Usuario:Andrea Sanchis Serrano/wikitrans

Antecedentes

Durante los años 30 y por varios motivos hubo disturbios de forma casi constante entre los chiíes de la región del sur, no obstante todos ellos se originaron por su continua expulsión de las altas esferas del poder político. Una vez denegada la oportunidad de expresar su insatisfacción por la vía democrática, con frecuencia los chiíes recurrieron al enfrentamiento abierto. El rey Gazi I de Irak, un dirigente Hachemita de Iraq, que gobernó desde 1933 a 1939, estuvo condicionado, entre otras cosas por las ambiciones anti-chiíes. Como consecuencia, dos ministros chiíes dimitieron de su cargo en el gobierno iraquí a finales de 1933, alegando lo que para ellos era una falta de atención por parte del mismo a las comunidades chiíes en el área de Gharraf, donde se debería haber construido una presa, cuyos fondos se derivaron al desarrollo del ejército iraquí a través del reclutamiento. Jmil al-Midfai, sucesor de al-Kailani como primer ministro de Iraq, en febrero de 1934 presentó el “Proyecto de Ley de Defensa Nacional” al parlamento iraquí, que establecía la sistema de reclutamiento y expansión de las fuerzas armadas iraquíes. Los sunís árabes apoyaron firmemente el proyecto, sin embargo muchos chiíes árabes y kurdos lo miraron con recelo y aversión. Tras las elecciones de agosto de 1934, promovidas por al-Midfai y Ali Jaedat, el Partido Ikha quedó reducido a solo doce escaños, además se expulsó expulsión del parlamento al jeque más importante de la tribu chií de la región del medio Éufrates. Entonces surgió una coalición estratégica entre el Partido Ikha y los jeques chiíes.

Alzamientos

Disturbios de enero de 1935

En enero de 1935 se propagó una revuelta en la región del Éufrates medio. Los jeques más importantes de la tribu Chií de Nayaf y el clérigo del Ayatolá Muhammad Kashif al-Ghita tuvieron un encuentro antes de los acontecimientos y dialogaron sobre “la Carta del Pueblo”, que se presentó al gobierno en marzo de 1935. El estatuto aceptó el estado iraquí, pero se centró en las preocupaciones de la mayor parte de dicha población, que se sentía ignorada por el gobierno de Ali Jawdat.

Sublevaciones de Diwaniya de marzo de 1935

Los líderes chiíes fracasaron al llevar a cabo un intento de reconciliación, en vez de eso, recibieron muchas quejas. También se presentó una petición al rey iraquí para derrocar a Ali Jawdat. Debido a que dicha peticion no dio resultado, se produjo una acción inmediata. Se pidió a Makr Sidqi que renunciara a avivar/incitar la sublevación, mientras que se obligó a Ali Jawdat a dimitir ante la disconformidad de su consejo de ministros. Entonces la rebelión se expandió hacia la región de Diwaniya, capitaneada por los jeques más poderosos, que tenían alianzas con el partido Ikha y Yasin al-Hashimi. Jamil al-Midfai, sucesor de Jawdat, tuvo que renunciar el 15 de marzo (tan solo 2 semanas después de su nombramiento) por ser incapaz de enfrentarse a la situación. Tras esto, el rey pidió a Yasin al-Hashimi que creara un nuevo gobierno, el cual llevó a cabo un golpe de estado contra sus rivales en marzo de 1935. La rebelión, dirigida por los aliados de Yasin al-Hashim en Diwaniya, finalizó en una sola semana. Una vez acabada dicha rebelión, dos jeques rebeldes entraron en Bagdad, acompañados por un gran número de militantes armados, que venían para formular una petición al rey, y así mismo mostrar su fuerza. A pesar de los intentos del gobierno por apaciguar a las tribus, la agitación tribal siguió extendiéndose en la región central del Éufrates durante el mes de abril.