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A los 85 años de edad, falleció el empresario yucateco José Trinidad Molina Castellanos, hombre comprometido con la aportación al desarrollo económico, turístico y social de la península de Yucatán.

Pilar de familia reconocida, le sobreviven, su esposa doña María Lucía Casares Espinosa, sus 12 hijos, hijos políticos, 54 nietos y 17 bisnietos, entre otros deudos.

Padre, empresario, ferviente católico e impulsor de proyectos humanitarios, don José Trinidad  constituye un ejemplo para la sociedad, pues su trabajo en el ramo comercial no lo alejó de acciones altruistas para beneficiar sectores vulnerables e impulsar la educación y la cultura.

Fue presidente del Banco de Alimentos de Mérida y miembro del Patronato de la Orquesta Sinfónica de Yucatán en la categoría de gran benefactor. Además fungió como presidente del Club Campestre de 1978 a 1982.

El Corporativo Aviomar fundado por Molina Castellanos y sus hijos actualmente opera fundamentalmente el sector turístico.

De manera secundaria han invertido en hotelería y su radio de acción fundamental es el Caribe Mexicano y las zonas arqueológicas.

Trinidad Molina nació el 9 de mayo de 1928 y fue una de las personas más cercanas al desaparecido arzobispo Manuel Castro Ruiz, señalado en su biografía entre los amigos más importantes del prelado y de Don Andrés García Lavín (q.e.p.d.), fundador de Grupo SIPSE, pues compartía la visión de desarrollo comercial sin olvidar a los más desprotegidos.

Es Doctor Honoris Causa por la Universidad Anáhuac-Mayab, de la que fue fundador.​