Loza blanca de Triana
Loza blanca de Triana, blanco Triana o loza blanca sevillana hacen referencia a un tipo de loza muy popular en las vajillas andaluzas tradicionales, cuyo origen y desarrollo se localizó históricamente en el barrio de Triana de Sevilla. Típica cacharrería esmaltada en blanco, compitió con las "series blancas" manchegas de Talavera y la Loza de Puente del Arzobispo, la de Manises en el Levante español, y con las alternativas septentrionales que en la península ibérica se fabricaron en diversos núcleos de alfares de Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Pirineos y el Sur de Francia.
Las "lozas trianeras" aparecen con frecuencia en el ajuar doméstico que recogen algunos maestros de la pintura española, como Velázquez, Murillo o Zurbarán.[1][2] Originales de la España musulmana, se extendieron luego por la península ibérica y el Mediterráneo occidental. También se han documentado en Europa central (Francia, Flandes y los principados alemanes), y siendo Sevilla capital del comercio con las Indias, pasaron a América.[3]
Historia[editar]
El foco alfarero trianero aparece mencionado ya en un padrón de 1596 en el que se cita que había en Triana "30 hornos de lo blanco y prieto"; solo un lustro después, el escritor, cómico y viajero Agustín de Rojas Villandrando en su Viaje entretenido menciona en 1602 "más de 60 tiendas" (siendo "tienda" uno de los nombres que en el siglo XVII se les daba a los talleres de alfarería).[4] La etnóloga Natacha Seseña añade la cita que el ilustrado Justino Matute y Gaviria, manejando datos de 1791, da sobre la existencia en Triana de "86 hornos de loza y de basto".[5]
Detalles de la técnica[editar]
La técnica alfarera del vidriado, aplicada ya en Persia y Asia Menor 3000 años a. C.,[nota 1] llegó a la península ibérica con los árabes, en los siglos X y XI. Se ha documentado asimismo, entre los siglos décimo y duodécimo, la técnica específica estannífera que da como resultado el característico vidriado blanco.[nota 2][6] Las decoraciones en otros colores se conseguían con el óxido de cobre para el verde, el de cobalto para el azul y el de manganeso para el marrón o morado negruzco. Este último servía además para perfilar los dibujos realizados con otros colores, sobre todo el verde, dando cuerpo a la llamada técnica verde y manganeso. En la lechosa loza trianera el adorno más habitual lo proporciona el pincel azul, introducido en la cerámica andalusí en el siglo XIII.
Piezas características[editar]
De entre la vajilla de loza blanca de Triana destaca la «talla», jarra para conservar el agua fresca y cuyo nombre primitivo era "alcarraza", lo que delata su origen musulmán.[7][8]
La "tallas" son piezas de fino vidriado blanco, base estrecha y boca ancha, con dos asas y los típicos pellizcos o "repulgos" decorando su cuerpo. Similares a las jarras que en Andújar, en la vecina provincia andaluza de Jaén, se hacían con cuatro asas y cuerpo "de mujer", y que con el tiempo perdieron los "repulgos". Refiriéndose a estas vasillas el erudito Covarrubias las describe en 1610 como "cantarilla con algo de salitre" que, resudando, consigue mantener el agua fresca.[9]
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Velázquez: Santa Rufina (hacia 1630) con dos cuencos y un plato de "blanco Triana". Fundación Focus-Abengoa(Sevilla).
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Zurbarán: Bodegón con cacharros (hacia 1630). Dos piezas de fina loza sevillana. Museo del Prado.
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Murillo: Santa Rufina (hacia 1660) con dos "tallas" trianeras.Museo Meadows. Dallas.
Véase también[editar]
Referencias[editar]
- ↑ Seseña, 1991: Archivo Español de Arte, p. 175.
- ↑ Ana Sánchez-Lassa de los Santos en "El joven Murillo" (catálogo de la exposición, 2009), menciona 50 alfarerías en Sevilla en vida del pintor (pp. 143-5) ISBN 978-84-96763-21-0
- ↑ José María Sánchez: "La cerámica exportada a América en el siglo XVI..." Consultado en enero de 2015
- ↑ Seseña, 1997, p. 326.
- ↑ Justino Matute y Gaviria: Aparato para escribir la historia de Triana y su historia parroquial; Sevilla 1977 (facsímil de la edición de 1818); pág. 144
- ↑ Fatás, 1993, pp. 44-45.
- ↑ Seseña, 1997, p. 312.
- ↑ Caro, 2008, p. 28.
- ↑ Seseña, 1997, p. 327.
Notas[editar]
- ↑ De allí pasó a Egipto, y después a los alfares fenicios, chipriotas y romanos. Más tarde, la fórmula llegaría a los olleros bizantinos, que conscientes de la ventaja competitiva que este impermeabilizante les daba, lo guardaron en secreto, retardando en otros lugares su uso y conocimiento.
- ↑ En concreto, el esmalte blanco, fue la respuesta que los alfareros mesopotámicos dieron en el siglo IX a la porcelana china en su intento de imitarla. Los chinos venían produciendo porcelana desde el siglo VII, esencialmente a base de caolín y caliza de grano fino y con una cocción a alta temperatura que les permitían sus hornos horizontales, más perfectos que los occidentales. El esmalte blanco estannífero es llamado así por ser su base el estaño fundido con plomo, a los que se añaden sal, arena y agua. Se utiliza tras la primera cocción, bañando (por inmersión o vertido) las piezas, que luego, tras la segunda cochura, se presentan con un esmalte blanco característico ("blanco estannífero").
Bibliografía[editar]
- Caro Bellido, Antonio (2008). Diccionario de términos cerámicos y de alfarería. Cádiz: Agrija Ediciones. ISBN 84-96191-07-9.
- Fatás Cabeza, Guillermo; Borrás, Gonzalo (1993). Diccionario de Términos de Arte. Madrid: Anaya. ISBN 84-7838-388-3.
- Seseña, Natacha (1997). Cacharrería popular. La alfarería de basto en España. Madrid, Alianza Editorial. pp. 326-332. ISBN 84-206-4255-X.
- Seseña, Natacha. «Los barros y lozas que pintó Velázquez». Archivo Español de Arte (Madrid: CSIC) (254). ISSN 0004-0428. Archivado desde el original el 3 de enero de 2017. Consultado el de enero de 2015.
- Carmen Padilla Montoya, Equipo Staff, Paloma Cabrera Bonet, Ruth Maicas Ramos (2002). Diccionario de materiales cerámicos. Madrid: Subdirección General de Museos. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. ISBN 84-36936-388.
Enlaces externos[editar]
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Loza blanca de Triana.