Usuario:Hgsiabato/Taller

De Wikipedia, la enciclopedia libre


El eje hipotálamo - hipófisis es un sistema cuya función es mantener la regulación y equilibrio de los niveles hormonales hipofisiarios, los cuales a su vez regularán otras funciones del organismo. El mecanismo por el que se mantiene este equilibrio está definido por la acción estimulante o inhibidora que ejerce el hipotálamo sobre la hipófisis a través de la liberación de hormonas[1]​; éstas a su vez están reguladas a través de un proceso de feed back por los productos finales generados en el tejido diana de cada una de las hormonas hipofisiarias o a través de rítmos pulsátiles circadianos o por influencia del sistema nervioso central.

Anatomía[editar]

Hipotálamo[editar]

Es una estructura del sistema nervioso central, ubicada a nivel del diencéfalo, ocupa cerca del 0.3% de la masa total encefálica. Está ampliamente inervada e irrigada, lo cual le permite un control absoluto de las condiciones fisico-químicas de la sangre y de acuerdo a esto elaborar respuestas de control por medio de la secreción neurohormonal o neuroeléctrica. Comprende la zona situada desde el quiasma óptico hasta los tubérculos mamilares, por debajo del tálamo (de ahí su nombre)[2]​. Consta de 10 núcleos (ver núcleos del hipotálamo) por medio de los cuales ejerce sus funciones neuroendocrinas.

Hipófisis[editar]

La hipófisis es una estructura de pequeño tamaño, que se encuentra alojada en la silla turca a nivel del hueso esfenoidal, al igual que el hipotálamo hace parte del diencéfalo. Está conformada por dos porciones bien diferenciadas e histológicamente distintas: una anterior (también llamada adenohipófisis) cuya función es la producción de hormonas (ver hormonas hipofisiarias); la otra porción, posterior, llamada neurohipófisis, está conformada por haces de fibras nerviosas provenientes del infundíbulo y que corresponden a los axones de las neuronas situadas en este núcleo, su función es la de almacenar y secretar las hormonas oxitocina y vasopresina sintetizadas en el hipotálamo[3]​.

Conexiones hipotálamo - hipofisiarias[editar]

Estas dos estructuras se encuentran conectadas entre sí a través de dos vías: una vía nerviosa que une los núcleos paraventricular y supraóptico del hipotálamo con la hipófisis posterior o neurohipófisis y cuya función es la de transportar las neurohormonas oxitocina y vasopresina para su almacenamiento y secreción posterior; la otra vía es sanguínea (sistema porta hipofisiario), que conecta la eminencia media y el infundíbulo con el lóbulo anterior de la hipófisis o adenohipófisis controlando así la secreción hormonal de esta última[4]​.

Sistema porta hipofisiario[editar]

La irrigación sanguínea del eje hipotálamo - hipófisis permite el transporte de los factores activadores o inhibidores producidos por el hipotálamo y que van a hacer efecto a nivel de la hipófisis anterior. Este sistema deriva de la arteria carótida interna y llega a la hipófisis a través de dos arterias: la arteria hipofisiaria superior e inferior. Éstas dos estructuras ingresan a través del tallo hipofisiario y se dividen en sinusoides que luego van a ingresar hasta la adenohipófisis por medio de los vasos portales para de esta forma llevar las hormonas hipotalámicas hasta sus respectivos receptores[5]​.

Mecanismos de regulación hormonal[editar]

Cada una de las hormonas producidas tanto en el hipotálamo como en la hipófisis tienen una serie de factores estimuladores e inhibidores se la secreción. A continuación se muestran los más importantes:

  • Vasopresina: la vasopresina, sintetizada en el núcleo supraóptico y transportada a través de los axones neuronales por medio de las neurofisinas hasta la neurohipófisis, está mediada por los cambios en la osmolaridad de la sangre, de esta forma si la osmolaridad es alta, la síntesis de esta hormona aumentará, lo que producirá en su tejido diana (riñón), la retención de sodio y agua con lo cual se normalizará la osmolaridad sanguínea[4]​.
  • Oxitocina: producida en el núcleo paraventricular y al igual que la vasopresina, transportada por las neurofisinas hasta la hipófisis posterior. La liberación de esta hormona está determinada principalmente durante dos momentos de la vida de la mujer: en el momento del parto en donde producen la contracción uterina que evita una hemorragia posparto y durante la succión del lactante, favoreciendo el aumento de tamaño de la glándula mamaria y la producción de leche.
  • Hormona liberadora de gonadotrofina (GnRH): su función es estimular a la adenohipófisis para la producción de gonadotrofinas (FSH y LH), las cuales tienen como tejido diana las gónadas, favoreciendo la ovulación en las mujeres y la producción de espermatozoides en el hombre. Está regulada por la concentración de andrógenos o estrógenos en la sangre, así como por estrés, traumatismos, anorexia nerviosa, factores sicológicos.
  • Hormona liberadora de tirotropina (TRH): estimula la producción de hormona estimulante de tiroides (TSH) y prolactina en la adenohipófisis. Tejido final de acción la tiroides y la glándula mamaria (en el caso de la prolactina). Está regulada por los niveles de hormona tiroidea en plasma.
  • Hormona liberadora de hormona adrenocorticotropa (CRH): produce la secreción de hormona adenocorticotropa (ACTH) en la adenohipófisis, su tejido diana es la corteza de la glándula suprarrenal, en donde produce síntesis de cortisol y andrógenos. Su secreción está relacionada con situaciones de estrés físico o emocional como pueden ser las variaciones térmicas del cuerpo, el dolor, el miedo o el cansancio y es controlada a su vez por los niveles de glucocorticoides en la sangre.
  • Hormona liberadora de la hormona del crecimiento (GHRH) o somatocrinina: aumenta la producción de hormona de crecimiento en la adenohipófisis, favoreciendo el crecimiento y diferenciación celular de todos los tejidos del organismo al inducir la síntesis de proteínas y la división celular, además de muchas otras funciones metabólicas[6]​. Su secreción está determinada por la edad, aumentando en las etapas en las que el cuerpo crece (nacimiento hasta adolescencia), disminuyendo progresivamente en la adultez, permaneciendo en un 25% de sus niveles en la infancia. Su síntesis está determinada por múltiples factores entre los que se encuentra el ejercicio, el sueño profundo, la inanición, la hipoglicemia, los traumatismos, la excitación, entre otros. Su inhibición está dada por la hiperglicemia, el incremento de los ácidos grasos libres, el envejecimiento, la obesidad, la somatostatina (hormona inhibidora de la GH), la hormona de crecimiento exógena o la somatomedina (factor de crecimiento similar a la insulina).
  • Hormona inhibidora de la liberación de somatotropina o somatostatina: cuya función consiste en la inhibición de la síntesis de hormona del crecimiento o somatotropina. La regulación de esta hormona, al igual que la anterior, dependerá de varios factores los cuales fueron descritos en el apartado anterior.
  • Factor inhibidor de la liberación de prolactina (PIF): como su nombre lo indica, actúa inhibiendo la producción de prolactina por parte de la adenohipófisis y va a depender de muchos factores para su síntesis. Al comienzo se creía que únicamente la dopamina era la encargada de la inhibición de la liberación de prolactina, pero análisis cuantitativos de dopamina en el sistema porta hipofisiario han demostrado que los niveles de este neurotransmisor no son suficientes para ejercer todo el efecto, por lo cual se cree que intervienen otra serie de sustancias tales como el ácido gamma amino butírico (GABA) o la somatostatina[7]​.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. CTO (2014). Manual CTO de Medicina y Cirugía para el ENARM México (1 edición). Tomo Endocrinología: CTO. ISBN 9788415946045. 
  2. Snell, Richard (2006). Neuroanatomía Clínica (6 edición). Editorial Médica Panamericana. p. 416. ISBN 9500600897. 
  3. Crossman, A.R; Neary, D (2007). Neuroanatomía : texto y atlas en color (3a. edición). Barcelona: Elsevier Masson. p. 162. ISBN 9788445817650. 
  4. a b Snell, Richard (2006). Neuroanatomía Clínica (6 edición). Editorial Médica Panamericana. p. 421. ISBN 9500600897. 
  5. Carpenter, M. (1994). Fundamentos de Neuroanatomía (4a. edición). Montevideo. Uruguay.: Editorial Médica Panamericana. p. 299. 
  6. Hall, John E.; Guyton, Arthur C. (2011). Tratado de fisiología médica (12a. edición). Madrid: Elsevier. p. 899. ISBN 9788480868198. 
  7. Martín-Pérez, Jorge (2010). Fisiología humana (4a. edición). México, D.F.: McGraw-Hill-Interamericana. ISBN 978-607-15-0349-7.