Tertulia de San Gregorio

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(de izquierda a derecha:) Emiliano Barral, Antonio Machado, Eugenio de la Torre "Torreagero" y Julián María Otero en el jardín de San Gregorio (Segovia, España), hacia 1923.

La Tertulia de San Gregorio fue el punto de reunión de un grupo heterogéneo de profesores, intelectuales, artistas y otros curiosos personajes de la vida cotidiana de Segovia y de la historia de España que acabaron confluyendo en el taller alfarero del ceramista Fernando Arranz, instalado entre 1921-1927 en el espacio de la capilla románica abandonada de la ya desaparecida iglesia de San Gregorio.[nota 1]​ En ella se hizo fuerte la joven Universidad Popular Segoviana y maduró la obra escultórica del escultor Emiliano Barral.[1]

Historia[editar]

Capilla de San Gregorio (plano)

En 1921, Arranz instaló su taller de cerámica en una capilla medio en ruinas, aledaña a la Casa del Sol, cerca del Alcázar de Segovia. El joven alfarero no podía imaginar que aquel espacio de trabajo acabaría acogiendo también la tertulia que en la década de 1920 aglutinó las iniciativas e ilusiones de la vida cultural segoviana. Entre los más veteranos estaban tres ilustres forasteros, catedráticos de distintos centros de la ciudad: Blas Zambrano, José Tudela y Antonio Machado. Charlaban, escuchaban música, jugaban al mus, se recitaban poemas y se comentaba la Revista de Occidente o se discutía sobre lo humano y lo divino.[2]

En el pequeño "Parnaso castellano" (como lo bautizó con feliz ironía el escultor Barral), también eran habituales curiosos personajes como el padre Villalba, agustino exclaustrado y ameno pianista, que formaba dueto musical con Carranza, cadete de Artillería, el ingeniero Luis Carretero o el empleado de Hacienda Ramón Juan Seva. De la tertulia saldrían la Universidad Popular Segoviana (1919), una delegación de la Liga de los Derechos del Hombre (1922) y un patrimonio artístico, en parte desaparecido, producto del arte del ceramista Arranz y el escultor Barral y sus hermanos.

Capilla de San Gregorio (alzado)

La tertulia de San Gregorio, en ese espacio concreto, se disolvió cuando en 1927, Arranz partió hacia Sudamérica y el escultor Barral trasladó su taller a Madrid. Algunos de sus integrantes, entre ellos Machado y Quintanilla, se siguieron viendo en el café Castilla y en el Juan Bravo (y con menos frecuencia en el café La Suiza y en el del Casino de La Unión).[3]​ A un nivel menos espontáneo y con una organización y proyección mayores la mayoría de los contertulios de San Gregorio trasladaron sus ilusiones y esfuerzos a la también románica iglesia de San Quirce, que abandonado su culto y convertida en pajar y almacén, fue adquirida en 1927 para instalar en ella la sede de la Universidad Popular Segoviana y sus talleres. El alma del traslado fue Mariano Quintanilla y el artífice de la restauración del edificio el arquitecto Cabello Dodero.[4]

Contertulios[editar]

Frutos[editar]

  • La delegación en Segovia de la Liga de los Derechos del Hombre, cuyo manifiesto firmaron el 4 de marzo de 1922, Machado, Zambrano y Quintanilla.[9]
  • Frutos literarios de la tertulia fueron: en el verano de 1923, el semanario "Segovia", dirigido por Ignacio Carral, que duró solo dos meses; y ya cerrado el taller de Arranz, la revista Manantial (1928-1929), codirigida por dos de sus contertulios Otero y Álvarez Cerón.[10][11]

Véase también[editar]

Notas[editar]

  1. Fernando Arranz compró en 1922 el terreno que incluía las ruinas de la capilla de San Gudumián, San Cosme y San Dámaso (1290), luego de san Gudumián (1325-32), y más tarde de San Gregorio, en la antigua calle del Socorro, que en el inicio del siglo XXI lleva el nombre de Paseo de Juan II, y junto al Museo de Segovia, instalado en la antigua "Casa del Sol", sobre los cubos meridionales de la muralla segoviana.
  2. A estos nombres, quizá habría que añadir los de varios miembros fundadores de la Universidad Popular, como fueron: Segundo Gila Sanz, médico; Francisco Romera Carrasco, profesor de Matemáticas; Florentino Soria González, profesor de Dibujo; Francisco Javier Cabello Dodero, arquitecto; Francisco Ruvira Jiménez, profesor de Ciencias; Andrés León Maroto, Catedrático de Física y Química.

Referencias[editar]

  1. Fernando Arranz López, ceramista. Alonso Zamora Canellada y Abraham Rubio Celada. Junta de Castilla y León. Museo de Segovia, 2009; pp. 18-21; DL:SG-132/2009
  2. Santamaría, Juan Manuel (1986). Emiliano Barral. Salamanca. p. 32. ISBN 84-505-3401-1. 
  3. "Tertulias de café". Artículo en nortecastilla.es (11.05.2008) Consultado en abril de 2014
  4. Villalpando Martínez, Manuela; La Universidad Popular Segoviana (1919-1936); Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Segovia 1999. DL: SG- 39/99
  5. Cardenal Iracheta , Manuel (1949). «Crónica de don Antonio y sus amigos en Segovia». Cuadernos Hispanoamericanos (Madrid) (11-12): 301-306. 
  6. Semblanza en El País del 13 de noviembre de 1985.
  7. Fundación Zuloaga.
  8. Breve historia de la Universidad Popular Segoviana (1919-1955) Consultado en abril de 2014
  9. Gibson, Ian (2006). Ligero de equipaje. Madrid: Santillana Editores G. pp. 359-360. ISBN 8403096860. 
  10. Manantial (1928-1929) Consultado en abril de 2014
  11. Sanz, Ignacio (1998). Foto movida de un gato. Barcelona: Alba Editorial S.L. p. 14-19. ISBN 8489846057. 

Enlaces externos[editar]