Usuario:Yamarianne/Aloinmunidad

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Aloinmunidad (también conocida como isoinmunidad) es una respuesta inmune a antígenos exógenos de membranas de la misma especie, que se denominan alloantígenos o isoantígenos. Existen dos tipos principales de aloantígenos los cuales son antígenos de grupo sanguíneo [1]​ y antígenos de histocompatibilidad. En la aloinmunidad, el cuerpo crea anticuerpos en contra de los aloantígenos, atacando la sangre que ha sido recibida por medio de transfusión, tejido alotrasplantado, e incluso el feto (en algunos casos). Una respuesta aloinmune (isoinume) tiene como consecuencia rechazo de trasplante, la cual se da por deterioro o pérdida de función del trasplante. Por otra parte, la autoinmunidad es una respuesta inmune hacia antígenos propios. (El prefijo allo- significa "otro", el prefijo auto- significa "sí mismo".)

La aloinmunización (isoinmunización) es el proceso de volverse aloinmune, lo cual es desarrollar anticuerpos relevantes por primera vez.

La aloinmunidad es causada por la diferencia entre productos de genes altamente polimórficos, principalmente genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), del donante y del recipiente de trasplante. Estos productos son reconocidos por linfocitos T y otros leucocitos mononucleares que se infiltran en el trasplante y lo dañan.

Tipos de rechazo[editar]

Reacción de transfusión[editar]

Falla en la prueba cruzada (cross-match) puede permitir que la sangre de un donante de un grupo sanguíneo incompatible sea transferida, resultando en una reacción de transfusión.

Enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN)[editar]

La enfermedad hemolítica del recién nacido es similar a una reacción de transfusión, en donde los anticuerpos de la madre no toleran los antígenos del feto, lo cual ocurre cuando la tolerancia inmune del embarazo es dañada. El sistema inmune maternal ataca las células sanguíneas fetales, resultando en anemia fetal. La EHRN puede ser leve o severa. En casos severos, se requiere realizar transfusiones intrauterinas o parto prematuro para la supervivencia. Los casos leves requieren fototerapia al momento del parto.

Rechazo de trasplante[editar]

Rechazo agudo[editar]

El rechazo agudo es causado por células T específicas para antígenos (Th1 y T citotóxicas). Estas reconocen tejido trasplantado por la expresión de aloantígenos. Un trasplante es rechazado durante los primeros días o semanas después de haber sido trasplantado. [2]

Rechazo hiperagudo o acelerado[editar]

El rechazo hiperagudo o acelerado es una respuesta inmune mediada por anticuerpos hacia el alotrasplante. La sangre del recipiente contiene anticuerpos circulando antes de recibir el trasplante[2]​ – estos pueden ser IgM o anticuerpos incurridos en inmunizaciones previas. (p. ej. transfusiones repetidas). En caso del rechazo hiperagudo, los anticuerpos activan el sistema del complemento, además de aumentar la reacción de neutrófilos. Este tipo de reacción es muy rápida, el rechazo del injerto se da en pocos minutos u horas después de haber sido trasplantado. El rechazo acelerado resulta en activación de fagocitos y células NK (no del complemento) por medio de sus receptores Fc que se unen a la parte Fc de los anticuerpos. El rechazo de injerto ocurre de 3 a 5 días. Este tipo de rechazo es una respuesta típica a xenotrasplantes.

Rechazo crónico[editar]

El rechazo crónico aun no se tiene entendido por completo, pero se sabe que esta asociado a la producción de aloanticuerpos y citocinas. El injerto no cuenta con sangre suficiente dado que el endotelio de los vasos sanguíneos se encuentra dañado, haciendo que haya una sustitución con tejido fibroso (fibrosis). Este tipo de rechazo toma al rededor de dos meses.

Mecanismos de rechazo[editar]

Los linfocitos T CD4+ y CD8+ junto con otros leucocitos mononucleares (no se sabe con exactitud su mecanismo de rechazo) participan en el rechazo, así también como los linfocitos B, células NK y citocinas.

  • Rechazo celular – linfocitos T CD4+, CD8+ y células NK
  • Rechazo humoral (mediada por anticuerpos) – linfocitos B
  • Citocinas

Linfocitos B[editar]

El rechazo humoral, mediado por anticuerpos, es causada por los linfocitos B del recipiente, los cuales producen aloanticuerpos en contra de las moléculas de MHC clase I y clase II del donante.[3]​ Estos aloanticuerpos pueden activar el complemento – haciendo que haya lisis de las células blanco. De manera alternativa, las células del donante se encuentran cubiertas con aloanticuerpos que inician la fagocitosis por medio de los receptores Fc de los leucocitos mononucleares. El mecanismo del rechazo humoral es relevante para el rechazo hiperagudo, acelerado y crónico. La aloinmunidad puede ser regulada también por células B neonatales.[4]

Citocinas[editar]

El microambiente de las citocinas, en donde linfocitos T CD4+ reconocen aloantígenos, tiene influencia significativa en la polarización de la respuesta inmune.

  • Si hay presencia de IL-4, los linfocitos T CD4+ se convierten en células colaboradoras Th2, secretando IL-4 e IL-5.[2]​ Aquí se observa la tolerancia hacia el alotrasplante.[5]
  • TGF-ß induce la expresión del gen FOXP3 en ausencia de citocinas proinflamatorias, haciendo que los linfocitos T CD4+ se diferencien a células T reguladoras (Treg).[2]​ Las células T reguladoras producen citocinas anti-inflamatorias IL-10 y TGF-ß, asegurando que haya tolerancia del alotrasplante.
  • En presencia de IL-6 o IL-21 junto con TGF-ß, los linfocitos T CD4+ adquieren un fenotipo destructor de tejido, Th17, y secretan IL-17.[6]

Células NK[editar]

Células NK pueden dirigirse directamente al blanco del tejido que se trasplanta. Depende del balance de la activación e inhibición de receptores NK y en los ligandos expresados en el injerto. Los receptores de la familia KIR (receptores similares a inmunoglobulinas de linfocitos citolíticos) se unen a moléculas de clase I de MHC. Si el injerto cuenta con estos ligandos en su superficie, las células NK no pueden ser activadas (los receptores KIR otorgan la señal inhibitoria). Si no se cuentan con estos ligandos, no se tendrán señales inhibitorias, haciendo que haya activación de células NK. El reconocimiento de los blancos se da por la estrategia "missing-self" (pérdida de lo propio)[7]​ e induce apoptosis por enzimas perforina y granzima, que son liberadas por gránulos citotóxicos. Las células NK aloreactivas liberan también citocinas proinflamatorias (IFN-γ y TNF-α) para incrementar la expresión de moléculas MHC y receptores coestimuladores en la superficie de las células presentadoras de antígeno (APC), promoviendo la maduración de las APC[8]​ , el cual lleva a la amplificación de la aloreactividad de las células T por medio de reconocimiento de aloantígenos directa e indirectamente. Las células NK son capaces de matar linfocitos T reguladores FOXP3+[7]​ y cambiar la respuesta inmune de tolerancia del injerto a su rechazo. Además de la abilidad de las células NK para influenciar la maduración de APC y desarrollo de células T, estas pueden reducir o prevenir respuestas aloinmunes a tejidos trasplantados – por medio de matar APC del donante[9]​ o por secreción de citocinas anti-inflamatorias IL-10 y TGF-β.[10]​ Sin embargo, es importante mencionar que las sub-poblaciones de células NK difieren en rangos de aloreactividad y potencial inmunomodulatorio. Con respecto a medicamentos inmunosupresores, los efectos de células NK son leves a comparación de células T.[7]

Linfocitos T[editar]

Reconocimiento de aloantígeno

El reconocimiento de aloantígeno en la superficie de APC se puede dar por los linfocitos T del recipiente por medio de dos vías:[11]

  • Aloreconocimiento directo – ocurre cuando las APC del donante presentan antígenos del injerto. Los linfocitos T del recipiente pueden identificar como aloantígenos a las moléculas de MHC solas o complejos de MHC con péptidos exteriores. Los receptores específicos de células T (TCR) de los linfocitos T CD8+ reconocen estos péptidos cuando se forma el complejo con moléculas de MHC clase I y TCR o cuando los linfocitos T CD8+ reconocen moléculas de MHC clase II.
  • Aloreconocimiento indirecto – Las APC del recipiente se infiltran al injerto trasplantado, se procesan y presentan ante las glicoproteínas del MHC del donante por medio de moléculas MHC clase II. El mecanismo indirecto de aloreconocimiento y el involucramiento de linfocitos T CD4+ son la causa principal de rechazo de injerto.[12][13]​ Es por eso que el factor más importante en cuanto a recibir trasplantes es la compatibilidad entre moléculas de MHC clase II del donante y el recipiente.

Activación de linfocitos T

La activación de linfocitos T se da en dos condiciones:

  • Los linfocitos T deben de reconocer un complejo de MHC-aloantígeno presentado por células APC por medio de la vía directa o indirecta de aloreconocimiento.
  • Los linfocitos T deben de recibir señales coestimuladoras. Existen moléculas coestimuladoras en la superficie de las células T y cuando las APC expresan sus ligandos[14]​ (p. ej. molécula CD28, la cual se encuentra en la superficie de linfocitos CD4+ y CD8+ vírgenes, y pueden unirse a ligandos CD80 y CD86). La interacción de receptor-ligando activa la señalización de células T, causando la producción de IL-2, expansión clonal y desarrollo de células T efectoras y células T de memoria.[15]​ Por otra parte, existen receptores en los linfocitos T que causan inhibición de la activaciónd e células T (p. ej. receptor CD152/CTLA-4, el cual se también une a los ligandos CD80 y CD86 respectivamente).[16]​ Si los linfocitos T no reciben una señal coestimuladora, la activación falla y se vuelven anergicos.[17]

Las respuestas aloinmunes pueden ser aumentadas por medio de citocinas proinflamatorias y por linfocitos T CD4+[18]​, los cuales son responsables de la maduración de APC y producción de IL-2. La IL-2 es crucial para el desarrollo de células T CD8+ de memoria.[19]​ Estas células pueden presentar serios problemas después de haber sido trasplantadas. Dado que se exponen a diferentes agentes infecciosos previamente, los linfocitos T antígeno específicos pueden desarrollarse en el cuerpo del paciente. Algunos permaneces como células de memoria y estas células pueden causar una "reactividad cruzada" – en donde se da una respuesta inmune similar a los aloantíjenos de los injertos.[20]​ Esta respuesta inmune se conoce como secundaria y es más rápida, eficiente y robusta.

Tolerancia de trasplante[editar]

El tejido trasplantado es aceptado por un recipiente inmunocompetente cuando se encuentra funcional en la ausencia de meidicinas inmunosupresivas y cuando no se cuenta con señales histológicas de rechazo. El recipiente puede aceptar otro injerto del mismo donante pero puede rechazar un injerto de un diferente donante.[21]​ La aceptación del injerto depende del balance proinflamatorio de linfocitos Th1, Th17 y de células T reguladoras anti-inflamatorias.[2]​ Esto se ve influenciado por el microambiente de citocinas, el cual se menciona arriba, en donde los linfocitos T CD4+ son activados, así también, depende de los niveles de inflamación (el sistema inmune puede ser activado por patógenos que entran, haciendo que citocinas proinflamatorias se secreten y promoviendo el rechazo).[22]​ La utilización de medicamentos inmunosupresores no cuentan con un efecto específico y el organismo puede ser afectado por infecciones o cáncer de manera más facil. El futuro de las terapias es suprimir la respuesta aloinmune de manera específica y prevenir estos riesgos. La tolerancia se puede alcanzar por medio de la eliminación de células aloreactivas y por medio de la inhibición de células efectoras aloreactivas, que se puede dar teniendo una proporción a favor de linfocitos T reguladores y linfocitos T aloreactivos.[2]​ Otro método sería basándose en el bloqueo de señales coestimuladoras que se tienen durante la activación de linfocitos T aloreactivos.[23]

Véase también[editar]

Literatura[editar]

  • Cellular and Molecular Immunology, 7th edition by Abul K. Abbas, Andrew H. Lichtman, Shiv Pillai, Saunders Copyright

Referencias[editar]

  1. Isoantigen at eMedicine Dictionary
  2. a b c d e f Sánchez-Fueyo A, Strom TB (2011), Immunologic basis of graft rejection and tolerance following transplantation of liver or other solid organs. Gastroenterology 140(1):51-64
  3. Fang Li, Mary E. Atz, Elaine F. Reed (2009), Human leukocyte antigen antibodies in chronic transplant vasculopathy-mechanisms and pathways. Curr Opin Immunol. 21(5): 557–562
  4. «Neonatal B cells suppress innate toll-like receptor immune responses and modulate alloimmunity». J. Immunol. 179 (3): 1700-10. August 2007. PMID 17641036. doi:10.4049/jimmunol.179.3.1700.  Parámetro desconocido |vauthors= ignorado (ayuda)
  5. Walsh PT, Strom TB, Turka LA (2004), Routes to transplant tolerance versus rejection: the role of cytokines. Immunity (20):121-131
  6. Korn T, Bettelli E, Gao W, Awasthi A, Jäger A, Strom TB, Oukka M, Kuchroo VK (2007), IL-21 initiates an alternative pathway to induce proinflammatory T(H)17 cells. Nature 448(7152):484-7
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  8. McNerney ME, Lee KM, Zhou P, Molinero L, Mashayekhi M, Guzior D, Sattar H, Kuppireddi S, Wang CR, Kumar V, Alegre ML (2006), Role of natural killer cell subsets in cardiac allograft rejection. Am J Transplant. 6(3):505-13
  9. Yu G, Xu X, Vu MD, Kilpatrick ED, Li XC (2006), NK cells promote transplant tolerance by killing donor antigen-presenting cells. J Exp Med. 203(8):1851-8
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Enlaces externos[editar]