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Molino de viento de Malanquilla

El Molino de viento de Malanquilla es un molino de viento del siglo XVI, propiedad del ayuntamiento de Malanquilla, rehabilitado y en condiciones de practicar la molienda al estilo tradicional, inaugurado oficialmente en agosto de 2010, después de 33 años de trabajos encaminados a este fin. Actualmente es el emblema más reconocible de la localidad, habiendo sido llevado a su bandera y al escudo municipal.

Introducción[editar]

Este molino formó parte esencial de las investigaciones de la Patrulla de Rescate número 26, adscrita al Programa educativo "Misión Rescate" patrocinado por RTVE y el Ministerio de Cultura, constituida en la localidad en 1976 y que se alzara con el máximo galardón de la organización, el Trofeo de Oro, en 1977.

Aspecto del molino en 1976

El molino de Malanquilla está considerado el pionero del redescubrimiento y puesta en valor de los molinos de viento de Aragón. Los numerosos estudios llevados a cabo desde la Asociación Cultural Miguel Martínez del Villar y las gestiones y visitas a los responsables municipales que aún conservan restos en sus términos, han posibilitado conocer la existencia de otros ejemplares repartidos por buena parte del territorio aragonés, como los que aún se conservan en Luna, Tabuenca, Sestrica, Ojos Negros, Sarrión, Bujaraloz,Torralba de Ribota, Aguilón, Javaloyas, Samitier y Castelserás, todos ellos revitalizados a partir de la divulgación del recobrado en Malanquilla y algunos reconstruidos como es el caso de Tabuenca y Ojos Negros.

Molino Malanquilla en ruinas (1977)

Características[editar]

Las ruinas del molino de viento de unos 6 metros de altura en 1977, estaban enclavadas en una parcela particular que, merced a la donación efectuada por la propiedad al Ayuntamiento se convirtió en un elemento de titularidad pública.

Se encuentra situado a las afueras del pueblo, sobre una pequeña elevación de terreno, cercano a la carretera Z-V-3443 que enlaza -dos kilómetros más adelante- con la N-234 que une Calatayud con Soria.

Actualmente, restaurado en su totalidad, en varias fases y siguiendo el modelo de los molinos manchegos a los que se asemejaría el de Malanquilla, como así lo atestiguan tanto la distribución de los materiales que conforman su maquinaria, la disposición de sus estancias y los restos de cal encontrados en sus paredes, alcanza una altura de 9 metros a lo que hay que unir la caperuza cónica de madera que le proporciona su aspecto característico. Su perímetro exterior es de 22,20 metros mientras que en el interior alcanza los 12, 65 metros, lo que le convierte en el ejemplar de mayores dimensiones de España, lo que hizo a Gregorio Prieto, el pintor de los molinos, bautizarle con el nombre de "El Macho".

Interior[editar]

Volandera y solera en el molino de viento de Malanquilla

De planta circular, consta de planta baja más dos alturas. En esta planta de calle se abren dos accesos adintelados, a modo de entradas, enfrentados entre sí. Por una escalera en forma de caracol se accede a la primera planta que cuenta con varias ventanas de reducidas dimensiones. En este espacio se hallaba el canal por donde discurría la harina tras ser molido el grano en la planta alta del molino. En la segunda se abren al exterior doce ventanucos alrededor de todo el perímetro. En esta planta se encuentran las piedras de moler de dos metros de diámetro. El movimiento de las aspas, de doce metros de longitud, se transmite a las dos piedras, volandera y solera, entre las cuales se muele el grano. Se cierra la edificación con la cubierta o caperuza que sustenta las aspas y de donde parte una gran viga de madera que llega al suelo, denominado palo de gobierno. La caperuza de madera se asienta sobre unos rodamientos metálicos que la permiten girar 360º mediante el movimiento del palo de gobierno, en busca del viento reinante.

Acto con motivo de la colocación de la primera piedra de la reconstrucción del molino, en 1981, con la presencia de Gregorio Prieto
Inauguración del molino de Malanquilla en 2010

La maquinaria interior consta de "las muelas con su aparejo de "alivio". Encima de la volandera, sobre un bastidor de madera sujeto por cuatro patas, quedan "la canaleja" y la "torva" que es de quita y pon. El eje, vertical, es muy corto, y la linterna, muy fuerte, sujeta a una viga de recias proporciones. Resulta grandísima la rueda de engranaje, con cuatro radios y un sistema de travesaños muy perfecto. Esta rueda está provista de numerosos dientes y tiene una a modo de llanta, que se afloja o se sujeta a voluntad por medio de un malacate y que sirve para dejar que el molino se mueva o para frenar sus movimientos. Por encima de la rueda queda el vértice de la "capiruza" o tejado del molino, que era de tablas finas y ligeras, una pieza llamada fraile a la que se sujeta una gran pértiga con que se da movimiento al todo el sistema de aspas, eje que soporta éstas y rueda de engranaje, acomodándolo al viento reinante, bien sea el "cierzo" o bien sea el solano. Esta operación se hace por el exterior, como es natural, donde están los "hitos" del molino, a los que se va ajustando la pértiga mediante un borriquete."[1]

Historia[editar]

Aragón, como buena parte de España vio en los molinos de viento un artilugio eficaz para conseguir la molienda allá donde se carecía de cauce fluvial y por lo tanto, de molinos de agua o batanes.

Aunque el origen de los molinos de viento puede situarse en Oriente, en el siglo VII, el de Malanquilla resulta ser coetáneo con los denominados "molinos cervantinos" que pueblan La Mancha y que alcanzaron fama y gloria por haberse fijado en ellos para su novela Don Quijote, el inmortal Miguel de Cervantes.

La presencia en Aragón de este tipo de molinos se sitúa en el año 1200 cuando Pedro de Vilanova construye los primeros ejemplares por privilegio de Pedro I.

La referencia documental más remota del molino de Malanquilla se remonta al 26 de julio de 1665 al relatar el concejo sus ingresos, significando textualmente "montes, hierbas, dehesas, leñas, molino, carnecerías..."[2]​. 30 años más tarde, en 1695, en el libro "Cabreo viejo" del archivo histórico parroquial se le vuelve a mencionar al lindar el molino con una pieza (finca) propiedad del vicario de la iglesia, por lo que su construcción puede fijarse en el último tercio del siglo XVI. Sin embargo no estuvo mucho tiempo activo, pues con la Concordia de Bijuesca de 1733, deja de utilizarse al autorizar la vecina localidad a los de Malanquilla a usar sus molinos hidráulicos del río Manubles, más regulares que éste que dependía de la inconstancia del viento. Estos molinos harineros de Berdejo y Bijuesca están documentados a partir de 1454 y 1503, respectivamente, en el Archivo General de Simancas.[3]​ Malanquilla al carecer de cauce fluvial se vio en la necesidad de construir el suyo, movido por el viento.

Aunque su puesta en valor, así como la posterior localización de otros ejemplares dispersos por la geografía regional, auspiciara la denominación genérica para referirse a ellos de "La Mancha Aragonesa", no fue en Malanquilla donde primero se inmortalizó un ejemplar de este tipo en suelo aragonés: en 1668, Pier María Baldí realizó un dibujo del molino de viento de Bujaraloz (Zaragoza),[4]​ lo que viene a confirmar la presencia de estos artilugios en una zona geográfica de España donde su existencia es considerada una rareza.

El resurgir[editar]

Escudo de Malanquilla

El resurgir del molino de viento comienza en 1976 con la creación de un grupo de "Misión Rescate". A partir de ese momento y merced a una intensa campaña de revalorización del patrimonio monumental de Malanquilla en los medios de comunicación provinciales y nacionales, se pone en valor este antiguo artilugio de la ciencia y se acometen diversas acciones para lograr su completa rehabilitación. Tras Misión Rescate, se crea la Junta para la Reconstrucción del Molino de Viento y, posteriormente, la Asociación Cultural "Miguel Martínez del Villar". Se publican más de doscientos artículos en prensa, se contacta con técnicos de Mota del Cuervo, Campo de Criptana y Alcázar de San Juan, e incluso una delegación municipal encabezada por su alcalde, se desplaza hasta estos lugares para conocer de primera mano los trabajos y técnicas a emplear en la reconstrucción.

El 4 de abril de 1981 se pone la primera piedra de la reconstrucción, acto al que acude el pintor de la generación del 27 Gregorio Prieto, que ha dedicado media vida a salvar estos elementos paisajísticos que elevara a la inmortalidad donMiguel de Cervantes.

Sin embargo, la restauración propiamente dicha todavía tardaría más de una década en acometerse. Fue llevada a cabo por los talleres de José Moreno, de Mota del Cuervo, desde donde llegaron las aspas y toda la maquinaria precisa para moler. En los años siguientes, la fuerza del viento desmochó y causó graves daños al molino siendo necesarias sendas reparaciones. Finalmente, fue inaugurado el 21 de agosto de 2010. Se ponía fin así a una primera fase en la que lo primordial era salvar el monumento y devolverle su antiguo esplendor. En 2020, el ayuntamiento se plantea la musealización del molino, creando un Centro de Interpretación para recibir y atender a los numerosos visitantes que se acercan a Malanquilla para conocerle.

Bandera de Malanquilla

El molino de viento forma parte tanto del escudo municipal como de la bandera, según diseño del cronista oficial de la localidad Antonio Sánchez Molledo,[5]​ aprobados por la Diputación General de Aragón. Hay que hacer necesaria mención aquí del revulsivo cultural y social que ha supuesto el molino de viento para Malanquilla. En los últimos 30 años es raro encontrar, por ejemplo, una portada del programa de fiestas local donde no aparezca representado. Se han constituido empresas con su nombre, ha sido objeto de innumerables ponencias, comunicaciones y trabajos tanto científicos como divulgativos. No hay actividad pública sin que sus aspas no sean objeto de preeminencia. Recientemente y a modo de ejemplo, el Ayuntamiento ha creado su propia página web, en cuya cabecera puede verse el molino e incluso ha ideado un logotipo, en forja de hierro, para colocar en las proximidades del molino, que es además, el lugar más fotografiado del municipio.

Son muchos los que desde la creación del grupo de "Misión Rescate", en 1976, han participado y participan en esta aventura colectiva. Malanquilla será lo que quieran los malanquillanos pero siempre arropados por esa "blanca idea de oscuras aspas"[6]​ que simboliza su molino.

En julio de 2020 nace la iniciativa, auspiciada por el ayuntamiento, Malanquilla Rechita cuyo emblema es la silueta del molino de viento al que se compara con un viejo árbol del que sale un brote nuevo (rechitar, palabra aragonesa que significa "rebrotar") y desde la que se pretende llevar a cabo un profundo programa de actuaciones tendentes a potenciar lo propio, historia, monumentos, paisajes, etc. teniendo como meta revertir el actual proceso de despoblación del municipio.

Referencias[editar]

  1. Caro Baroja, Julio (1952). «Disertación sobre los molinos de viento». C. Bermejo. 
  2. «Archivo Histórico Municipal de Malanquilla». Manuscrito 09.1.18, Fº 6R, lins 220-223. 
  3. Diago Hernando, Máximo (1991). «Vol. IX». En Universidad de Zaragoza, ed. Relaciones comerciales entre Castilla y Aragón en el ámbito fronterizo soriano a fines de la Edad Media. Departamento de Historia Medieval, Ciencias y Técnicas Historiográficas y Estudios Árabes e Islámicos. p. 179-202. 
  4. Pier Maria Baldí (1668-1669). «Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal». 
  5. Sánchez Molledo, Antonio, Informe facultativo para la adopción de la bandera de Malanquilla. «Blog del cronista oficial». 
  6. Sánchez Molledo, Antonio (enero, 1977). «blanca idea de oscuras aspas, frase ideada para servir de lema a un dibujo a plumilla editado como postal.».