Usuario:Silvistor11/Talle Vida y politica posterior a la primera cruzada

De Wikipedia, la enciclopedia libre
                       VIDA Y POLITICA POSTERIOR A LA PRIMERA CRUZADA


Luego que Jerusalén cayera en manos cristianas el 15 de julio de 1099 el panorama político y cultural de los contornos había cambiado, Tierra Santa volvía a manos cristianas luego de un largo tiempo en manos musulmanas, y con este cambio de poderes llegaría una transformación cultural y política a el Reino de Jerusalén que daría como resultado un multiculturalismo en la región. En efecto, las relaciones entre los diferentes pueblos que habitaban los contornos a Jerusalén en esta convulsa época se vieron en la necesidad de hacer frente a diferentes desafíos causados por gobiernos sucesivos de diferente naturaleza, acostumbrados a un régimen musulmán con cierta tolerancia religiosa que ya llevaban un buen tiempo instalado en la región para pasar a un gobierno cristiano el cual no era tan tolerante con otras religiones fue un duro cambio, no obstante hubo muchos que movidas por la fe, las ansias de poder y riquezas asumían el reto de instalarse en estas nuevas tierras, las interacciones multiculturales entre las personas marcaría un hito y un referente para posteriores hechos que determinarían la historia de la Europa medieval. Los musulmanes enzarzados en guerras interinas no pensaron que la invasión de los cruzados (francos como los llamaban ellos) tenía como estandarte la reconquista de todos los lugares santos para el cristianismo ni que tenían pensado expandirse y extenderse a todos los lugares que para ellos consideraban sagrados con presencia islámica. Por el contrario, creían que los francos eran solo aliados del Imperio Bizantino que pretendían reestablecer su poder imperial en zonas antes dominadas por Bizancio y que luego de acabar con las hostilidades volverían a sus relaciones diplomáticas previas. Derrota en Amasya La noticia de la reconquista de Jerusalén se había expandido como pólvora en Europa y multitudes de personas querían peregrinar donde había muerto Jesucristo. Pues en el otoño de 1100 una multitud de monjes, obreros, artesanos, mujeres, niños, así como delincuentes partió rumbo a una peregrinación a tierra santa (al menos esa era la idea inicial) desde Lombardía al mando del arzobispo Anselmo de Milán. Cuando hubo llegado aquella comitiva tan peculiar a Constantinopla a principios del año 1101, el emperador la recibió cortésmente y les facilitó un adecuado transporte marítimo hasta Anatolia. Los Lombardos aceptaron no de muy buen gusto a Raimundo IV de Tolosa como jefe de la expedición que estaba casualmente en la corte del emperador discutiendo posteriores conquistas para la cristiandad, aunque hubo algunos que lo acusaban de estar siguiendo órdenes del emperador. La expedición llego a Nicomedia, al instalarse y posteriormente continuar su avance fueron acompañados por algunos efectivos al mando del duque de Normandía Esteban de Blois. Posteriormente se convocó una reunión en donde decidirían realmente que rumbo tomaría la expedición. Hubo algunos que quisieron seguir una ruta directa hacia Jerusalén evitando lo más posible a las fuerzas enemigas. Lo cual teniendo en cuenta la categoría de los integrantes parecía lo más prudente además de ser el plan original. Sin embargo, el contingente se decantó por ir a liberar a Bohemundo de Tarento, príncipe de Antioquía que estaba prisionero en el norte de Anatolia. Cerca de la ciudad de Amasya la expedición se enfrentó a un contingente de clanes turcos lo que dio como desenlace la derrota de los cristianos. Algunas personas lograron escaparon, pero la mayoría murió o fue capturada para posteriormente ser puesta en esclavitud. La mayoría del sequito de Raimundo de Tolosa logró huir y refugiarse en Constantinopla. Lugo de este desafortunado evento para los cristianos los cruzados acusaron sin pruebas de conspirar al emperador junto con los turcos de la derrota sufrida, por otro lado, el emperador de Bizancio no tomo de buena forma esta noticia, como consecuencia las relaciones diplomáticas entre occidente y Constantinopla se deterioraron aún más. Hechos posteriores Aunque inverosímiles las alianzas entre musulmanes y los cristianos en los primeros años de la primera cruzada eran comunes, como cuando en 1107 la ciudad de Alepo, que era musulmana, derrotó en cooperación con la Antioquia cristiana, a los ejércitos de las vecinas Mosul y Edesa musulmana y cristiana respectivamente, esta última gobernada por Balduino I de Jerusalén. Estas alianzas prueban -por lo menos a principio- la multicultural relación que llevaban ambos pueblos movidos por sus propios intereses en la zona. En la región se dieron cambios que en muchos casos no sentaron bien a la población local, acostumbrados a un trato que, aunque indiferente de los musulmanes se les respetaba la libertad de culto, siempre que pagasen un tributo especial llamado el jizyah que se les cobraba a los que no pueblos que no creían en Alá como los judíos o cristianos. Contrariamente el gobierno ahora cristiano romano se impuso con fuerza en los contornos, exigiendo una sumisión casi total al mando católico romano ahora impuesto, por supuesto esto generó inconformismo para las comunidades no solo judías y musulmanas sino también para comunidades cristianas no católicas como la Iglesia Ortodoxa griega, Iglesia Copta y adeptos adscritos a la Iglesia ortodoxa siriana que incluso estaban ubicadas en la región desde antes del siglo VII. Estos últimos consideraban herética la condición divina de Cristo, así como la lengua oficial de su religión era el sirio antiguo diferenciándose de su contraparte católica romana que empleaba el latín. Muchos de los peregrinos que se instalaban en cercanías de Tierra Santa, sin embargo, durante el viaje e incluso ya estando en las cercanías de las murallas de las ciudades los salteadores y bandidos eran frecuentes siempre al acecho de los de quieres estuvieran indefensos que no contaran con escoltas armados. A raíz de esta situación en 1118, Hugo de Payens junto con su sequito fue a ver al rey Balduino I de Jerusalén para solicitarle permiso y algunas facilidades para que diera visto bueno a un plan que pretendía ayudar a los peregrinos que se dirigieran a Jerusalén en aquellos tiempos. Así se crearía una orden militar-religiosa con características caballerescas, la de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Jerusalén , que sería llamada posteriormente Caballeros Templarios, que al principio generó una contradicción con lo que eran hasta entonces las órdenes religiosas. Balduino les cedió un espacio que sería conocido por los cristianos con el Templo de Salomon.


Bibliografia


https://es.wikipedia.org/wiki/Primera_cruzada (erticulo mdificado) Barber, Malcolm (2001). Templarios: la nueva caballería. Barcelona: Martínez Roca. Chazan, Robert. In the Year 1096: The First Crusade and the Jews. Jewish Publication Society, 1997. Geoffrey Hindley, "Las Cruzadas - Peregrinaje Armado y Guerra Santa" (cap 2, 3) Ediciones B, S.A