintura puede ser explicado como una emulación de la técnica utilizada para la pintura mural,[4]​ pero no ha sido demostrado.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Cohen, 2008, p. 187.
  2. Cohen, 2008, p. 188.
  3. Cohen, 2008, p. 190.
  4. Véase Tiverios y Tsiafakis, Color in Ancient Greece, 2002, para comprobar diferentes opiniones

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]